El Carlismo (1833-1876)
De Carlos María Isidro de Borbón y Borbón-Palma (Pretendiente al trono de España como Carlos V) a Carlos María de Borbón y Austria (Pretendiente al trono de España como Carlos VII). Las Guerras Carlistas (3ª Parte y Última)

Dejamos la segunda parte del escrito, con la renuncia a la corona de España de Amadeo I y la derrota del general Navarro por tropas carlistas al mando de Dorregaray en la batalla de Eraúl, Navarra
Carta del pretendiente a don Carlos a Dorregaray, desde la frontera de los Pirineos de fecha 18 de mayo de 1873:
Mi querido Dorregaray: A pesar de la conducta indigna que con nuestros prisioneros y aún con nuestros desgraciados heridos ha seguido siempre el Gobierno revolucionario, no puedo yo olvidar, ni por un instante, que los jefes y oficiales que están en nuestro poder son españoles, y por consiguiente no pueden nunca ser considerados por mí como enemigos.
Quedas, pues, autorizado a ponerlos en libertad, aceptando, como ellos ofrecen, su palabra de caballeros, de que retirándose a sus casas no han de volver más a hacer armas contra nosotros. Ruego a Dios permita que algún día acabe su ceguedad, así como la de otros muchos que por otros conceptos tanto valen, y comprendan que nuestra bandera es la de España, y la única que puede levantar a nuestra tan desgraciada y humillada Patria, dándoles justicia, orden y libertad verdadera. Siento mucho no poder hacer lo mismo con la clase de tropa, pues estas serían forzadas a volver a filas, y eso por los mismos hombres que poco ha con mentidas frases les proponían licenciarlos. Dios te guarde.
Tu afectísimo CARLOS. (Literal)
Tras doce meses en Francia, don Carlos entró de nuevo en España por Navarra el 16 de julio de 1873.
Acta de destrucción del Acta del Convenio de Vergara por el general Lizárraga.
En la villa de Vergara, provincia de Guipúzcoa, a los 15 días del mes de agosto del año de gracia de N.S.J. de 1873, el excelentísimo señor mariscal de campo de los reales ejércitos, comandante general de la provincia, don Antonio Lizárraga, dispuso que en presencia de los batallones “Virgen del Carmen”; “El Triunfo” y “Doña Blanca”, se procediese a levantar la lápida que encierra el ignominioso Convenio de Vergara, y extraído este y de más efectos que contiene, fueron reducidos a cenizas y aventadas, para que desaparezca esta obra de la impiedad masónica. Y para que conste haberse verificado, extiendo la presente acta, que deberá ser firmada por todos los jefes que han concurrido a tan solemne acto.
Vergara, 15 de agosto de 1873. El comandante general, Antonio Lizárraga y Ezquiroz. (Historia del Tradicionalismo Español, Vol-XXV Melchor Ferrer)
Antonio Lizárraga, había participado como comandante en un Tercio de Voluntarios Vascongados en la Guerra de Marruecos (1859-1860).
El 7 de noviembre, victoria carlista en Montejurra.
El 11 de noviembre, los carlistas se ven obligados a levantar el sitio de Tolosa.
El 21 de enero de 1874 los carlistas conquistan Portugalete, Vizcaya.
Tomamos lo siguiente de “Regimientos de Cazadores de Segorbe Nº 18”.
Creado en 1856, recibió su bandera con el lema BATALLÓN DE CAZADORES DE SEGORBE Nº 18”
Capituló ante los carlistas de Portugalete, el 22 de enero de 1874, entregándoles su bandera.
La bandera lleva los colores nacionales, rojo y gualda, estando bordado en su centro el pabellón español, orlado de las inscripciones hoy apenas legibles “BATALLÓN SEGORBE”.
Hoy se conserva, en precario estado, en la colección Balestena (Pamplona), procedente del disuelto Museo Histórico Carlista.
Y ahondando sobre esta bandera copiamos textualmente unos párrafos del libro “La Duquesa de Madrid•” de Ana Sagrera editado en Palma de Mallorca, 1969, páginas 325-326.
