Pedro de Ampudia Grimarest La Habana, Cuba 1805-1868 Ciudad de México (I)

Brigadier de la artillería mexicana tras la Batalla del Álamo. General en Jefe del Ejército de México en la Batalla de Monterrey contra los Estados Unidos

General Pedro de Ampudia. / FOTO CEDIDA
General Pedro de Ampudia. / FOTO CEDIDA

Hijo del ceutí, Francisco de Ampudia Valdés (Ceuta 04.10.1761), ingeniero militar y de Manuela Valentina Legallois y Grimarest, natural de Mota del Cuervo, La Mancha. De este matrimonio nacieron siete hijos.

Su padre Francisco de Ampudia fue destinado a Cuba cuando pasó de ingeniero del ejército de tierra a ingeniero de la armada, marchaba con su esposa y sus hijos nacidos en ¿Ceuta?, José María, Manuel, Valentina y Manuela. En Cartagena nació Valentín y en Cuba nacieron Francisco y Pedro nuestro personaje para el presente escrito. Francisco y Valentín fueron ingenieros militares.

Su nombre completo Pedro Nolasco Martín José María de la Candelaria Francisco Javier Ampudia Grimarest. Pedro de Ampudia nació en La Habana el 30 de enero de 1805.

Se registró como cadete del regimiento de infantería española en 1821. Con 16 años de edad fue destinado a Veracruz para formar parte del séquito que custodiaba al teniente general Juan O´Donojú, (O´Donojú embarcó con tropas en Cádiz el 30 de mayo de 1821 llegando a Veracruz, el 3 de agosto, había sido nombrado jefe político y capitán general de Nueva España enviado para parar el movimiento independentista en el virreinato), tras esta misión obtuvo el empleo de alférez.

A principios de septiembre Pedro de Ampudia se adhirió al Plan de Iguala, entrando con Iturbide en Ciudad de México el 27 del mismo mes, ya como oficial del Ejército Trigarante (El Plan de Iguala fue proclamado por Iturbide el 24 de febrero de 1821, es un documento por el que declaraba a Nueva España como país soberano e independiente).

El 30 de septiembre de 1826 a los 23 años de edad contrajo matrimonio en Nueva Veracruz en la Santa Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días, con doña María Bárbara González de 17 años

Participó en la defensa del Baluarte de Santiago, de la Isla de los Sacrificios. En 1829 ante la inminente invasión de Isidro Barradas, (brigadier español Isidro Barrada), más tarde custodió la plaza de Veracruz.

El 2 de octubre de 1835 estalló la Revolución Texana o Guerra de Independencia de Texas para separarse de México.

Sitio y Batalla del Álamo (23 de febrero- 6 de marzo de 1836)

La batalla del Álamo, tuvo lugar en la antigua misión española de San Antonio de Bejar, conocida como el Álamo, situada en la provincia de Coahuila y Texas. Hoy San Antonio, Texas.

Gran parte de la población era de origen estadounidense y deseaban dirigirse por las leyes de los Estados Unidos. Una parte de los texanos deseaban independizarse de México y formar un Estado.

Sobre la participación de Pedro de Ampudia en dicha batalla. Tras digitalizarse los archivos secretos del ejército mexicano aparecen algunos de ellos sobre nuestro personaje.

Pedro de Ampudia era teniente coronel de la Artillería Permanente mexicana. Cuando Santa Anna entró por primera vez en Bejar, (el Álamo) al frente de la 1ª división. Pedro de Ampudia con la artillería de esta 1ª división formaba parte de la columna que consistía en el Batallón Jiménez Permanente; Batallón Activo de San Luis, el Batallón Permanente Matamoros, el Regimiento de Caballería Permanente de Dolores, el Regimiento Permanente de Caballería de Veracruz, el Regimiento Permanente de Caballería de Coahuila, varios de la Caballería Presidiar, así como la Artillería de la División. La fuerza total de la 1ª Brigada, sin contar con heridos ni desertores, era entre 1450 y 1540 hombres, entre oficiales y tropa.

