José Olaguer Feliú y Ramírez (Manila, Filipinas 1847-1929 Madrid)

Descendiente de ceutí, héroe en Filipinas

Iglesia de Baler, Luzón, convertida en fortín por los españoles. / FOTO CEDIDA
Iglesia de Baler, Luzón, convertida en fortín por los españoles. / FOTO CEDIDA

Antes de centrarnos en nuestro personaje damos algunos datos de sus ascendentes:

Tataranieto de Tomás Olaguer Feliú, nacido en Ceuta el 4 de octubre de 1707. Tomás Olaguer contrajo matrimonio el 20 de septiembre de 1740 con María Josefa de Heredia, hija de Francisco de Heredia, comisario general de artillería y de Josefa Benita Domeq. De dicho matrimonio nacieron los hijos siguientes: Tomás, Antonio, José María y María del Pilar.

En 1763 le fue concedida la sargentía mayor en la plaza de Monzón, Huesca.

Falleció en el año 1773.

De los hijos de Tomás Olaguer y Josefa Benita Domecq, destacaremos a Antonio Olaguer Feliú y Heredia, por lo tanto, bisabuelo de nuestro personaje José Olaguer Feliú.

Antonio Olaguer Feliú y Heredia, nació en Villafranca del Bierzo, en el reino de León el 14 de octubre de 1742.

Dejamos sus primeros años de vida militar, pasando a su matrimonio y destino en América.

El 2 de junio de 1788 en una ceremonia presidida por el Obispo de Buenos Aires, Antonio Olaguer Feliú contrajo matrimonio con Ana de Azcuénaga, hija de Vicente de Azcuénaga, natural de Durango, Vizcaya, y de la porteña María Rosa Benedicta Basavilbaso y Urtubia, hija de Domingo de Basavilbaso.

De dicho matrimonio nacieron: María Josefa, Antonio, Ramón, Francisca, Tomás, Rosa, María de la Concepción, Ana, Alejandro, Vicenta, José y Manuel.

Antonio Olaguer recibió en mayo de 1789 el nombramiento de gobernador de Montevideo y subinspector general. Estando en dicho cargo desde principio de 1790 hasta mayo de 1797. Por Real decreto de 16 de abril de 1792 había obtenido el ascenso a mariscal de campo.

Durante su mandato en Montevideo, por orden del virrey, organizó el Cuerpo de Blandengues de Montevideo (esta fue una unidad de caballería creada en las provincias Argentinas de España a mediados de 1700 inicialmente estaban formadas por milicias criollas).

Al fallecer en abril de 1797 el virrey Pedro Melo de Portugal, le sucedió Antonio Olaguer como virrey del Río de la Plata, interino, cargo que ocupó hasta marzo de 1799.

A partir de su nombramiento como virrey del Río de la Plata su esposa fue conocida como “la primera virreina criolla”,

En 1798 había sido nombrado Caballero de la Real orden española de Carlos III.

Antonio Olaguer Feliú falleció en Madrid el 19 de mayo de 1813. Su esposa Ana Azcuénaga falleció también en Madrid en 1845.

De sus hijos destacamos a José de Olaguer Feliú y Azcuénaga nacido en Montevideo el 16 de agosto de 1790, estando su padre como gobernador, abuelo de nuestro personaje José Olaguer Feliú y Ramírez.

De vuelta su padre a España en 1799, recibió aquí su educación, en 1803 fue nombrado caballero paje del Rey Carlos IV formando parte en las compañías de Guardias de Corps. Volvió a su Montevideo alrededor de 1817, siendo reconocido por el gobierno con el grado de teniente coronel de ejército siendo destinado a Buenos Aires, estando al año siguiente (1818) al mando del “Batallón Auxiliares de las Provincias del Río de la Plata”, en ese mismo año ocupó interinamente el cargo de Comandante General de la Marina Argentina.

Casó en 1823, con su prima-hermana doña Manuela de Azcuénaga y Basivilbaso.

