Pedro de Ampudia Grimarest La Habana, Cuba 1805-1868 Ciudad de México (y II)
Brigadier de la artillería mexicana tras la Batalla del Álamo. General en Jefe del Ejército de México en la Batalla de Monterrey contra los Estados Unidos

En el anterior escrito dejamos a Pedro de Ampudia en Monterrey con las tropas mexicanas a la espera de la batalla.
Desde el 27 de agosto de 1846, Pedro de Ampudia, al mando del ejército de norte, con unas fuerzas de 5.000 hombres y 32 cañones, inició la fortificación la ciudad de Monterrey.
El 13 de septiembre, las tropas de Zachary Taylor se concentraron cerca del río San Juan.
El día siguiente, 14 de septiembre Pedro de Ampudia mando publicar una circular a los soldados que tendrían que defender Monterrey.
“Soldados: Los enemigos que solo cuentan con 2.500 hombres de línea, siendo los restantes una chusma de aventureros sin valor ni disciplina, según los avisos de mis confidentes, parece que intentan salir de Cerralvo, para cometer la barbarie de venir a atacar esta importante plaza. Si así fuere, estoy seguro por vuestro valor y patriotismo y por el entusiasmo de los pueblos para rechazarlos, que no volverán a beber las aguas del Río Bravo”.
“Tenemos fuera cerca de tres mil quinientos dragones, permanentes y auxiliares, que los batirán una y muchas veces antes que se presenten a las cercanías de esta ciudad”.
“Soldados, estamos construyendo obras de fortificación para dejar nuestra base de operaciones bien segura y salir a batirnos a la bayoneta a la hora conveniente”.
“Soldados: Tres grandes virtudes forman al militar digno de serlo, disciplina, constancia en la fatiga y valor. Luego, en el que en estos momentos desertare de sus banderas, será un cobarde y traidor a la patria. Nuestra nación, y aún las extranjeras, están pendientes de vuestro comportamiento. La cuestión, ahora mismo, es la de que se salve nuestra independencia, o de que se pierda para siempre, y esto depende de vuestro manejo”.
“Yo he ofrecido al supremo gobierno, el triunfo de nuestras armas, confiado de vuestra lealtad y entusiasmo; pues bien, acreditemos al mundo entero, que somos dignos hijos de los inmortales Hidalgo y Morelos, Allende, Iturbide; y tantos otros héroes que supieron morir peleando por la independencia de nuestra querida república.
Soldados: la victoria o la muerte; esa debe ser nuestra única divisa”. (Literal)
Cuartel General de Monterrey, septiembre 14 de 1836
Pedro de Ampudia (Tomado del diario Ciudad de México, del 20 de septiembre de 1846).
La batalla de Monterrey tuvo lugar del 21 al 23 de septiembre de 1846 en dicha ciudad, en el Estado de Nuevo León.
Pedro de Ampudia al mando de las tropas mexicanas como comandante en jefe del ejército del norte, tuvo que enfrentarse a las fuerzas norteamericanas a los mandos de los generales Zachary Taylor y William J. Worth.
Los días 19 y 20 de septiembre, se iniciaron las acciones previas, los estadounidenses se dividieron en dos grupos, rodeando Monterrey, estudiando sus defensas. Cada uno de los grupos estaba al mando, uno del general Zachary Taylor y el otro del general William J. Worth
Ampudia dirigió el ejército mexicano desde diversos cuarteles, El Fortín de la Ciudadela, Fortín de la Tenería, Fortín de la Federación, Rincón del Diablo, Fortín Puente de la Purísima y Cerro del Obispado.