“El 21 de enero de 1874 cae Portugalete en manos de Castor Andechaga y sus vizcaínos que con singular acierto, enarbolaron en su torre la bandera de D. Carlos. La lucha había sido muy dura, rindiéndose al fin las fuerzas liberales, compuestas por tres jefes, ocho capitanes, trece tenientes y dieciséis alféreces de Infantería, un capitán de Ingenieros y dos tenientes de la misma Arma. Además de numerosos soldados.
Fueron todos conducidos a Estella, por Carlos Calderón que dos años después en Montejurra iba, a su vez, a caer prisionero de los mismos cazadores de Segorbe, que les devolvieron las deferencias y buen trato que anteriormente él tuvo con ellos.
Por orden del Rey el jefe de la guarnición el teniente coronel Don Amos Quijada, debía marchar a Madrid, para tratar el canje de sus compañeros, pero antes de su partida fue invitado a almorzar con Don Carlos, quien lo recibió en Durango en el palacio de Orue donde habitaba. Extendiéndole la mano le abordó con estas palabras “Ninguna satisfacción iguala para mí que la de estrechar la mano de un valiente”.
Durante la comida en que el prisionero estaba sentado a la izquierda del Rey (que a su derecha tenía al general Antonio Dorregaray), se debatieron distintos temas militares. En los postres Don Carlos dirigiéndose a Quijada le dijo “Seguramente al llegar a Madrid, se canjearán sus soldados por un número igual de carlistas, y le ofrecerán a Vd. Sin duda algún mando. Acéptelo. Me gusta poder tratar con valientes como Vd”.
“Señor-contestó el teniente coronel-espero en efecto que me den el mando, yo no tengo ideas políticas, yo no soy más que un soldado. El día que entre en Madrid, mi espada servirá al Rey”.
Acabado el almuerzo pasaron a tomar el café. Don Carlos dijo de nuevo a Quijada. “He mandado retirar la bandera de su Batallón, que tenía aquí, para que no le moleste al verla, creyendo que era un alarde y que la guardaba como un trofeo cuando para mí, no puede ser un botín de guerra una bandera que lleva mis armas y que tengo la intención de devolver en Madrid, al Batallón Segorbe, en testimonio de su gloriosa defensa de Portugalete; de manera que no soy más que su depositario”. Luego estrechándole la mano prosiguió. “Adiós que nos veamos pronto en Madrid, con un ejército tan disciplinado como queremos los dos”.
Los oficiales de Segorbe, quedaron libres bajo palabra en Estella, más los habitantes del pueblo, los hacían la vida imposible, hasta que, por orden del propio Don Carlos, se publicó un bando en que se manifestaba que el Rey deseaba que los prisioneros fuesen amistosamente tratados por la población.
Es interesante observar que la bandera lleva bordado el Pabellón Español, consistente en el escudo cuartelado de Castilla y León-sobre la reglamentaria, en ejército Liberal de la época, la Cruz de Borgoña-con escusón de la Casa de Borbón, Armas del Reino de Granada en punta y todo bajo Coronal Real.
La bandera en cuestión representaba exactamente las Armas de Don Carlos y no las del ejército que la enarboló- en 1874 el Gobierno de Madrid estaba presidido por la Primera República, y obviamente el escudo tampoco pertenecía a Amadeo I, ya que el escusón hubiera sido sustituido por el de la Casa de Saboya posiblemente esta bandera no fue cambiada desde la caída de Isabel II- y fue por esa razón por la cual Don Carlos manifestó “Para mí no puede ser un botín de guerra una bandera que lleva mis Armas”. (Literal).
Título de la presente reproducción de la fotografía del cuadro de Antonio María de Lecuona. Junta de Merindades de Bizcaya ofrece á Don Carlos vidas y haciendas en nombre del M.N. y M.L. Señorío: 3 de mayo de 1874. Tras retirarse de Bilbao y Somorrostro, el ejército carlista, con Don Carlos a la cabeza, avanzó hacia el interior. A su paso por Durango, la Junta de las Merindades, le solicitó audiencia para mostrarle su apoyo. Vemos a Dorregaray a la derecha con barba en forma de V invertida.
La acción de Portugalete la valió a Dorregaray para obtener el ascenso a teniente general.
El 29 de marzo de 1874 mueren los generales carlistas Ollo y Radica, y el 29 de abril el general Andéchaga.
