La A. D. Ceuta: 20 años de historia (1970-1990)

Temporada 70-71. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Velasco, Román, Lolín, Rafaelin, Barrientos , Echevarría;  Alcalá, Quinichi, Ormaza, Lima y Zacarizo.  / FOTO CEDIDA
Temporada 70-71. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Velasco, Román, Lolín, Rafaelin, Barrientos , Echevarría; Alcalá, Quinichi, Ormaza, Lima y Zacarizo. / FOTO CEDIDA

Miguel R. Calderón

Corrían malos vientos para el fútbol ceutí en las postrimerías de 1969. Los dos equipos que nos representaban en la Tercera División, Atlético de Ceuta y Unión África Ceutí, estaban realizando una pésima campaña y se vislumbraba su descenso a Primera Regional al término del campeonato liguero. Para colmo de desdichas, la RFEF había anunciado su intención de reducir para la temporada siguiente (1970-1971) los ocho grupos de Tercera convirtiéndolos en cuatro. Esta reestructuración suponía que la mitad de los clubes tenían que descender a Regional, salvándose sólo los ocho primeros clasificados de cada grupo.

José Benoliel, a la sazón Presidente del Atlético de Ceuta, previendo lo que podría ocurrir en esa aciaga temporada 1969-1970 ,donde ni uno ni otro equipo había configurado una plantilla solvente para afrontar la competición sin sobresaltos, tiene una idea fija para salvar al fútbol ceutí de la catástrofe. Y para ello emprende durante el mes de diciembre de 1969, con la temporada ya avanzada, conversaciones con la U.A. Ceutí para estudiar la posibilidad de crear entre ambos un nuevo club con el objetivo prioritario de proclamarse campeón de la Regional ceutí y tener así opciones de ascender a Tercera. Dicho y hecho. El 14 de febrero de 1970 se llega al consenso y el nuevo equipo con el nombre de Agrupación Deportiva Ceuta es inscrito en la Federación Norteafricana de Fútbol. El club se potenciaría al máximo con jugadores destacados de la cantera ceutí, adoptando el uniforme de camiseta blanca y pantalón del mismo color, siendo elegido presidente de la nueva entidad Cristóbal de la Torre Mora.

Temporada 70-71. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Velasco, Román, Lolín, Rafaelin, Barrientos , Echevarría;  Alcalá, Quinichi, Ormaza, Lima y Zacarizo.  / FOTO CEDIDA
Temporada 70-71. De izquierda a derecha y de arriba abajo: Velasco, Román, Lolín, Rafaelin, Barrientos , Echevarría; Alcalá, Quinichi, Ormaza, Lima y Zacarizo. / FOTO CEDIDA

Los malos augurios de don José Benoliel se cumplieron y Atlético de Ceuta y U.A. Ceutí luchaban por no descender, mientras la recién creada Agrupación Deportiva Ceuta iniciaba inmediatamente su participación en el breve campeonato de la Regional ceutí, proclamándose campeón del mismo. Para alcanzar la tan anhelada y reformada Tercera División sólo quedaba un obstáculo: eliminar al Schweppes Industrial, el campeón de Melilla. El objetivo se consiguió tras diversas vicisitudes: empate en los dos encuentros de la eliminatoria, retirada del cuadro melillense, y posterior partido de desempate por imposición de la RFEF tras un verano de incertidumbres donde no se sabía si el cuadro caballa era equipo de Tercera. Entre tanto Atlético de Ceuta y U.A. Ceutí, protagonistas del alumbramiento del nuevo club, quedaron confinados en Regional y su futuro pasaba por convertirse en entidades de aficionados con plena dedicación al fomento del fútbol base local.

La Agrupación Deportiva Ceuta inicia su debut en la temporada 1970-19971 con una plantilla donde había jugadores de primer nivel, algunos de ellos incluso habían jugado en Primera división como el guardameta Echevarría, que procedía del Atlético de Bilbao al igual que Ormaza, delantero centro; del Málaga llegó un fino y rápido extremo llamado Zacarizo y del Triana, filial bético, Alcalá y Quinichi que , por cierto, coincidieron con quien escribe estas lineas en una pensión de Sevilla situada en la calle Federico Sánchez Bedoya, a espaldas de la Catedral, y que albergaba a futbolistas jóvenes del filial verdiblanco como el central Mota y algún que otro del primer equipo como Dioni, compañero de Quino y Rogelio en el ataque bético, o Alabanda medio volante que luego se consagraría junto a López y Cardeñosa como un eficiente e insustituible medio centro.

Volviendo a nuestra Agrupación, no podemos olvidarnos de Román y Barrientos dos defensas que hicieron historia en el club por su entrega y dedicación, ni tampoco de Lolín, un medio volante que había jugado en la U.D. Las Palmas, o Lima, un interior con clase que también había ejercido en Primera al igual que Azurmendi que procedía del Real Oviedo.

