Fernando de Leyba y Córdoba (Ceuta 1734 - 1780 San Luis, Misuri)
La colaboración del Capitán de Milicias al servicio de España François Vallé, en la Batalla del Fuerte San Carlos, 26 de mayo de 1780

E l 5 de mayo de 2017 dimos a conocer por primera vez en nuestra ciudad a Fernando de Leyba, posteriormente lo hicimos en diversas ocasiones. Ahora lo haremos a partir de cuando fue nombrado por Bernardo de Gálvez en Nueva Orleans, el 9 de marzo de 1778, vicegobernador y teniente del rey del distrito de los Ilinueses, en la Alta Luisiana, con destino en su capital San Luis, cargo que ocuparía hasta su fallecimiento.
Dicho cargo comprendía el mando civil y militar, el territorio a su cargo abarcaba la zona entre el río Ohio y la frontera canadiense, así como el pequeño pueblo de Santa Genoveva y dos fuertes en el río Misuri.
Al poco de ser nombrado partió para su destino. Llegando a San Luis el 10 de junio de 1778. El viaje duró 93 días con una distancia de 1.600 Km. Fernando de Leyba llevaba con él a su esposa y a sus dos pequeñas hijas. En San Luis solo había una guarnición de 29 soldados del Fijo de Luisiana, al mando de Francisco Cruzat.
Nota. Las fecha del nombramiento de Fernando de Leyba por Gálvez o el de su llegada a San Luis, nos llegaron debido a la gentileza de la investigadora Kristine Sjostrom.
Las primeras cartas de Leyba a Gálvez fueron escritas durante la travesía, no la especificamos por no ser de gran interés.
Pasamos a dos cartas dirigidas por Fernando de Leyba a Bernardo de Gálvez de fecha 11 de julio de 1778 enviadas ya desde San Luis, al mes siguiente de su llegada.
En la primera habla de su viaje, la segunda sobre su llegada a San Luis que reproducimos integra:
St. Louis, 11 de julio de 1778
Mi muy querido y más estimado señor:
Habiendo dicho M. Maxent antes de mi partida de tu ciudad que encontraría en este post el suministro de presente de un año para los indios, solicité a don Francisco Cruzat (es a quien sustituía) entregármelos a mí, a esto respondió que no había recibido estos presentes, pero que fue verdadero que el año pasado el señor Pedro Lacléde, llegó a él y le pidió que le diera algunas mercaderías en pago por los presentes de un año para los indios que su señoría le había ordenado avanzar en este post.
Dijo que no lo cumplió desde que los presentes tienen menos de pobreza, respondo a esto a su señoría para su información.
Yo sigo con toda respuesta a las órdenes de su señoría, orando a Dios para que le conserve la vida muchos años.
Mi muy querido señor, su sirviente más afectivo que besa la mano de su señoría.
Don Fernando de Leyba Don Bernardo de Gálvez.
Nota. Se considera a Lacléde y Maxent los fundadores de San Luis, Misuri.
Durante el resto del año 1778 existe gran variedad de correspondencia cruzada entre Leyba y Gálvez, especialmente sobre los problemas con las naciones indias, de la gran sequía y más tarde de las fuertes lluvias. De ellas cuatro cartas de Leyba a Gálvez, todas de fecha 16 de noviembre de 1778. De dichas cartas resaltamos una comunicándole a Gálvez de las pocas defensas de San Luis, proponiéndole la construcción de cuatro torres y defensas, así como solicitándole dinero del Tesoro y 200 hombres. Gálvez le contesta el 13 de enero de 1779, en dicha carta le comunica que no puede enviarle ni hombres ni dinero. Terminando la carta a Leyba: “Sugiero a vm, intente evitar la entrada de los ingleses en los ríos para que no se ganen a los indios”.
En otra carta de esta misma fecha, Gálvez le sugirió que formase dos compañías de milicias en San Luis. A esto contestó Leyba el 13 de julio que había formado una pero de caballería compuesta por cuarenta y ocho hombres montados, tres sargentos y tres oficiales.
Por estas fechas, Fernando de Leyba se comunicó con el jefe americano Clark, expresando su amistad con los estadounidenses.
Leyba escribe a Gálvez el 9 de marzo de 1779. En esta carta le comunica que algunos viajeros, al igual que el comandante americano de la otra orilla, le habían dicho que la corte de España había declarado la guerra a la de Londres.
