Diego de Silva Meneses Ceuta, portuguesa 1440 - 1504 Lisboa

El último intento de conquista de las Canarias por los portugueses

Alfonso V “El africano”. / FOTO CEDIDA
Alfonso V “El africano”. / FOTO CEDIDA

Diego de Silva era hijo de Rui Gomes de Silva, alcalde mayor de Campo Mayor y Ouguela y de Isabel de Meneses, hija del primer capitán de Ceuta Pedro de Meneses. Habían contraído matrimonio en Ceuta en 1418.

Isabel de Meneses era hija bastarda de Pedro de Meneses con Isabel Dingues (Domínguez), llamada la pexegueira, (este nombre corresponde a la ciudad fronteriza entre Portugal y España) Isabel Dingues era moza de la Cámara de la primera mujer del conde.

Rui Gomes de Silva intervino en la conquista de Ceuta de 1415, haciéndose notar por su valentía

Cuando Pedro de Meneses se ausentó de Ceuta para ir a Portugal a recoger el título de conde de Vila-Real y que el rey nombrara a su hijo Duarte su sucesor, dejó a este al mando de la plaza aunque solo tenía 9 años de edad, durante el tiempo que pasó en Portugal, el mando efectivo lo tuvo su yerno Rui Gomes de Silva.

Rui Gomes de Silva fue nombrado caballero por Pedro de Meneses en el año 1426.

Del matrimonio de Rui Gomes de Silva e Isabel de Meneses nacieron 11 hijos.

Guiomar de Meneses, casada con Álvaro de Sousa, señor de Miranda.

María de Meneses, casada con Gil de Magalhâes, señor de Ponte da Barca.

Blanca de Silva, casada con Juan Rodríguez Ribeiro Vasconcelos. III señor de Figueiró

Fernaô Gomes de Silva, alcaide-mór de Alter do Chao, casado con Maior de Abreu.

Beatriz de Silva y Meneses (SANTA BEATRIZ DE SILVA).

Pedro Gomes de Silva, II alcaide de Campo Mayor y Ouguela, con María de Sousa

Catalina de Silva.

Afonso Telles de Silva, III alcaide de Campo Mayor y Ouguela, con Juana de Azevedo.

Diego de Silva, (nuestro personaje) I conde de Portalegre, casado con María de Ayala.

Juan de Meneses (conocido como BEATO AMADEO DE SILVA)

Leonor de Silva.

Rui Gomes de Silva falleció en la batalla de Alfarrobeira el 20 de mayo de 1449.

Pasamos a nuestro personaje Diego de Silva.

Lo primero que encontramos de Diego de Silva es de su participación en 1458 en la toma de Alcazarseguer, encontrándose a las órdenes de Alfonso V “el africano”. Un año más tarde participó en la defensa de la ciudad junto a su hermano Alfonso Telles y su tío Duarte. El control de Alcazarseguer fue duro, ya que los portugueses tuvieron que aguantar dos cercos casi seguidos de los ejércitos benimerines.

Sobre 1460 Diego de Silva fue enviado con una flota portuguesa compuesta de 3 carabelas y 800 hombres a su mando, que invaden parte de las Islas Canarias

El primer sitio en que desembarcan las tropas de Diego de Silva es en Lanzarote, donde se encontraban los señores de la isla Diego Herrera e Inés Peraza. Tras una fuerte lucha contra los lanzaroteños que trataban de defender su tierra, las fuerzas de Diego de Silva toman la isla.

Esto hizo que Diego de Herrera y su familia huyeran escondiéndose en los peligrosos acantilados de Famara, intentando no ser tomados presos. (Famara es un macizo montañoso de la isla de Lanzarote)

Diego de Silva con sus tropas después de esta victoria pasaron a Fuerteventura, apoderándose también de esta isla.

Seguidamente, embarcan para Gran Canaria, llegando a la costa de Gando. Apoderándose de la torre de Gandos en Telde, que quedó bajo soberanía portuguesa.

Ante las quejas de Diego Herrera, el rey Enrique IV de Castilla escribió a su cuñado Alfonso V de Portugal, quien emitió una orden el 10 de junio de 1461 exigiendo a Diego de Silva la devolución de la torre de Gando. Dicha Torre había sido construida por Diego Herrera.

