Fernando de Leyba y Córdoba Ceuta 1734 – 1780 San Luis, Misuri (III)

La esposa de Leyba, María de la Concepción César, falleció el 6 de septiembre de 1779, siendo enterrada en la balaustrada de la derecha de la iglesia de San Luis. El entierro y misa corrió a cargo del misionero Fray Bernard Limpach.
Algo más tarde y después de varias advertencias recibidas de Clark y otros americanos, Gálvez respondió a Leyba diciendo, que si Hamilton atacaba a San Luis. “Podrá actuar de tal manera que se conserve el honor de nuestras armas”.
Estando Leyba enfermo en cama, iniciado el año 1780. Ante un muy probable ataque inglés, en el mes de Leyba ordenó los trabajos de fortificación de San Luis, comenzándose la construcción del fuerte San Carlos
La primera piedra para la construcción del fuerte San Carlos fue bendecida por misionero Fray Bernard Limpach el 17 de abril.
Leyba escribió. Yo le propuse (a los colonos) mi proyecto que ellos hallaron muy oportuno y en consecuencias les animé, se conservasen a sí mismo y a sus familias cooperando cada uno según sus medios para este gasto, y se ayudaron para ello mutuamente con alegría y buena voluntad y cuando cada uno había ofrecido según sus posibilidades se habían reunido seis mil piastras (pesos fuertes) entre las cuales yo he puesto cuatrocientas de mi bolsillo para poder aliviar a estos pobres habitantes, mis medios no me permiten hacer un esfuerzo más grande pues tengo que mirar por mis hijas. Estas buenas gentes se han agotado y han hecho lo imposible para proporcionar, entre ellos las otras seiscientas piastras con unas cuatrocientas horas de mano de obra. No obstante, con el dinero recaudado construyó una pequeña fortificación que fue denominada fuerte San Carlos.
Su plan consistía en cuatro torres, habiendo previsto desde hacía tiempo la difícil situación que me encontraría en caso de ser atacado por los ingleses y salvajes, he formado el proyecto de construir cuatro torres o reductos de piedra a los cuatro lados de la villa al, norte, sur, este y oeste, para defensa y seguridad de este puesto, más tarde dijo: esperando la llegada del enemigo aceleré la obra de la torre y mande hacer el suelo donde hice poner los cinco cañones que estaban en el fuerte del río Misuri y al mismo tiempo hice abrir dos trincheras por cada lado de la villa, una al norte y otra al sur por donde nuestros enemigos podrían entrar.
Pero solo llegó a cavar los cimientos de la segunda torre, cuando se dio cuenta de que el dinero no llegaba para construir esta ni las otras dos.

La preparación del ataque inglés a San Luis
Cuando las tropas españolas dirigidas por el gobernador de Luisiana, Bernardo de Gálvez, comenzaron a desalojar de fuerzas inglesas la desembocadura del Misisipi, vetándoles todas las comunicaciones con las colonias del Golfo de México, el ejército británico en Norteamérica quedó gravemente amenazado. Esto hizo que los británicos se quedaran sin un plan de ataque. Dicho plan era el de dos ofensivas, la del sur, que fue impedida por los ataques de Bernardo de Gálvez, y la otra desde el norte, que partiría de Fort Michilimackinac, que debería expulsar a los españoles del Alto Misisipi. Este ataque se concentraría por la gran importancia estratégica en San Luis.
La operación para castigar los flancos españoles se organizó en Fort Michilimackinac, cerca de la frontera canadiense El vicegobernador Patrick Sinclair encargó en febrero de 1780 al comerciante Emanuel Hesse, oriundo de Pensilvania, que reuniese a los aliados indios para realizar la ofensiva. Estos comenzaron a juntarse en la unión de los ríos Fox y Wisconsin, hasta que en marzo recibieron órdenes de marchar Wisconsin abajo hacia Prairie du Chien, ciudad al sudoeste de Wisconsin donde debían establecer un campamento. Más tarde, la columna debía bajar por el Misisipi, para unirse a otro grupo que participaría en la campaña y atacar los asentamientos españoles.
