Cuando Rusia vendió a España una Escuadra Naval en estado ruinoso (Tratado o acuerdo secreto de Madrid 11.08.1817)

Batalla del Cabo de San Vicente 14/02/1797. / FOTO CEDIDA
Batalla del Cabo de San Vicente 14/02/1797. / FOTO CEDIDA

En 1750 La Armada Española contaba con 29 buques, de los que 15 eran navíos.

En 1755 La Armada Española contaba con 77 buques, de los que 39 eran navíos.

En 1796 La Armada Española contaba con 46 navíos, 52 fragatas, 35 corbetas, 20 bergantines y unas 140 unidades menores. Lo que la convertía en la tercera potencia marítima mundial.

Entre 1796 y 1817 la Armada pierde en combate o captura 22 navíos, 10 en naufragios, 4 que se entregan a Francia (1801, artículos preliminares entre España y Francia, obligándose la primera a ceder la Luisiana y entregar seis navíos, solo fueron 4 que se entregaron en 1802 en el arsenal de la Carraca en Cádiz), y 39 que tienen que ser dados de baja por su mal estado. En el mismo periodo solo se dan de alta 18 buques, 6 franceses (Escuadra de Rosily, tomados a los franceses en la batalla de la Poza de Santa Isabel, bahía de Cádiz, 1808), 1 francés apresado en la ría de Vigo (1808) y 11 rusos (1817-18), resultando los rusos casi inservibles por su mal estado, por lo que al poco tuvieron que ser dados de baja.

Algunos datos de pérdidas de barcos por captura, hundimientos o tratados.

14 de febrero de 1797 se produjo la batalla del Cabo de San Vicente, los ingleses apresaron cuatro navíos españoles:

Navío San José de, 112 cañones. Capturado por los ingleses.

Navío Salvador del mundo de, 112 cañones. Capturado por los ingleses.

Navío San Nicolás de, 80 cañones. Capturado por los ingleses.

Navío San Isidro de, 74 cañones. Capturado por los ingleses.

1 de octubre de 1800 Artículos preliminares entre España y Francia, obligándose la primera a ceder la Luisiana y entregar seis navíos. De estos, como hemos señalado, solo se entregaron cuatro en febrero de 1802 en el Arsenal de la Carraca en Cádiz.

Navío San Antonio de, 74 cañones.

Navío Intrépido de, 74 cañones.

Navío San Genaro de, 74 cañones.

Navío Atlante de, 74 cañones.

13-14 de julio de 1801, batalla de Algeciras, en la conocida como “noche triste de la Real Armada Española”, se cañonearon entre sí los navíos Real Carlos de, 112 cañones y el San Hermenegildo de, 120 cañones, ambos de tres puentes, que explosionaron.

5 de octubre de 1804, batalla del Cabo de Santa Marina, ataque pirata inglés a la escuadra española (no había previa declaración de guerra). En dicha batalla explosionó la fragata de, 36 cañones Nuestra Señora de las Mercedes y fueron apresadas por los ingleses las fragatas Fama de, 34 cañones, Medea de, 44 cañones y Santa Clara de, 40.

21 de octubre de 1805, batalla de Trafalgar. En dicha batalla fueron hundidos o capturados por los ingleses los buques siguientes,

Navío Santísima Trinidad de, 140 cañones (era el mayor navío construido en el mundo en esa época). Hundido.

Batalla del Cabo de San Vicente 14/02/1797. / FOTO CEDIDA
Batalla del Cabo de San Vicente 14/02/1797. / FOTO CEDIDA

Navío San Juan Nepomuceno de, 74 cañones. Capturado por los ingleses.

Navío Bahama de, 74 cañones. Capturado y hundido posteriormente.

Navío Argonauta de, 80 cañones. Capturado y hundido por los ingleses.

Navío Monarca de, 74 cañones. Capturado por los ingleses y hundido por temporal.

Navío San Agustín de, 80 cañones. Incendiado por los ingleses y hundido.

Navío San Francisco de Asís de, 74 cañones. Encalló después del combate.

Navío San Ildefonso de, 74 cañones. Capturado por los ingleses.

