El Carlismo (1833-1876)

De Carlos María Isidro de Borbón y Borbón-Palma (Pretendiente al trono de España como Carlos V) a Carlos María de Borbón y Austria (Pretendiente al trono de España como Carlos VII). Las Guerras Carlistas (2ª Parte)

Abrazo de Vergara con el que acababa la Primera Guerra Carlista 1833-1839. / FOTO CEDIDA
Abrazo de Vergara con el que acababa la Primera Guerra Carlista 1833-1839. / FOTO CEDIDA

Dejamos la primera parte del escrito con la entrada de don Carlos en España por Zagarramurdi, Navarra, el 9 de julio de 1834. Uniéndose a Zumalacárregui, a quien confirmó como General en Jefe del Norte

Primera Guerra Carlista 1833-1840

Para comenzar diremos que nos parece imposible que esta guerra durara siete años, si tenemos en cuenta la cantidad de combatientes y armamento por cada lado.

Las Fuerzas Carlistas

Las tropas carlistas se calculan en 80.000 hombres, todos voluntarios, así como soldados y oficialidad realista que al no estar de acuerdo con la Pragmática Sanción de 1830 se pasaron al lado de don Carlos, más algunos ingenieros austriacos, también unos 100 legionarios franceses de la legión argelina que desertaron pasándose al ejército carlista.

No hemos podido localizar la cantidad de oficialidad y tropa que pasó del ejército real al ejército carlista, pero resaltamos a algunos de ellos.

Probablemente, el de mayor graduación fuera el teniente general Nazario Eguía. También a resaltar que de la familia O´Donnell, los tres hermanos de Leopoldo O´Donnell, I duque de Tetuán y I conde de Lucena y el esposo de su única hermana ingresaron en el ejército carlista.

Carlos Luis O´Donnell y Joris, se puso a las órdenes de Zumalacárregui, quien le encargó el mando de la Caballería Navarra

Juan José O´Donnell y Joris, pasó junto a su esposa al ejército carlista, combatiendo como coronel jefe del 2º regimiento de Castilla, asistiendo a la muerte de su hermano Carlos en Echauri en abril de 1835. Meses más tarde, Juan José O´Donnell, estando preso en la ciudadela de Barcelona, fue muerto junto a otros ciento setenta carlistas.

Enrique O´Donnell y Joris, se presentó a las filas del pretendiente al trono, Carlos María Isidro, donde estuvo el empleo de capitán, en 1837 le fue concedida la cruz de San Fernando de 1ª clase. Tras adherirse al Convenio de Vergara, y tras la amnistía, pasó a ser ayudante de su hermano Leopoldo O´Donnell.

María Beatriz O´Donell y Joris, casada con el teniente de la Guardia Real Luis María Coig. Luis María se alistó en el ejército carlista, murió ahogado en una acción de guerra.

También los que serían generales carlistas Miguel Gómez Damas, que había sido comandante general de Algeciras, o Rafael Maroto Yserns, en 1832 comandante general de la provincia de Toledo

No quisiéramos dejar a estos personajes sin nombrar al ceutí Carlos de Vargas Machuca Cerveto (Ceuta, 8 de septiembre de 1803), con la graduación de teniente coronel entró en el ejército de don Carlos, donde llegaría a brigadier. Zumalacárregui le nombró ayudante general de Estado Mayor y su segundo secretario de campaña.

Zumalacárregui falleció, en brazos de un sacerdote apellidado Zabal y de sus ayudantes Carlos de Vargas y Arjona. Estos le asistieron en los últimos momentos y fueron nombrados por don Carlos María Isidro, (Carlos V), para asistir al entierro y cerrar el ataúd con el sello Real.

Carlos de Vargas se acogió a la última amnistía del 8 de octubre de 1849, regresando al ejército isabelino, como a todos los oficiales se les respetaron los ascensos y condecoraciones recibidas en el ejército carlista.

Nada más regresar a su antiguo ejército, fue nombrado segundo cabo de la isla de Cuba y finalmente mariscal de campo y capitán general de la isla de Santo Domingo.

