La historia más grande jamás contada: Teatro en las Murallas Reales y Teatro Revellín

Ricardo Teresa

Soy minusválido y fui con mi mujer a ver a Rozalen y cual fue mi sorpresa cuando me pusieron con mi Scooter en el mejor sitio de las Murallas Reales, ya que los minusválidos estábamos en alto y el patio de butacas en bajo, con el consiguiente beneficio que no te molestan las cabezas que están delante tuya, ya que las Murallas Reales no tienen inclinación al suelo.

Yo estoy conforme, como dije antes, un sitio perfecto y no como en el teatro del Revellín, que el gerente me obliga a poner la Scooter detrás de la última fila, y a menos de medio metro tengo pegado a mi, al cuadro de luces y el cuadro de sonido que traen las compañías contratadas. Por supuesto en el lugar que me pone el Sr. Gerente del Revellín no es digno que se ponga ningún minusválido. El sonido no llega sobre todo cuando hablan y los actores están tan lejos que había que ver el teatro con unos prismáticos. Y todo ello como consecuencia de una ley, para proteger al minusválido contra incendios. Y yo me pregunto donde está esa ley o el decreto que han sacado de la manga usted y ahora también convencido por usted el Consejero de Cultura. Yo nada más que os pido a los dos que me enseñéis la orden ministerial que diga que un minusválido no puede estar en el patio de butacas, por si hay incendio y no haya salida para silla de ruedas. No es culpa mía que el teatro no lo hayan entregado en condiciones el sr. portugués y que el presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta haya firmado el visto bueno. Quiero recordarle o comentarle al Sr. Gerente y al Sr. Consejero de Cultura por si no lo saben que el teatro del Revellín tiene telón de acero por si hay incendio que lo impida y chorros de agua que salen a presión en el patio de butacas.

Yo pienso que se debían de haber adaptado a los minusválidos en primera fila, pegadas las sillas de ruedas a la pared de la izquierda o a la derecha. Que no son tantos los minusválidos que van al teatro.

Y por último y se lo vuelvo a recordar, enséñeme la orden ministerial o el decreto y no el criterio de ustedes. Yo me rindo, voy a tocar todos los cables que haya que tocar.