Navío Neptuno de, 80 cañones. Capturado y represado, se hundió días más tarde por temporal.

Navío Rayo de, 80 cañones. Naufragó por temporal después de la batalla.

Nota. Solo se detallan los navíos españoles de la armada combinada franco-española. Al mando del vicealmirante francés Pierre Charles Silvestre de Villeneuve

Barcos apresados por España:

8-14 de julio de 1808, combate de la Poza de Santa Isabel, en la bahía de Cádiz (primera batalla de la guerra de la independencia 1808-1814) en la que España se apoderó de la escuadra francesa al mando del almirante François Étienne de Rosily-Mesros, los barcos fueron los siguientes:

Navío insignia Le Heros de, 74 cañones.

Navío Neptune de, 92 cañones.

Navío Algeciras de, 86 cañones.

Navío Plutón de, 74 cañones.

Navío Argonaute de, 74 cañones.

Fragata Cornelia de, 42 cañones.

Según el historiador militar y general del Cuerpo Jurídico Militar don José Cervera Pery, en su escrito “La Marina de Fernando VII, agotamiento, decadencia, crisis”. Los efectivos en navíos, que en 1808 era solo de 42 buques en buen estado, en 1814 había quedado reducido a 16, de los cuales solo 4 estaban en condiciones de navegar, aunque necesitados de carena y obras. El estado del personal era desastroso, debiéndosele más de 33 meses de sueldo, y en los arsenales no quedaban más que los edificios desmantelados, sin enseres ni pertrecho. Hasta aquí parte del escrito de don José Cervera Pery.

La preparación de una expedición a la América-hispana en 1815 sin barcos para llevarla.

Real Decreto de Fernando VII

El Rey nuestro Señor se ha servido expedir el Real decreto siguiente. Desde que tuve la dicha de volverme a ver libre entre mis amados vasallos, una de mis primeras atenciones fue el procurar poner término a las calamidades que afligen a varias Provincias de mis dominios de América, auxiliándoles eficazmente los esfuerzos de los buenos Americanos que trabajan por conservar en aquellos hermosos países la tranquilidad que tanto necesitan, al mismo tiempo que me hallaba dispuesto a recibir como verdadero padre a los que conociendo los males que acarreaban a su Patria con su conducta temeraria y criminal quisieron reconciliarse cordialmente. Con este fin se dispuso desde luego la expedición del mando del Teniente General D. Pablo Morillo, la cual, a pesar del estado a que había quedado reducida la Nación después de la destructiva guerra que tan gloriosamente acaba de terminar, en breve se compuso de diez mil hombres efectivos, habilitados superabundantemente de la Artillería y demás efectos correspondientes a cuantas operaciones militares tengan que emprender: el primer destino que se pensó en dar a esta expedición fue socorrer la Plaza de Montevideo, cuya benemérita guarnición y vecindario se habían hecho acreedor a ello, y contribuir a la pacificación de las Provincias del Río de la Plata; pero las circunstancias que sobrevinieron durante su habilitación, lo adelantado de la estación, la lastimosa situación que se hallaba la Provincia de Venezuela, y la importancia de poner en el respetable pie de defensa que conviene al Istmo de Panamá, llave de ambas Américas, decidieron mi ánimo a dirigir la expresada expedición a la Costa firme, donde probablemente habrá ya llegado según los avisos oficiales que se tienen de que el día 28 de febrero último se hallaba reunida a la altura de Canarias con la mayor felicidad, y son de esperar los ventajosos resultados de la prudencia y talento de los Jefes que la mandan, y de la disciplina y buena disposición de sus tropas. Para operar en combinación con ellas han salido últimamente de Cádiz dos mil quinientos hombres más en otras dos expediciones al mando del Mariscal de Campo D. Alejandro de Hore, y del Brigadier D. Fernando Miyares, con dirección al Istmo de Panamá y otros puntos, llevando los cuerpos que lo componen el armamento y correaje necesario para aumentarlas fuerzas, además del correspondiente a dos mil hombres de Infantería y ochocientos de Caballería, que con el menaje de compañías que pueden necesitar cuatro batallones se dirigen al Perú. No obstante esto, deseando proporcionar iguales auxilios a las demás Provincias de Ultramar, cuya situación lo exija, y que se hallen prontas a tiempo oportuno las tropas destinadas tanto a la América del Sur como a Nueva España, he determine se reúna un cuerpo de veinte mil hombres de Infantería, mil quinientos de Caballería y su Artillería correspondiente, con objeto de acudir al punto o puntos en que convenga sofocar el germen revolucionario, y hacer respetar a las Autoridades legítimas, cuando no basten los medios de dulzura y reconciliación que me dicta mi corazón, y a que me hallaran dispuesto siempre que los procuren de buena fe: con este objeto se prevendrá lo conveniente a la Comisión de Reemplazos establecida en Cádiz, a fin de que reúna los medios de toda especie que sean necesarios en proporción de veinte y cinco mil toneladas, que deberán estar prontas desde principios de septiembre próximo hasta mediados de octubre.— Tendreislo entendido, y dispondréis lo conveniente a su cumplimiento.—Rubricado de la Real mano.—En Palacios a 9 de mayo de 1815.—A.D. Miguel de Lardizabal y Uribe.—Es copia.