Dice Leyba, si el ataque fuese cierto, obraré, según dicte mi corto entendimiento, pudiendo V.S., estar seguro de que aunque es un lugar abierto y con poca guarnición, ni indios ni ingleses, han de tomar este puesto sin que les cueste caro el asunto.
Para evitar a mis hijas todo el peligro las envió en esta ocasión al convento (Colegio-convento de Ursulinas) de esa plaza, en una superior tengo la máxima satisfacción de que las cuidara según desea el tierno amor que les profeso. V.S. no extrañará, me tomé la licencia de recomendárselas, pues muchas veces el amor paterno hace prevaricar. Las hijas de Leyba no fueron enviadas hasta inicios de 1780.
Nota: El 9 de marzo aún no había comenzado la guerra anglo-española. La guerra se inició el 22 de junio de 1779, tras firmar Carlos III la declaración de guerra contra Inglaterra.
Construcción del Fuerte San Carlos
Leyba creó planes para la protección de San Luis, como comunicaba en su carta a Gálvez, pero sin poder disponer de fondos del Tesoro español, Leyba señaló la desesperada situación a los colonos locales, y donó 400 piastras de su propio dinero, recaudando un total de 1.000 piastras para la construcción del fuerte. Leyba ya estaba muy endeudado al proporcionar regalos para las naciones indias del oeste y su respaldo financiero al americano Clark, por lo que no podía permitirse financiar el fuerte él mismo, dice Leyba: mis medios no me permiten hacer un esfuerzo más grande, pues, tengo que mirar por mis hijas.

Fernando de Leyba de nuevo escribió a Gálvez el 18 de octubre de 1779, el motivo era el haberse gastado gran parte de su dinero ahorrado, así como el de los colonos locales para iniciar la defensa de San Luis.
Estos habitantes no querían entregar sus bienes ni con el recibo del coronel Clark, lo dieron inmediatamente en que yo también di los míos, si por no pagarlos pierdo mi crédito se puede seguir atraso al servicio, en fin mi gobernador, mi amor a la mujer que con tanto trabajo vino a este destierro solo por llegar el caso de él que nos retirásemos a España, viendo las esperanzas frustradas por el laberinto de deudas con que yo me hallaba se le apoderó una gran melancolía, que en cinco días de cama pasó de esta a otra vida, con todo en acompañar a mis llorosas hijitas, implora la protección de V.S., para las cobranzas de dichas letras, que no dudo me prestara su caballeroso corazón, siquiera por compasión de estas inocentes aun cuando sea necesario recurrir a la corte, pero cuanto yo he hecho ha sido meramente un acto de humanidad, propia de todas las naciones.
La esposa de Fernando de Leyba, María de la Concepción César, había fallecido el 6 de septiembre de 1779.
“En los mil setecientos setenta y nueve, el seis de septiembre, yo, sacerdote capuchino, misionero apostólico, cura de San Luis, he inhumado en esta iglesia, en la balaustrada de la mano derecha, el cuerpo de madame María de la Concepción Cesar, consorte de Fernando de Leyba comandante de este Post, capitán de infantería. Investido con todo el sacramento de penitencia y la extremaunción”
En testimonio de lo cual he firmado esto, el día y el año que antes se señala.
Fhater Bernard Missionary.
Estando Leyba enfermo en cama, iniciado el año 1780. Ante un muy probable ataque inglés, ordenó los trabajos de fortificación de San Luis, comenzándose la construcción del fuerte San Carlos. Leyba pensaba hacer cuatro torres, pero con el poco dinero solo pudo iniciar la primera, así como dos kilómetros de trincheras que llegaban hasta el río. Un cañón de los cinco llevados del antiguo fuerte príncipe Carlos fue subido a la torre. En estas fechas fue cuando envió sus hijas a Gálvez, para que ingresaran en el convento de Ursulinas.
La primera piedra para la construcción del fuerte San Carlos fue bendecida por misionero Fray Bernard Limpach el 17 de abril de 1780
Algo más tarde y después de varias advertencias recibidas de Clark y otros americanos, Gálvez escribió a Leyba diciendo, que si se atacaba San Luis. “Podrá actuar de tal manera que se conserve el honor de nuestras armas”.
El 15 de mayo de 1780, Leyba fue visitado por John Montgomery, comandante estadounidense de Cahokia, quien propuso una fuerza conjunta española y estadounidense para poder contrarrestar la expedición de Hesse. Esto en principio quedó en nada.
