ATME prevé que no habrá mejoras retributivas para la profesión militar en 2023

Las Fuerzas Armadas se encaminan nuevamente a los males que produjo la suspensión del Servicio Militar, donde los gobernantes, en vez de legislar una carrera militar atractiva se limitaron a ir parcheando reiteradamente

FOTO EL PUEBLO
FOTO EL PUEBLO

El 6 de enero, enmarcado en la Pascua Militar, la ministra de Defensa, Margarita Robles, realizó el clásico discurso ante Su Majestad, el Rey.

Un discurso donde glosaba las misiones realizadas por las Fuerzas Armadas durante el pasado año y las que deberán realizar durante el año entrante, así como los nuevos programas para adquisición de armamento que habían comenzado o estaban a punto de hacerlo.

En cuanto a la repercusión del crecimiento presupuestario en el "principal valor y capacidad de las Fuerzas Armadas, sus hombres y sus mujeres", como dijo textualmente, expresó lo siguiente:

"Ello nos permitirá consolidar las mejoras retributivas realizadas estos últimos años; afianzar políticas de igualdad y continuar con la implementación de medidas que permitan la conciliación de la vida personal, familiar y profesional.

El objetivo marcado para 2023 sigue siendo que nuestras FFAA, cuenten con efectivos suficientes en cantidad y calidad, capaces de afrontar los nuevos retos tecnológicos y de innovación, así como las crecientes amenazas y agresiones en un dominio cada vez más peligrosamente expansivo, como es el ciberespacio".

De las palabras de la ministra se puede vislumbrar algo que ya se sabía, el crecimiento presupuestario del presente ejercicio no va a repercutir en dignificar las retribuciones del personal militar, como ATME no se cansa de denunciar los "servidores públicos peor retribuidos". No se puede olvidar que el montante del sueldo neto de un soldado con menos de seis años de servicio puede ser menor incluso que el del actual Salario Mínimo Interprofesional.

Se vende también que esta subida presupuestaria va a servir para consolidar las mejoras retribuidas ya conseguidas en años anteriores, recuérdese que bajo unos presupuestos menores. Estos incrementos repercutieron esencialmente en dos aspectos:

- Elevar el complemento de empleo del soldado/marinero del nivel 13 al 14, para igualarlo con el mínimo nivel del grupo C-2 que percibían los trabajadores civiles de la administración.

- Eliminar la perdida retributiva a los 63 años del personal en la situación de reserva, cuando ningún otro servidor público lo padecía.

Cualquier trabajador se podría preguntar se estas subidas tenían como objetivo mejorar las retribuciones o simplemente hacer justicia, enmendando una situación que nunca se debería haber producido.

Por otra parte, se anuncia que el objetivo marcado para este año será contar con efectivos suficientes en cantidad y calidad. En este punto, mal comienza el año Defensa, cuando en el propio BOE se puede comprobar como los militares que no tienen su consideración en suspenso, entre el 31 de enero de 2021 y el 31 de enero de 2022, han descendido en 1.572 y, en cuanto al personal de tropa y marinería, en 1.152.

Si a todo esto se le añaden las noticias publicadas en diversos medios de comunicación, donde se hacían eco del documento del CESEDEN titulado "'Entorno Operativo 2035', en el cual se alertaba sobre las dificultades que podrían encontrar las Fuerzas Armadas en la próxima década para el reclutamiento de nuevos militares, así como para su retención debido a la competencia con el mercado laboral civil, las expectativas son claramente negativas. Deberían alertar a nuestros dirigentes y generales el aumento de las excedencias voluntarias del personal de tropa y marinería con compromiso de Larga Duración una vez cumplidos los 18 años de servicio que, una vez formados, encaminan sus pasos a la empresa civil.

Se va nuevamente, a menos que otra nueva crisis económica se interponga, a una situación calcada de la ocurrida a partir del año 2021 con la suspensión del Servicio Militar.

En aquel tiempo no había asociaciones profesionales que previnieran a los políticos de lo que podía ocurrir, ahora que existen es necesario y urgente reclamarles mejoras que eviten estos problemas y no lleven nuevamente a parches que solo retrasan lo inevitable.

ATME no será cómplice de engañar a la ciudadanía con silencios cómplices sobre la actual situación del personal de tropa y marinería y del futuro que espera a la escala.

ATME exhorta a los dirigentes y políticos en general que dejen de regalar los odios de los militares con buenas palabras, loando su profesionalidad y dedicación, y regalando "bufandas" cada cierto tiempo; es imperioso dignificar sus retribuciones, mejorar su carrera militar y eliminar la temporalidad, entre otros problemas que se han puesto reiteradamente de manifiesto.

También te puede interesar

Lo último

stats