Consuelo Luna y Pepe Mata, premio "La Latera" por defender la dignidad

Con el salón de actos del Palacio de la Asamblea lleno, daba comienzo la quinta edición del premio Antonia Céspedes “La Latera”. Juan Carlos Pérez, como líder de los ugetistas ceutíes, agradecía al delegado del Gobierno, Rafael García, a la consejera de Hacienda, Economía y Función Pública, Kissy Chandiramani, y demás autoridades presentes, a los familiares, a Pepe Álvarez y a compañeros por asistir al emotivo acto. Es un día emotivo porque “consolidamos un premio importante que empezamos hace diez años”. Recordando a los homenajeados, Consuelo Luna y Pepe Mata, fue Sole la encargada de dirigir el acto y comenzar con la historia de superación de la primera homenajeada. Una historia que sale en el libro de uno de los presentes en la mesa del acto, Paco Sánchez Montoya: ‘Mujeres ceutíes olvidadas’. Con una historia empoderada, Consuelo luchó por sacar adelante a su familia. Aunque su hermana Blanca también tuvo una vida dura.

“Teresa tuvo que dejar de estudiar. Chelo queda a cargo de la casa y de que a los más pequeños no les falte de nada y puedan acudir al colegio. José se marchó cerca de Melilla a trabajar”, explicaban sobre la homenajeada. De Carmen, la hija de 94 años que este viernes regresaba a Ceuta, contaban que recuerda que su madre supo sacar fuerzas de flaquezas.

“Una vez terminada la guerra, con diez años, ya trabajaba en la imprenta. Todos trabajaron en esa familia. Mi madre siempre nos repetía que no debíamos tener rencor y que la cabeza bien alta”, relataba. Consuelo falleció en el 1983, pero tuvo el orgullo de ver a su hijo ocupando un cargo en la diputación de Cádiz. Pepe Álvarez hizo la entrega del homenaje a la familia de Consuelo Luna Castaño. Su nieto, emocionado, agradecía: “Es un orgullo y satisfacción que se haya puesto luz donde sólo había sombra”.

El homenaje a Mata comenzaba con una locución de su vida, a cargo de Manuel Merlo. Un referente en la Unión General de Trabajadores. Un bombero ejemplar y un sindicalista cercano, leal, abierto al debate, respetuoso y, por encima de todo, defensor de los derechos de los trabajadores, de los ceutíes y del interés general. Que se fue joven, aunque su legado y memoria “continúa entre nosotros. Me duele más tu muerte que mi vida, hasta siempre compañero”, finalizaba la locución, con todo el público en pie.

Pepe Álvarez fue el encargado de entregar el premio a los familiares de Pepe Mata. Nerviosa, su hija Isabel explicaba que “quien lo conocía sabía que no le gustaba el protagonismo, pero se lo merece. Además, quiero dar las gracias a la familia de consuelo por el cariño durante este día”.

El acto también dio una muestra de agradecimiento a dos empresas colaboradoras: Symbol Asesoramiento y AG Asesores, con una placa. Tras esto, Pepe Álvarez cerraba el acto. Agradecido, porque la UGT de Ceuta pone luz a un periodo “tan negro de nuestro país. 135 años cumple UGT, que está en los corazones de los trabajadores y de la buena gente de nuestro país. Y por mucho que lo intenten no van a conseguir que la inmensa mayoría no nos vean como lo que somos, un instrumento para cambiar la sociedad”.

Recordaba, además, que “por eso fusilaban, porque no quieren sociedades libres, iguales de mujeres y hombres, donde el fruto de trabajo se reparta entre los actores que producen el trabajo. Y esto aún sigue en la sociedad”. Asimismo, afirmaba que el sindicato está bien, “goza de salud, porque los ciudadanos saben que sólo con la organización, unión y el trabajo podemos construir una sociedad más justa y equilibrada. Parece que no vamos a luchar con armas, afortunadamente, contra golpes de estado, pero tenemos que continuar trabajando para repartir la riqueza que se genera en este país”. Una intervención que acababa con todo el salón de actos cantando orgullosos el himno de la Internacional.