Amarás a tu prójimo

La verdad es que resulta atorrante oír una y otra vez los exabruptos de VOX en la Asamblea de Ceuta. Quizás lo más llamativo han sido las invectivas contra Carolina Pérez y Yolanda Bel, adentrándose el portavoz de VOX en una esfera que es puramente privada y, desde luego, ajena por completo al interés del público en general, aunque para él lo sea. Y esta es la cuestión: ¿Por qué para él debe destacarse algo que forma parte de la libertad individual, como si se tratase de algo notorio, noticiable o de interés común? Pero siendo, como dije, este asunto de lo más llamativo, no podemos olvidar sus permanentes alusiones al gasto público dedicado a la atención de los menores transfronterizos, u otras cuestiones similares, a las que bautiza alegremente con el nombre de chiringuitos. Y lo mismo le pasa con el diputado Juan Gutiérrez, al que no tengo el placer de conocer y con el que he intercambiado en una ocasión y en la calle un breve saludo. Es más, recuerdo una vez que quise reunirme con él, y me contestó a través de un amigo que le había trasladado mi deseo de charlar con él un rato, con una escueta expresión: “negativo”. Digo esto, porque cualquiera sin conocerle lo suficiente, pudiera pensar de este diputado que anda escaso de nivel y sobrado de calor, y yo podría decir al menos lo segundo, porque a mi me armó un buen jaleo con muchos empleados de Trace con un sonoro escrache. Pero eso son cosas del oficio, del de cada uno, el mío entonces hacer cumplir un contrato, y el suyo, también entonces, él sabrá. Pero dicho todo esto, que a lo mejor ni viene a cuento, el señor Gutiérrez se merece todo el respeto del mundo y los constantes adjetivos y comentarios que recibe del paladín de Abascal en Ceuta, se pasan con mucho de ser aceptables, es decir, son absolutamente condenables.
De mi buena amiga Fátima Hamed, qué puedo decir. Porque si todo lo que le molesta es el pañuelo que luce sobre su cabeza, es que ella lo está haciendo bien. Si su supuesta promarroquinidad se basa en su manera de vestir o en la fe que practica, el argumento es bastante pobre, pero al parecer, para él es suficiente. Aunque al final resulta que la causa tampoco debe ser esa, porque Vivas, que ni lleva pañuelo en la cabeza ni profesa el Islam, también es un vendido para este portavoz. Y ya de paso, todos, porque cuando se dice algo general del partido popular, del partido socialista o de cualquier organización, se mete a todos sus integrantes en el mismo saco. Todos los afines al PP son mezquinos, traidores, desintegrados y enemigos de la patria. Y así los del resto de organizaciones, excepto los de VOX.
No hay un rasgo de humanidad en las palabras de quien suelta una y otra vez tantas imprecaciones por su boca. Nadie en Ceuta quiere que Ceuta sea marroquí. Nadie en Ceuta quiere que haya inmigración irregular de Marruecos a Ceuta, ni de mayores ni de menores. Pero si se considera a un menor un enemigo, es que se ha perdido el alma por algún oscuro y siniestro sendero. La política está para hacer rendir cuentas a los gobiernos, no a las personas y menos si son menores. El objetivo político está claro: reintegrarlos en su país, pero mientras estén entre nosotros, debemos marcar la diferencia con aquellos que los empujaron sin piedad hacia el mar.
Yo, por ejemplo, creo que Ceuta debe incorporarse al espacio Shengen desde el Tarajal, y que su integración en la Unión Aduanera es vital para su futuro, porque la dependencia de un tercer país ya se ha ensayado y lo único que coloca a Ceuta es en una permanente situación de debilidad, pero también creo que las relaciones con Marruecos se deben normalizar y es deseable una buena vecindad, sin que eso suponga que los intereses de Ceuta deban de estar subordinados a ese deseable fin. Estoy igualmente convencido de que el Presidente Vivas transita una senda difícil, pero con el interés general de Ceuta como referente y norte, y su ánimo de cooperación con el Gobierno de España es lo más sensato en estos momentos. También creo que el Gobierno de España debe de andar más ligero y con menos dudas respecto de lo que le interesa a Ceuta, porque encargar ahora Tragsatec la elaboración de un plan es como mínimo para guardar silencio. En todo caso, hablar de estas cosas en la Asamblea es lo que toca, pero eso sí, en términos constructivos, y sin mandar al paredón a nadie por expresar su opinión.
Pero, en fin, ¿qué podemos esperar de alguien con tanta falta de sensibilidad y empatía como destila el portavoz de VOX? Lo que hace este diputado no es oposición, es simplemente una muestra de su catadura. Para él, la notable presencia de la religión musulmana en Ceuta es algo detestable, pero si considera que la españolidad está ligada al cristianismo, debería empezar por examinar sus conocimientos de la fe cristiana, aunque fueran los básicos: amarás a tu prójimo.Pero claro, a lo mejor contesta como el fariseo: ¿Quién es mi prójimo?