De dicho matrimonio nacieron: Antonio Justo (1824), Miguel Gerónimo (1825), José María (1827), Ana María (1829), María Rosa (1831), Francisca (¿?) y Manuela (1836)

En 1830 tomó el mando como coronel del batallón del Regimiento de Patricios (Unidad formada en Argentina inicialmente por milicianos, fundada por Santiago de Liniers para la defensa contra el enemigo británico).

En 1831 se retiró del ejército convirtiéndose en un importante empresario teatral, dirigió el Coliseo Provisional de Comedias, conocido como “Teatro de Olaguer Feliú”.

José Olaguer Feliú y Azcuénaga falleció el 12 de abril de 1858, a los 76 años de edad, en la ciudad de Buenos Aires.

De sus hijos resaltamos a José María Olaguer Feliú y Azcuénaga nacido en 1827, casado con Ladislaa Ramírez de Oteiza.

Fueron padres de José María Olaguer Feliú y Ramírez de Oteiza, nuestro personaje (1857), Ramón (1861) y Francisca (1865).

José María Olaguer falleció en 1881, a los 54 años de edad.

NOTA. En algunas genealogías José María Olaguer Feliú y Azcuénaga aparece con el segundo apellido ¿Dubonet?, no hemos podido localizar ninguna relación con dicho apellido, tampoco de su vida, solo su matrimonio y descendencia con Ladislaa Ramírez de Oteiza.

José María Olaguer Feliú y Ramírez de Oteiza

José Olaguer Feliú y Ramírez, nació en Nueva Cáceres, Filipinas, el 25 de octubre de 1857.

En el mes de septiembre de 1876 hizo su ingreso en la Academia de Estado Mayor, en 1880 fue ascendido a alférez y en junio de 1882 fue promovido a teniente de Estado Mayor, con esta graduación sirvió en diversos destinos en la península, en 1887 obtuvo el empleo de capitán. Tres años más tarde con el empleo de comandante fue destinado al ejército de Filipinas.

Contrajo matrimonio el 8 de diciembre de 1888 con doña Josefina García Obispo, fueron padres de: Consuelo, Fernando, Rosario y María de la Concepción.

En 1895 solicitó pasar voluntariamente al Ejército de Operaciones en Mindanao, fue destinado a Iligan, Mindanao, como Jefe de Estado Mayor de la Brigada de Operaciones.

Al iniciarse la revolución el 1 de enero de 1897 intervino en diversas batallas especialmente en la batalla de Cacarong de Sile, de ese mismo día.

Tres columnas mandadas por los comandantes Olaguer Feliú, Shartou y Arteaga, formada por fuerzas del Batallón de Cazadores número 6, el 4º de zapadores y fuerzas indígenas entre otras, iniciaron el ataque lanzándose a la bayoneta de frente.

El comandante Olaguer Feliú al mando de una columna de 600 soldados españoles tomó por asalto la fortificación de Caracóng de Sile (Kakarong de Sili o Kakarong Real), en la provincia de Bucalán en la isla de Luzón, contra los rebeldes de Katipunan los cuales habían constituido la “República del Kakarong”, la cual era una pequeña ciudad. Estaban liderados por Canuto Villanueva como jefe supremo y el general Eusebio Roque (conocido como Maestrong Sebio o Domabungo) que estaba al mando de un ejército de entre 3.000 y 6.000 hombres.

El desastre tagalo fue total. Murieron en total 1.200 rebeldes, se incautaron grandes cantidades de armas. Eusebio Roque fue capturado.

José Olaguer Feliú con sus tropas lograron capturar 6 fortificaciones, 7 cañones y una fábrica de municiones, además de un gran número de armas de fuego. Las tropas españolas solo tuvieron 1 oficial y 23 soldados muertos. Los heridos fueron 1 oficial y 75 soldados.

Por esta acción el comandante Olaguer Feliú recibió la Cruz de San Fernando de 1ª clase pensionada (en algunos documentos aparece como Laureada) y el ascenso a teniente coronel. En noviembre participó en la acción de Comansi, en las laderas del Monte Arayat, recibiendo por méritos la Cruz de María Cristina.