Después de tres días de cerco estadounidense, el 24 de septiembre capituló el general Pedro de Ampudia, pactando un armisticio para la guarnición mexicana que pudo salir de la plaza con toda la artillería, sus armas, sus trenes de víveres y municiones, a tambor batiente y las banderas desplegadas, saludadas por el ejército estadounidense con todos los honores de ordenanza. La plaza fue evacuada el día 25 de septiembre, partiendo hacia Saltillo. Tras la batalla Ampudia se justificó ante sus superiores sobre el criterio que preservaba el honor militar, a la superioridad en su ejército, añadiendo que mantenía sus fuerzas para poder pelear de nuevo, como en verdad sucedió en la batalla de La Angostura.
El episodio por el que más se le recuerda es la defensa y capitulación de la ciudad de Monterrey durante la intervención norteamericana. A mediados de septiembre de 1846, ante el inminente avance de las tropas estadounidenses, el general Ampudia recibió la orden de retirarse a Saltillo, pero en un arranque de valor mandó un comunicado a sus jefes: “LOS HOMBRES NO RETROCEDERÁN EN LA CARA DEL ENEMIGO”, y decidió hacerles frente.
La ciudad había sido defendida palmo a palmo hasta que el general negoció la capitulación en “términos que salvaguardaran el honor de sus soldados”. Su intención era conservar las fuerzas para oponer resistencia en otro momento. Muchos lo acusaron de pactar una deshonrosa capitulación.
Hay que hacer referencia al Batallón de San Patricio, a las órdenes de Ampudia en la batalla de Monterrey.
El Batallón San Patricio fue una unidad militar al mando de John O´Riley dicho batallón estaba formado principalmente por irlandeses y alemanes más una minoría de canadienses, ingleses, escoceses, polacos, franceses e italianos en su gran mayoría católicos.
Habían desertado abandonado al ejército norteamericano en Brownsville, Texas, integrándose al ejército mexicano del norte que estaba al mando del general Pedro de Ampudia.
El primer combate del San Patricio fue en la batalla de Monterrey, donde con gran valor defendieron la ciudadela.
Todos estos hombres fueron concentrados en la unidad que popularmente ya era conocida como “los colorados” o “los sanpatricios”, a cargo de piezas artilleras, en este papel se distinguieron en la defensa de la ciudad de Monterrey, sin embargo, la necesidad los llevó a luchar también como infantes, acreditándoseles el rechazo de dos asaltos de las tropas del general Zachary Taylor. Con la caída de Monterrey el ejército mexicano se reagrupó en San Luis Potosí, donde exhibieron un número cada vez mayor, llegando a ser cerca de 700 hombres. Allí se les dio la denominación oficial de Batallón de San Patricio, como unidad de artillería, y la bandera que los distinguiría.
En la bandera aparece el ERIN GO BRACH, palabra utilizada para definir lealtad a Irlanda. El arpa es el clásico de las tropas irlandesas, conocida como Irish Presidential Standard.
En la batalla de la Angostura el batallón de San Patricio se hizo cargo de los cañones de mayor calibre del ejército mexicano (18 y 24 libras).
Batalla de la Angostura o Buena Vista 22-23 de febrero de 1847
Mandos de las fuerzas mexicanas: Antonio López de Santa Anna, Pedro de Ampudia; Antonio Canales Rosillo y Manuel María Lombardini, más otros generales.
La estadounidense al mando de Zachary Taylor y William J. Worth.
Pedro de Ampudia, general de brigada estaba al mando de los batallones 1º,2º, 3º y 4º ligeros.
El plan estadounidense para la ofensiva definitiva era movilizar por mar sus tropas más experimentadas para desembarcar en el puerto de Veracruz, y de allí cubrir el breve trecho que les separaba de la Ciudad de México. La reagrupación de los hombres de Santa Anna tenía como objetivo impedir esta acción.
El General Zachary Taylor tenía órdenes de permanecer en Monterrey mientras se desplegaba la toma de Veracruz por parte de Winfield Scott. Santa Anna tuvo la idea de atacar a Taylor para neutralizar ese frente y poder regresar a Veracruz para repeler a Scott. Pero Taylor se enteró de este plan. Decidió movilizarse hacia las cercanías de Saltillo, a la Hacienda Buena Vista. El ejército de Santa Anna se enteró de este movimiento, y tomó dicha dirección.
