Dos ceutíes tenientes generales en el Ejército Carlista Carlos de Vargas-Machuca Cerveto

Ceuta 1803-1879 Madrid. Primera Guerra Carlista 1833-1839 (Primera parte)

Don Carlos de Vargas Machuca Cerveto. / FOTO CEDIDA
Don Carlos de Vargas Machuca Cerveto. / FOTO CEDIDA

Carlos de Vargas nace en Ceuta el 8 de septiembre de 1803, eran sus padres D. Vicente de Vargas-Machuca, teniente coronel y capitán del regimiento Voluntarios de Carmona, natural de Ibiza, y doña María Tomasa de Cerveto y Peseto natural de Cartagena.

En diversas ocasiones hemos escrito sobre don Carlos de Vargas, en este diario, ahora lo hacemos con nuevos documentos desde su participación en la primera Guerra Carlista (1833-1839), resumiendo su vida militar hasta los inicio de la tercera guerra (1872-1876).

Preliminares de la Primera Guerra Carlista

Poco antes de terminar la Guerra de la Independencia (02.05.1808-17.03.1814), se firmó el Tratado de Valençay (11.12.1813), en el que Napoleón reconocía a Fernando VII como rey de España.

El 24 de marzo de 1814 regresa Fernando VII a España. Dos días más tarde lo hace su hermano Don Carlos, debido al estar este como rehén en Perpiñán hasta saberse que las últimas tropas francesas habían abandonado España.

Tras recuperar el trono, Fernando VII comenzó a conceder a su hermano Don Carlos honores y cargos, conforme a su rango, pero también ciertas responsabilidades políticas. Don Carlos fue nombrado generalísimo de los ejércitos, coronel de la brigada real de carabineros, hermano mayor de la Maestranza de Ronda, gran prior de la orden de San Juan de Jerusalén y tuvo que dirigir el Palacio Real y el control de la capital durante las ausencias cortesanas del monarca, así como presidir el Consejo de Estado y el Consejo de Guerra, siendo igualmente presidente de la Junta Central de Caballería, lo cual le puso en contacto con la élite política y militar durante más de quince años.

En la última década del reinado de Fernando VII, la popularidad como heredero al trono de Don Carlos aumentó entre el sector político.

La sucesión a la Corona de España

Fernando VII contrajo matrimonio en cuatro ocasiones:

La primera con Doña María Antonia de Nápoles, su prima, el 4 de octubre de 1802. Sin descendencia.

La segunda con Doña María Isabel de Braganza, su sobrina, el 28 de septiembre de 1816. Sin descendencia

La tercera con Doña María Josefa Amalia de Sajonia, el 20 de octubre de 1819. Sin descendencia.

La cuarta con Doña María Cristina de Borbón Dos-Sicilias, su sobrina, el 11 de diciembre de 1829. De este matrimonio nacieron dos hijas.

Isabel (futura Isabel II), el 10 de octubre de 1830

Luisa Fernanda, el 30 de enero de 1832.

Muerte del General Zumalacárregui. / FOTO CEDIDA
Muerte del General Zumalacárregui. / FOTO CEDIDA

El rey Fernando VII el 29 de marzo de 1830, estando su esposa embarazada, promulga la Pragmática Sanción, que había sido aprobada el 30 de septiembre de 1789 por Carlos IV, pero que no se había hecho válida por motivos de política exterior. Esta a la vez, anulaba la acordada el 10 de mayo de 1713 por Felipe V. La Pragmática de 1713 expresaba que si no había varones en la línea principal (hijos), ni en la lateral (hermanos o sobrinos), si podrían reinar las mujeres. La nueva pragmática de Fernando VII dejaba completamente fuera del trono a su hermano don Carlos María Isidro.

El principal y único motivo de la Pragmática Sanción de 1830, o Pragmática Sanción Real, fue el querer asegurar la corona para su hija Isabel (futura Isabel II).

En el verano de 1832, el rey cayó gravemente enfermo y su final parecía pronto, hubo presiones a la reina María Cristina para que el rey anulara la Pragmática.

El 18 de septiembre, Fernando VII firmó la anulación de la misma.

Tras una milagrosa recuperación del rey, el 31 de diciembre de 1832, el rey firmaría la anulación del decreto derogatorio de la Pragmática Sanción, que no había sido promulgado, por lo que, jurídicamente, aun sin ese decreto, la anulación carecía de valor.