Los indios que se unieron a la ofensiva eran fundamentalmente guerreros, ojibwas, menominis, siux y winnevagos. Esta fuerza estaba mandaba por un buen número de oficiales británicos y la integraba infantería regular, completadas con milicias canadienses. En total, los británicos reunieron unos trescientos soldados y novecientos guerreros indios para ejecutar el ataque. Doscientos siux liderados por Wapasha fueron los que participaron con mayor número de guerreros
A principios de mayo, exploradores enviados por Fernando de Leyba le avisaron que una expedición inglesa bajaba del Canadá por el Misisipi, dicha expedición venía al mando del capitán Hesse y que se componía aproximadamente de 320 de tropa entre soldados regulares y milicianos canadienses, aparte de los casacas rojas entre 750 y 1.500 que eran comerciantes de pieles e indios de diferentes tribus.
Debido al no poderle contar con los 200 soldados solicitados a Gálvez por Leyba el 16 de noviembre de 1778, apeló a François Vallé en Santa Genoveva.
Hasta 1674 Santa Genoveva había sido el único emplazamiento al oeste del Misisipi.
François Vallé, después de 1760, sirvió al gobierno francés como capitán de la milicia local, que era el cargo militar más alto. Manteniendo su posición cuando España se hizo cargo de la zona entre 1766 y 1767.
Leyba escribió a Vallé el 10 de mayo de 1780: “Le órdeno hacer armar, desde la recepción de esta carta, dos barcos de los primeros que encuentre en su puesto, cada uno con 30 hombres de la milicia, incluido el teniente y el abanderado. Meterá en esos barcos las provisiones que tiene en Santa Genoveva con alrededor de veinte días de víveres, cuya cuenta me hará luego pasar. Esos barcos con las gentes partirán bajo el mando del Sr. (teniente) Cartabona a quien le escribo anunciándoselo. Le reitero toda la urgencia posible.”
La distancia entre Santa Genoveva y San Luis era de aproximadamente de setenta kilómetros, las dos barcas enviadas por Vallé llegaron a San Luis el 13 de mayo.
Días después de enviar Vallé al (teniente) Cartabona, envió a San Luis sus dos hijos y 151 milicianos franceses equipados. Poniéndolos a las órdenes de Fernando de Leyba.
La ayuda de Vallé, por otra parte, fue proporcionarles plomo genuino (en lugar de guijarros de piedra) de sus propias minas para bolas de mosquetes y balas de cañón.
François Vallé estaba considerado como el hombre más rico del Alto Misisipi.
Debido al estado de salud de Vallé, en este año fue relevado de sus deberes militares.
La ayuda prestada por Vallé le fue recompensada: en un Real Decreto de Carlos III del 1 de abril de 1782, le fue conferido a François Vallé el rango de teniente del ejército español. Esto lo convertía en un don español. Dándosele a partir de esa fecha el título de honorable “Don Francisco”
El 15 de mayo de 1780, Leyba fue visitado por John Montgomery, comandante estadounidense de Cahokia, quien propuso una fuerza conjunta española y estadounidense para poder contrarresta la expedición de Hesse. Esto en principio quedó en nada.

Batalla del fuerte San Carlos
El 25 de mayo, Hesse envió un grupo de exploración para poder determinar la situación de San Luis. Este grupo no pudo acercarse a la aldea debido a la presencia de trabajadores (incluidas mujeres y niños) que se encontraban en los campos fuera de la aldea. Al día siguiente, Hesse envió a Jean Maríe Ducharme y 300 indios al otro lado del río para atacar Cahokia, mientras que el resto llegó alrededor de la 1:00 p .m, a las cercanías de San Luis.
Sobre el medio día del 26 de mayo de 1780 se produjo el ataque. Afortunadamente, el pequeño Puesto, ante la pertinaz insistencia de Leyba, había sido fortificado, mediante un pequeño anillo de trincheras, y el fuerte aún no acabado del todo.