El 27 de junio muere el general liberal de la Concha, una bala le atravesó el pecho en la batalla de Monte Muro, cercana al pueblo de Abárzuza.
El 16 de agosto el general carlista Tristani toma la Seo de Urgel.
El golpe de Estado del capitán general de Castilla la Nueva, Manuel Pavía, el 3 de enero de 1874, durante la Primera República, y en el mismo año el 29 de diciembre con el Pronunciamiento del general Arsenio Martínez Campos, que supuso la Restauración borbónica que había caído en 1868 en Alfonso XII. El restaurarse la Casa de Borbón, fue la mayor dificultad carlista para poder conseguir la corona de España.
23 de enero de 1875 Antonio Dorregaray releva a Lizárraga tomando el mando del ejército del Centro.
El 6 de julio los carlistas pierden Cantalavieja (Teruel), que cae en manos del general Joaquín Jovellar, que había invadido el Maestrazgo con 40.000 soldados de la Cuarta División (Joaquín Jovellar había sido nombrado en 1874 general en jefe del Ejército del Centro).
Tras esta victoria, el Ejército Real del Centro pasó a Cataluña, tomando los liberales la Seo de Urgell, tomada por los carlistas el año anterior. Por este motivo Savalls es sustituido por Castell al mando de las tropas carlistas catalanas.
Adjuntamos de El Boletín Carlista de Madrid Nº 18 lo siguiente:
El 5 de febrero de 1876 (poco antes de finalizar la tercera guerra carlista) por Real Resolución (del aspirante al trono de España) don Carlos María de Borbón y Austria-Este, denominado Carlos VII. Mando publicar el decreto siguiente.
Mi Secretario de Estado tomará nota de esta Mi Real Resolución.
Dado en Mi Cuartel Real de Tolosa, a 5 de febrero de 1876.
Al parecer Juan Cobos fue médico personal de Carlos María de Austria-Este (Carlos VII)
El 19 de febrero de 1876, los carlistas capitulan en Estella (Navarra) capital carlista, que es tomada por las tropas al mando del general Fernando Primo de Rivera y Sobremonte.
El 27 de este mismo mes don Carlos (Carlos VII) cruzó la frontera pirenaica hacia el exilio, con el iban 15.000 exilados carlistas. Al pasó por la frontera grito . Pero nunca regresó.
Don Carlos María de Borbón y Austria-Este (Carlos VII), falleció en el hotel Excelsior de Varese (Italia) el 18.07.1909. Sus restos reposan en la catedral de Trieste. Le sucedió su hijo don Jaime Pío de Borbón y Borbón y Borbón-Parma, pretendiente al trono de España (1909-1931).
Aquí tendríamos que haber dejado el escrito, pero hemos querido ampliarlo un poco más. Primero dando algunos datos sobre don Antonio Dorregaray.
Don Antonio Dorregaray nació en Ceuta el 11 de julio de 1823. Ingresó en el ejército carlista durante la primera guerra (1833-1839) con solo doce años de edad en 1835 como cadete de infantería, un año más tarde por méritos obtuvo el ascenso a alférez. Tras el Convenio de Vergara el 31 de agosto de 1839, Dorregaray se acoge a la amnistía, pasando al ejército isabelino, convalidándosele los ascensos y graduaciones obtenidas en el ejército carlista.
En 1856, estando destinado en el regimiento de Murcia, tomó parte en los sucesos de julio de este año en la conocida como (contrarrevolución de 1856), por méritos le fue concedida la Cruz de San Fernando de 1ª clase.
En 1858 fue destinado a Melilla interviniendo en diversas acciones de guerra. El 15 de agosto de este año recibió la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
El de 24.08.1816 intervino con el regimiento Alcántara en la acción del boquete de Anghera, como capitán de la séptima, donde resultó herido en el cuello. Por meritos fue ascendido a segundo comandante.
El 23.03.1860 participó en la batalla de Wad-Ras, una vez firmada la paz regresó con el ejército a Tetuán. Por Real orden del 8 de octubre fue declarado benemérito de la patria.