Para llevar las tropas del general Morillo (1815) a reforzar la provincia de Venezuela tuvieron nuestros gobernantes que fletar (alquilar) buques de transporte a precio de oro allí donde los encontraban, porque, nuestra aliada y “amiga” Inglaterra, se negó en redondo a ceder los suyos para tal menester. (Todo a babor /Luis Rodríguez Vázquez)

Al final del decreto de Fernando VII, leemos: se reúna un cuerpo de veinte mil hombres de Infantería, mil quinientos de Caballería y su Artillería correspondiente, con objeto de acudir al punto o puntos en que convenga sofocar el germen revolucionario.

Para esta expedición no se encontraron soldados voluntarios, ni barcos para llevarlos, ni se podía obligar a los que ya habían cumplido en la Guerra de la Independencia y habían sido licenciados. Se comprobó que la mayor parte de oficiales y tropas no querían ir en esta nueva expedición a América (19.8.2. El pronunciamiento de Riego, 1820, Historia de España)

Dicha expedición debía partir el 1º de enero de 1820. Hubo que forzar a los que se pudo, diciendo a los oficiales que si embarcaban ascenderían, y si no embarcaban no ascenderían nunca. El mando de la expedición se confió al teniente general Enrique O´Donnell, conde de La Bisbal, aunque algo más tarde el mando pasó al mariscal de campo (general de división) Pedro Sarsfield. (Nacido en Ceuta, el 28.12.1781).

Retrocedamos tres años (1817): al no disponer de barcos es cuando se decide la compra de una escuadra a Rusia. .

Tratado de Madrid o acuerdo de Madrid 11 de agosto de 1817

El tratado está compuesto de 9 artículos que no los detallamos por su largo contenido.

El Tratado de Madrid de 1817, estipulaba que Rusia cedería 5 navíos y 3 fragatas pertenecientes a la flota del báltico.

Por estos barcos España tendría que pagar 13.600.000 rublos. ¿Pero cómo se podría pagar en las condiciones económicas que se encontraba España?

Una parte de 400.000 libras esterlinas vendrían del importe que había concedido Gran Bretaña a España para prohibir el tráfico de esclavos.

Dicho tratado prohibía el traficar con esclavos de las colonias a Europa.

Otra parte saldría de los 2.605.000 francos que Francia tenía que abonar por la invasión napoleónica.

Así mismo como 12 pagos de 177.000 libras esterlinas por cuenta de España

Dicho tratado fue firmado por parte española por el Secretario de Estado y de la Guerra, Francisco de Eguía y por parte rusa el Ministro Plenipotenciario en Madrid, Dimitry Pavlovich Tatischev.

Nota: Francisco Eguía (estuvo destinado en Ceuta entre 1786 y 1789 con la graduación de teniente coronel del Regimiento de Toledo, en Ceuta nacería su hijo Joaquín de Eguía y Ballesca, del que ya hemos escrito en este diario el 16.08.2019. Francisco de Eguía retornaría a Ceuta entre 1793-1794 ya con la graduación de coronel).