La firma de la Pragmática Sanción de 1830 metería a España en tres guerras civiles denominadas guerras carlistas con miles de muertos. (La primera 1833-1839), (la segunda 1846-1849) y (la tercera 1872-1876).

El 16 de marzo de 1833, Don Carlos y su familia partieron de Madrid para Portugal. Allí se le requirió el 23 de abril para que jurara a Isabel como princesa de Asturias, a lo que se negó en una clara y afectuosa carta hacia su hermano. Esta es la primera de una serie de cartas cruzadas (8) que no adjuntamos por su largo contenido.

El 29 de septiembre de 1833, un mes más tarde de la última carta fallece, Fernando VII, al tener noticias de la muerte de su hermano Don Carlos, pronuncia en Portugal el “Manifiesto de Abrantes” el 1º de octubre de 1833.

El 6 de octubre de 1833, el general Santos Ladrón de Cegama, proclamó en Tricio, La Rioja, rey a Don Carlos María Isidro, como (Carlos V), se da esta fecha como el inicio de la Primera Guerra Carlista.

Primera Guerra Carlista 1833-1839

Pasamos a nuestro personaje don Carlos de Vargas.

Con fecha de agosto de 1834, don Carlos de Vargas, teniente coronel de infantería, pide licencia absoluta, pasando al ejército carlista, como hicieron muchos jefes, oficiales y tropas reales, a no estar de acuerdo con la Pragmática Sanción.

Don Carlos de Vargas se puso de inmediato a las órdenes del general Tomás de Zumalacárregui, este le nombró coronel ayudante del E.M., así como su segundo secretario de campaña.

Nota: En noviembre de 1833 el entonces coronel Tomás de Zumalacárregui había asumido el mando de todas las tropas carlistas navarras.

La primera acción de guerra que encontramos de don Carlos de Vargas es de marzo de 1835. Ese día Zumalacárregui se dirigía al valle de Ollo, al pasar por Cirauqui, observo que una división enemiga desfilaba desde el Puente de la Reina a Larraga, al parecer la del general Lorenzo, al mando del marqués de Villacampo. Zumalacárregui, tenía ocho batallones, los contrarios seis o siete, por lo que decidió salirles al encuentro por el puente de Mendiguorría, los batallones carlistas marcharon con rapidez, pero cuando quisieron alcanzarlos, la vanguardia de Villacampo estaba cruzando el puente de Larraga. Durante la batalla don Carlos de Vargas, coronel ayudante de E.M., recibió una grave herida que los médicos graduaron de mortal. Al enterarse, Zumalacárregui tuvo un gran sentimiento, ya que Vargas era una persona de su mayor confianza y uno de sus dos ayudantes.

El 15 de julio de este mismo año. Zumalacárregui queriendo ver lo hecho durante la noche por los enemigos, subió al piso principal de una casa próxima al Santuario de Nuestra Señora de Begoña asomándose a un balcón abierto. Cuando observaba la situación, una bala de fusil le hirió en el tercio superior y parte anterior e interna de la pierna derecha, rozando el borde interno de la tibia., en el mismo lugar le hicieron una cura, pero Zumalacárregui no quiso permanecer en ese lugar, ordenando fuera llevado a Cegama, donde llegó el día 17.

Aunque Zumalacárregui llevaba a su lado al virtuoso fray Cirilo de Pamplona, su hermano político, habiéndose encontrado con su ayudante secretario don Carlos de Vargas, apoyado este todavía en dos muletas, aún no curado de la grave herida recibida, le ordenó que le acompañase.

El día 24 decidieron extraerle la bala al general Zumalacárregui, por los síntomas alarmantes que se presentaron en el herido, todos pasaron a la mayor consternación. Al enterarse su ayudante don Carlos de Vargas cogió las muletas, presentándose en casa del general alrededor de las siete de la mañana.

En seguida se presentó allí el párroco de Cegama para confesarle, después de este acto, como era muy poco lo que le quedaba de vida, llamaron al escribano, quien preguntó al general:” Señor don Tomás, ¿Qué deja V, y cuán es su última voluntad?” A lo que contesto Zumalacárregui. “Dejo mi mujer y tres hijas, únicos bienes que poseo: nada: más tengo que dejar”. Luego le fue administrada la Sagrada Eucaristía y poco después, sobre las diez y media de la mañana del 24 de julio de 1835, espiró (Vida y hechos de Don Tomás de Zumalacárregui / autor el general Antonio Zaratiegui.)