Al iniciarse la tercera guerra carlista (1872-1876), de nuevo pasó a este ejército, ya con 75 años de edad, con la graduación de teniente general.

Las Fuerzas Realistas

Por el lado realista, según diversas fuentes, se calculan entre 100.000 y 265.000 hombres del ejército Real, más milicias.

Debido al temor del gobierno, además de estas fuerzas, por la firma del Tratado de la Cuádruple Alianza, firmado en abril de 1834 entre Gran Bretaña, Francia, Portugal y España. Francia se comprometió a vigilar sus fronteras para que los carlistas no recibiesen auxilios por ellas; Inglaterra a enviar armas y municiones, así como fuerzas navales para controlar la costa vasca y Portugal a cooperar con todos los medios a su alcance. En 1835 las tres potencias enviaron tropas para apoyar la causa liberal.

Gran Bretaña envió a la British Auxiliary Legion, al mando de Lacy Evans (conocida en España como La Legión Evans) compuesta por unos 12.000 voluntarios más una flota al mando de Lord John Hay, con barcos importantes como el HMS. Salamander o HMS Phoenix. Francia la Legión Extranjera con unos 5.000 hombres al mando de los generales Bernelle y Joseph Conrad y Portugal con un cuerpo del ejército de unos 6.000 soldados al mando del barón Dos Antas.

Una de las batallas más relevante de esta primera guerra fue la batalla de Oriamendi, (16 de marzo de 1837), enfrentándose las tropas carlistas a la Legión Evans. Las tropas de la Legión Evans sufrieron una gran derrota, perdiendo casi la mitad de sus fuerzas.

Actualmente, los restos de oficiales y tropas británicas reposan en el “Cementerio de los Ingleses” en el monte Urgull de San Sebastián.

Los vencedores entraron en el campamento de la Legión Evans, apoderándose de armas y uniformes, incluso cogieron los instrumentos musicales de su banda de música, así como una partitura militar inglesa.

Dicha partitura se convertiría en el “Himno de Oriamendi”, en principio tuvo una adaptación con letra del vasco-guipuzcoano, poco después se le cambiaría la letra al castellano. Que comienza. Por Dios por la Patria y el Rey lucharon nuestros padres, por Dios por la Patria y el Rey lucharemos nosotros también. Basada en el lema carlista de Dios, Patria y Rey.

En el presente escrito, por falta de espacio, no trataremos de las batallas de esta primera guerra carlista, por lo que pasamos a los últimos meses de dicha guerra

El acuerdo para terminar la guerra entre Espartero y Maroto a espalda de don Carlos.

Don Carlos desde Villarreal de Zumarraga y Villafranca, donde había ido la noche del 26 de agosto de 1839, contrario en cuanto a la situación que Maroto preparaba, voces de traición, folletos, ofertas para seducir a los jefes y soldados, todo se puso en juego. Espartero, por su parte, repitió las instancias por medio del brigadier Zabala, quien le enseño una comunicación firmada por el ministro de la guerra del gobierno de la reina, el general Alaix, (Isidro Alaix, nacido en Ceuta el 11.10.1789) en la cual facultaba a Espartero para la terminación de la guerra, y para el gasto de 25.000.000 de reales cuya cantidad se había puesto necesaria.

Antecedente del Convenio de Vergara.

El convenio de Oñate (Guipúzcoa)

En un acuerdo de varios generales carlistas, negociaron con los realistas la firma del Convenio de Oñate. (29.08.1839).

Dentro de dicho Convenio se respetaban los grados y condecoraciones conseguidos en el ejército carlista y de desearlo podían volver al ejército real (siempre que entregaran las armas), como la atención a las viudas y huérfanos de la guerra, a lo que se añadía la devolución de prisioneros.

Al no estar firmada por Maroto y el documento no tenía día. Esto hizo necesaria una ratificación.

Esta tuvo lugar en Vergara (Guipúzcoa) dos días después, el 31.08.1839.

