Diego Pacheco Barona Ceuta 1892 -1916 el Biut Teniente Pacheco
Teniente del primer escuadrón de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta n.º 3.A los 106 años de su muerte en la batalla del Biut 29.06.1916

Diego Pacheco nace en Ceuta el 25 de junio de 1892 eran sus padres don José Pacheco Calvo, primer teniente de Caballería destinado en el Escuadrón de Milicias Voluntarias de la Plaza y doña María Magdalena Barona, su nacimiento tuvo lugar en el domicilio familiar en la “Calle del Rojo n.º 4”, actual “Pedro de Meneses”
Diego Pacheco inició su carrera militar el día 31 de agosto de 1908 ingresando como alumno de la Academia de Caballería establecida en Valladolid; seguía en dicha Academia en enero de 1910 cuando le fue concedida la medalla de plata con distintivo morado conmemorativa del primer centenario del sitio de Gerona. El 15 de julio de 1911 fue promocionado al empleo de segundo teniente de Caballería y asignándosele destino en el Regimiento de Cazadores de Alfonso XII, pasando el 26 de agosto a los Grupos de Escuadrones de Ceuta, con el que entró en servicio de vigilancia en el valle del Fondak. En 1912 seguía de vigilancia en la carretera de dicho valle al mando de una sección hasta finalizar el año.
En 1913 fue destinado al Regimiento Cazadores de Vitoria 28º de Caballería. Por Real orden del 20 de febrero se le concede la cruz de 1ª clase al Mérito militar con distintivo rojo, por méritos en la ocupación de posiciones. En este año pasa destinado a Tetuán a la protección de convoyes del Rincón a Tetuán.
Por Real orden del 13 de julio fue ascendido al grado de primer teniente, regresando días más tarde de Lauxién donde tenía su destino a Tetuán y posteriormente a Ceuta, quedando de guarnición en la plaza. Fue citado por su coronel por las acciones de los días 11, 12, 15 y 24 de junio, así como de los días 6 y 23 de julio y 17, 19, 20, 21 y 22 de agosto. El 17 de septiembre fue destinado al Regimiento Dragones de Santiago 9º de Caballería, donde solo permaneció un mes, pasando nuevamente a Cazadores de Vitoria
Por Real orden del 7 de octubre le fue concedida la cruz de 1ª clase al Mérito militar. En 1914 obtuvo la cruz de 1ª clase de María Cristina por Real orden del 17 de abril, por méritos contraídos en hechos de armas y operaciones efectuadas, y por una nueva Real orden, esta de 15 de marzo de 1915, le fue concedida la cruz de 1ª clase roja pensionada al Mérito militar, por acciones en la zona de Tetuán a Ceuta. El 11 de julio fue destinado en comisión al Grupo de Fuerzas Regulares indígenas N.º 3 de Ceuta, en este año intervendría en el combate del Biut, el 29 de junio de 1916.
Anteriormente, a esta fecha, el 24 de mayo, después de un movimiento de tropas, se había podido restablecer la comunicación entre Tetuán y Tánger, pero existía el gran peligro por la parte septentrional de Anyera, ya que podían peligrar las comunicaciones entre Tetuán y Ceuta.
El Alto Comisario y general en jefe, don Francisco Gómez de Jordana, preparó junto a su E.M. una gran operación. Tres Columnas al mando del general Martínez Anido, el coronel Juan Génova y el general Sánchez Majón marcharían para atacar desde Ceuta. El mando conjunto de las fuerzas quedaron al mando del general Milans del Bosch, este añadió una cuarta columna para que permaneciera en reserva al mando del coronel Martínez Perales.
De la zona de Larache llegaría el general Barrera para operar al suroeste de Anyera, las tropas de Tetuán al mando del general Ayala se acantonarían en Malalien.
La Mehala cherifiana, al mando del teniente coronel Cabanellas, avanzaría desde el Fondak.
Entre las tropas que salieron en la madrugada del día 29 de junio, figuraba el Tabor de Regulares de Melilla. Este Tabor, el II de Regulares Indígenas, partió del llano de Los Castillejos hacia el poblado de Kudia-Federico, de allí al Biut, a 8 km de Ceuta.