Santa Anna envió un parlamentario a Taylor para recomendarle que se rindiera, en virtud de que los soldados estadounidenses eran superados ampliamente en cantidad por los mexicanos. Taylor no aceptó la propuesta, pero de todos modos la maniobra le sirvió a Santa Anna para ganar tiempo y apostar sus tropas en posiciones estratégicas.
Desarrollo de los acontecimientos
La batalla propiamente dicha tuvo un desarrollo bastante parejo por diversas razones: primero, las tropas estadounidenses se encontraban guarnecidas en unas colinas difíciles de tomar; por otro lado, aunque en efecto las tropas mexicanas superaban numéricamente por mucho a las estadounidenses, estas últimas tenían mejores recursos, armas y pertrechos. Estados Unidos contaba esencialmente con tropa profesionalizada, en tanto que mucha de la tropa mexicana se formaba de gente del pueblo y campesinos, muchos de ellos jóvenes e inexpertos, llamados a las armas prácticamente por la fuerza.
Los intentos mexicanos por tomar las posiciones de los estadounidenses no rendían resultados, en tanto que estos no podían avanzar contra las tropas locales. De este modo, lo que debía ser una batalla en toda la regla, amenazaba con convertirse en un sitio prolongado. Al finalizar el 23 de febrero, no había un resultado favorable claro a ninguno de los dos bandos. Sin embargo, las tropas norteamericanas se encontraban enormemente desgastadas.
Es para ese momento que Santa Anna ordena a sus tropas una total retirada considerando que el enemigo se hallaba derrotado. Y por el lado del ejército de Estados Unidos, Taylor también ordenó el retiro casi de modo simultáneo.
Ambos Generales se atribuyeron la victoria en esta batalla.
El General Taylor logró reagrupar sus tropas para reunirse con Winfield Scott y conseguir la toma de Veracruz, luego de lo cual se concretaría el plan de avanzar sobre Ciudad de México, lo que consolidaría la definitiva victoria estadounidense en la guerra entre ambas naciones, con la consecuente pérdida para México de más de la mitad de su territorio. (Historia de México, la batalla de La Angostura)
NOTA: Zachary Taylor dos años más tarde sería nombrado 12º Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, fue Presidente de marzo de 1849 a junio de 1850.
Tratado de Guadalupe Hidalgo 2 de febrero de 1848
El Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado entre México y los Estados Unidos el 2 de febrero de 1848, al final de la Guerra de Intervención Norteamericana, estableció que México cediera a los norteamericanos casi la mitad de su territorio, que comprendía la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Arizona, Nevada, Utah y parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming. Como compensación, los Estados Unidos pagó 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano durante la guerra. Entre los aspectos del tratado, se encuentran los siguientes: se estableció al Río Bravo del Norte o Río Grande como la línea divisoria entre Texas y México; se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio estadounidense. Además, Estados Unidos aceptó patrullar su lado de la frontera, y los dos países aceptaron dirimir futuras disputas bajo arbitraje obligatorio.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo fue firmado por Nicholas Trist, en nombre de los EE.UU. y Luis G. Cuevas, Bernardo Couto y Miguel Atristain como representantes plenipotenciarios de México el 2 de febrero de 1848, en el altar mayor de la antigua Basílica de Guadalupe en Villa Hidalgo
En 1855 Pedro de Ampudia fue promovido a general de división.
PARTE. General de División Pedro de Ampudia
Examinadas las copias de despachos y hoja de servicios del mencionado señor, resulta hallarse comprendido en el final del artículo 18, tras 2p de 17, de la ordenanza general del ejército, por su conducta militar en la batalla de Las Angosturas, según consta de las recomendaciones que de él hizo el general en jefe que las mandó.