Convenio o abrazo de Vergara, Guipúzcoa

El 30 de agosto de este 1839 fue convocado don Carlos María Isidro a Elgeta, donde se le comunicó la negociación para la paz, donde se le reconocería como infante de España, los grados militares y carlistas así como el mantenimiento de los fueros. Don Carlos no tuvo más remedios que aceptar, ya que no tenía otra salida.

Un día más tarde se firmó el Convenio de Vergara en Oñate (Guipúzcoa) don Carlos se retiró a Lecumberri para preparar su inevitable exilio. Cruzando la frontera de Francia el 14 de octubre de 1839 con varios generales y miles de leales. Se da esta fecha como la del final de la guerra, aunque algunos grupos permanecieron luchando por don Carlos hasta el 25 de septiembre de 1839, cuando se rindió el Castillo de Guevara, último reducto carlista.

El abrazo o convenio de Vergara consta de 10 artículos, no los detallamos por no alargar demasiado este escrito.

Don Carlos jamás volvería a España, había cruzado la frontera instalándose en Bourges, Francia. El 18 de mayo de 1846 abdicó en su hijo. Don Carlos Luis María Fernando de Borbón y Braganza, conde de Montemolin. Carlos VI.

Segunda Guerra Carlista

Don Carlos Luis María Fernando de Borbón y Braganza (Carlos VI) había nacido en Madrid el 31 de enero de 1818, hijo de don Carlos María Isidro Carlos V y de doña María Francisca de Braganza. Falleció en Brunnsée, Estiria (Austria), el 13 de enero de 1861.

Pretendiente carlista al trono de España como Carlos VI, conde de Montemolín.

Tras lo que se llamó la traición del general Maroto y el Convenio de Vergara, acompañó a sus padres al destierro con solo quince años de edad, primero a Portugal y luego a Gran Bretaña. En la primera guerra carlista estuvo con su padre en el norte, al finalizar esta guerra se exilió con su padre a Francia.

Al abdicar su padre el 18 de mayo de 1845 se convirtió en pretendiente carlista al trono de España. El 12 de septiembre de 1846, desde Bourges (Francia), don Carlos Luis publicó un largo manifiesto, del que sacamos un par de párrafos:

No conozco partidos, no veo sino españoles, y todos ellos capaces de contribuir poderosamente conmigo al grande objeto para que la Divina Providencia me reserva. Os llamo pues a todos, de todos espero y de ninguno temo.

Cumpliré cuanto os prometí y ofrezco; y en el momento del triunfo nada será más grato ni me complacerá tanto como considerar que no hubo vencedores ni vencidos. (El Pensamiento de la Nación /Madrid, 30.08.1845)

Desde el otoño de 1846 se detectaron escaramuzas inconexas de partidas autónomas levantadas en armas por diversos puntos de la geografía catalana (como la sierra de Rocacorba o el municipio de Manlleu), escenario exclusivo de este nuevo despliegue bélico y presumible origen del nombre de ‘madrugadores’ (matiners),

En abril de 1849 don Carlos Luis intentó entrar en España, pero fue detenido en la frontera francesa y regresó a Londres.

En junio de 1849 el Gobierno publicó un decreto amnistiando a los carlistas. Más de 1.400 regresaron a España, mientras otros decidieron quedarse en Francia. Muchos de los veteranos carlistas que regresaron combatieron más tarde en la Guerra de África (1859-1860).

El conde de Montemolín, contrajo matrimonio, el 10 de julio de 1850, con la princesa Carolina de Borbón, hermana del rey de Nápoles. Fernando II. El acto de tan regio enlace, se verificó en la capilla de Caserta sin ostentación ninguna.

El ministro plenipotenciario de los Estados Unidos en Madrid, por mediación del general Arjona, y el ministro togado del supremo consejo de guerra, don José María de Areizaga, indicó a don Carlos Luis, que su gobierno le facilitaría cuánto dinero le hiciera falta para llegar al trono, a cambio de fuera entrega a su país la Isla de Cuba.

