El arma de Infantería

Javier Chellarám

Ballestero y escopetero, camarada del alma, a Flandes ni a por lumbre que es tierra fría, donde hoy nos quejamos del frío que pasamos y a golpe de puentes y de quejas nos olvidamos de lo que se celebra en nuestra tierra.

En Flandes trabajan los perros como caballos, son vidas dispersas: “No traigáis jamás tus guerreros a dar la batalla, si primero no estás seguro de sus corazones y conocido que están sin temor y que están ordenados ni los pruebes, si no ves que ellos esperan vencer”.

Firmado. Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.

Quien tuvo piedad del soldado de Infantería, quien vio en mis ojos la furia, si la paz es el verdadero fin de la guerra, que es lo mismo decir armas que guerra, las cuales tienen por objetivo y fin la paz, que es el mayor bien que los hombres pueden tener en esta vida.

Que este marinero poeta, descarga fusilería y cañones por batería en los ecos de San Bárbara que ni el frío ni el viento los ha parado, como iba uno a quejarse este año si allá arriba en el Pico de los Monos, que pinta un marinero si al Tercio los barcos no llegan.

Arcabuceros, la Infantería se convirtió en la reina sin olvidar, que el cañón fuera el rey y la caballería el caballo, infante es aquel que no sabe hablar, serán para la Casa Real los hijos del Rey, hasta sus últimos días.

Si todavía escuece en mi garganta la emoción contenida de cuando estuvimos a pie de calle codo con codo en la “ Operación Balmis “ recorriendo los lugares más remotos de Ceuta, estando con ellos cuando los pelotones de vigilancia, el montaje de literas y tiendas así como el refuerzo de la frontera, Legionarios a Luchar, Legionarios a Morir, es Imposibles seguir al Soldado Regular, Fiel Regular Hasta Morir ¡

Como decía el que da nombre a nuestro Segundo Tercio, “Pocos hombres pueden algunas veces producir grandes efectos, la disciplina y la paga regular ganan más campañas que las batallas campales”. Firmado Fernando Alvarez de Toledo, Duque de Alba.

Tras dejar embarrancados en la orilla los amargos sinsabores aquí reflexionamos en el compromiso contraído voluntariamente y asumiendo que en Ceuta somos los herederos de las Glorias que han ofrecido a España nuestras Unidades de origen.

Si este que escribe al frío al calor luchando con honor, crujía su garganta cantando los Vivas a España, sin el timón en su mano temblar, con que facilidad Dios mío, a veces se queda en el camino el valor heroico luchando como el león, como el gallo y como el toro, hago mía las palabras de Don Camilo.

Viva Inmaculada Concepción junto con el cumpleaños de mi hija Natalia, quien no ha sentido la fuerza de choque haciendo movimiento al escribir y al andar y al sufrir, por sentir el calor de Regulares por llorar como el relicario que perdí del cariño Legionario, el Amo del mundo a pie y sin dinero.