Combate del Biut, 29 de junio de 1916
El Biut, un poblado de la kabila de Anyera, fracción Gabauien, situado al oeste de la de la plaza de Ceuta, a 8 km en línea recta, barranco al pie del monte “Las Monas”. El movimiento de columnas comienza el 29 de junio de 1916. La del centro, constituida por la Mía de la Policía Indígena del Fuerte de la Condesa, el Tabor de Caballería n.º 3 de Regulares de Ceuta, y el Tabor de Infantería de Regulares de Melilla.
A las tres de la madrugada, el Tabor II de Regulares Indígenas de Melilla, mandados por el comandante José Muñoz Gui, partió desde el llano de los Castillejos, formando parte de la columna mandada por el coronel de Cazadores Juan Génova, hacía la posición de Kudia-Federico, en las afueras de Ceuta. En ese mismo día llevaron a cabo el asalto al poblado del Biut por orden del general en Jefe Operaciones de África y Alto Comisario general Francisco Gómez Jordana, que considero muy importante recuperar ese asentamiento, para poder asegurar las comunicaciones desde Ceuta.
A pesar de estar los kabileños fuertemente atrincherados en lo alto de la cima, se decidió el asalto con tres columnas, la del coronel Juan Génova, atacaría por el centro para asaltar la Loma de las Trincheras, mientras la segunda columna, al mando del general Martínez Anido, lo haría por la izquierda, con el objetivo de tomar la colina de Hafa-el-Hamran y Seriya. La tercera, mandada por el general Sánchez Majón, atacaría por la derecha la loma de Air-Yin.
Comenzó el asalto cargando la Caballería de Regulares de Ceuta, que enseguida quedo deshecha por el nutrido fuego. El número de bajas era enorme. A pesar de todo, prosiguió el asalto el resto del Tabor al mando del comandante en jefe y se consiguió tomar la Loma de las Trincheras.
Durante el ataque a la Loma de las Trincheras, el teniente de Caballería Diego Pacheco Barona, al mando de una sesión de los Escuadrones del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta (G.F.R.I) galopó al frente de ocho jinetes. Herido, anima a sus hombres diciéndoles ¡Adelante esto no es nada, muchachos! Y conteniendo con un pañuelo la hemorragia, siguió avanzando hacia las posiciones enemigas hasta ser alcanzado por dos balazos. Su unidad en la columna central quedo destrozada, siguiendo la misma suerte la Infantería que acudió en su auxilio, perdiendo esta a su capitán. El cabo Mariano Fernández Candeja sostiene el avance, aunque herido gravemente en varias partes del cuerpo, incluso en las dos manos. Fallecería en el Hospital Militar de Ceuta. Sería por ello Laureado, como también lo sería el médico del 2º Ricardo Bertolomy Ramírez, que sin prestar atención al intenso fuego, se desvivió por atender a las 150 bajas que sufrió el Tabor.
Otro destacado fue el teniente Juan Salafranca, del II Tabor de Regulares de Melilla, que resulto herido. Tras el combate obtuvo el ascenso a capitán, siendo propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando, pero finalmente no fue galardonado con este reconocimiento. Moriría en 1921 en Abarran. Siéndole concedida a título póstumo la Cruz Laureada de San Fernando, que antes le había sido negada.
Se consiguió tomar la Loma, pero la victoria no fue completa, pero se tranquilizó la zona hasta el año 1919.
Por declaración hecha por el padre del teniente Ruiz, el comandante retirado D. José Pacheco, que afirmó que por diferentes orígenes le llegaron los nombres de los que pertenecieron a la Escuadra de su hijo, estos fueron:
El cabo Nicolás Villarino, muerto; soldados Hamed Ben Ala Aixa, muerto; Melud Mohamed Yilala, muerto; El Medani Ben Hamed, muerto; Diego Morales, herido; Abselan Ben Yilali, herido; Hamed Ben Alí, ileso; Alí Ben Mohamed, ileso.
El 6 de julio de 1916 publicó el “TELEGRAMA DEL RIF”, de su corresponsal en Ceuta, lo siguiente:
No cabe duda de que los kabileños esperaban el avance, en las primeras descargas cerradas que hicieron contra la vanguardia sufrimos grandes bajas. El bravo teniente don Diego Pacheco recibió cinco balazos; uno, a pocos centímetros por debajo del ojo derecho: otro en la boca: dos en las manos y un quinto en la ingle. Era hijo de Ceuta y su padre, comandante de Caballería retirado, reside entre nosotros.