El conde de Montemolín contestó que prefería vivir siempre en el destierro, antes de inferir tamaño agravio a su patria. Él no quería en modo alguno que su patria fuese escindida, y que, por ningún concepto, aunque en ello le fuera su propia vida, atentaría con la integridad de su querida España (Dinastía insobornable: Carlos V de España, conde de Molina; Carlos VI, conde de Montemolín /Claro Abánades Löpez)

Alzamiento de San Carlos de la Rápita:

En marzo de 1860, Don Carlos Luis embarcó para las Islas Baleares, donde contó con el apoyo del capitán general de Baleares, Jaime Ortega y Olleta. El 1 de abril de 1860, juntos, al frente de unos 4.000 hombres que ignoraban su destino, se dirigieron a San Carlos de la Rápita, de allí a Amposta, donde se sublevó la tropa cuando sospecharon las intensiones del mando.

El 21 de abril, el ejército lo detuvo junto a su hermano Fernando de Borbón y Braganza, llevándolos a Tortosa, donde el 23 de abril Carlos Luis abdicó de su derecho al trono, al igual que su hermano,

El gobierno español lo puso en libertad, dirigiéndose a Trieste, en junio declaro nula las abdicaciones, pero su otro hermano Juan, las dio como válidas asumiendo los derechos al trono. Carlos Luis falleció en enero de 1861 en Brunnsée, Estiria (Austria).

Don Juan Carlos de Borbón y Braganza, (Juan III) pretendiente carlista al trono de España 1860-1868 como Juan III, segundo hijo de don Carlos María Isidro, nació en Aranjuez el 15 de mayo de 1822, conde de Montizón.

Contrajo matrimonio de la ciudad de Módena, Italia, el día 6 de febrero de 1842 con doña María Beatriz, princesa imperial y archiduquesa de Austria-Este, princesa de Módena, de este matrimonio nacieron los infantes don Carlos María y don Alfonso Carlos.

Cuando quiso entrar en España junto a su hermano don Carlos Luis, fracasó, Al renunciar su hermano a la pretensión al trono en 1860, don Juan Carlos, que vivía en Londres, se proclamó legítimo heredero, dirigiéndose a la corte española, reclamando sus derechos, así como a Isabel II pidiéndole abandonara el trono.

Trató de llegar al trono por la vía democrática, ya que rechazaba la posibilidad de una nueva guerra civil y al no poder lograrlo renunció en Isabel II > (26.07.1862)

Don Juan abdicó sus derechos en su primogénito Carlos María de Borbón y Austria-Este, el 3 de octubre de 1868 y se retiró a Hove, cerca de Brighton, Inglaterra. Donde falleció el 18 de noviembre de 1887.

Tercera Guerra Carlista

Don Carlos María de Borbón y Austria-Este (Carlos VII), pretendiente carlista al trono de España entre 1868 y 1909. Nació el 30 de marzo de 1848 en Liubliana, en el entonces Imperio Austro-Húngaro.

Hijo de Juan Carlos de Borbón (Juan III) y de la archiduquesa María Beatriz de Austria-Este.

Preliminares de la III Guerra Carlista

En 1868 fallece Ramón María Narváez, lo que origino el resquebrajamiento del Partido Moderado.

En este mismo año, el 18 de septiembre, pronunciamiento de Prim y del almirante Topete.

Diez días más tarde, la reina Isabel II huye a Francia y es proclamado su destronamiento, formándose un gobierno provisional encabezado por Prim y Serrano.

En 1869 el 6 de junio se promulga la Constitución monárquica.

Entre los meses de julio y agosto se produce un levantamiento armado carlista, que tuvo lugar en algunos lugares de España, principalmente en León, Castilla la Vieja y La Mancha, dicho levantamiento fracasa.

En buca de un rey para España (1870)

El 3 de febrero, Víctor Manuel II (rey de Italia), rechaza la corona de España para su sobrino, Tomás Alberto de Saboya, duque de Génova.

El 13 de mayo, Prim ofrece el trono a Baldomero Espartero, héroe de la I guerra carlista, Espartero declinó la oferta debido a su avanzada edad (76 años) y al desencanto que le producía la situación política del país.

