La familia del joven en prisión por la agresión a un policía local volverá a recurrir la pena

Su padre, Rafael García, denuncia que hay dos testimonios que no se están teniendo en cuenta y que ratifican su versión, que Brahim García no participó de los hechos aquel 12 de noviembre de 2021

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La ratificación de la condena a 4 años y 3 meses de cárcel para uno de los presuntos autores de la brutal paliza a un policía local de paisano el pasado 12 de noviembre de 2021 por la Audiencia Provincial ha caído como un jarro de agua fría para la familia del joven que lleva ya ocho meses en prisión. Su padre, Rafael García, informa que la cosa no queda ahí y que seguirán apelando a instancias superiores hasta que “se haga justicia”.

Mantienen la versión que dieron entonces: Brahim García, de 21 años en el momento de los hechos, no participó en la brutal paliza a un policía local de paisano en pleno centro de la ciudad propiciada por una veintena de personas. “Es imposible”, insiste su padre. Recuerda que, en ese momento, su hijo estaba realizando un curso de vigilante de seguridad y escolta en una academia de formación de 16.00 a 21.00 horas y que al acabar se iba a casa directo a cenar. Además, “no sale en ninguna de las cámaras”.

Están indignados por este segundo varapalo judicial, pero informan que recurrirán a la Audiencia Nacional. Confían en la Justicia, sin un ápice de duda, aunque son conscientes de su lentitud. “Mientras recurrimos la sentencia a Madrid pasaron dos o tres años, y mientras el chiquillo en el cárcel”, lamenta.

Critica que hay dos testimonios, “fundamentales” a su juicio, que no se están teniendo en cuenta. Por un lado, un testigo presentado por la propia víctima de la agresión que indica que no puede asegurar que fuese el hijo de Rafa. Y, en segundo lugar, una declaración firmada por un menor residente en Piniers y su educador responsable en la que consta la siguiente afirmación: “Yo he sido quien ha agradecido al policía local en el centro y si queréis llamar a la policía, podéis hacerlo. No me preocupa. Yo no conozco a nadie de los que se encontraban allí, he actuado por voluntad propia. Dadme mi móvil si no queréis que me vaya del centro, de todas formas, no quiero estar aquí”.

Con esta prueba, que al parecer no ha sido tenida en cuenta en la vista de la Audiencia Provincial, el padre del afectado ratifica que su hijo “está siendo cabeza de turco”. “Son la palabra de dos personas contra la de uno”, lamenta la situación de desigualdad en la que parece que se encuentran ya que solo se está teniendo en cuenta el testimonio de la víctima y de su pareja como prueba fundamental. “Es la única prueba que tienen, el testimonio, nada más. ¿Con eso basta para condenar a alguien a cuatro años y tres meses?”. “Ha habido un juicio social. Fue en la calle Real, a una persona conocida en Ceuta y da la casualidad que el único detenido fue mi hijo. Han cargado todo el peso de la Ley sobre mi hijo”, critica. “Lo único que queremos es que se haga justicia, si mi hijo no ha sido, no ha sido. Yo entiendo al policía que tiene que estar dolorido, pero si mi hijo no ha sido, no ha sido”, insiste de nuevo.

Aun así y a pesar de todo, hay otra cuestión que indigna a la familia: en el testimonio de la víctima, este indica que el joven Brahim solo llego a darle una bofetada. “Si finalmente se demuestra que sí, que mi hijo llegó a darle una bofetada al policía, que no lo hizo porque no estaba ahí, ¿cuatro años de cárcel no son excesivos por una bofetada? Hay gente que ha hecho cosas peores y está en la calle. No se entiende”, lanza.

Según afirma, su hijo está comportándose de manera ejemplar en la prisión pese a todas las circunstancias que rodean su caso. Como todavía no hay una condena firme porque siguen apelando a instancias superiores, no puede pedir ningún tipo de permiso. Está aprovechando para continuar estudiando y sacarse el título de Bachiller, juega a fútbol, ayuda en la enfermería y colabora en todo lo que puede. “Están contentos con él”, asegura su padre. “Está rabioso y cansado. Está mal porque está ahí por una cosa que no ha hecho, pero cree en la Justicia y espera que le den la razón”, destaca y comparte su parecer.

Los hechos

Los hechos por los que el joven afectado se encuentra en prisión ocurrieron en noviembre de 2021. Según se pudo saber entonces de las primeras investigaciones, los agresores -en torno a una veintena según los testigos presenciales, - utilizaron una barra de hierro para golpear en la cabeza al agente, que se encontraba fuera de servicio y acompañado de su mujer y su hija y otro matrimonio más, causándole varios traumatismos. Los de mayor consideración son un importante golpe en el ojo y pómulo izquierdo, así como la fractura del tabique nasal, tal y como queda reflejado en el parte de lesiones realizado en el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Ceuta donde tuvo que ser trasladado el agente para ser sometido a diversas pruebas, pasando varias horas en el centro hospitalario hasta que finalmente recibía el alta en torno a las tres de la madrugada.

Fuentes policiales consultadas por EL PUEBLO, confirmaron que la agresión se produjo cuando el agente observó que este grupo de personas se encontraban amedrentando a un joven en el Paseo del Revellín, la altura de Zara, momento en el que se dirigió a ellos identificándose como policía e instándoles a deponer su actitud, lo que provocó que los integrantes del grupo se encararan con el agente, comenzando así la brutal paliza que le llegó a dejar inconsciente en el suelo ante los gritos y la petición de ayuda de su mujer y su hija, así como del matrimonio que les acompañaban en ese momento.

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