El Volkswagen 1302 descapotable del año 1971, un coche “con alma”

COCHES DE ÉPOCA

Ismael Reyes, miembro de la Asociación Amigos de los Vehículos de Época ‘Ciudad de Ceuta’ es el orgulloso propietario de un Volkswagen 1302 descapotable del año 1971 que llegó a sus manos en 1995, regalo de un familiar, Miguel Ángel Reyes, su tío, y al que le ha dedicado más de 28 años de esfuerzo solo por la satisfacción de verlo en las mejores condiciones

FOTO REDUAN
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El amor por los coches de Israel Reyes viene de familia, principalmente de su padre. “A mi padre siempre le han gustado el mundo del motor, siempre, tanto de automóviles como motocicletas. Por mi casa han pasado muchos vehículos, tanto de cuatro y dos ruedas y es una pasión. Creo que siempre nos ha gustado. Siempre tenemos en mente muchísimas conversaciones de cuando estábamos juntos, algo relacionado con este mundo, por ejemplo, estamos hablando y siempre hay algo que sale a la conversación como ‘¿Te acuerdas de aquel coche que tuvimos o de aquel que tenía fulanito?”.

Israel, quien es miembro de la Asociación Amigos de los Vehículos de Época Ciudad de Ceuta, explica que el Volkswagen descapotable y de color rojo Ferrari que se exhibe en el Museo-Taller de Restauración junto a la Cabililla de Benzú y que le pertenece, se fabricó en Colonia, Alemania, desde donde un hombre lo importó a España en los años 80, este a su vez lo vendió a otro hombre de Puerto Banús y es a este hombre a quien Miguel Ángel Reyes, su tío se lo compra.

“El coche era de color azul metalizado, mi tío pagó por este coche un dineral, le costó 700.000 pesetas en los años 90. El coche estaba fatal, estaba doblado el chasis, estaba mal. Entonces él poquito a poco le hace una serie de cosas, lo tapizaron, le puso cositas, lo pintaron de amarillo en el taller de los hermanos Muñoz, y entonces me dice un día ‘vete allí, ayúdame, que no puedo ir a recoger el coche’ y cuando yo llego allí me dice “este coche es para ti y a partir de ahí te tienes que hacer tu cargo de ir arreglándolo”.

FOTO REDUAN
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“Desde ahí, desde el verano del 95, que el coche llega a mí, hasta hoy en día, al coche le metió al motor Paco Mateo, que es mecánico de Ceuta. Después estuvo en los talleres de Manuel Rivera, después Jorge Teruel, Paco Hoyo, Antonio Torres, Pepe Corrales, Talleres Vivo, muchas manos amigas”.

“Estuvo también en el año 2000 en Madrid, entre 1999 y 2000 estuvo en una casa de Madrid donde le hicieron muchos trabajos, pero no terminé muy contento. Y entonces en 2020, en plena pandemia, una casa de Alicante, que está especializada en Volkswagen y Porsche, me hicieron un presupuesto y vinieron a Algeciras con una plataforma, montaron el coche, se lo llevaron y en un mes le hicieron un retoque, una revisión del carajo. Me pusieron la capota nueva, le pusieron las tapicerías interiores nuevas, salpicaderos, ruedas, defensas, toda la instalación eléctrica nueva, puesta a punto del motor y bueno, aquí está”.

Completamente original

El coche está original completamente. Se han sustituido piezas que estaban mal por piezas nuevas, pero que son totalmente originales. Hay muchos repuestos de los que lleva que ya no son solamente alemanes. Este coche se fabricó en también en México y Brasil. “El carburador creo que es de Brasil. Otras piezas son mexicanas, pero originales de Volkswagen, porque han tenido sus factorías en estos sitios. Y el coche ahora mismo, tal y como lo ve, digamos que es como salió de fábrica, con sus asientos originales”.

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Solo la radio

“Lo único que no conserva original es la radio que tiene puesta, que le he puesto una radio tipo retro, pero que te permite meter un pendrive, conectar por Bluetooth el teléfono, que no es una radio de las antiguas, es una radio con apariencia antigua, pero moderna. Lo demás, el coche es tal y como es original, era azul metálico, pero yo lo cambié por este color que es el rojo de Ferrari.

Muchos disgustos pero mucho amor

Israel tiene mucho amor por su Volkswagen a pesar de los disgustos que le ha hecho pasar “He vivido muchos disgustos, porque en principio esto lo arrancaba y empezaba a andar y se paraba. He vivido muchos disgustos, pero tampoco es un coche que yo haya usado mucho. Yo tengo otro vehículo para mi día a día. Esto es una cosita que no es un juguetito. Es un uso bastante como ‘venga, hoy me voy a pegar gusto de dar una vuelta con él’. La verdad es que llama la atención dónde vas”.

“Yo he ido a Sevilla, con él años atrás, muchos años atrás. He ido a Jerez, he estado en el puerto de Santa María. He participado en alguna que otra concentración con clubs que han venido de fuera y la verdad es que siempre el coche por donde pasa, sobre todo a los niños, siempre llama la atención”.

Un cacharro con alma

“Hoy en día, las líneas de los vehículos que conocemos son muy semejantes, todos los coches son muy parecidos, mucha tecnología y esto es diferente, tú conduces un cacharro de estos y tiene alma. Tiene alma el sonido, son vehículos ruidosos, son vehículos que te transportan como en un viaje en el tiempo cuando lo conduces, la verdad. Te montas en él y das una vuelta y ves que se reflejan las nubes en el capó o las farolas, es un espejito”.

“Es un coche que no tiene nada, no tiene airbag, no tiene absolutamente nada del equipamiento que te puede traer cualquier utilitario de hoy en día. pero tiene historia, historia del cariño tan grande que le tengo”.

Para Israel la satisfacción más grande es penar en las condiciones en las que llegó a sus manos y verlo “Hombre, pues yo a lo mejor en situación normal no hubiera podido adquirir una cosa de esto, porque cada día valen más, la satisfacción hoy en día como está y que está en un museo, porque esto es un museo pequeñito, pero museo. Es que se ha llevado mucho dinero también, desde que tú llegas a ver fotos de cómo era, cómo estaba, madre mía, te puedes hasta reír, pero ahí está, ahí lo tienes”.

FOTO REDUAN
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Para disfrutarlo mientras pueda

Sin hijos para heredarlo, Israel piensa que el destino ideal de su coche sea un museo. “La vida da muchas vueltas. A mí no me gustaría deshacerme de él, pero si llega el momento que me vea impedido para disfrutarlo, o lo dono en un museo en condiciones. Este coche está inscrito en el museo de Volkswagen de Alemania. O lo vendería, si me lo pagan bien, yo dejé de contar, de hacer las cuentas, cuando llegué a 24.000 euros La última cuenta más o menos la hice en 2020, pero esto se ha llevado mucho más”.

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