Más tarde se construyó una segunda torre, con oratorio quizás, fue construida en la propia capital de Telde. Sin embargo, quizás resulte más viable que la torre fue construida por Diego de Silva como señala, el marinero sevillano Gonzalo Rodríguez:

“quel dicho Diego de Sylua fasía guerra a los canarios e ganó una aldea de canarios que se llamaba Telde, en la qual fiso una fortalesa (...) e que después le fue quemada por los canarios con çierta gente que dentro estaua”.

El señor de las islas Diego Herrera. Al no tener fuerzas suficientes para enfrentarse a los portugueses de Diego de Silva, se une a este último para luchar contra los isleños

Poco después se produjo la boda entre Diego de Silva y la hija mayor de Diego Herrera e Inés Peraza, María de Ayala Sarmiento (¿1464?). Continuando la conquista con la unión de castellanos y portugueses.

Diego de Herrera y Diego de Silva siguen en la conquista de Gran Canarias, En esta isla de Silva, deseando enfrentarse a los belicosos guerreros canarios, se preparó una entrada por tierra, que fue repelida por los isleños del jefe guanche Tenesor Semidan, matando a veinticinco portugueses e hiriendo a más de treinta lo que obligó a de Silva con sus hombres a retirarse a un cerro junto al mar. Como cada vez llegaban más guerreros canarios, los portugueses embarcaron abandonando dicha parte de la isla para intentar asaltarla por otro lugar,

Con el fin de contraatacar Diego de Silva con las tres carabelas y 200 hombres bordearon la costa hacia el norte, tomando tierra en la Punta de la Sardina de Gáldar tras desembarcar dividió a sus tropas en dos frentes. El primero de los frentes trataría de atacar a la ciudad de Agáldar por Agumasted, el segundo frente, este comandando por el propio Silva intentando apoderarse de la capital Canaria atacándola desde la Caleta de Vacas.

La primera compañía apenas encontró resistencia hasta llegar a un poblado de casas y cuevas a las que dieron fuego degollando mujeres y niños. La segunda compañía, al mando de Diego de Silva, ignoraba que había ocurrido con sus compatriotas, llegada la noche se encontraban en territorio hostil y matorrales que les incomodaba el avance a la ciudad de Agádar. Los canarios con una cuadrilla prendieron fuego al monte.

Diego de Silva y sus hombres avanzaban cercados por las llamas con una humareda cegadora, cuando a la lejos divisaron la ciudad de Agádar, desde donde divisaron una plaza canaria, cercada de muros donde se refugiaron.

Sobre esto último, copiamos de: Ethnografía y anales de la conquista de las Islas Canarias, autor Sabin Berthelot. (Curiosamente en este escrito aparece Silva como español, en lugar de portugués) p. 136-137

El español embestido por todas partes, procura defenderse durante dos días; pero privado de socorro en el punto que le sirve de refugio, pide capitular reclamando generosidad del Ganarteme Tenesor Semidan

Este príncipe se adelanta con sus guayres (casta noble de los antiguos canarios), los deja fuera de su atrincheramiento, y se presenta solo a su enemigo. >. Silva abraza sus rodillas y promete retirarse. Entonces el Guanarteme llama a los principales jefes, y les anuncia desde lo alto de las trincheras que los españoles le han cogido por astucia, y que su vida pende de la capitulación que les concederá. Los guayres, irritados al saber esta traición, quisieron dar el asalto, pero los de Gádar amaban a Semidan. Silva se vio libre.

Y el príncipe de Galdar prodigó al instante toda clase de socorros conviniendo que se les conduciría hasta el punto de la costa donde estaban ancladas las carabelas que les habían traído. Llegados cerca de este sitio (llamada actualmente cuesta de Silva), el capitán español y su gente ven los escarpados ribazos, el terror se apodera de sus almas, Semidan ve el terror pánico que se apodera de sus almas. Semidan con una sonrisa volviéndose a Silva

Donde embarco Diego de Silva y sus tropas se le llamó “Puerto de Silva”: y “Cuesta de Silva”.