Un año más tarde el 25 de abril de 1898 Estados Unidos le declaraba oficialmente la guerra a España y estando bloqueada la plaza de Manila, se incorporó a su guarnición, recibiendo el ascenso a coronel por su actuación en las operaciones de la provincia de Zambales, Luzón, y el nombramiento como segundo jefe de Estado Mayor.

El 14 de agosto de este año formó parte de la comisión hispano-americana que se organizó para dar bases a la capitulación de Manila.

Copia de alocución y acta de la capitulación de la plaza de Manila por el general Jaudenes

Ejército y Capitanía General de Filipinas / Manila 14 de Agosto de 1898

Soldados marinos y voluntarios

Vuestro infatigable esfuerzo durante el largo sitio y más prolongado bloqueo de la Plaza os ha hecho acreedores no ya solo a la gratitud de la Patria sino al respeto y consideración del ejército Americano consignado con clara elocuencia en la honrosa Capitulación ayer pactada y hoy formulada de la cual es adjunta copia. En ella se os conceden conservar vuestras Banderas todos los honores de la guerra pese a nuestra inevitable permanencia en el ingrato suelo defendido y expresando concretamente la libertad y devolución de armas por el presente solo depositadas como condiciones preeminentes de los mismos honores, se nos señalan además los derechos de los prisioneros no de otro modo que si tuviéramos los deberes.

Espero que vuestro buen espíritu y cordura responderán como siempre a la disciplina que hasta hoy habéis demostrado no dando lugar a que propios ni extraños observen negligencias del deber que tengan que reprimirse sirva todo ello de lenitivo al infortunio que con vosotros deplora vuestro General en Jefe= Jaudenes.

Manila 14 de agosto de 1898

Los que suscriben que constituyen la Comisión nombrada para determinar los detalles de la Capitulación de la Ciudad y defensas de Manila y sus arrabales y las Fuerzas Españolas que guarnecen las mismas de acuerdo con el tratado preliminar acordado el día anterior entre el Mayor General Wesley Merritt del Ejército de los Estados Unidos Comandante en Jefe de las Filipinas y su Excelencia d. Fermín Jaudenes General en Jefe interino del Ejército Español en las Filipinas han pactado lo siguiente:

1º Las tropas Españolas europeas e indígenas capitulan con la Plaza y sus defensas con todos los honores de la guerra depositando sus armas en los lugares que designen las Autoridades de los Estados Unidos y permaneciendo acuarteladas en los locales que designen y a las órdenes de sus Jefes y sujetas a la inspección de las citadas autoridades Norteamericanas hasta la conclusión de un tratado de paz entre ambos estados beligerantes.

2º Los oficiales conservarán sus armas de cinto, caballos y propiedad privada

3º Todos los caballos públicos y propiedad pública de todas clases se entregarán a los Oficiales de Estado Mayor que designen los EE.UU.

4º Relaciones completas por duplicado de las tropas por Cuerpos y listas detalladas de la propiedad pública y efectos de almacén serán entregados a los EE.UU. en un plazo de 10 días a partir de la fecha.

5º Todas las cuestiones relacionadas con la repatriación de los Oficiales y Soldados de las Fuerzas Españolas y de sus familias y los gastos que dicha repatriación ocasione serán resueltas por el Gobierno de los Estados Unidos en Washington

Las familias podrán salir de Manila cuando lo estimen conveniente. La devolución de las armas depositadas por las Fuerzas Españolas tendrá lugar cuando se evacue la Plaza por los mismos o por el Ejército Americano.

6º A los oficiales y soldados comprendidos en la capitulación se les proveerá por los EE.UU. según su categoría de las raciones y socorros necesarios como si fueran prisioneros de guerra hasta la conclusión del Tratado de Paz entre EE.UU. y España.

Todos los Fondos del Tesoro Español y otros públicos se entregarán a las Autoridades de los Estados Unidos.