La Artillería de la 1ª División consistía en dos cañones de a 4 libras, siete de a 6, dos de a 8, y dos obuses de 6 y media pulgada, no existe registro histórico de que ninguna otra pieza de Artillería mexicana llegara al Álamo antes del asalto del 6 de marzo de 1836. Día de la batalla.

De otro documento se desprende que Santa Anna solicitó a Pedro de Ampudia, poco después de finalizado el combate del Álamo. Quería saber cuáles fueron los oficiales a las órdenes de Ampudia que mostraron un comportamiento ejemplar durante la batalla. Ampudia se los dio a Santa Anna. Presentando un breve recuento de sus acciones y las de su ramo de Artillería durante el asedio y asalto al Álamo. También le adjuntó dos apéndices. Uno era de los armamentos que habían sido capturados a los texanos. El segundo un inventario del armamento que el ejército mexicano había consumido durante dicho asedio y asalto.

Son copias que Pedro de Ampudia envió al Comandante General de la Artillería del Ejército mexicano, José Antonio Moro. Este las remitió al general José María Torner, Secretario de Guerra y Marina. (Una cuenta del Álamo recién descubierta/Pedro de Ampudia. Comandante General del Ejército mexicano sobre la Artillería de Texas: de traductor de inglés).

Por su valor en la toma del Álamo Pedro de Ampudia fue ascendido a general de brigada.

De otro documento tomamos lo siguiente:

Relación de jefes y oficiales que participaron en la acción.

General Coronel Pedro de Ampudia.

Participó en el asalto al Álamo, estableció tres baterías sobre este punto, quitando a los enemigos un cañón, contribuyendo eficazmente con aquellas hasta la rendición de los traidores colonos.

BATALLA DEL ÁLAMO (6 DE MARZO 1836)

Damos algunos datos de los principales defensores americanos del Álamo (al menos los más nombrados).

WILLIAM BARRET TRAVIS, abogado y militar estadounidense, coronel de milicias.

Travis había recibido la orden de buscar 100 hombres para reforzar San Antonio. Dicha defensa se organizó en la misión del Álamo, antigua iglesia localizada en el centro de la ciudad. Travis llegó al Álamo el 3 de febrero de 1836.

Al amanecer el 3 de marzo las tropas de Santa Anna tomaron el Álamo. Travis murió al principio de la batalla de un balazo en la cabeza.

JAMES “JIM” BOWIE, el general San Houston ordenó a Bowie demoler la antigua misión del Álamo, pero Bowie, no respeto la expresada orden.

Al llegar Travis tomó el mando de las fuerzas. Muchos eran voluntarios por lo que no respondían a nadie. Bowie era el líder no oficial de estos voluntarios y no le importaba Travis, los que puso las cosas tensas en el fuerte. Pronto, sin embargo, llegó el famoso fronterizo Davy Crockett. Un político hábil, que pudo calmar la tensión entre ambos. La llegada de las tropas de Santa Anna también hizo que se unieron los defensores del Álamo.

Jim Bowie se puso gravemente enfermo a finales de febrero. Los historiadores no están de acuerdo con la enfermedad que padecía. Pudo haber sido neumonía o tuberculosis, se encontraba delirando en la cama cuando el ataque mexicano.

El Álamo fue invadido en menos de dos horas y todos los defensores fueron capturados y ejecutados, Bowie según los informes murió en la cama.

David “Davy” Crockett

Davy Crockett, partió para Texas, viendo que bastantes hombres se dirigían allí para luchar.

Entró en Texas a inicios de 1836. Siendo informado que se estaba peleando en San Antonio, llegando al Álamo en febrero donde ya se encontraban Travis y Bowie preparando el lugar contra un ataque. A su llegada Davy Crockett no iba solo llevaba con él un buen número de voluntarios de Tennessee. Anteriormente, Crockett había sido Congresista por Tennessee, pero por discrepancia con el Presidente de los Estados Unidos Andrew Jackson, abandonó la política dirigiéndose a Texas.

