Francisco Antonio García Carrasco Díez (Ceuta 1743 – 1813 Lima, Perú) Brigadier de Ingenieros (y III)
El último español gobernador, capitán general y presidente de la Real Audiencia de Chile (1808-1810)

Dejamos la segunda parte del escrito con las cartas enviadas por don Francisco Antonio García Carrasco al rey de España y al virrey del Perú.
El MOTÍN DE FIGUEROA (teniente coronel don Tomás de Figueroa Caravaca) 11 de abril de 1811
Don Tomás de Figueroa, había nacido en 1747, en Estepona (Málaga), fueron sus padres don Gonzalo de Figueroa y doña María Caravaca y Ollán.
Muy joven ingreso en el ejército, donde llegaría a ser miembro de la Guardia de Corps del rey Carlos III, cuando contaba 18 años de edad.
Debido al haber cometido un delito menor fue desterrado a Valdivia, Chile, entrando de nuevo en el ejército en 1775 como simple soldado. En Chile fue subiendo en el escalafón militar por méritos y a principio de 1785 ya tenía la graduación de comandante.
El motín fue un intento de disolver la Primera Junta Nacional del Gobierno de Chile. La mayor importancia es que lo relacionó con la Real Audiencia la cual fue posteriormente disuelta.
Tuvo su inicio con una insubordinación de los soldados del cuartel de San Pablo, que no reconocieron el mando de Juan de Dios Vial y José Manuel Benavente. Con gritos de ¡Viva el Rey! ¡Muera la Junta!, la tropa dijo que solo obedecería a Figueroa. Las tropas se enfrentaron con las leales a la Junta al mando de Juan de Dios Vial en la Plaza de Armas. Las tropas sublevadas se disuelven y el teniente coronel Figueroa se refugió en el Convento de Santo Domingo, pensando que allí no entrarían a por él. Al poco fue sacado del Convento, enjuiciado y condenado a muerte.
El juicio fue una farsa, no se hizo por los tribunales establecidos, sino por una comisión especial, integrada por el vocal de la Junta de Gobierno Juan Enrique Rosales y por el asesor y secretario de la misma Francisco Antonio Pérez y José Gregorio Argomedo, respectivamente.
Si para terminar este escrito hemos mencionado el motín de Figueroa es debido a que en el mismo se vieron implicados tres ceutíes, nuestro personaje el expresidente don Francisco Antonio García Carrasco, el coronel de infantería don Manuel Olaguer Feliú, y don Julián Sebastián Zilleruelo.
En dicho proceso se tomaron varias declaraciones de las que tomamos algunos párrafos, para no alargar en demasía el escrito.
Declaración de doña Concepción Chena. Dice, que notó que don Tomás Figueroa estuvo en la esquina de la casa del señor coronel Manuel Olaguer Feliú, tratando largo rato los dos solos, y que luego siguieron junto por la calle. Que continuamente, con ocasión de ser vecino del señor coronel, ve de entrar y salir de la casa al citado Figueroa, y que en la noche del día de ayer hubo algunos que entraron y salieron de dicha casa.
Declaración de don Antonio Guzmán. Dice: Don Tomás Figueroa dijo, que habiendo entrado al tribunal, después de solicitar permiso para ello, dijo a los señores que el pueblo quería se restituyese el antiguo Gobierno, y que para ello traía a la tropa.
Declaración de don Toribio de la Cuadra. Dice; Que el tribunal le dijo que fuese al Cabildo, que allí nada podían hacer sobre aquel punto. Que Figueroa respondió que el Cabildo no estaba allí, que lo que él haría era a favor del Rey y de la Religión.
Declaración de don Juan de Dios Vial. Dice: en la plaza levantaron un gran tumulto diciendo que querían por Presidente a don Manuel Olaguer Feliú o a don Tomás Figueroa.
Decreto de la Junta
El criminoso hecho que acaba de verse en el pueblo, comenzando por la sublevación de varios soldados de dragones de Concepción, que desobedecieron las órdenes de su comandante don Juan Miguel Benavente, hasta hacer armas contra él y contra el de la Asamblea don Juan de Dios Vial, en el día en que iba a juntarse todo el pueblo para el acto más serio de elegir representante en el próximo Congreso, hizo entender al actual Gobierno una conspiración muy maquinada. Crecieron las sospechas cuando dentro de muy pocos momentos toda la compañía se había apoderado del cuartel de San Pablo, diciendo que no se rendían, no obedeciendo a ninguno, sino a su comandante don Tomás Figueroa, y que se le trajese a este, al de artillería don Francisco Javier de la Reina y al de ingenieros Manuel Olaguer Feliú; que ellos no querían Junta sino Gobierno antiguo. Luego después ya se hubieron realizado las maniobras, vinieron tres de dichos soldados a presentarse a la Junta significando que, mientras no se repusiese en el mando al señor don Francisco Antonio García Carrasco, no se contenían. Y cuando se tomaban las medidas más activas para acallar el tumulto y la insurrección, se supo que el indicado Figueroa se presentó en la Plaza Mayor con toda la tropa sublevada y se condujo al tribunal y a la Real Audiencia con ellos, y que saliendo de allí mandó hacer fuego a las que guardaban aquellos puestos de cuya resulta quedaron algunos muertos y varios heridos hasta el número de trece, Siendo este delito el más grave que podía presentarse contra la Patria, la Religión y el Estado, se ha resuelto que a la mayor brevedad se examinen los testigos sabedores de los hechos, se averigüen los cómplices y se aplique a todos el más severo escarmiento, comisionando para todo al Síndico don Juan Enrique Rosales, con el Asesor don Francisco Pérez y Secretario don José Gregorio Argomedo. 1º de abril de 1811=Plata=Doctor Rozas=Carrera=Reina=Rosales y Argomedo.