Los barcos rusos arribaron a Cádiz el 21 de febrero de 1818. Cambiando su nombre original y dándoseles nombre españoles (relación adjunta)

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Tomamos lo siguiente sobre el estado de los barcos y de su final de “Ingenieros de la Marina, motores de la renovación y tecnificación (de la construcción naval española 1770-1827)” anexo Vol. II/José Mª Sánchez Carrión.

Condición de los buques rusos (Informe firmado por Hidalgo Cisneros en julio de 1818).

NAVÍO VELASCO: Cubierta y forros de pino podrido hasta tercio de espesor. Requiere entrar en dique para revisión.

Después de la entrega se envió a la Carraca, de donde no saldría más desguazándose en 1821.

NAVÍO ESPAÑA: Maderaje de pino en mal estado. Obras necesarias 676.404 reales.

Sus únicos viajes fueron Cádiz-La Carraca-Cádiz-La Carraca, fue desguazado en 1823.

NAVÍO FERNANDO VII: Forrado de cobre, ligaduras de roble, resto pino. Madera en buen estrado. Obras necesarias 1.055.635 reales.

Después de reparado hizo una corta misión en el Mediterráneo para volver a La Carraca, sería desguazado en 1823.

NAVÍO ALEJANDRO I: Las obras necesarias, incluyendo habilitación 970.116 reales.

Se comisionó en 1819 para ir a Lima, pero después de cruzar el Ecuador tuvo que volver a Cádiz y de allí a La Carraca para su desguace en 1823.

NAVÍO NUMANCIA: Maderaje de pino en regular estado de vida. Obras necesarias 437.072 reales.

Solo fue de La Carraca a Cádiz, para ser desguazado en 1823.

FRAGATA ASTROLABIO: La pudrición penetra de 6 a 10”, buque de pino en mal estado. Obras necesarias 937.902 reales.

No pudo navegar, quedó arrumbado en La Carraca y se desguazó en 1820.

FRAGATA MERCURIO: Maderaje de pino y roble en buen estado. Obras necesarias 887.117 reales, incluidas las obras de rehabilitación.

No hizo ninguna operación y fue desguazada en 1822.

FRAGATA REINA MARÍA ISABEL. Sin informes.

Nota: La fragata reina María Isabel zarpó de Cádiz en mayo de 1818 para El Callao, donde fue apresada por los insurgentes. Sería rebautizada como O´Higging, entrando a servir en la marina chilena. Participó en el asedio Al Callao (1824-1826). Fue el único de los barcos rusos que llegó en buenas condiciones debido a su maderaje en roble.

El 24 de abril de 1818 (antes de ser elevado al rey el informe de la comisión de investigación), Tatishchev había comunicado a su país que un barco de línea y una fragata no habían superado la evaluación de la comisión de expertos navales españoles, de manera que los barcos se declararían inservibles, además de que otro barco necesitaba una amplia reparación.

Ante el escándalo monumental que se formó, Fernando VII insistió a Tatishchev para que el zar tuviera algún gesto con que poder acallar las críticas.

La gestión dio como resultado que el zar regalara sin coste alguno 3 fragatas, que llegaron a Cádiz el 12 de octubre de 1818 (relación adjunta).

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Lo único positivo de dichos barcos fue su artillería, de buena calidad. Los barcos iban armados con piezas de a 36, 24, 18, 12 y 6 libras, y carronadas de 18 y 8 libras.

1819= Convenio de pago final de la escuadra rusa. (Reclamación)

Resumimos dicho Convenio por su largo contenido.

Convenio entre las coronas de España y Rusia para liquidar y señalar el pago de las cantidades, no satisfecha aún, por la escuadra rusa, de que hace mérito el tratado de 11 de agosto de 1817; concluido en Madrid el 27 de septiembre.

El pago de la compra de los barcos tendría que pagarse en asignaciones del Banco de Rusia, pagaderos en Londres en libras esterlinas, según la evaluación determinada por dicho acto de venta, y que esta suma sería totalmente pagada el 1º de marzo de 1818.

Sin embargo, las circunstancias extraordinarias e inesperadas, habiendo desviado los fondos de la Tesorería española hacia otros gastos que era indispensable hacer, el Plenipotenciario de su Majestad Imperial no ha recibido más que una parte de la suma.