En este mismo año participó en diferentes acciones, por méritos de guerra fue ascendido a teniente coronel
Por su valor en la batalla de Wad-Ras ocurrida el 23 de marzo de 1860, por Real Orden del 30 de diciembre de 1864 le sería concedida la Cruz de San Fernando de Iª Clase, a la vez que se le otorgaba el empleo de coronel.
El 1 de enero de 1868 fue nombrado comandante militar de Colón (Cuba)
A su regreso, en mayo de 1869, fue dado de baja definitiva en el ejército, por haberse ausentado sin licencia de la plaza de San Sebastián. Presentándose en Francia en este mismo año al pretendiente al trono de España don Carlos de Borbón y Austria-Este (Carlos VII), quien le nombró su ayudante de campo.
Al finalizar la tercera guerra carlista, se trasladó a Francia En los últimos años, Dorregaray permaneció completamente ajeno a la política. Para nada sonó su nombre. Vivía en Burdeos, en el Hotel Converce, con el nombre de Agustín Díaz.
Al encontrarse bastante enfermo fue trasladado por su familia de Burdeos a Zaragoza, donde falleció el 22.02.1882.
(Tomamos lo siguiente del diario El Constitucional, de Valencia, de fecha 27.03.1882)
Un telegrama de Zaragoza nos participa a las once de la mañana del día 22 ha fallecido el célebre general carlista D. Antonio Dorregaray.
Pasará largo tiempo antes de que sea posible escribir un juicio definitivo y cierto sobre la vida militar de Dorregaray, quien, como otros varios jefes del ejército de D. Carlos, acabó por ser objeto de acerbas críticas y víctima de no pocas contradicciones en el seno mismo de su partido. Dejaremos a la historia que ponga en claro la verdad, y hablemos del caudillo de la última guerra, tal como le conocimos todos.
Dorregaray fue sin duda alguna la figura más importante del carlismo militar, casi desde el principio de la segunda insurrección carlista hasta el día que llegó a las Provincias Vascongadas con el resto del ejército del Centro. Pocos de aquellos generales le aventajaron en prestigio, y puede decirse que ninguno le igualo como organizador, ni en otras prendas no menos necesarias para mandar soldados.
(Para más datos sobre Dorregaray en mis anteriores escritos en este mismo diario)
La genealogía carlista sigue hasta nuestros días, adjuntaremos unos datos de:
Don Sixto Enrique de Borbón y Bourbon-Busset, Duque de Aranjuez, nacido en Pau (Francia) el 22.07.1940. Segundo hijo varón de don Francisco Javier de Borbón. Líder de la Comunión Tradicionalista, sus seguidores son llamados , sus partidarios le denominan Enrique V. Es príncipe de Parma y de Plasencia.
En 1965 se alistó en el Tercio Gran Capitán, 1º de la Legión de Melilla, con el nombre de Enrique Aranjuez
A finales de 1964 Don Sixto empieza su periodo de instrucción en Melilla, en el Tercio Gran Capitán, I de la Legión, jurando bandera en 1965 en una fecha tan significativa como el 2 de mayo.
El legionario Enrique Aranjuez, fue descubierto, expulsado de la Legión tras once meses de servicio y más tarde de España
Como se comprueba, tomó para su ingreso el nombre del ducado, duque de Aranjuez.
Don Sixto Enrique era hijo de Francisco Javier de Borbón-Parma. Que en 1936, como jefe de la Junta suprema militar carlista, participó en negociaciones junto a Fal Conde (jefe delegado de la Comunión Tradicionalista) con los generales Sanjurjo y Mola, que culminaron el 15 de julio de 1936, con el compromiso requeté de sumarse a la sublevación del ejército.
Retrocedamos a la primera parte del escrito donde dimos datos de la batalla de Oriamendi, en ella comentamos que los carlistas vencieron a la “Legión Evans”, británica, apoderándose entre otras cosas de las letras de su banda de música, entre ellas la de un himno. Al que se le puso letra y se le llamó el “Himno de Oriamendi”
Durante la guerra civil española 1936-1939, al entrar los carlistas (requetés), en la contienda, por decreto del general Franco, de fecha 27 de febrero de 1937, el “Himno de Oriamendi” fue canto de guerra de la España Nacional, junto al Cara al Sol de la Falange y la Marcha Real. Es el que comienza Por Dios por la Patria y el Rey lucharon nuestros padres, aunque hubo un pequeño cambio en la letra: En una parte del original dice:
Cueste lo que cueste se ha de conseguir que venga el rey de España a la Corte de Madrid.