Al final de la Sentencia de la Junta contra Figueroa, se le daba como consuelo el poder elegir un religioso o sacerdote que fuera de su satisfacción.
Esto no se cumplió, ya que se le impuso por confesor a fray Henríquez. Este sería el último intento de la Junta para sonsacar a Figueroa sobre los otros complicados.
Fray Henríquez, nacido en Valdivia, hijo de un capitán de la infantería española, independentista y autor de la proclama de Quirino Lamachez, en 1811 ya estaba completamente involucrado en la vida política chilena.
Esta proclama circuló el 6 de enero de 1811 y tenía como objetivo incitar a los ciudadanos para que votaran en favor de la constitución de un Congreso Nacional formado por hombres capaces de luchar por la Independencia. Fray Camilo Henríquez la firmó con el seudónimo Quirino Lamachez, que configura un anagrama de su nombre.
Tomamos del principio de dicha proclama:
De cuanta satisfacción es para un alma formada en el odio de la tiranía, ver a su patria despertar del sueño profundo y vergonzoso, que parecía hubiese de ser eterno, y tomar un movimiento grande e inesperado hacia su libertad, hacia este deseo único y sublime de las almas fuertes, principio de la gloria y dichas de la República.
En la tarde el día 1º de abril se apresaron como reos al coronel de ingenieros don Manuel Olaguer Feliú, a don Enrique Cardoso, a don Manuel Antonio Figueroa, hijo del teniente coronel Figueroa, a don Manuel Antonio Talavera.
En ese mismo día fue aprehendido el expresidente don Francisco Antonio García Carrasco, que vivía retirado de la vida pública, viviendo en el arrabal de la Chimba, la casa en la que habitaba García Carrasco era propiedad de Julián Sebastián Zilleruelo, también nacido en Ceuta y autentico realista
AVISO. A las cuatro de la madrugada del día 2 de abril de 1811 se ejecutó la sentencia pronunciada contra Tomás Figueroa, y se expuso su cadáver a la vergüenza pública- Así lo certifico. (Hay una rúbrica)
Los tres ceutíes que aparecen implicados en el motín de Figueroa
Francisco Antonio García Carrasco, Manuel Olaguer Feliú y Julián Sebastián Zilleruelo.
D. Francisco Antonio García Carrasco. (Ceuta 14.01.1743). Expresidente de la Real Audiencia de Chile.
Con motivos del motín fue acusado por su anterior secretario personal Martínez de Rozas, pero al no podérsele descubrir culpabilidad alguna sería conducido a Valparaíso para de allí ser enviado a Lima, Perú, donde el virrey le asigno una pensión de retiro, falleciendo en Lima el 10 de agosto de 1813
D. Manuel Olaguer Feliú. (Ceuta 27.12.1759). Coronel del Real Cuerpo de Ingenieros
No se pudo comprobar el haber colaborado en la sublevación, si bien reconoció que era desafecto al nuevo Gobierno, fue puesto en libertad, pero dándosele un plazo de tres días para que se trasladase a la lejana villa de Cauquenes, donde tendría que establecer su residencia.
D. Julián Sebastián Zilleruelo Álvarez. (Ceuta 17.02.1762). Propietario de la casa donde vivía García Carrasco
En casa de D. Julián Sebastián Zilleruelo vivía el expresidente Francisco Antonio García Carrasco, siendo los dos detenidos con motivo del motín, por consideración a la distancia y a la persona del expresidente se les concedió ir en Calesa, custodiados por la tropa. Mientras García Carrasco quedó preso en Palacio. A D. Julián Sebastián lo condujeron a la cárcel y se le aseguró con grillos en uno de los calabozos.
Encontramos una representación de doña María de las Mercedes Luna, esposa de Julián Sebastián Zilleruelo, quien en el año de 1817 hizo una solicitud para que dejasen en libertad a su marido. No hemos podido localizar si fue puesto en libertad. Alguno de sus hijos fueron oficiales del ejército chileno.
De don Sebastián Zilleruelo, no hemos podido encontrar nada de su vida anterior en Chile, era hermano del presbítero de la Parroquia de Nuestra Señora de los Remedios. D. Bernabé Zilleruelo, que entre otros bautizo al teniente Ruiz y a Josefina de Comerfort.
De estos tres ceutíes ya hemos escrito en este Diario EL PUEBLO DE CEUTA, ahora lo hemos ampliado con nuevos datos de don Francisco Antonio García Carrasco.
Nota: Hemos encabezado los escritos señalando a don Francisco Antonio García Carrasco como el último gobernador y presidente español de la Real Audiencia de Chile. El primer presidente fue don Pedro de Valdivia (1540-1547). Hasta 1810 lo fueron de forma continua.
Queremos hacer la siguiente aclaración. Posteriormente tuvo lugar la llamada reconquista española (1814-1817), se trata del periodo comprendido entre la derrota de las fuerzas independentistas en la batalla de Roncagua (1-2 de octubre de 1814), y la victoria independentista en la batalla de Chacabuco (12 de febrero de 1817).
Durante ese periodo se restauró el gobernador monárquico ocupando la presidencia Mariano Osorio Pardo (3 de octubre de 1814 al 26 de diciembre de 1815) y Casimiro Marcó de Pont (26 de diciembre de 1815 al 12 de febrero de 1817). El 12 de febrero de 1818 se proclamó la independencia de Chile.
Las Juntas de Gobierno que se constituyeron en Hispanoamérica juraron lealtad al rey Fernando VII, pero con la intención de obtener una mayor autonomía. La mayoría de ellas lideradas por “criollos” con ideas independentistas.