La preparación del ataque inglés a San Luis
Cuando las tropas españolas dirigidas por el gobernador de Luisiana, Bernardo de Gálvez, comenzaron a desalojar de fuerzas inglesas la desembocadura del Misisipi, vetándoles todas las comunicaciones con las colonias del Golfo de México, el ejército británico en Norteamérica quedó gravemente amenazado. Esto hizo que los británicos se quedaran sin un plan de ataque. Dicho plan era el de dos ofensivas, la del sur, que fue impedida por los ataques de Bernardo de Gálvez, y la otra desde el norte, que partiría de Fort Michilimackinac, que debería expulsar a los españoles del Alto Misisipi. Este ataque se concentraría por la gran importancia estratégica en San Luis.
La operación para castigar los flancos españoles se organizó en Fort Michilimackinac, cerca de la frontera canadiense El vicegobernador, Patrick Sinclair, había recibido una carta circular emitida por el secretario de Estado para las Colonias Americanas que ordenaba atacar las posesiones españolas.
Sinclair encargó en febrero de 1780 al comerciante Emanuel Hesse, oriundo de Pensilvania, que reuniese a los aliados indios para realizar la ofensiva. Estos comenzaron a juntarse en la unión de los ríos Fox y Wisconsin, hasta que en marzo recibieron órdenes de marchar de Wisconsin abajo hacia Prairie du Chien, ciudad al sudoeste de Wisconsin donde debían establecer un campamento. Más tarde, la columna debía bajar por el Misisipi, para unirse a otro grupo que participaría en la campaña y atacar los asentamientos españoles.
Los indios que se unieron a la ofensiva eran fundamentalmente guerreros, Chippewa, también llamados Ojibwa; Menominee; Siux y Winnevago. Esta fuerza estaba mandaba por un buen número de oficiales británicos y la integraba infantería regular, completadas con milicias canadienses. En total, los británicos reunieron unos trescientos soldados y novecientos guerreros indios para ejecutar el ataque. Doscientos siux liderados por Wahpasha fueron los que participaron con mayor número de guerreros
Debido al no poder contar con los 200 soldados solicitados a Gálvez por Leyba el 16 de noviembre de 1778, y solo disponer de los 29 soldados del Fijo de Luisiana y los pocos colonos y milicianos de San Luis, Leyba apeló a François Vallé en Santa Genoveva.
François Vallé, Capitán de Milicias en Santa Genovera
François Vallé, a partir de 1760, sirvió al gobierno francés como capitán de la milicia local. Con este cargo desempeñó varias funciones muy importantes. El principal fue el defender la región del ataque de los nativos americanos. Lo más vulnerable a los ataques eran las minas cercanas. Un hijo de Vallé, Joseph, y seis colonos murieron en 1774 en un ataque de los Chickasaew en la mina La Motte.
Al pasar la Luisiana a dominio español, Vallé mantuvo su cargo de capitán de milicias, a las órdenes de Leyba.
Carta fechada en San Luis el 9 de mayo de 1780 de Fernando de Leyba a François Vallé. (De traductor de inglés a la vez traducido del francés)
Monsieur.
El llamado La Fontaine llegó a mi puesto anoche a media noche, desde el río Iowa, a ciento veinte leguas de aquí, de donde partió (como mensajero) el jueves pasado, para informarme que un ejército de salvajes (que nos amenazan mutuamente) estaban a la Riviere a la Roche, compuesto de novecientos hombres, entre los que se incluyen ingleses y canadienses, y estarán aquí en unos días para reducir el país. Como están a solo veinte leguas de aquí y como es evidente que el puesto de St. Louis será atacado por primera vez en unos días, le ordeno que arme, en cuanto reciba esta carta, dos bateaux (barcos), cada uno con treinta milicianos y el teniente (Silvio Cartabona). Añado que este armamento esté listo para partir dentro de veinticuatro horas siguientes a la recepción de mi carta. Pondrá en estos remolques de bateaux (barcos), les pierriers (guijarros de piedras) que tiene en Sta Genevieve junto con unas raciones de provisiones para veinticuatro días, de las que luego me enviará la cuenta. Estos dos bateaux (barcos) estarán al mando del señor Cartabona, a quien he escrito en consecuencia. Le reitero todo el despacho posible y soy señor: Tu siervo muy humilde y obediente.
Fernando de Leyba
P.D. Estoy usando una mano extraña (escribiente), no puedo escribir, estoy enfermo.
Silvio Cartabona estaba destinado como teniente al mando de Santa Genoveva.
La distancia entre Santa Genoveva y San Luis era de aproximadamente de setenta kilómetros, las dos barcas enviadas por Vallé llegaron a San Luis el 13 de mayo.