Que fue cambiado por:
Cueste lo que cueste se ha de conseguir que los boinas rojas entren en Madrid.
El cambio está en los dos versos últimos de la tercera estrofa
El nombre de requeté, del Diccionario Etimológico:
El tercer batallón carlista de los cuatro que había al comienzo de la primera guerra (1833-1839) ( y ) el denominado pasó tantas penalidades luchando por los montes y bosques que su uniforme era una colección de andrajos, y los de los otros tres batallones le cantaban.
“Tápate, soldado, tapate que el culo se te ve”
Y ellos lo adoptaron como himno propio, pero cambiando la malsonante de culo, por una especie de onomatopeya del repiqueteo, diciendo:
“Tápate, soldado, tapate que se te ve el requeté”.
Como se comprueba, la palabra requeté en el himno se refería al trasero.
La boina roja de los requetés, tiene su origen, con el nombre de Chapelgorri:
“Chapelgorri era el nombre que recibían los Voluntarios de Guipúzcoa en defensa del trono de Isabel II contra los carlistas a la muerte de Fernando VII. Su denominación se debía a la boina roja que usaban en su uniforme”
Más tarde volveríamos a encontrar la boina roja o Chapelgorri. La guerra civil española terminó el 1 de abril de 1939. El 1 de septiembre de este mismo año estalla la Segunda Guerra Mundial.
El 23 de julio de 1941 el Consejo de Ministro aprueba enviar una división, al principio denominada División española de Voluntarios, más tarde División Azul.
El uniforme de salida era la boina roja “Chapelgorri” de los requetés y la camisa azul de la Falange. Una vez el Graferwöhr (Alemania) este uniforme sería cambiado por el uniforme de campaña alemán. En Alemania la División Azul tomó el nombre de oficial de 250 División de Infantería de la Wehrmacht.
El 12 de enero de 1951 Francisco Franco concedió un título carlista. Fue publicado en el B.O.E de fecha 25.01.1951, Nº 25.
DECRETO de 12 de enero de 1951, por el que se reconoce el derecho de ostentar el título carlista de Barón de Cobos de Belchite por don Julio Atienza y Navajas.
Accediendo a lo solicitado por don Julio Atienza Navajas,-con arreglo a lo prevenido en el artículo 2º de la Ley de cuatro de mayo de 1948 y concordante al Decreto de cuatro de junio del mismo año, previa deliberación del Consejo de Ministros y a propuesta, del de Justicia.
Vengo a reconocer, sin perjuicio de terceros, el derecho a ostentar y usar el título carlista de II Barón de Cobos de Belchite por don Julio Atienza y Navajas, sus hijos y sucesores legítimos.
Así lo dispongo por el presente Decreto, dado en Madrid a doce de enero de mil novecientos cincuenta y uno. FRANCISCO FRANCO.
El Ministro de Justicia: Raimundo Fernández Cuesta y Merelo.
NOTA: Julio Atienza y Navaja era bisnieto de Agustina de Aragón. El I barón de Cobos de Belchite, título otorgado por Carlos María de Borbón y Austria-Este (conocido como Carlos VII) como hemos señalado, fue el viudo de Agustina de Aragón, don Juan Cobos de Mesperuza.
Para finalizar, adjuntamos párrafo de una carta dirigida a Manuel Fal Conde (jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista), por el pretendiente al trono de España Alfonso Carlos de Borbón, pretendiente al trono, como Carlos I (1931-1936) (hijo del segundo matrimonio de Juan de Borbón, por lo tanto, hermano menor del pretendiente Carlos de Borbón y Austria-Este).
Viena, 17 de octubre de 1934
Nunca dudé de que en Cataluña se impondría la cordura de los más, sobre el espíritu separatista de unos pocos ambiciosos, que con su predicación perniciosa arrastraron a un acto suicida a la honrada masa del pueblo, ese pueblo que conozco porque con él he convivido y teniendo muy presentes sus actos de lealtad y amor patrio, amo y venero. (Historia del Tradicionalismo Español, Tomo XXX / Melchor Ferrer