“Yo no me siento ningún héroe”
Victoriano Alba, el Regular que le salvó la vida a un ciclista herido y saltó a los medios tras hacerse pública sus acciones, afirma que su conducta no fue heroica sino que simplemente actuó como debía hacerlo

Victoriano Alba Caro, perteneciente a la Primera Compañía del Tabor Tetuán del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54 desde hace dieciséis años y medio, cobró reciente relevancia mediática cuando se dio a conocer la noticia de que sus actuaciones fuera de servicio le salvaron la vida a un ciclista después de que sufriera un accidente en el kilómetro 26 de la carretera San Roque – Carretera Los Barrios.
Alba Caro llegó a la vida a través de un familiar que lo motivó y así conoció la vida militar y sobre esa etapa de su vida recuerda: “Entré con un poco de incertidumbre y conforme la fui conociendo me fui enamorando de esta profesión”.
Ese amor por la profesión, explica, ha nacido a través del compañerismo que vive día a día con quienes comparte la labor, también por “la forma de trabajar de la Unidad en concreto, porque es la única unidad donde he estado destinado, por la unión, el que te hace conocer gente nueva, un sin fin de cosas”, explica.
Entre las cosas que le han hecho enamorarse de su profesión se encuentra la formación que ha recibido, misma que le permitió salvarle la vida al ciclista accidentado hace un par de semanas. A este respecto explica que “la formación que imparte la unidad a los que no somos sanitarios, somos infantería, son conocimientos básicos en primeros auxilios, y yo lo que hice este día cuando me encontré a este hombre accidentado fue aplicarle los conocimientos adquiridos aquí e intentar hacer de lo mejor posible. Es que tampoco hubo gran labor”, narra con sincera humildad.
Desde el 5 de mayo Victorino Alba se encontraba de comisión de servicio realizando un curso en el Acuartelamiento Cortijo de Buenavista, en San Roque, y el día de los hechos salía del acuartelamiento con destino a su casa y en el kilómetro 26 de la carretera San Roque – Carretera Los Barrios y mientras iba conduciendo se encontró a un ciclista tirado en la carretera.
“Cuando me paré estaban los ciclistas, no había ningún servicio, no había nadie más, vi a ese hombre ahí que estaba sangrando, active el protocolo que se suele activar en estos casos que es proteger, avisar y socorrer, entonces en primera instancia lo que hice fue proteger la zona, teniendo en cuenta que estábamos en medio de una autovía y los coches iban a una gran velocidad, avisé a servicios sanitarios y a Guardia Civil, y después lo socorrí”.
La importancia de mantener la calma
“Cuando llego me sorprendo porque veo que nadie reacciona, el accidente había pasado un minuto antes de yo llegar y veo que está todo el mundo como en shock. Cuando llego pensé que ya estaban avisados los servicios sanitarios, que ya se había auxiliado y nada, entonces activé el protocolo”.
“En primera instancia, al hacerle un primer reconocimiento lo que más me llamó la atención era que había un charco de sangre como de un metro de diámetro y tenía un corte desde el codo derecho hasta el hombre bastante considerable, con lo cual vi que había demasiada sangre y sin tener conocimiento, que ya lo tuvimos después, que el hombre tomaba un medicamente anticoagulante”.
“Entonces le hice un torniquete a la altura del tríceps y viendo que no cortaba la hemorragia, porque es que no cortaba, ahí fue que empecé a ponerme un pelín nervioso, que es difícil que me ponga yo nervioso porque es innato en mi después de la instrucción que tenemos aquí en la Unidad, pero sí que es verdad que me puse un poco nervioso”.
“Cuando ya le hice el segundo torniquete y corte la hemorragia fue cuando me tranquilicé, tomé constantes vitales, realicé un reconocimiento general de cualquier otra herida que tuviera”.
“El hombre también tenía el hombro dislocado y se encontraba encima de la bicicleta y nos pedía que lo quitáramos y en ningún momento permití que lo movilizaran de ahí porque sabía que no se podía mover, en fin, una serie de circunstancias que desde que yo llegué y se avisó a los servicios sanitarios tardaron 27 minutos en llegar. Cuando llegó el médico le informé de todo lo que le había practicado, el tiempo que llevaba, lo que le había hecho, en fin, todo y ya los sanitarios se hicieron cargo y mi labor había terminado.
Hacer lo que se debe
Este accionar de parte de Victoriano Alba, que a su parecer no tiene nada de heroico, no fue conocido por sus superiores y por la institución militar en general hasta que un familiar del ciclista que recibió ayuda por parte del miembro del Grupo de Regulares Nº 54 de Ceuta llamó para expresar su agradecimiento por su acción que, según afirmó, había salvado la vida de su familiar, dado que la extensión de la herida combinada con el anticoagulante que consume regularmente el ciclista accidentado por una condición de salud previa, habrían provocado que se desangrara antes que los servicios de emergencia llegaran al sitio.
“A mi lo único que de verdad me enorgullece de todo esto es cuando me llama la familia, yo lo demás lo veo y siento que cualquiera de mis compañeros que se hubiese encontrado en estas circunstancias también lo hubieran hecho, yo no me siento ningún héroe ni me siento más que nadie, simplemente actué en la forma en la que creo que debería haber actuado y que creo que deberíamos actuar todos”.