México, agosto de 1856, hay varías rúbricas.
El comandante en jefe era el general Santa Anna.
Otros cargos que ocupó Pedro de Ampudia.
Gobernador de Tabasco 1843-1845, nombramiento otorgado por Santa Anna, presidente provisional de México. El día que dejó su cargo expidió una proclama de despedida al pueblo tabasqueño, que fue conocida como “Manifiesto del General Ampudia a la Nación”. Anteriormente un ceutí fue gobernador de Tabasco Andrés Girón Loyzaga (Ceuta 1757-1833 Sevilla).
Gobernador de Nuevo León. Ocupó este cargo del 1 al 20 de septiembre de 1846, dejando el cargo para comandar el ejército y hacer frente a las fuerzas intervencionistas estadounidenses.
Gobernador de Nuevo León (2º periodo). En 1853 fue nombrado en sustitución de Juan Nepomuceno de la Garza y Hevia, siendo sustituido al año siguiente por Mariano Moret.
Gobernador de Yucatán; fue designado gobernador el 6 de febrero de 1855, en sustitución de José Cárdenas del Llano, permaneció en dicho cargo hasta el 24 de noviembre del mismo año, siendo sustituido por Santiago Méndez Ibarra.
Fue electo diputado por el Congreso Constituyente de 1856 por el Estado de Yucatán. En 1857 fue nombrado Jefe de la División Constitucional de Oriente. Entre el 29 de abril al 20 de septiembre de 1860. Durante la presidencia de Benito Juárez, este le nombró Ministro de Guerra y Marina. Diputado Federal 1861-1862.
Sobre los ascensos de alta graduación de Pedro de Ampudia, fue comandante general de artillería del Ejército del Norte entre los años 1835 y 1841. Con la insurrección de Texas, obtuvo el grado de general de brigada, por su intervención en la batalla del Álamo (6 de marzo de 1836). En 1855 fue promovido a general de división.
Durante la intervención francesa en México 1862-1867 reconoció al Imperio de Maximiliano, su nombre apareció en la lista de generales que custodiaron a Maximiliano y Carlota desde la Hacienda de la Teja hasta la Catedral de México.
Tras la caída del Imperio de Maximiliano, Pedro de Ampudia fue arrestado y enviado a la prisión de Tlatelolco, se desconoce la fecha de su liberación. Dejó a su familia en la miseria, y sin recursos para solventar el funeral, por lo que el presidente Benito Juárez cubrió con los gastos de su propio bolsillo.
Fallecimiento de Don Pedro de Ampudia
Margen izquierdo. 10. El Señor General Don Pedro de Ampudia
En siete de agosto de mil ochocientos sesenta y ocho se dio sepultura eclesiástica en San Fernando al cadáver de Pedro de Ampudia de sesenta y tres años de edad, viudo de Doña Bárbara González murió de cáncer en el Ygado recibió los Santos Sacramentos y para que conste lo firmé= José M.Borja Vivanco. (Literal)
Los Restos de Don Pedro de Ampudia se encuentran ubicados en el Panteón Histórico de SAN FERNANDO en Ciudad de México. En su tumba fueron colocadas unas letras doradas que dicen “VENCIÓ EN MIER”
Damos algunos datos del matrimonio de don Pedro de Ampudia y su descendencia.
Libro de matrimonios de la CD. de Veracruz, ver año de 1826
Márgen izq. C. Pedro Ampudia, y C. Maria Barbara Gonzalez. casados y velados.