Hay diversas versiones sobre la muerte de Crockett en el Álamo. Los investigadores señalan que en la batalla fallecieron unos 600 mexicanos y 200 texanos más otros de diversos puntos. Según algunos, Crockett fue ejecutado junto a otros defensores por orden de Santa Anna, otras fuentes indican que se refugió en un almacén en las afueras del Álamo, donde fue encontrado por las tropas de Santa Anna quien mando fusilarlo. (Diversas biografías)

El sitio y asalto al Álamo duró 13 días desde el 23 de febrero de 1836 al 6 de marzo del mismo año.

Los rebeldes texanos habían solicitado ayuda al general Sam Houston, antes de que los mexicanos de Santa Anna atacaran el Álamo, negándose a prestársela argumentando que el ejército aún no estaba preparado.

Batalla de San Jacinto o la siesta de San Jacinto (21 de abril de 1836).

La batalla de San Jacinto (21 de abril de 1836) ocurrió estando las tropas de Santa Anna acampadas a orillas del río San Jacinto, descansaban después de la batalla victoriosa del Álamo.

Unos 800 soldados americanos del general Houston se abalanzaron sobre los mexicanos al grito de ¡RECORDAD EL ALAMO!

La lucha duró escasamente 25 minutos con la derrota total de los mexicanos, muchos de ellos fueron asesinados en represalia por lo del Álamo y otros fueron hechos prisioneros.

Santa Anna intentó escapar disfrazado, pero fue reconocido y tomado prisionero. Se le amenazó de fusilamiento, ante esta amenaza Santa Anna acató firmar los Tratados de Velasco, el nombre viene de ser firmados en Velasco, Texas.

El Tratado contenía una parte pública y otra secreta y su punto principal establecía la independencia de Texas, hasta entonces parte de México.

Tratado de Velasco

El retiro de las tropas mexicanas al sur del río Bravo del Norte o Grande.

El compromiso asumido por López de Santa Anna de que sus tropas no volverían a invadir Texas.

La devolución por parte del ejército mexicano de todos los bienes y esclavos que habían sido confiscados durante la guerra.

La liberación de los prisioneros de ambos bandos.

El compromiso asumido por Texas de no atacar a las tropas mexicanas en retirada.

El envío del general Santa Anna al puerto de Veracruz cuando el gobierno de Texas lo creyera conveniente

Al ser firmado el Tratado durante la prisión de Santa Anna, el Congreso mexicano no reconoció su contenido. No obstante, Texas se convirtió en país independiente. Al quedar el problema sin resolver, fue la causa por la que estalló la guerra entre México y los Estados Unidos, lo que causó una gran pérdida territorial a los mexicanos.

Santa Anna no fue liberado de inmediato, estuvo preso casi ocho meses y después fue enviado a Washington, más tarde sería liberado.

Nos ha sido imposible localizar si Pedro de Ampudia participó en la batalla de San Jacinto, no aparece en documentos mexicanos, ni en la lista de prisioneros de McArdle´s, publicada por la Texas State Genealogical Society, donde si aparecen el general Santa Anna, el brigadier general Martín Perfecto de Cos o el coronel Juan Nepomuceno Almonte.

En 1838, Pedro de Ampudia defendió Matamoros del ataque federalista, derrotándolos en Cruz Verde.

Tras declararse la independencia de Yucatán respecto a España el 15 de septiembre de 1821, la provincia se unió a la nación mexicana que había quedado establecida en un sistema liberal. Esto cambió cuando 1841 Antonio López Santa Anna disolvió el Congreso y estableció un sistema centralista en el país. El pueblo de Yucatán decidió separarse del gobierno

La batalla de Mier tuvo lugar en 1842, fue un intento texano para castigar a las poblaciones de Tamaulipa, los mexicanos no habían reconocido la independencia de Texas, en esa época Texas aún no estaba anexionada a los Estados Unidos.