He hablado con muchos jefes y oficiales que tomaron parte en el brillante hecho de armas. Todos encomian a sus tropas y todos se muestran orgullosos de haber contribuido a poner términos al fantasma del Biut, del que guardan objetos sin valor, como reliquias y grados.
Ceuta entera ha rendido grandioso homenaje a los héroes de la memorable jornada, chicos y grandes, pobres y ricos, sin distinción de confesiones religiosas, han asistido al entierro. El comercio cerró sus puertas y el tránsito de carruajes quedó suspendido durante la fúnebre ceremonia.
El cadáver del coronel José Padrós Cuscó, tan querido aquí y tan prestigioso en su Cuerpo, fue trasladado al cuartel del Regimiento Mixto, cuyo cuarto de Banderas hubiese transformado en suntuosa capilla ardiente. No lejos, vi otro ataúd, el del sargento del mismo Regimiento, José Salas Ríos, cabos y soldados les daban guardia de honor, y los jefes y oficiales velaron noche y día.
En la sala de esgrima del cuartel de las Fuerzas de Regulares se instaló otra lujosa y severa capilla ardiente. Allí estaban los féretros que guardan los restos mortales de los comandantes Vega y Muñoz Gui, y tenientes Pacheco y Díaz. El aspecto de una y otra eran imponentes.
A las capillas ardientes llegaron innumerables coronas de compañeros y amigos y de los Cuerpos que perpetuarán sus nombres.
Es la hora del entierro y el pueblo ceutí, en masa, se dirige al puente, donde ha de organizarse la comitiva. En las ventanas y balcones hay numerosas mujeres y niños. Los hombres todos, sin distinción de clases, acompañarán hasta la última morada a los soldados valerosos que ofrendaron su vida a la Patria.
Armones de artillería, enlutados, conducen los féretros bajo los pliegues de la Bandera Nacional. Rinden honores tres compañías del Serrallo y una de Ingenieros.
Forman la presidencia: generales Milans del Boch y Martínez Anido; alcalde señor Trujillo, gobernador eclesiástico don Eugenio Mac Kroon (Crohon) los hermanos de los finados, Baltasar Pacheco y José Vega, comandante de Marina, juez y el comandante de los Regulares don Antonio Camacho, jefes y oficiales de las distintas armas llevan las cintas y suboficiales y brigadas las del sargento Salas.
La interminable comitiva se pone en marcha por las calles Luis de Torres, Camoens y Gómez Pulido. Las mujeres lloran. El silencio es sepulcral. Solo se escuchan los bélicos acordes de las bandas militares. Ceuta, julio de 1916.
El teniente Pacheco falleció el 29 de junio de 1916, a los 24 años de edad.
Los restos del teniente Pacheco tras su muerte reposaron en la galería San Juan Bosco número 104 del cementerio de Santa Catalina en Ceuta. En 1994 dichos restos pasaron al Panteón de Regulares, con honores militares, la bandera nacional que portaba el féretro le fue entregada a la señora Carmen Mas Ramos. Intima de la familia.
Se hizo juicio contradictorio para la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando.
Diario Oficial del Ministerio de la Guerra / Circular.
Madrid, 9 de noviembre de 1917
Excmo. Sr, En vista del expediente de juicio contradictorio para la concepción de la Cruz Laureada de San Fernando al primer teniente de caballería D. Diego Pacheco Baraona, instruido a petición de su padre D. José Pacheco Calvo, por los méritos que su citado hijo contrajo en el hecho de armas librado rn las inmediaciones del Biut (Ceuta), el 29 de junio de 1916, en el que murió gloriosamente. Resultando que en el expresado día, al mando de una sección del primer escuadrón de las fuerzas regulares indígenas, entró en acción con objeto de atacar las alturas de Ain-Yir, y al lanzarse al asalto, por la elevada idea que tenía del cumplimiento del deber no cesó de dar prueba de su valor, serenidad e indomable energía al frente de sus tropas animándolas con su ejemplo, después de herido en la reñida lucha que sostuvieron llegando al cuerpo a cuerpo, hasta que recibió otra herida de que le causo la muerte; Considerando que el acto heroico realizado por el teniente Pacheco, se halla comprendido en los casos 35 del artículo 25 y 7º del 27 de la ley de 18 de mayo de 1862; el rey (q.D.g), de acuerdo con lo informado por el Consejo Supremo de Guerra y Marina, por resolución de fecha de ayer, se ha servido conceder al primer teniente de caballería (capitán declarado) D. Diego Pacheco Baraona, la Cruz de Segunda Clase de la Real y Militar orden de San Fernando que marca el artículo 2º de dicha ley, con la pensión anual de mil pesetas fijadas en el artículo 8º, transmisible a sus herederos, según lo dispuesto en el artículo 11 de la indicada ley y dado el 1º de marzo de 1909.