En la Ciudad de Nueva Veracruz á treinta de Sbre. de mil ochocientos veinte y seis: Yo D. Ygnacio Jose Ximenez Cura Ynterino de esta Parroquial, titulo la Asempcion de Ntra. Sra. leidas las tres amonestaciones conciliares y no haviendo resultado impedimento alguno contra el C. Pedro Ampudia de veinte y tres años de edad natural de la Habana y vecino de esta Ciudad hace seis años hijo legmo. de D. Francisco Ampudia y de Da. Balentina Grimarest, ni contra Da. Ma. Barbara Gonzalez de diez y siete años natural y vecina de esta Ciudad, hija legma. de Francisco Gonzalez y de Ma. del Pilar Perez, dispuestos con los Sacramentos de Penitencia y Eucaristía y habiendoles preguntado sus libres consentimientos que expresaron mutuamente por palabras de presente que hicieron legmo. matrimonio los casé y velé in facie Ecclesie, siendo testigos, D. Jose Mozo, y Da. Angela Vergara de Bellido, y lo firmé. Ygnacio José Ximenez.
Hija de D. Pedro de Ampudia
Bautismo y matrimonio de una hija del Señor General Don Pedro de Ampudia de nombre Valentina.
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días.
Libro de bautismos de la CD. de Matamoros, Tamps
Márgen izq. Maria Valentina Paula. Ciudad.
En la Ciudad de Matamoros en 7 de Agosto de 1841. Yo el Cura Br. José Ma. Rodriguez bautice y puse los Stos. Olios y Crisma á Ma. Valentina Paula h.n. del Sor. Gral. D. Pedro Ampudia y Da. Josefa Villarreal Ps. el Sor. Coronel D. Luis Tola y Da. Francisca Subieta. á quienes advertí su obligación y parentesco y para que conste lo firmé. José Ma. Rodriguez.
Nota. En el registro el Sr. Cura escribió como madre de la niña a Doña Josefa Villarreal.
Don Pedro se casó con Doña María Bárbara González en Veracruz el día 30 de Sept. de 1826.
Libro de matrimonios de la Parroquia del Señor San José de la CD. de México
Márgen izq. 250. D.Pedro Mercado con Da. Valentina Ampudia.
En treinta de Noviembre de mil ochocientos sesenta en esta Parroquia del Señor San José de México. Yo el Bachiller José Francisco del R. Aguila V.P. bautice solemnemente y puse los Santos recibi las informaciones necesarias y hechas las tres proclamas que previene el Santo Concilio en esta de no haber resultado impedimento alguno les asisti al matrimonio que por palabras de presente contrajo D. Pedro Mercado con Doña Valentina Ampudia. soltero de veinte y seis años, hijo leg°. de D. Refugio Mercado y de Da. Rafaela Campos. orig°. y vecino de esta ciudad, con Da. Valentina Ampudia doncella de diez y ocho años, hija lega. del S. Gral. D. Pedro Ampudia y de Da. Barbara Gonzalez, origa. y vecina de esta ciudad y feligresía, fueron padrinos D. Jesus Reinoso y Da. Matilde Reinoso, testigos el S. D. Ygnacio Contreras y D. José Ma. Larralde y para que conste lo firme. José Ma. Borja N. Je. Francisco del R. Aguila.
Nota. en este reg. se escribió al inicio del texto como bautismo y tengo dudas sobre los apellidos de los padrinos.
¿Serían hijas de diferente madre ó el Sr. Cura de Matamoros se equivocó al escribir el nombre correcto de la madre?
Partidas del fallecimiento Don Pedro de Ampudia, nacimiento y matrimonio de su hija. Por gentileza del historiador: Tte. Corl. Intdte. Ret. Ricardo R. Palmerín Cordero.
Miembro de Genealogía de México y de la Sociedad de Genealogía de Nuevo León.
Sobre don Pedro de Ampudia ya hemos escrito anteriormente ahora lo ampliamos con nuevos documentos.
Algunas fotos utilizadas en diversos escritos son tomadas de Internet, tratamos siempre de citar las fuentes y sin ánimo de lucro, solo intentamos dar a conocer destacados personajes ceutíes, o relacionados con nuestra ciudad algunos poco conocidos y otros olvidados a los que debemos de recordar.