Su Majestad católica, sensible a las atenciones con que su augusto amigo, no ha dejado de mirar a las dificultades que han pasado hasta ahora sobre los recursos pecuniarios y deseando cumplir con las obligaciones que ha contratado por el dicho acto de venta del 11 de agosto de 1817, ha encargado a D. Antonio Ugarte, su Secretario íntimo, de liquidar las cuentas provenientes de la adquisición de la escuadra y de convenir las sumas que la Rusia alcanza aún de la España.

Para cuyo efecto, el abajo firmado, enviado extraordinario y ministro Plenipotenciario de su Majestad Imperial, el dicho D. Antonio Ugarte, después de haber liquidado las sumas según las cuentas que han arreglado en este día, han convenido en los artículos siguientes:

ARTÍCULO 1º- Hasta la fecha de la presente Convención, la España debe a la Rusia cinco millones trescientos mil rublos en asignaciones de bancos.

ARTÍCULOS 2º- El papel moneda de Rusia, habiendo experimentado un alza notable, siendo probable una variación aún más considerable en el año próximo que viene y su influencia sobre el giro del extranjero con Petersburgo siendo infalible, está convenido para evitar será reembolsada según está estipulada en los artículos siguientes.

ARTÍCULO 3º- La España entregará inmediatamente a la Rusia sobre el dinero que le toca aún del Gobierno francés, y que hasta ahora está detenido, por el dicho Gobierno, dos millones setecientos cinco mil francos.

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ARTÍCULO 4º- En el curso de 1820, empezando el día 2 de enero y después del primero de cada mes de dicho año, la España pagará a la Rusia en letras sobre Londres catorce mil ciento sesenta y seis y dos tercios de libras esterlinas, firmando el total de dicha doce cantidades, ciento setenta y seis mil libras esterlinas, divididas en doce pagos iguales, como arriba está dicho. Esta suma, siendo pagada antes del 30 de diciembre de 1820, sea cual fuere la variación del giro entre Petersburgo y Londres, no se podrá exigir de la España ninguna bonificación, ni ascendente de la suma mencionada y por consiguiente, todas las cuotas sobre la cesión de la Escuadra estarán concluidas y cerradas.

ARTÍCULO 5º- Si por cualquiera motivo la entrega de los fondos que reclama la España del Gobierno francés no tuviese lugar o se retardase, está convenido que dado el caso que los dos millones setecientos mil francos estipulados con el artículo 2º no fuesen entregados a la Rusia en el 1º de enero de 1820, está suma será convertida en libras esterlinas, según el cambio que existiese al 2 de enero, de París sobre Londres, dividida en doce pagas iguales, Y serán efectuadas en las épocas fijadas en el artículo 4º

ARTÍCULO 6º- Las ejecuciones de todas las estipulaciones contenidas en el presente Convención está confiada a los dos que firman el acto. En fe de lo cual, hemos firmado la presente Convención suplementaria y hemos puesto en ellos los sellos de nuestras armas. Hecha en Madrid el 27 de septiembre de 1819.

Antonio de Ugarte y Larrazabal = Tatishchev.

LA ARMADA ESPAÑOLA ENTRE 1820 Y 1833

En 1820 la Armada Española contaba con 17 navíos y 21 fragatas

En 1825 la Armada Española contaba con 5 navíos y 7 fragatas.

En 1828 la Armada Española contaba con 5 navíos y 6 fragatas.

Al momento de la muerte de Fernando VII, (29.09.1833) la Marina solo poseía 3 navíos, 5 fragatas, 4 corbetas y 8 bergantines, con todos los arsenales en estado ruinoso. Los navíos eran los siguientes:

Navío Heros, de 74 cañones, tomado en 1808 a los franceses en la batalla de la Poza de Santa Isabel, Cádiz. Desguazado en el Ferrol en 1847.

Navío Guerrero, de 74 cañones, botado en 1755. Desguazado en 1834 en el Ferrol.

Navío Soberano, de, 74 cañones, botado en 1771. Tras un temporal fue abandonado en Cuba en 1854

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