Días después de mandar Vallé al teniente Cartabona, Vallé envió como refuerzo a sus tres hijos, Charles, capitán de milicias, François, teniente, y Jean Baptite subteniente, al mando de 151 milicianos franceses equipados. Poniéndolos a las órdenes de Fernando de Leyba. Todos lucharían en el ataque a San Luis,
La ayuda de Vallé, por otra parte, fue proporcionarles plomo genuino de sus propias minas para bolas de mosquetes y balas de cañón, (en lugar de los guijarros de piedra que había pedido Leyba). Debido al estado de salud de François Vallé, fue relevado de sus deberes militares a finales de este año y sustituido por su hijo Charles.
La ayuda prestada por Vallé le fue recompensada: en un Real Decreto de Carlos III del 1 de abril de 1782, siéndole conferido a François Vallé el rango de teniente del ejército español. Esto lo convertía en un don español. Dándosele a partir de esa fecha el título de honorable “Don Francisco”
François Valle falleció el 28 de septiembre de 1783. Estaba considerado como el hombre más rico de la Alta Luisiana.
Fernando de Leyba fue avisado del próximo ataque ahora por Jean-Maríe Cardinal, que había escapado del ataque británico a Fox Village. Uniéndose a las fuerzas defensoras.
Para el ataque, el jefe de los Chippewa (Ojibwa), Matchekewis (jefe hereditario), recibió el mando de las fuerzas nativas, a excepción de los Siux al mando de Wahpasha (hoja roja). Cuando las fuerzas llegaron a Rock Island, se les unieron 250 indios de las naciones Sac (Sauk) y Fox (Meskwaki). Estos guerreros eran reacios a atacar San Luis, pero Hesse les dio grandes obsequios para asegurar su participación en la empresa.
El 25 de mayo, Hesse envió un grupo de exploración para poder determinar la situación de San Luis. Este grupo no pudo acercarse a la aldea debido a la presencia de trabajadores (incluidas mujeres y niños) que se encontraban en los campos fuera de la aldea. Al día siguiente, Hesse envió a Jean-Maríe Ducharme y 300 indios al otro lado del río para atacar Cahokia, que fracaso, mientras que el resto dirigido por Joseph Calvé llegó alrededor de la 1:00 p.m. cerca de San Luis.

Joseph Calvé, era un francés de San Luis que traicionó a los suyos pasándose a favor de los británicos. A él se le atribuye el haber convencido a los Sauk y Fox de enviar sus guerreros para el ataque a San Luis.
Sobre el medio día del 26 de mayo de 1780 se produjo el ataque. Afortunadamente, el pequeño puesto, ante la pertinaz insistencia de Leyba, había sido fortificado, mediante un pequeño anillo de trincheras, aunque el fuerte no estaba acabado del todo.
Se hizo un disparo de advertencia desde la torre cuando aparecieron a la vista los Siux y Winnebagoes por el camino, seguido por los Sac y Fox, incluido Hesse en la retaguardia. Leyba dirigió la defensa desde la torre a donde había sido llevado sentado en una silla debido a su enfermedad, nunca pensó Leyba que San Luis se perdiera, comenzándose con fuego del cañón contra el enemigo que se aproximaba desde las trincheras a la torre. En la primera carga, la mayoría de Sac y Fox retrocedieron, no así los siux al mando de su jefe Wabasha, que mantuvieron el ataque sin resultado alguno.
Solo los casacas rojas persistieron en el ataque disciplinadamente, pero siendo abandonados por indios y milicianos, se encontraban en paridad numérica y fueron rechazados.
Después de más de dos horas cesaron los ataques con la huida de indios e ingleses.
Acabada la batalla, Leyba escribió. Aunque no se cubrió toda la torre, y el parapeto para el cañón no estaba en posición, los usamos con éxito, y sorprendimos mucho a los salvajes, que no esperaban tal maniobra; si no hubiera sido por “La rapidez con que actué, junto con todas las personas en las fortificaciones, habría sido el último día de San Luis”.