De Real orden lo digo a V.E. para su conocimiento y demás efectos- Dios, guarde a V.E. muchos años.
Madrid, 9 de noviembre de 1917, firmado CIERVA
MÉRITOS: Teniente de Caballería D. Diego Pacheco Barona
(R.O. de 09 de noviembre de 1917, Nº 253)
En 1918 la corporación municipal acordó poner a una calle de esta ciudad el nombre de “Teniente Pacheco”. Días más tarde, su padre don José Pacheco, comandante de Caballería, retirado, agradeció con carta al señor alcalde y a todos los concejales el haberle dedicado una calle a su hijo. No se adjunta.
El 27 de febrero de 1929 D. José Pacheco Calvo, padre del teniente Pacheco, suplicó una mejora de pensión, que le fue aceptada, pasando dicha pensión de 1.000 pesetas a 1.500.
Refiriéndose a la Caballería, Federico II de Prusia dijo:
El Rey prohíbe a los oficiales de Caballería, bajo la pena infamante de pérdida de empleo, que el enemigo les ataque. Será su Caballería la que siempre ataque al enemigo.
Pacheco, una familia de militares
Don José Pacheco Calvo, padre del teniente Pacheco, tenía el grado de primer teniente de Caballería del Escuadrón de Milicias Voluntarias de la Plaza, se retiraría como comandante, pasando a vivir a Cádiz.
Don Diego Pacheco Rius, abuelo del teniente Pacheco, natural de Ceuta, se encontraba de guarnición en esta Plaza desde 1848 en el primer Escuadrón de África. En 1871 fue promocionado a comandante al 8º de Lanceros de Lusitania, en 1880 fue destinado a Logroño como teniente coronel del Regimiento de Lanceros Lusitania N.º 12 de Caballería, en 1883 continuaba con su misma graduación y destino.
Carlos Pacheco Calvo, tío del Teniente Pacheco, comandante de Caballería, Regimiento Lusitania, profesor de la Academia de Caballería, autor dramático.
Baltasar Pacheco Barona, hermano del teniente Pacheco. En 1918 tenía la graduación de segundo teniente del Escuadrón Eventual de Ceuta, ese mismo año sería destinado al Regimiento de Cazadores de Vitoria.
María de África Pacheco Barona, hermana del teniente Pacheco, contrajo matrimonio en la Parroquia de Nuestra Señora de África el 28 de noviembre de 1912 con Eliseo Álvarez Arenas-Romero, por esa fecha destinado en Ceuta como capitán de Infantería, entre 1922-1924 ostentó el rango de teniente coronel al mando del Tabor de Regulares de Ceuta, algo más tarde estando en operaciones en Axdir (Alhucemas) obtuvo el ascenso a coronel por méritos de guerra; Durante tres años y medio estuvo al mando del regimiento de infantería Gerona. En 1931 tuvo el mando del territorio del Riff, en 1932 fue promovido al empleo de general de brigada, dándosele el mando de la 8ª Brigada de Infantería, en Lérida, en 1938 obtuvo el ascenso a general de división; En 1939 fue director inspector general de la Guardia Civil, un año más tarde durante su mandato se llevó a cabo la fusión de Carabineros dentro de la Guardia Civil. En 1942 fue nombrado capitán general de Valencia y comandante de la III Región Militar. Más tarde obtuvo el nombramiento como miembro del Consejo Supremo de Justicia Militar.