Zumalacárregui falleció, en brazos de un sacerdote de apellido Zabal y de sus dos ayudantes, don Carlos de Vargas y don Emilio Arjona. Quienes asistieron en los últimos momentos y fueron nombrados por Don Carlos María Isidro (Carlos V), para asistir al entierro y cerrar el ataúd con el sello Real.

Al fin repuesto de su gravísima herida, Vargas pasó a las órdenes del conde de Casa Eguía, don Nazario, interviniendo los días 27 y 28 de octubre de 1835 en las acciones del Castillo de Guevara y Campo de Vitoria, y en diciembre en los días 19, 20 y 21 en las de Guetaria.

En febrero de 1836 el día 8 en la acción Valmaseda, el 11 en la de Mercadillo, los días 22, 23 y 24 de mayo en los combates de Árlaban, contra tropas del general Espartero, rechazando el ataque. Por méritos de guerra en esta batalla, don Carlos de Vargas obtuvo a los 32 años de edad la Placa y Cruz de San Fernando de 3ª clase y su ascenso a brigadier, también recibió la de Comendador de Isabel la católica.

En este mismo año los días 26 y 27 de septiembre participó en la batalla de Ametzagaña donde nuevamente resulto herido, aunque leve, por un casco de metralla en la cabeza.

Llegado 1837 los carlistas bloquearon San Sebastián tomando San Marcos y Choridioquieta. Durante la acción de San Marcos, el 10 de marzo, cayó don Carlos de Vargas, nuevamente herido ahora en el costado derecho, a pesar de estar herido continúo combatiendo hasta la batalla de Oriamendi.

En este año le fue concedida la Cruz de Comendador de Carlos III, esta como las anteriores y los ascensos les serían convalidados tras la amnistía.

Durante la Expedición Real (15 de mayo-26 de octubre de 1837). Las tropas carlistas del general Uranga decidieron atacar las posiciones del general O´Donnell el día 14 de septiembre. Tras un duro enfrentamiento la batalla fue ganada por los carlistas.

Entre los jefes carlistas destacados se encontraba don Carlos de Vargas, que fue propuesto para el grado inmediato.

Los días 20 y 22 de octubre participó en la defensa de Andoain. Resultando herido en el brazo de derecho por bala de fusil.

En 1838 Don Carlos María Isidro (Carlos V) nombró al general Maroto jefe del E.M., con la idea de atraerse a los generales que habían sido postergados tras la Expedición Real.

Al inicio de 1839, Maroto inicio, a espaldas de Don Carlos (Carlos V), una primera conversación con el general Espartero. Esto posteriormente sería conocido como la traición de Maroto.

En febrero Don Carlos sustituyo a Maroto por traidor, pero este no obedeció el decreto, obligándole a revocar su decisión, mientras seguía sus conversaciones con Espartero.

Los generales Zaratiegui y Elio, contrarios a transigir con los liberales, fueron procesados y la defensa de estos estuvo a cargo de Madrazo el primero y de don Carlos de Vargas el segundo. Debido a la valerosa defensa, ambos fueron encarcelados. Don Carlos de Vargas, primero en Elorrio y luego en Mondragón, estando incomunicado seis meses, una vez en libertad en agosto de 1839, nuevamente fue detenido por orden de Maroto, con la indicación de que no fuese puesto en libertad, aunque lo ordenase Don Carlos.

Este proceso se encuentra en un documento de título “Defensa hecha a favor del general Elio ante el Consejo de Guerra de Oficiales Generales, celebrado en la villa de Zumarraga el 11 de mayo de 1837, por el Ayudante General del E.M. general brigadier Don Carlos de Vargas”, no se adjunta por su largo contenido.

En el mes de agosto de 1839 fue convocado Don Carlos María Isidro (Carlos V) a Elgeta donde le fue comunicada la negociación para la paz, donde sería reconocido como infante de España, los grados militares y carlistas, así como el mantenimiento de los fueros. Don Carlos no tuvo más remedio que aceptar, ya que no tenía otra salida.

El 31 de agosto fue firmado el Acuerdo de Vergara entre los generales Maroto y Espartero, en dicho abrazo tuvo una importante participación el teniente general y ministro de la guerra, el ceutí don Isidro Alaix (Ceuta, 11.10.1789).