Leyba envió a Gálvez un detallado informe de la batalla, excusando la tardanza en escribir debido a la enfermedad que padecía (Malaria). Unos días más tarde dio la autorización para que un centenar de milicianos de San Luis, se uniera a las fuerzas del capitán americano Montgomery, para una expedición de castigo contra los Sac en sus asentamientos de Ilinuese
Resaltamos el informe de Leyba a Gálvez sobre la forma salvaje de luchar de los indios ¡Hay mi gobernador! “Tu corazón paterno habría derramado lágrimas si hubiera sido capaz de ver con tus propios ojos un espectáculo tan emocional. Fue una aflicción y consternación general, para ver estos cadáveres cortados en trozos, sus entrañas (extraídas), sus extremidades, la cabeza, los brazos y las piernas dispersos por todo el campo fue un horrible espectáculo, mi general, el detallar esto a usted, me encuentro muy triste, con gran dolor”.
Entre los fallecidos se encontraba Jean-Marie Cardinal, que había avisado a Leyba de la llegada de los atacantes. Jean-Marie Cardinal está considerado como uno de los primeros comerciantes y exploradores de Misisipi.
La Batalla de San Luis, conocida también como la batalla del fuerte San Carlos, esta fue la única batalla de la guerra de independencia de los Estados Unidos (1775-1783) que tuvo lugar al oeste del Misisipi.
El 10 de junio de 1780 Leyba dicto su última voluntad ante el teniente Cartabona. Este documento ya lo hemos publicado en un escrito anterior en este mismo diario.
Moribundo, Leyba, que evitó con su defensa la entrada de los ingleses en el valle del Misisipi, de nuevo escribió a Gálvez con fecha del 20 de junio para describir la situación de aquella plaza y dar cuenta que por su enfermedad hacía la entrega del mando al teniente Silvio Cartabona, quien la mantuvo hasta la llegada del Teniente Coronel Francisco Cruzart
Leyba falleció el 28 de junio de 1780, a los 46 años de edad, siendo enterrado frente al altar de la Iglesia Parroquial de la ciudad, el mismo día de su muerte, al lado de su esposa. Cuando conoció la noticia, Bernardo de Gálvez le otorgó, a título póstumo, el grado de teniente coronel. Título que le sería concedido por el rey al año siguiente, al parecer sin saber que había fallecido y que ya lo había ascendido Gálvez, a la vez que el rey ascendía a Cartabona a capitán, y en 1783 le otorgaría el cargo de gobernador civil de Santa Genoveva
“En el año de 1780, el 28 de junio yo F. Bernard monje capuchino y misionero apostólico, cura de Saint Louis, condado de Ilinueses, provincia de Luisiana, obispado de Cuba, he enterrado en esta Iglesia, inmediatamente opuesto a la balaustrada de la derecha, el cuerpo de don Fernando de Leyba, capitán de Infantería del Batallón de la Luisiana, y comandante de este puesto, habiendo recibido todos los sacramentos de nuestra Madre, la Santa Iglesia”. F. Bernard de Limpach.
Como hemos señalado anteriormente, las hijas de Fernando de Leyba (Josefa Mª y Rita) fueron enviadas al convento de Ursulinas.
Una hermana de Fernando de Leyba, Micaela, nacida en Ceuta el 20 de abril de 1728, pasado el tiempo casaría con Martín Pérez Mozún teniente coronel graduado del Regimiento de Infantería España
Martín Pérez Mozún, probablemente ya viudo en 1781, se encontraba destinado en Nueva Orleans, él tenía la tutoría de Josefa Mª y Rita, hijas de Fernando, como tío natural de ellas.
Como tutor puso a la venta todas las pertenecías de Fernando de Leyba, para poder traer a España a las hijas de este. Toda la documentación sobre esto ya la hemos publicado anteriormente en este mismo diario
Debido a la victoria de Leyba en el fuerte San Carlos, toda la campaña británica en el valle del Misisipi se disolvió en apuntes y desorden, y las tropas indias se dirigieron a casa. En resumen, los Estados Unidos y España conservaron el control de Occidente, y los españoles conservaron la posesión del Misisipi. Si esta pequeña batalla hubiera ido en sentido contrario, el efecto sobre la historia de Estados Unidos podría haber sido incalculable. (Los héroes americanos de Frances Hunter)
Muchos están familiarizados con las contribuciones de George Rogers Clark y su ejército en el país de Illinois durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, pero ¿Qué pasa con la batalla de la Guerra revolucionaria en Misuri y la contribución de los españoles? ¿Una batalla de la Guerra revolucionaria en Misuri? ¿Con los españoles? Ocasionalmente, puede conocer a alguien que conoce las batallas de Clark, pero rara vez se encuentra con alguien que haya escuchado sobre las acciones heroicas del capitán Fernando de Leyba y el papel que desempeñó en el éxito de Clark.
(Journal of the Midle Waters Frontier de autor Gary Liming).