Antes de lo reseñado, las islas Canarias fueron legalmente portuguesas durante solo 42 días. El Rey de Portugal tuvo durante este corto plazo el derecho de conquista del archipiélago canario. El 15 de septiembre de 1436 el papa Eugenio IV firmó la bula Romanus Pontifex concediendo a Portugal la conquista de las islas Canarias. El 6 de noviembre de 1436 este mismo papa firmó otra bula, la Romani Pontificis, en la que se desdecía de la anterior, revocando el derecho portugués a la conquista y declarando que el derecho de conquista de las islas Canarias correspondía al rey de Castilla y León.

Pasado un tiempo, Diego de Silva regresó a Portugal con su esposa, pasando a residir en Lisboa. Dejando la torre fortaleza de Gando en manos de Pedro Chemida.

Diego de Silva, a su regreso a Portugal, participó en el desastre de Tánger de 1464 donde cayó preso, poco después fue puesto en libertad.

En 1464 en Gibraltar, después de una entrevista del rey Enrique IV de Castilla con Alfonso V de Portugal, que venía de Ceuta, una cesión de derechos sobre las tres islas no conquistadas. Enrique IV estaba casado en segundas nupcias con doña Juana, Infante de Portugal. Los beneficiarios fueron dos de los miembros del séquito de la Infanta, Martín Gonçalves de Atayde, conde de Atouguia, y Pedro de Meneses, conde de Vila-Real gobernador de Ceuta, quien convino con el hermano del rey, el Infante Enrique el Navegante, un nuevo intento de conquista de dichas islas

Por Real Cédula de Enrique IV de Castilla, de 6 de abril de 1468

Enrique IV de Castilla revocó la concesión de las islas Canarias, Tenerife. Gran Canarias y La Palma a Martín Gonçalves de Atayde, Conde de Atouguia, y a Pedro de Meneses, conde de Vila-Real.

También reconoce haber concedido la merced a subjestión e grand ynportunidad de los condes y de otras personas en un tiempo tan de grand diuisyón e discordia en sus reinos, siendo sobre ello mucho molestado, y alega desconocimiento de los derechos de Herrera al no haber sido informado de que la totalidad de las islas Canarias le pertenecían a este.

Según Enrique IV, Herrera había demostrado documentalmente- con el refrendo de Diego López de Illesca, obispo de Rubicón- que las islas supuestamente insumisas (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) le obedecían y estaban sometidas a la iglesia y a la Corona de Castilla (¿Actas de Las Isletas y del Bufadero?). Información confirmada por Alfonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla.

Enrique IV solicita al Papa que anule cualquieras bulas que se hayan expedido o estén en proceso de expedición al respecto de este asunto.

El Rey ordena a las autoridades que apoyen a Herrera en la defensa de sus derechos contra cualquier persona que intente contravenir la renovación, incluso recurriendo a la prisión o muerte de los condes, a quienes declara enemigos de la Corona, requisándoles sus bienes y navíos si fuese necesario. (Enrique IV de Castilla revoca la concesión de las islas de Gran Canarias, Tenerife y La Palma a los condes de Atouguia y Vila-Real, vasallos de Portugal)

El 4 de septiembre de 1479 se firmó el Tratado de Alcaçobas o Tratado de Alcaçobas-Toledo. Tratado firmado por los representantes de los reyes Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, por un lado, y del rey Alfonso V de Portugal y su hijo Juan, por el otro, siendo ratificado por el rey de Portugal el 8 de septiembre de 1479 y por los reyes de Castilla y Aragón en Toledo, el 6 de marzo de 1480.

El Tratado resolvió cinco cuestiones principales:

Solo resaltaremos la 2ª

Dice: Repartió los territorios del océano Atlántico entre Portugal y Castilla. Portugal mantuvo el control sobre sus posesiones de Guinea, Elmina, Madeira, las Azores, Flores y Cabo Verde. A Castilla se le reconoció la soberanía sobre las islas Canarias.

En 1498 Diego de Silva fue nombrado I conde de Portalegre:

Título creado por el rey de Portugal Manuel I, el 6 de febrero de 1498, a favor de Diego de Silva, al cual sucedió su hijo, Juan de Silva y Ayala.