Pedro de Ampudia comandante general de Tamauipa recibió un parte de Nuevo León, cuando se encontraba en Matamoros, inmediatamente partió con sus tropas hacía Mier, derrotando a los texanos y tomando una gran cantidad de prisioneros.

En 1843 Pedro de Ampudia partió para Yucatán, a combatir a los rebeldes yucatecos, más tarde recibió la orden de enviar el transporte necesario para el retorno de las tropas a México.

Santa Anna tras el fracaso de la invasión, aceptó el acuerdo donde quedaba asentado que sería el sistema federal el único por el cual los yucatecos aceptarían formar parte de México.

De Yucatán, Ampudia se dirigió con sus tropas a Tabasco, sin embargo, el gobernador de esta última ciudad, Sentmenat, cubano como Pedro de Ampudia, no le permitió la entrada en el Estado, con el pretexto de que los soldados de Ampudia estaban enfermos de , y eso ponía en peligro a la población, Ampudia, recibió órdenes de Santa Anna de que lo atacara y tomara la capital del Estado, San Juan Bautista.

Pedro de Ampudia llegó con sus barcos a la capital, bombardeándola y desembarcando sus tropas, derrotando a las de Sentmanat el 11 de julio de 1843, huyendo Sentmanat. Toda la capital quedó destruida.

Sentmanat primero estuvo en San Antonio de Cárdenas, pero al verse perseguido por Ampudia busco refugio en Jonuta, uniéndosele al español Francisco de Olave, siendo derrotados por Ampudia, de nuevo Sentmenat huyó a Campeche, de allí a Mérida, después a La Habana y más tarde a Nueva Orleans, donde con dos naves organizó una expedición para reconquistar Tabasco.

En 1844 llegó Senmenat a Tabasco desembarcando en Chitepec,

Cuando llegó a conocimiento de Ampudia acudió al mando de sus tropas, derrotando a Sentmenat el 10 de julio en las cercanías de Jaipa, no obstante este pudo huir.

El día 12 de este mes Sentmenat fue capturado por el coronel González, siendo llevado a la cárcel de Jaipa.

Ampudia preparó un consejo de guerra contra Sentmenat, al que se acusó de invadir un país soberano, siendo condenado a muerte y fusilado el mismo día 12 con otros partícipes de la expedición

Una vez que Ampudia derroto a las tropas tabasqueñas, ocupó la capital de Estado y nombró gobernador de este Estado, a José Julián Dueñas.

Intervención estadounidense en México (1846-1848)

El general Pedro de Ampudia participó contra el ejército norteamericano que estaba al mando del general Zachary Taylor, en las batallas de Fuerte Brown (Fort Texas) el 3 y 4 de mayo de 1846, en Palo Alto el 8 del mismo mes y al día siguiente (9) en la batalla de Resaca de Palma, pasando después a San Luis de Potosí, y de allí regresó a Monterrey, en estas batallas había estado al mando del ejército mexicano el general Arista, en Monterrey sería sustituido por Pedro de Ampudia como general en jefe del Ejército del Norte.

Escrito del General en jefe del Cuerpo de Ejército del Norte. General Pedro Ampudia:

Excmo. Sr.

“El 29 de agosto salí de Saltillo y llegue a Monterrey a media noche, luego que amaneció los señores generales y oficiales se presentaron a cumplimentarme con arreglo a ordenanzas y todos ellos así como la tropa y el vecindario, han manifestado un verdadero júbilo no menos que una gran esperanza de los sucesos de la guerra y una nueva animación, porque el espíritu público se haya amortiguado y todas las obras y movimientos en un estado de paralización. En la misma y tarde recorrí los puntos que se están fortificando y puedo asegurar a V.E. que estas obras concluidas podrán a Monterrey en un estado de respetable defensa para resistir a la calidad y número de los enemigos”

“Hoy se publica el bando que acompaño a V.E. bajo el número 1 que llevara el debido efecto; pues con escándalos he sabido por el señor general Requena, coronel Uraga y otros jefes que aquí hay casas marcadas que mantienen relaciones con los enemigos y aunque han pagado libranzas giradas para ellos, confiados en la impunidad”-