Nada más iniciarse el ataque, unas 300 mujeres y niños se encerraron en la residencia de Leyba, siendo custodiados por una veintena de soldados al mando de Cartabona.
Los asaltantes atacaron con gritos de guerra y disparos. Las fuerzas de Leyba respondieron pie a tierra con los mosquetes. Los indios intentaron sacar a los defensores fuera de la ciudad, sin lograrlo.
Se hizo un disparo de advertencia desde la torre cuando aparecieron a la vista los Siux y Winnebagoes por el camino, seguido por los Sac y Fox, incluido Hesse en la retaguardia. Leyba dirigió la defensa desde la torre a donde había sido llevado sentado en una silla debido a su enfermedad, nunca pensó Leyba que San Luis se perdiera, comenzándose con fuego de cañón contra el enemigo que se aproximaba desde las trincheras a la torre. En la primera carga, la mayoría de Sac y Fox retrocedieron, no así los siux al mando de su jefe Wabasha, que mantuvieron el ataque sin resultado alguno.
Solo los casacas rojas persistieron en el ataque disciplinadamente, pero siendo abandonados por indios y milicianos, se encontraban en paridad numérica y fueron rechazados.
Después de más de dos horas cesaron los ataques con la huida de indios e ingleses.
En su huida los indios capturaron ferozmente y mataron a un grupo de agricultores y esclavos en las afueras de la ciudad.
Por parte de los defensores hubo 21 muertos y 71 heridos, en su mayoría civiles, las pérdidas inglesas son desconocidas.
Resaltamos el informe de Leyba a Gálvez sobre la forma salvaje de luchar de los indios “¡Hay mi gobernador! “Tu corazón paterno habría derramado lágrimas si hubiera sido capaz de ver con tus propios ojos un espectáculo tan emocional. Fue una aflicción y consternación general, para ver estos cadáveres cortados en trozos, sus entrañas (extraídas), sus extremidades, la cabeza, los brazos y las piernas dispersos por todo el campo fue un horrible espectáculo, mi general, el detallar esto a usted, me encuentro muy triste, con gran dolor”.
La batalla del Fuerte San Carlos, fue la única batalla de la guerra de independencia de los Estados Unidos (1775-1783) que tuvo lugar al oeste del Misisipi.
Después de la batalla, Leyba escribió. Aunque no se cubrió toda la torre, y el parapeto para el cañón no estaba en posición, los usamos con éxito, y sorprendimos mucho a los salvajes, que no esperaban tal maniobra; si no hubiera sido por “La rapidez con que actué, junto con todas las personas en las fortificaciones, habría sido el último día de San Luis”.
Proclamación de Leyba, 30 de mayo de 1780:
La necesidad en la que nos encontrábamos nos obligó a enviar por un destacamento de Milicias a Sta Genoveva y llamar a los cazadores que viven en el río Merrimac y la rivera de Cuivre para la defensa de este puesto, St Luis, atacado por un ejército de ingleses y salvajes que nos infestaron. En su campaña mataron a varios habitantes, tomando prisioneros a varios blancos y negros, a pesar de la vigorosa resistencia que hicimos en las cercanías de este pueblo que fue defendido por todo los valores imaginables por todos. Estábamos perfectamente informados que nuestros enemigos estaban continuamente en las cercanías y en los accesos a este puesto y esperando un momento favorable para sorprender nuestro puesto y destruirlo totalmente. Esto nos obligó a retener a los milicianos para realizar el servicio de guardia en las trincheras que habíamos hecho en este puesto, en colaboración con sus habitantes.