Temporada 79-80. / FOTO CEDIDA
Temporada 79-80. / FOTO CEDIDA

Con estos mimbres Pepe Millán, entrenador del club, consiguió un sexto puesto en la competición liguera. Sin embargo, el equipo fue a menos en las siguientes temporadas, temiéndose lo peor en la campaña 73/74 donde tuvo que defender la permanencia en la categoría en una promoción “ a cara de perro” con la Sociedad Deportiva Compostela a la que derrotó en San Lázaro por 0-1 y 2-0 en el Alfonso Murube.

Tras este aviso, se fichan nuevos jugadores y se alcanza el octavo puesto en la temporada siguiente y el sexto en la 75/76. El ascenso a la recién estrenada categoría de 2ª B se lograría en la 76/77 donde tras un codo a codo con la A.D. Almería y el Linares C.F. consigue acabar en segunda posición lo que le permite ascender directamente.

Los años más brillantes de la A.D. Ceuta estaban al caer. En la temporada 77/78, estrenándose en la nueva categoría, alcanza el tercer puesto y un año más tarde tocó con los dedos el ascenso a Segunda, escapándose el mismo por el gol average desfavorable con el Nastic de Tarragona, que relegó al cuadro ceutí a la tercera posición.

El éxito llegó en la temporada siguiente, 1979/1980, donde en un emocionante final de liga la A.D. Ceuta ocupó el segundo puesto en el grupo de 2ª B, lo que le permitió ascender directamente a la categoría de plata del fútbol español. El sueño, por fin, se había cumplido. Sin embargo fue un sueño efímero ya que en la temporada siguiente, 80/81, el equipo naufragó pese a luchar con denuedo, perdiendo pocos puntos en casa, pero incapaz de puntuar fuera, tan sólo dos empates. Con este bagaje se produjo el descenso a 2ª B tras ocupar el último puesto en la clasificación a seis puntos de la salvación.

Tras este doloroso varapalo la Agrupación intenta de nuevo el retorno a Segunda. Son años en los que se produce una constante renovación del equipo y no hay temporada en la que no se fiche a un grupo numeroso de jugadores que no duran más de un año en el club. En la campaña 85/86, parece resucitar y durante gran parte del campeonato el cuadro ceutí ocupa el primer puesto. Un desfallecimiento final le relega al cuarto lugar.

Temporada 81-82. / FOTO CEDIDA
Temporada 81-82. / FOTO CEDIDA

El esfuerzo económico de años anteriores pasa factura y la temporada siguiente, la 86/87 fue un completo desastre. Debilitado el equipo por la marcha de sus mejores jugadores, realiza un campeonato penoso que le conduce a la penúltima posición en la tabla, salvándose de milagro del descenso gracias a la ampliación de la 2ª B a cuatro grupos con ochenta equipos. Para la siguiente temporada la A.D. Ceuta quedó encuadrada en el grupo IV y se recuperan nuevas sensaciones, alcanzándose al final un meritorio quinto puesto.

La última campaña en la que el equipo proporcionó satisfacciones a su fiel hinchada fue la 88/89. No se alcanzó el premio final del ascenso a Segunda pero a punto estuvo de conseguirlo. Tras una brillante ejecutoria, la A.D. Ceuta logró el segundo puesto. Una pena, porque no tenía recompensa. Sólo podía ascender el campeón y éste fue el Levante. Sin embargo es de justicia recalcar que el portero Manolo, fichado de la U.D. Las Palmas batió el récord de imbatibilidad, no solo a nivel nacional sino internacional. Manolo estuvo sin recibir un gol 1223 minutos, ochenta más que el italiano Dino Zoff. Luego, Abel Resino, del Atlético de Madrid llegaría a quitarle ese galardón superando al canario en siete minutos más de imbatibilidad.

En la temporada 89/90 se atisba el final de la A.D.Ceuta. Aunque quedó en quinta posición, los problemas económicos empiezan a pasar factura. Se había hecho un gran dispendio sin recompensa deportiva.

La defunción llegaría en la temporada siguiente, 90/91. Comienzan los impagos a jugadores y a pesar del que el equipo alcanza un meritorio séptimo puesto el final está cerca. Denunciado por parte de la plantilla, y al no poder pagar a los jugadores, la Agrupación es descendida a Tercera División y con ello llega la desaparición del club al no ser viable económicamente su permanencia en la nueva categoría. Curiosamente, en aquel verano de 1991 el Atlético de Ceuta, uno de los promotores de su creación, acababa de subir a esa misma categoría. Para entonces la A.D. Ceuta comenzaba a ser historia en el fútbol caballa.

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