Una pequeña reflexión
Malika Ali
Las próximas elecciones deberían ser para que la política sea devuelta a sus legítimos actores, es decir, a los ciudadanos, y para ello habrá que exigir una reforma integral de la Ley Electoral y del régimen de los partidos políticos, además de su financiación, para acabar con el fenómeno de parasitismo en que se han convertido. Habrá que exigir algo esencial para una sociedad democrática y el Estado de Derecho, a saber, que la clásica división de poderes sea un hecho sin ambages, para terminar con la tutela política y la contaminación de intereses del Poder Judicial, así como descontaminar al Tribunal Constitucional de intereses espurios para proteger a la Constitución y a la ciudadanía. Todas estas importantes reformas, y otras quizás de menor calado, pero no por eso superficiales, tendrán que abordarse. La voz plural de la sociedad civil debe ser escuchada de forma clara y nítida. Las elecciones deberían ser el momento de ponernos al frente de nuestro país y no permitir que las élites políticas y económicas lo secuestren de nuevo para someterlo a sus intereses. Exigimos cambios, ¿se han preguntado si están preparados? cuando la sociedad española aún está estancada en asuntos en cuestión que no estarán en vías de arreglarse mientras no se desideologicen los asuntos y se vean en profundidad y extensión, como una lacra que en mayor o menor grado afecta a todos, que perjudican seriamente a España, que es lo único que me interesa, mi país. Si se continúa por la misma senda, estaremos demostrando que lo que más nos importa es poner a buen recaudo nuestro prejuicio, nuestra soberbia ... y algunos su trasero, pero que nos importa una higa el destino de España, que, no lo olvidemos, no es algo abstracto es una realidad viva. No me importa la tendencia, ni la ideología, ni el color, ni el fácil recurso a la Guerra Civil, dictadura franquista, hecho por unos y por otros, porque todo eso me parece demagogia, uno de los peores venenos de la democracia a la que debe ir España.