Era necesario proveer la subsistencia de estos milicianos que habían abandonado sus hogares para venir a ayudarnos. En estos momentos buscamos a una persona capaz de servir como comisionado general de provisiones para proveer los víveres y provisiones necesarias para los milicianos. En consecuencia, el señor Gabriel Cerre, comerciante en este puesto, se presentó y ofreció a suministrar las raciones de alimentos necesarias para la subsistencia de dichos milicianos. Cerre por estos obsequios, nos obligó a nosotros, don Fernando de Leyba, vicegobernador en nombre del rey, a suministrar raciones a cada miliciano tanto y durante el tiempo que sirva en defensa de este puesto. Cada ración consiste en, seis onzas de tocino salado u ocho onzas de carne fresca, una libra y media de pan y una onza de sal, este es el contenido de la ración diaria de cada miliciano.-al precio de dos escalins y medio, por cada una de las raciones que se pagará por la Tesorería de Nueva Orleans con nuestro certificado. El señor Cerre se vio obligado a prometer el cumplimiento puntual de las obligaciones antedichas bajo hipoteca de todos sus bienes. Dichas raciones comenzarán a ser entregadas por dicho señor Cerre a los mencionados milicianos el primer día del próximo mes de junio y continuará hasta que se dé expresamente una nueva orden por nosotros, según lo acordado y otorgado.
Hizo y pasó por la Cámara de Gobierno de San Luis, el día 30 de mayo de 1780, en presencia del señor Joseph Labuxiere, ciudadano de este puesto, y de Diego Blanco, sargento de esta guarnición, testigos presentes, que han firmado con el citado señor Cerre y el vicegobernador estos regalos después de haberlos leído.
Cerre-Blanco- Fernando de Leyba y Lubixiere. (De traductor inglés a la vez traducido del original en francés.
El 1º de junio Leyba organizó una expedición de cien hombres, que junto a 200 norteamericanos, con idea de perseguir a los atacantes al fuerte San Carlos, pero la huida de estos fue tan rápida que no pudieron ser localizados.
El 8 de junio de 1780 Leyba escribió a Gálvez:
Una enfermedad por la que estuve afligido durante mucho tiempo no me permitió escribirle de mi propia mano y el único soldado que está aquí y que sabe escribir en español no puede escribir según mi dictado ni es capaz de expresar mis ideas- por eso aprovecho esta ocasión- de mi secretaria que es francesa- para escribirle sobre los hechos ocurridos en mi puesto durante los últimos días.
Este escrito es referente a lo que ya hemos señalado sobre el desarrollo de la batalla, al final de la misma se incluye una relación de todos los muertos y heridos, que no la adjuntamos, para no alargar más este escrito.
El 20 de junio de 1780 fue la última carta de Leyba a Gálvez, en ella le informaba de la persecución conjunta con los norteamericanos y de la enfermedad que estaba acabando con él “la maladie”, probablemente malaria. En ella indicaba que dejaba a Cartabona a cargo de San Luis. Cartabona mantuvo el cargo hasta la llegada del teniente coronel Francisco Javier Cruzart. Ocho días después de escribir aquellas letras, Fernando de Leyba fallecía. Cuando conoció la noticia, Bernardo de Gálvez le otorgó, a título póstumo, el grado de teniente coronel. Título que le sería concedido por el rey al año siguiente, al parecer sin saber que había fallecido y que ya lo había hecho Gálvez, a la vez que el rey ascendía a Cartabona a capitán y en 1783 le otorgó el cargo de gobernador civil de Santa Genoveva.
Fernando de Leyba falleció el 28 de junio de 1780, un mes después de la batalla, siendo enterrado el mismo día al lado de su esposa, frente al altar de la iglesia.
“En el año de 1780, el 28 de junio, yo F. Bernad, monje capuchino y misionero apostólico, cura de San Luis, condado de Ilinueses, provincia de Luisiana, obispado de Cuba, he enterrado en esta iglesia, inmediatamente opuesto a la balaustrada de la derecha, el cuerpo de don Fernando de Leyba, capitán de infantería del batallón de la Luisiana, y comandante de este puesto, habiendo recibido todos los instrumentos de nuestra Madre, la Santa Iglesia”.
Pasado unos meses de su muerte, en 1781, el marido de la hermana de Fernando Leyba (Micaela de Leyba, nacida en Ceuta el 20.04.1728) el capitán, teniente coronel graduado Martín Pérez Monzú, se encontraba destinado en Nueva Orleans, teníendo la tutoría de las hijas de Fernando de Leyba, Josefa y Rita, pidiendo autorización para vender las pertenencias de Leyba para dejarlas a las hijas de este a la vez que sacarlas del convento. La documentación la adjuntaremos en la última parte del escrito.