De dicho matrimonio nacerían nueve hijos, de los que destacamos a: Félix Álvarez-Arenas Pacheco (Teniente General, Ceuta, 1913-1992, Madrid). Elíseo Álvarez-Arenas Pacheco (Almirante, Ceuta, 1923-2011, Madrid) José Luis Álvarez-Arenas Pacheco. (General de División). Desconocemos fecha y lugar de nacimiento, Falleció en 2008.
Félix Álvarez –Arenas Pacheco. Nació en Ceuta el 5 de octubre de 1913. Estudio en Ceuta e ingresó en la Academia Militar General en 1929. Al salir de la Academia fue destinado al Grupo de Fuerzas Regulares de Ceuta. En 1942 tenía la graduación de comandante, estando en posesión de los diplomas de E.M. del Ejército, de la Armada y del Ejército del Aire, promocionado a teniente coronel en 1954, coronel en 1962, general de brigada en 1967, al mando como jefe del E.M. de la Capitanía General de la VIII Región Militar y principal profesor de Estrategia de la Escuela Superior del Ejército. Obtuvo el empleo de general de división en 1970, siendo nombrado gobernador militar de Lérida, dos años más tarde, director general de Reclutamiento y Personal del Ministerio del Ejército. Teniente general en 1973 nombrado capitán general de la II Región Militar. En 1975 el mismo cargo en la I Región Militar. En este mismo año fue nombrado ministro del Ejército en el primer Gabinete de la Monarquía.
Don Félix Álvarez-Arenas Pacheco falleció en Madrid, el 3 de octubre de 1992.
Eliseo Álvarez-Arenas Pacheco. Nació en Ceuta el 23 de diciembre de 1923. Ingresó en la Armada en 1941, alférez de navío en 1945, teniente de navío en 1949, capitán de corbeta en 1960 y capitán de navío en 1977. Se había diplomado en la Escuela Naval en 1954 y posteriormente en la United States Naval War College en 1977. En 1982 fue promocionado a contralmirante, en 1984 a vicealmirante y en 1985 a almirante. Con este nombramiento fue nombrado capitán general de la Zona Marítima del Cantábrico, hasta 1988 que pasó a la reserva.
Diplomado en E.M, de la Armada y especialista en electricidad. Fue profesor de la Escuela Naval.
El 4 de mayo de 1995 fue elegido académico de la Real Academia Española, ocupando el sillón b minúscula.
Almirante y escritor, destacan entre sus obras “El español ante el mar: ensayo de una incomprensión”; “Teoría bélica de España”; “De la guerra y de sus hombres”; “Idea de la guerra”; “Lo naval en el 98”:” Teoría del pensamiento naval”.
A todos los sitios que fue lo hizo siempre en barco, no le gustaba viajar por tierra. Su hermana doña Magdalena Álvarez-Arenas Pacheco donó el Archivo personal de su hermano a la Biblioteca Nacional de España, que se componía de manuscritos y mecanoscritos (sic) sus obras, galeradas corregidas, conferencias, artículos, papeles y ensayos.
Don Eliseo Álvarez-Arenas Pacheco falleció en Madrid el 21 de septiembre de 2011.
José Luis Álvarez-Arenas Pacheco, ignoramos lugar y fecha de nacimiento.
Son pocos los datos de que disponemos de José Luis Álvarez-Arenas Pacheco. En 1972 se encontraba como coronel jefe del C.I.R. En 1975 fue promovido a general de brigada, siendo nombrado jefe de la Brigada de Infantería Motorizada n.º 22. En 1979 estaba al mando de la Brigada XII, presidiendo el acta de la jura de bandera del C.I.R. El 23 de mayo de 1979 obtuvo el ascenso a general de división de Infantería. Estaba diplomado de E.M. En 1983 fue nombrado Vocal del Consejo Directivo del Patronato de Casas Militares. Fallecido en marzo de 2008.
Del teniente Pacheco, ya hemos escrito en otras ocasiones en este mismo diario, ahora lo hemos ampliado con nuevos datos.
Algunas fotos utilizadas en diversos escritos son tomadas de Internet, tratamos siempre de citar las fuentes y sin ánimo de lucro, solo intentamos dar a conocer destacados personajes ceutíes, algunos poco conocidos y otros olvidados a los que debemos de recordar.