Don Carlos de Vargas Machuca Cerveto. / FOTO CEDIDA
Don Carlos de Vargas Machuca Cerveto. / FOTO CEDIDA

El 14 de septiembre partió para su exilio en Francia Don Carlos María Isidro (Carlos V), acompañado de una gran cantidad de seguidores, entre ellos los generales don Carlos de Vargas, Elio, Zariategui. Con la salida del pretendiente al trono se da como finalizada la primera guerra carlista.

Don Carlos de Vargas permaneció exiliado en Francia 10 años, 3 meses y 16 días, durante su exilio escribió en Burdeos “Mémoires historiques militaires de L´armes basque-navairre”.

El 8 de octubre de 1849 don Carlos de Vargas se acogió a la amnistía.

Real Decreto de 8 de octubre de 1849

Acogidos a la última Amnistía

Tomando en consideración lo que me ha expuesto el ministro de la guerra conforme con el parecer del Consejo de Ministros, y usando de mi benignidad, vengo a decretar lo siguiente:

ARTÍCULO 1º A los acogidos a la última amnistía D. Nazario Eguía, D. Bruno de Villarroel, D. Carlos de Vargas, D. Juan Antonio Zariategui, D. Prudencio Sopelana, D. Ignacio Brujo, D. Fernando Zabala, D. Jacinto Orteu, D. José Mazarrasa, D. Melchor Silvestre, D. Juan Montenegro, D. José Plandolit, D. Tomás García Martín, D. Juan Bernardo Zubiri, D. Fermín Ripalda, D. Andrés Torres, D. Casimiro Ilzarbe y D. Clemente Madrazo Escalera, les serán declarados los empleos y condecoraciones de que se hallaban en posesión en el ejército carlista el día 31 de agosto de 1839,en que tuvo lugar el Convenio de Vergara, con la antigüedad de la fecha del presente decreto.

ARTÍCULO 2º Para acreditar los citados empleos y condecoraciones, servirán las reglas dictadas respecto a los comprendidos en el decreto de 17 de abril del año próximo pasado, relativo así mismo sus declaraciones de empleos servidos en el ejército de Don Carlos.

Dado en Palacio a 8 de octubre de 1849=Está rubricado de la Real mano=El Ministro de la Guerra, Francisco de Paula Figueras. (Boletín Oficial de Madrid).

Nota: Los señores don Carlos de Vargas y don Juan Montenegro han sido revalidados con el grado de brigadier. Estos jefes habían solicitado les fuera reconocido el empleo de mariscal de campo, el Tribunal de Guerra y Marina, considerando, en vista de los documentos presentados, legítima su petición. El Gobierno ha resuelto que amplíen las pruebas y sin perjuicio de lo que resulte les ha revalidado el empleo de brigadier.

El 27 de abril de 1850 don Carlos de Vargas contrajo matrimonio con doña Enriqueta Van Halen, hija de don Antonio Van Halen y Sarti, conde de Peracamps y doña María Lasquetti.

En este mismo año, ya en el ejército isabelino, fue nombrado segundo cabo de la isla de Cuba a las órdenes del capitán general de la isla y poco más tarde gobernador y comandante general del Departamento Oriental de la Isla, Santiago de Cuba., interino.

En 1853 regresó a España por enfermedad, permaneciendo hasta enero de 1855. Regresando ese año a Cuba con los mismos cargos anteriores, pero ahora en propiedad, no interino.

Durante su estancia al mando de la parte Oriental de Cuba dirigió una gran cantidad de obras en Santiago, está considerado por varios historiadores cubanos, que le denominan “el constructor”, como el mejor gobernador de la isla. Actualmente, aún existe en Santiago una calle con su nombre, y en la provincia de Gramma existe el Faro de Cabo Cruz, pero que es conocido por todos como el Faro de Vargas.

En 1855 le fue concedida la Gran Cruz de Isabel la católica y fue nombrado benemérito de la Patria.

Don Carlos de Vargas regresó a España en mayo de 1860, permaneciendo hasta 1861.

En abril de 1861 sería destinado como segundo cabo en comisión a Puerto Rico.

Estando en este destino surgieron problemas con México, siendo nombrado segundo jefe de la expedición a ese país.