En 1625 el rey Felipe IV de España y III de Portugal por fidelidad el condado de Portalegre pasó a ser un título español.

Diego de Silva falleció el 20 de febrero de 1504, fue sepultado en la iglesia convento de San Eloy, que fue destruida por un terremoto en 1775.

Matrimonio de Diego de Silva y María de Ayala

Casado con María de Ayala, hija de Diego García de Herrera y de Inés Peraza, señora de las islas Canarias, Inés Peraza se hacía llamar reina de las islas Canarias, dicho título lo mantuvo hasta que cedieron a los reyes Católicos las islas de La Palma, Gran Canaria y Tenerife en 1477.

La esposa de Diego de Silva, en 1503, tendría el título de I señora de cuatro dozavos de Lanzarote y Fuerteventura. Un año antes, su madre Inés de Peraza repartió en doceavas partes las islas de Lanzarote y Fuerteventura, entre sus hijos María de Ayala, Constanza Sarmiento y Sancho- cinco para Sancho, cuatro para María y tres para Constanza Sarmiento.

Descendencia del matrimonio, Diego de Silva y María de Ayala

Juan de Silva y Ayala, que le sucedió como 2º conde de Portalegre, casado con María de Menezes, hija de Álvaro de Portugal y Braganza (nacido en Ceuta en 1439) y de Felipa de Melo-Villena Menezes.

Miguel de Silva, obispo de Viseu, más tarde cardenal, destacado hombre de letras, embajador en Roma durante muchos años de los reyes Manuel I y Juan III de Portugal, y después nuncio del papa Paulo III cerca del emperador Carlos V.

Inés de Ayala, casada con Pedro de Castro, 3º conde de Monsanto (nacido Pedro de Noronha., en 2ª, nupcias. Era hijo de João de Noronha, señor de Sortelha, fue gobernador de Ceuta (1481-1487)

Juana de Silva y Ayala, casada con Antonio de Noronha, 1º conde de Linhares, gobernador de Ceuta (1487-1490) hijo de Pedro de Meneses y Beatriz de Braganza.

Francisca de Silva,

Isabel de Silva,

Guiomar de Silva, monja en Beja.

Felipa de Silva, sobrina de Santa Beatriz de Silva: Un paso muy tenso será cuando se ordena la fusión de las concepcionistas con la comunidad benedictina de San Pedro de las Dueñas, rechazado por ambas partes y que solo el recuerdo de la fundadora hace que se acepte sin ruptura, ayudado por la prudencia de la nueva abadesa, sor Felipa de Silva, sobrina de la fundadora, y los consejos del P. Tolosa. (Tomado de Santa Beatriz de Silva, fundadora de las concepcionistas)

Gaspar de Ayala.

Luis Alfonso de Ayala.

Primeros datos de las Islas Canarias

Plinio relata que el rey Juba II envió una expedición a las Afortunadas. Al regreso, le llevaron dos grandes perros, de donde puede proceder el nombre de Canarias. Juba, con las noticias que le aportaron los marinos, escribió una relación de la que Plinio extrajo:

“La primera llamada Ombrios, (El Hierro) no ofrece vestigio alguno de edificios, tiene en sus montañas una laguna y árboles semejantes a cañahejas, de los cuales se extrae un licor amargo en los que aparecen de color negro, y agradable al paladar en los que tienen de color blanco. Llamase otra isla Junonia (probablemente La Palma), y en ella se ve un pequeño templo de piedra. Junto a esta hay otra del mismo nombre, pero de menores dimensiones. Viene enseguida Capraria, poblada de grandes lagartos, y a la vista de ambas se alza Nivaria (Tenerife), que lleva este nombre por sus nieblas y perpetua nieve. Sigue luego Canaria (Gran Canaria), llamada así por sus perros de gran tamaño enviados a Juba II”.

Damos algunos datos de otros conquistadores de Las Canarias

Al parecer que sobre 1312, Lacelloto Malocello, genovés, enviado por Portugal, llegó a la isla de Lanzarote, se cree que él le dio su nombre.