El 25 de junio, la reina Isabel II, desterrada en París desde 1868, abdicó a favor de su hijo don Alfonso, (futuro Alfonso XII). En el salón del palacio de Castilla, acompañada de su corte en el exilio, leyó el manifiesto y el acta de abdicación, desde ese momento renunciaba a ser reina de España.

El 12 de julio, a propuesta de Prim, Leopoldo de Hohenzollern-Sigmeringen fue candidato a ocupar el trono de España. Propuesta apoyada por el Primer Ministro prusiano Otto von Bismarck, pero fue rechazada por el Emperador de Francia Napoleón III.

El 10 de octubre, Amadeo, duque de Aosta, acepta el trono de España.

El 27 de diciembre, atentado contra Prim, que fallece el día 30 del mismo mes.

El 2 de enero de 1871 entra Amadeo, duque de Aosta, como Amadeo I en Madrid, jurando la Constitución ante las Cortes.

La oposición de los carlistas y los alfonsinos (estos partidarios de restaurar la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII). Los carlistas en contra de que un extranjero reine en España inician la III guerra carlista.

Inicio de la Tercera Guerra Carlista

El 14 de abril de 1872, Carlos María de Borbón y Austria-Este (Carlos VII) escribe desde Ginebra a Eustaquio Rada, jefe militar de las fuerzas carlistas. “Ordeno y mando que el 21 del corriente se haga el alzamiento en toda España al grito de ¡ABAJO EL EXTRANJERO!¡VIVA ESPAÑA!, esto es una continuación del manifiesto emitido a principio de mes en que reclamaba la corona de España. El 14 de abril se da como el del inicio de la tercera guerra carlista.

El 21 de abril, Díaz de Rada entra en España por Vera de Bidasoa.

El día señalado por don Carlos se alzan las primeras partidas. El 21 de abril, el general Castell sale de Barcelona con una columna a su mando. Antonio Dorregaray se alza en Valencia, el 22 de abril (Antonio Dorregaray, nacido en Ceuta, el 2 de julio de 1823); Savalls, en Gerona; Forraz, en el Maestrazgo.

El 2 de mayo de 1872, entra en España por Vera de Bidasoa don Carlos María de Borbón. Tres días más tarde, las fuerzas carlistas son derrotadas en Oroquieta (Navarra) por el general Moriones, huyendo Don Carlos a Francia.

En mayo, don Alfonso, hermano del pretendiente, es nombrado jefe de las fuerzas carlistas en Cataluña.

En octubre de 1872 don Carlos procedió a nombrar comandante general de Navarra y de Vascongadas, para sustituir a Díaz de Rada a Antonio Dorregaray, para preparar el levantamiento y dirigir la contienda. Dorregaray se hizo cargo del mando a inicios de 1873.

Dorregaray era un militar bien preparado y muy poco conocido, voluntario en la primera guerra, más tarde acogido al Convenio de Vergara, combatiente en la guerra de África en 1860, donde alcanzó el grado de teniente coronel y consiguiendo la cruz de San Fernando de primera clase en la batalla de Wad-Rad.

El 11 de febrero de 1873, Amadeo de Saboya, harto de las disensiones y obstrucciones de su gobierno, firmó la renuncia a la corona y se proclamó la primera República. El nombrado comandante general de Navarra y Provincias Vascongadas, el general carlista Antonio Dorregaray, hubo de enfrentarse al general Ramón Nouvilas, que se distinguió por su afán en derribar los puentes. La primera acción de importancia fue la de Eraúl (5 mayo). Dorregaray eligió, para presentar batalla, a aquella de las columnas que le infundía menos respeto, la del coronel Joaquín Navarro, que tenía a sus órdenes unos 1.500 hombres con dos piezas de artillería. Navarro fue derrotado después de una oportuna carga de la caballería carlista mandada por el marqués de Valdespina y fue hecho prisionero.

Continúa en una tercera parte y última

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