Al negarse el presidente de México, Benito Juárez, a pagar la deuda externa, se unieron por el Tratado de Londres de 1861 Gran Bretaña, Francia y España, para enviar una expedición armada a dicho país. (Sobre esto en nuestro escrito de título “Tratado de Londres de 1861”, en este diario de fecha 31.01.2023)

En 1862 don Carlos de Vargas fue nombrado Gentilhombre de Cámara con ejercicio por Real decreto de 23 de enero.

En este mismo año, el 22 de mayo, fue nombrado 2º cabo de la Capitanía General de Santo Domingo. (Actual República Dominicana).

El 14 de agosto fue promocionado a mariscal de campo (general de división).

El 24 de septiembre de 1863 fue nombrado gobernador y capitán general de la isla de Santo Domingo, sustituyendo al general D. Felipe Rivero y Lamoyne.

Un año más tarde presentaba su dimisión como gobernador de la isla, que le fue aceptada.

Tras su regreso a España, don Carlos de Vargas permaneció de cuartel en Madrid hasta el 25 de octubre de 1867, en que fue nombrado capitán general de las Provincias Vascongadas y Navarra.

Tercera Guerra Carlista 1872-1876

Al salir de España la reina Isabel II, con motivos de la revolución del 29 de septiembre de 1868, de nuevo don Carlos de Vargas emigró, presentándose el París a Don Carlos María de Borbón y Austria-Este (conocido por los carlistas como Carlos VII), a quien ofreció su espada siendo nombrado por este presidente del Centro Militar carlista de Madrid, que dirigía los trabajos de organización militar, sus achaques debido a su edad le privaron de entrar en campaña (Historia del Tradicionalismo Español, Tomo IV).

Al parecer regreso nuevamente a España, ya que en su hoja de servicios aparece como que estaba de cuartel hasta 1874, año de la Restauración Borbónica, en la persona de Alfonso XII.

Según su hoja de servicios, en este año fue nuevamente destinado a Cuba con el cargo de 2º cabo de la isla, hasta su cese en 1875.

Aquí tenemos una duda, ya que, por otra parte, hemos tomado lo siguiente de la Revista de Historia Militar “Los ejércitos carlistas en el siglo XIX” (2º y 3ª guerra carlista).

En el apartado de .

En esta relación aparecen los siguientes TENIENTES GENERALES:

Don Luis García de la Puente 85 años=Artillería=Cuartel Real= No convenido.

Don Carlos de Vargas Cerveto 75 años=Infantería=Cuartel Real=Amnistiado en 1849.

Don Joaquín Elio Ezpeleta 67 años=Infantería=Norte=No convenido.

Don José Martínez Tanaquero 64 años=Caballería=Cuartel Real=Convenido en Vergara

Don Ignacio Plana y Moncada 64 años=Artillería=Cuartel Real=Ejército Nacional.

Don Hermenegildo Díaz de Ceballos 58 años=Infantería=Norte=No convenido.

Nota: En esta misma relación aparece don Antonio Dorregaray y Rominguera, coronel=Norte=Convenido en Vergara. Del que escribiremos en una segunda parte.

Don Carlos de Vargas-Machuca Cerveto falleció en la Corte el 10 de octubre de 1879: Caballero Gran Cruz de las Reales Órdenes de Carlos III y de San Hermenegildo, de la primera, segunda y tercera clase de San Fernando, condecorados con varias cruces de distinción en acciones de guerra, (Mariscal de Campo de los Reales Ejércitos)

Nota: Los ascensos y condecoraciones corresponden tanto a los conseguidos en el ejército isabelino como en el carlista, por decreto de la amnistía.

Funeral de Don Carlos de Vargas

El Excelentísimo Sr. Ministro de la Guerra y Capitán General de Castilla la Nueva, jefes, su viuda la Excelentísima. Señora doña Enriqueta Van Halen de Vargas, sus hijos, hermanos políticos, sobrinos, primos y testamentarios, ruegan a sus números amigos que por olvido no hayan recibido la invitación, se sirvan encomendarle a Dios y asistir al funeral de cuerpo presente que tendrá lugar el jueves 12 del corriente, a las diez de la mañana, en la Iglesia Parroquial de San Sebastián y acto continuo a la conducción del cadáver a la Sacramental de San Luis y San Ginés.

El duelo se despide en el cementerio.

Continuará en una segunda y última parte, dedicada al teniente general don Antonio Dorregaray y Rominguera.

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