“Hoy dispongo también la publicación del bando que declara a esta ciudad en estado de sitio, para vencer las obstinadas reticencias que presenta el gobernador D. Juan N. de la Garza Hevia, a fin de poder organizar el batallón de auxiliares que prestara grandes beneficios a la patria en estas circunstancias: en concepto de que el vecindario se halla entusiasmando por la justa causa para que ayude a la conclusión de las obras de fortificación y por último para que los nuevos leoneses impulsados por mí, y por el honor y el patriotismo de los demás señores generales y jefes, contribuyan eficazmente a las operaciones de la guerra”.

“En Cadereyta, Jiménez a distancia de 10 leguas tenemos más de mil caballos de línea avanzados, con 2 piezas de a 4 y para que la mande y dirija las operaciones previas sobre 500 enemigas que se hagan efectivas toda clase de hostilidades a las fuerzas que se hallan en Cerralvo y Camargo”.

“Me participan que muchos de los contrarios quieren pasársenos y que no lo verifican por la falta de guías y que el espíritu que se advierte en sus filas es muy contrario al orgullo que sustentaban por los lances de armas el 8 y 9 de mayo, como también que no tienen más de 2.500 en línea siendo el total de 6.000 a 7.000”.

“Comuníquele al general Antonio Lópes de Santa Anna que desempeño gustosamente cualquier comisión o destino que se me confiase en la guerra Santa que tenemos con los Estados Unidos. En mi pecho arde el fuego sagrado de la Patria y cuando desde 1836 ha sido para mí como lo he probado en hechos remarcables, un intenso sentimiento de contrariar enérgicamente los avances y ultrajes que nos han inferido sin interrupción y progresivamente el gobierno de Washington”.(Literal)

Dios y Libertad = P.de Ampudia = Cuartel General de Monterrey, agosto 2 de 1846

Intentando defender la ciudad de Monterrey, mandó fortificar los lugares más vulnerables, lo que solo serviría para retrasar la toma de la ciudad por las tropas del general estadounidense Zachary Taylor.

El 9 de septiembre Ampudia dirigió una nueva carta, en la que comunicaba lo siguiente:

“Notificaré las tiranías públicas de aquellos indignos mexicanos que han trabajado por segregar a estos estados de la república, para imponerme por mí mismo al teatro de la guerra para tomar activamente todas las disposiciones convenientes para asegurar esta ciudad de Monterrey y la del Saltillo con objeto de que no cayesen en poder del enemigo”.

“No he demolido las fortificaciones ni emprendí la retirada hasta Saltillo porque la demolición de ellas era obra de lo menos un mes y el enemigo podría mientras atacarnos con todas las posibilidades de triunfo; porque se carece de medios de conducción para salvar el material de esta división; porque abandonando Monterrey era evidente y demostrado que estos pueblos habrían levantado su acta de independencia y se unirían al ejército invasor y este que conoce la importancia de poseer esta plaza. El Saltillo y las gargantas de la Sierra Madre tomarían en tal caso una amplitud tan importante; que a mí y al supremo gobierno exigiría la responsabilidad la opinión pública que la moralidad de las tropas que existían aquí y las que venían por los sucesos del 8 y 9 de mayo agregándose la referida retirada haría muerto completamente”

“Si el enemigo se presentase con el grueso de sus fuerzas llevando la idea de tomar esta importantísima ciudad de Monterrey, siendo iguales a las nuestras. LE LIBRARE LA BATALLA, pero si superiores fueren, con infantería y artillería le resistiré hasta con el último soldado y mientras nuestra brigada de caballería, interponiéndose entre su base de operaciones los molestaran día y noche, les quitaran los recursos y hostilizarán de cuantas maneras se puedan para dar tiempo a que vengan los refuerzos que dejo mencionado”. (Literal)

Dios y Libertad Cuartel General en Monterrey, septiembre 9 de 1846.

Pedro de Ampudia

Continuará en una segunda y última parte

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