7º Esta ciudad sus habitantes, sus Iglesias y su Culto religioso, sus establecimientos de Enseñanza y su propiedad privada de cualquier índole quedan colocados bajo la salvaguardia especial de la fe y honor del Ejército Americano. (Literal)

= T.V. Green Brigadier General de Voluntarios del Ejército de los Estados Unidos

= B.P.Lamberton, Capitán de la Marina del ejército de los Estados Unidos

= Cha.A. Whittier Teniente coronel e Inspector General

= E.H. Crowden Teniente Coronel y Juez Abogado

= Nicolás de la Peña Auditor General

= Carlos Reyes Coronel de Ingenieros

= José María Olaguer-Feliú Coronel de Estado Mayor

Es copia exacta del original

= El General Jefe de E.M. General =Celestino F. Tejeiro

En este mismo año de 1898 José Olaguer Feliú regresó a España arribando a Barcelona en enero de 1899. En febrero de 1902 fue nombrado Jefe del Estado Mayor de la Capitanía General de Galicia, donde permaneció solo un mes siendo destinado a Cataluña como segundo jefe de Estado Mayor.

En 1904 recibió el nombramiento de segundo jefe del Estado Mayor del 4º Ejército.

En 1910 fue promovido al empleo de general de brigada y nombrado jefe del Estado Mayor de la 2ª Región, permaneciendo en el cargo hasta 1915 año en que obtuvo el ascenso a general de división con mando en la segunda división.

En 1912 le fue concedida la Gran Cruz del Mérito Militar.

En 1916 le fue otorgada la gran cruz de la Orden de San Hermenegildo y dándosele el mando de la 9ª división.

En 1818 fue recibido como miembro académico de la Real Academia Hispano-Americana de Cádiz

En 1919 fue nombrado Consejero del Supremo Tribunal de Guerra y Marina.

En 1921 obtuvo el ascenso a teniente general, siendo nombrado capitán general de Cataluña donde permaneció un año siendo sustituido por el teniente general Primo de Rivera

En marzo de 1922 fue nombrado Ministro de la Guerra, renunciando al cargo en junio del mismo año, siendo nombrado capitán general de la Quinta Región Militar, Aragón.

En agosto de 1923 obtuvo el cargo de Director General de Carabineros de España.

En 1924 fue condecorado con la Gran Cruz de Cristo del Gobierno de Portugal.

En diciembre de 1925 fue designado vocal de la Junta Clasificatoria de ascenso de generales, coroneles y asimilados al ejército. Cesando por disposición de S.M en 1927 como Director General de Carabineros, pasando a la primera reserva, por edad.

José Olaguer Feliú y Ramírez falleció el 21 de noviembres de 1929 en Madrid.

En diversos libros aparece como el Héroe de Filipinas.

Durante su carrera militar recibió diversas condecoraciones de las que destacamos: Cruz San Fernando de 1ª clase pensionada, Cruz de Carlos III, Cruz de San Hermenegildo, Cruz de María Cristina, Gran Cruz al mérito militar, diversas cruces rojas el mérito militar, la Encomienda de la Legión de Honor, Gran Cruz de la Orden de Cristo, Medalla de Mindanao, Medalla de Alfonso XIII.

La pérdida de las Filipinas, Cuba y Puerto Rico

Entre los años 1826 y 1898 España había recibido ofertas de compra de la isla de Cuba por parte de diversos presidentes de los EEUU, siendo rechazadas por el gobierno.

Poniendo como escusa los intereses de los estadounidenses residentes enviaron a La Habana el acorazado “Maine”. Llegando a su destino el 25 de enero de 1898

El 15 de febrero de 1898 dicho acorazado explosionó en el puerto de La Habana falleciendo 256 de sus 355 tripulantes.

Sin esperar juicio o resultado. El 25 de abril de ese año el presidente de los Estados Unidos William MacKinley, apoyado por los medios de comunicación, especialmente la prensa dirigida por William Randolph Hearst, “Grupo Hearst” según diversos escritos con el único objetivo de vender sus periódicos, declaró la guerra a España

Con el fin de determinar las causas del hundimiento se crearon dos comisiones de investigación, una española y otra estadounidense, puesto que estos últimos se negaron a una comisión conjunta. Los estadounidenses sostuvieron desde el primer momento que la explosión había sido provocada y externa.

