Hasta cuando...

Pedro Mariscal
Estimado Sr. Director:
Me pierdo en el tiempo pensando desde cuando se cayó el techo de la Parroquia de San José y la “desidia” en solventar el problema, no ya de una feligresía pequeña pero existente, y lo que aún me parece más grave la falta de respuesta a una Hermandad condenada por oscuros motivos, a condenarla a no poder procesionar en la semana Santa.
Para algunos parecerá algo banal y poco necesario, pero no olvidemos que es una parte importante de la historia de la ciudad y de sus tradiciones.
La Hermandad de la Encrucijada lleva más de un año solicitando de palabra y por escrito, por cierto sin contestación por el mismo medio desde la Vicaría de la Ciudad, la posibilidad de poder entrar en la Parroquia y sacar sus pasos para poder evaluar el estado de los mismos tras el desafortunado incidente del desprendimiento del techo. Todo ello en aras de intentar trabajar en poner en valor sus enseres de cara a la Salida Procesional del 2023.

Nos encontramos con un gran impedimento, como es por un lado el silencio de la Vicaría en cuanto a la posibilidad de entrada en el templo, desviando la atención a una hipotética orden del arquitecto de la Diócesis de Cádiz de poder hacerlo. Estamos hartos de ver como en cualquier situación de este tipo se autoriza la entrada para sacar los efectos particulares a vecinos involucrados en derrumbes, desplazamientos y catástrofes de este tipo, bien con la supervisión de los bomberos o la policía; pero a la Hermandad se le niega una y otra vez.
Por eso nos preguntamos “HASTA CUANDO ...” tendremos que esperar para que llegue esa autorización. Es entonces cuando surgen las dudas de si sólo se trata de un proceso administrativo o el interés de hacer desaparecer la tradición de una Hermandad, en un barrio con solera y tradición cofrade.

Antes de la pandemia ya se evaluaron los estudios y actuaciones sobre el arreglo de la cubierta y nada se ha hecho al respecto, mientras vemos como en otro templo, seguramente sin tanta urgencia se actúa con prontitud. Pero ahondando más en estas circunstancias, vemos como desde Cádiz y su Obispado, y es por lo que seguimos diciendo que para cuando la separación total del Obispado compartido tan deseado por muchos, no se puede atender lo que no se conoce, no se siente y no consideras tuyo.
Para no alargarme mucho un pensamiento en voz alta, será casualidad o habrá intereses; pero de un tiempo a esta parte hemos perdido, la Iglesia de san ldelfonso, la del Carmen y San José; pero sin duda lo que más nos importa en estos momentos es ver cómo pasa el tiempo y no autorizan a sacar los pasos de la Hermandad de la Encrucijada para valorar su estado y que por lo poco que sabemos necesitan un gran trabajo de restauración ( que cada vez queda menos tiempo para que puedan ser acometidos con éxito de cara a la Semana Santa próxima) si queremos ver procesionar de nuevo a la Señora de Las Lágrimas.

Esta Hermandad tras algunos problemas internos de atención en su Junta de Gobierno, lucha por ponerse a la altura que ha tenido y le corresponde por antigüedad y tradición, donde un grupo de personas se afanan por sacar adelante.
Ojala sirva estas letras para remover la conciencia de quién tenga en sus manos interceder ante el Obispado (véase El Sr. Vicario , e incluso el Consejo de Hermandades de la Ciudad o tal vez la Ciudad) y poder, si no acometer las obras de arreglo del techo, si sacar los enseres de la Hermandad y puedan ser puestos en valor.