De nuevo Portugal envió una nueva expedición, sobre 1340, esta vez al mando de Angiolino de Teggia, para que tomara toda la información sobre las Canarias.

Solo habían pasado cuatro años cuando el 15 de noviembre de 1344 el papa Clemente VI da el título de príncipe soberano de las islas Afortunadas (islas Canarias) a Luis de la Cerda, conde de Clemont. Entregándole un cetro de oro, concediéndole la faculta de batir monedas, así como el patronato de monasterios e iglesia que se construyeran.

Por la Bula Tue devorionis sinceritas con la idea de que ayudara a su evangelización.

Aunque al parecer nunca estuvo en las Islas Canarias.

Luis de la Cerda, conde de Termont, estaba casado con Leonor Pérez de Guzmán, hija de Guzmán el Bueno, nacida en Ceuta en abril de 1287.

Jean de Bethencourt, caballero normando este, tenía importantes apoyos en la corte de Enrique III de Castilla, gracias a que un familiar suyo consiguió para Jean el derecho de conquista de las Canarias.

Embarco en 1402 en Francia en compañía de Gadifer de la Salle. En este mismo año conquisto Lanzarote, en 1404 Fuerteventura y en 1405 El Hierro.

Jean de Bethencourt partió de las islas en 1412, dejando las islas en manos de su ¿familiar? Maciot. Este vendió todos los derechos de conquista al II conde de Niebla, Enrique de Guzmán, hijo de Juan Alonso Pérez de Guzmán, I conde de Niebla, nieto de Juan Alonso Pérez de Guzmán (nacido en Ceuta el 24 de junio de 1285) y biznieto de Guzmán el Bueno.

Tras el Tratado de Alcaçoba de 1478 por el que las islas Canarias pasaron a la Corona de Castilla.

En principio quedaban en poder de Castilla, Lanzarote, Fuerteventura, El Hierro y La Gomera, pero aún faltaba la conquista de las otras tres islas restantes. Gran Canaria, La Palma y Tenerife.

Los Reyes Católicos mandaron en el mismo año del Tratado una expedición comandada por Juan Rejón, en combate con los naturales Rejón fue derrotado, por lo que fue sustituido por Pedro de Vera y en 1483 logró la conquista de Gran Canarias.

En 1492 le fue encomendada la conquista de La Palma a Alonso Fernández de Lugo, en este año llegó a la isla, logrando su conquista en pocos meses.

Solo quedaba conquistar para la Corona la isla de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo llegó a esta isla a principios de 1493, pero sufrieron una emboscada falleciendo bastante cantidad de castellanos, por lo que Fernández de Lugo en una precipitada huida escapo de la isla, encontrando refugio en Gran Canaria. Allí se le unieron el duque de Medina Sidonia, algunos genoveses y el guanarteme (rey) gran canario Semidan.

En 1494 llegaron a Tenerife, desembarcaron en la playa de Añaza (Santa Cruz de Tenerife), avanzando hacia el barranco del Acentejo, donde fueron derrotados, esto es conocido como La Matanza de Acentejo, el resto regresó a Gran Canaria.

Fernández de Lugo organizo una nueva expedición al año siguiente que terminaría con la conquista de Tenerife en 1496.

Para la toma de Tenerife también tuvo Fernández de Lugo una importante colaboración de Inés de Peraza, suegra de Diego de Silva, ya que auxilio por orden real a Fernández de Lugo en 1495 con pertrechos. Como garantía, Inés se quedó con los hijos Lugo, Fernando y Pedro como rehenes por la deuda que ascendía a seiscientos mil maravedíes.

En 1496 cayó Tenerife en poder de la Corona, por lo que se completaba el dominio castellano.

Sobre Diego de Silva ya hemos escrito en este mismo diario con fecha del 01.02.2021, ahora lo ampliamos con nuevos datos

Algunas fotos utilizadas en diversos escritos son tomadas de Internet, tratamos siempre de citar las fuentes y sin ánimo de lucro, solo intentamos dar a conocer destacados personajes ceutíes, algunos poco conocidos y otros olvidados a los que debemos de recordar.

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