La conclusión española fue que la explosión era debida a causas internas.

El presidente William MacKinley ordenó destruir a la armada española que se encontraba en la bahía de Manila. En ataque se produjo el 1 de mayo de 1898.

La Capitulación de Manila fue un 14 de agosto de 1898. En la que participó José Olaguer Feliú y Ramírez. Como hemos comentado anteriormente.

Tras la toma de Manila el 14 de agosto de 1898 los Estados Unidos establecieron un gobierno militar en Filipinas bajo el mando del general Wesley Merrit. El general Merritt fue sucedido por el general Elwell S.Otis y este por Arthur MacArthur como Comandante General y Gobernador Militar de Filipinas. Padre de Douglas MacArthur Comandante Supremo aliado en el Frente del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

Posteriormente con el fin de acabar la guerra, el 10 de diciembre de 1898 se firmó él “Tratado de París” y ratificación del de “Madrid” de 30 de junio de 1899.

El tratado de París está compuesto de 17 artículos. Solo destacamos los tres primeros que creemos son los más interesantes.

Art. I. España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba. En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones que por el hecho de ocuparla les impone el Derecho internacional para la protección de vidas y haciendas.

Art. II. España cede a los Estados Unidos la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de Guam en el Archipiélago de las Marianas o Ladrones.

Art. III. España cede a los Estados Unidos el Archipiélago conocido por las islas Filipinas.

Los Estados Unidos pagarán a España la suma de 20 millones de dólares dentro de los tres meses después del canje de ratificaciones del presente tratado.

A este tratado hubo una ampliación de un único artículo en el “Tratado de Washington” de 1900.

El tratado consta de un único artículo, y fue subscrito en Washington:

España renuncia en favor de los Estados Unidos a todo título o derecho que, al firmarse el Tratado de Paz de París, hubiese podido tener sobre cada una o todas las islas pertenecientes al archipiélago filipino, situadas fuera de los límites especificados en el art. III de dicho Tratado de París, y especialmente a las islas de Calayán, Joló, Sibutú.

La Independencia de Filipinas

El líder independentista filipino Aguinaldo (Emilio Aguinaldo y Farny) que se encontraba en Hong Kong tras ser derrotado por los españoles en 1897 navegó de regreso a Manila con el Escuadrón Asiático de Estados Unidos, que derrotó al Escuadrón Español del Pacífico en la Batalla de la Bahía de Manila. El 19 de mayo de 1898, Aguinaldo estaba de regreso en su tierra natal. El 12 de junio de 1898, el líder revolucionario declaró a Filipinas independiente, con él mismo como presidente no electo. Estuvo al mando de las tropas filipinas en la última batalla contra los españoles.

Como se comprueba mientras los independentistas filipinos al mando de Emilio Aguinaldo luchaban contra los héroes españoles de Baler. España firmaba el Tratado de París, por el que entregaba las Filipinas a los Estados Unidos

Los últimos de Filipinas

Esta corta guarnición compuesta por 3 oficiales, 50 entre suboficiales y tropa, 1 médico, 1 sanitario y 3 religiosos estuvieron sitiados por los independentistas filipinos desde él (1 de julio de 1898 al 2 de junio de 1899). Los héroes sitiados de Baler, Luzón, no se enteraron del final de la guerra y, pese a las advertencias dadas por varios emisarios, aguantaron de forma estoica. Solamente cuando recibieron noticias a través de un periódico, creyeron de verdad la triste noticia y procedieron a una capitulación honrosa. Solo regresaron 33 supervivientes.

La República Filipina estuvo ¿activa?, hasta el arresto y captura de Aguinaldo por los estadounidenses el 23 de marzo de 1901. Es de resaltar que Aguinaldo fue llevado de regreso a Filipinas por los Estados Unidos para luchar contra los españoles.

(Declaraciones de Emilio Aguinaldo a ABC en 1962, cuando este recibió a los corresponsales de este diario en su casa de Cavite, Filipinas)

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Emilio aguinaldo falleció en Quezon, Filipinas el 6 de noviembre de 1964.

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