En octubre de 1783 regresó Bernardo de Gálvez a España, en la misma escuadra al parecer regresó Pérez Monzú con las niñas, ya que algo más tarde se encontraban en la Península.
Debido a la extraordinaria defensa de San Luis por el capitán Fernando de Leyba, la batalla fue recordada en un mural diorama situado en el capitolio del Estado de Misuri
Algunos comentarios sobre Fernando de Leyba: de Journal of the midle waters frontier
Muchos están familiarizados con las contribuciones de George Rogers Clark y su ejército en el país de Illinois durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, pero ¿Qué pasa con la batalla de la Guerra Revolucionario de Misuri y las contribuciones de los españoles? ¿Con los españoles?. Ocasionalmente, se puede conocer a alguien que conoce las hazañas de Clark, pero rara vez se encuentra con alguien que haya escuchado sobre las acciones heroicas del Capitán Fernando de Leyba y el papel que desempeño en el éxito de Clark.
De Hidden Hispanic Heritage: Si no hubiera sido por el fuerte San Carlos, construido a toda prisa por las tropas españolas y los colonos criollos franceses para proteger el pequeño pueblo de San Luis en 1780, algunos historiadores creen que no se habría logrado la independencia de los Estados Unidos.
De Cronología Histórica: Fernando de Leyba reorganiza sus tropas tras lograr rechazar el ataque inglés a San Luis. Poco se sabe de este probable catalán (todavía no se conocía su nacimiento en Ceuta), hasta su heroica defensa en la Luisiana. Los españoles dominaban la desembocadura del Misisipi, cortándole todas las comunicaciones a los ingleses sobre sus colonias, de forma que el poder británico en Norteamérica quedo seriamente amenazado.
Debido a la victoria de Leyba en San Carlos (San Luis), toda la campaña británica en el valle del Misisipi se disolvió en desorden, y las tropas indias se dirigieron a casa.
Los españoles podrían agregar el resultado a otras victorias que habían ganado con mando de Gálves en Natchez, Mobile y Pensacola. En resumen, los Estados Unidos y España conservaron el control de Occidente, y los españoles conservaron la posesión del Misisipi. Si esta pequeña batalla hubiera ido en sentido contrario, el efecto sobre la historia de Estados Unidos podría haber sido incalculable.
Gracias a la victoria del Fuerte San Carlos, el valle y río Misisipi, que era la vía de aprovisionamiento de las colonias, se mantuvo firme, también los flancos españoles y norteamericanos, que fue básico para la independencia de los Estados Unidos de América.

Commemoration Committee for The Battle Offort San Carlos St . Louis, Missouri 1780
(Comité conmemorativo de la batalla del Fuerte San Carlos, San Luis, Misuri 1780)
Esta organización, también trabaja con otra organización, la French Colonial América, que se encuentra principalmente en Santa Genoveva. Donde preparaban una exposición “La Revolución en el Oeste”, de donde Fernando de Leyba será una parte muy importante. Actualmente, hay un movimiento en marcha para hacer un monumento a la batalla en la orilla del Río San Luis.
Conmemoración:
El servicio de conmemoración del 240 aniversario se llevará a cabo el domingo 17 de mayo de 2020 PM. En el Museo de Historia de Misuri, ubicado en Lindell y De Baliviere en Forest. Desconocemos si se llegó a celebrar debido al Covid-19.
Como se puede comprobar anualmente tanto en Santa Genoveva como en San Luis, Misuri, se hacen homenajes “CIVILES” en honor del “CEUTÍ” capitán Fernando de Leyba y Córdoba.
Medalla que nos fue enviada gentilmente por la presidenta de “Commemoration Committee for the Battle of Fort San Carlos” la Señora Margaret Carr y por Tandy Thompsom en la presidencia de la “French Colonial América”.
Continuará en una cuarta parte y última.