La historia más grande jamás contada: Empresa de Autobuses

Día 4 de agosto a las 12 de la madrugada me disponía a coger el autobús que va a Benzú, para quedarme en Benítez, acompañado de mi mujer. La matrícula del autobús es: 8922-FKY. Nos montamos y todo sin problemas, pero a continuación empiezan a entrar viajeros más de lo permitido ya que el pasillo iba a tope, de los cuales cerca de veinte personas iban sin mascarilla. Mi mujer y yo les llamamos la atención y se rieron de nosotros y quien éramos nosotros para llamarles la atención. Yo soy minusválido y llevo una escúter, le pedí al chofer que por favor me sacaran la rampa para poderme bajar.
En el momento que estuvimos fuera del autobús, fuimos a buscar a dos policías municipales que estaban cerca, le explicamos lo que nos había pasado y en un principio nos dieron la razón, vinieron con nosotros hasta el autobús y allí estuvieron hablando con el chofer y un inspector de los autobuses el cual nos dijo que nos devolvían el importe de los billetes, le contestamos que no y que lo que queríamos es que cumpliera la ley. Esperábamos que los policías subieran al autobús e hicieran cumplir la ley: Uso obligatorio de mascarillas en los transportes públicos. Nos dijeron que había unas cincuenta personas dentro y que las autoridades les habían dicho, que en estas circunstancias y en feria fueran condescendientes. En fin que tenía que haber ido a la comisaría del Paseo de Colón a poner una denuncia de lo que nos había pasado a mi mujer y a mi.