Curiosidades y misterios del antiguo Egipto. La maldición del Titanic

The Unlicky Mummy. FOTO CEDIDA
The Unlicky Mummy. FOTO CEDIDA

En el Museo Británico de Londres, en una vitrina de la sala 62, está expuesta, una tapa con forma de apariencia humana hecha de madera y yeso (antropomorfa), con la referencia EA22542, y la indicación the unlicky munmy (la momia desafortunada más conocida como la momia de la mala suerte) que en la antigüedad cerro el ataúd de una momia de mujer, probablemente una sacerdotisa de Amón-Re (dinastía XXI, 1069 a 945 a.C, Época baja, dinastía Tinita) Aunque de tal momia solo existe la tapa del sarcófago. Con dato muy extraño, la posición de las manos

Diversos mitos o leyendas relacionan a esta sacerdotisa egipcia de Amón-Re con diferentes desastres, entre ellos el hundimiento del Titanic (14 abril de 1912). Solo como ejemplo adjuntamos una de ellas.

Una de las leyendas sobre una momia maldita que iba en el barco fue comentada por el periodista William T. Stead, que viajaba a bordo del Titanic (falleció en el naufragio). Reunido con otros viajeros en el salón de fumadores, contó un relato protagonizado por las hazañas de la momia maldita, y añadió que viajaba a bordo del barco, enviada por su propietario, un multimillonario estadounidense, a su país. Pero aún hay más, ya que tras el hundimiento, surgió otra increíble historia sobre las peripecias de la “momia de la mala suerte”. Según esta, el objeto flotó y fue recogido por una empresa de salvamento que lo llevó a EE. UU. E intentó devolverla a su propietario, que estaba en Londres. Pero el barco que transportaba a la “momia de la mala suerte” de nuevo a Inglaterra, el Empress of Ireland, también se hundió (28 de mayo de 1914), y el sarcófago fue de nuevo recuperado de las aguas.

Sobre la maldición de la momia, existieron rumores sobre un amuleto que llevaba en la cabeza con la inscripción: “Despierta de tu postración y el rayo de tus ojos aniquilará a todos aquellos que quieran adueñarse de ti”

Lord Canarvon, Mecenas de Howard Carter descubrifdor de la Tumba de Tut-anj-amón. (Tumba, KV62)

Lord Canarvon falleció el 6 de abril de 1923, al año del descubrimiento de la tumba de Tut-Anj-Amón (su nombre, en el antiguo Egipto, significaba parecido al dios Amón o imagen viviente de Amón). Al fallecimiento de Lord Canarvon ocurrieron algunas cosas relacionadas con la maldición de la momia del faraón.

The Unlicky Mummy. FOTO CEDIDA
The Unlicky Mummy. FOTO CEDIDA

Cuando agonizaba Lord Canarvon debido a la picadura de un mosquito, un día antes de su muerte, durante toda la noche no dejó de gritar “un pájaro clava las garras en mi cara” esto llevó al director del Museo de El Cairo, doctor Ali Hassan a recordar, una de las maldiciones de Tut-Anj-Amón representada en el jeroglífico de su tumba, “las momias se encuentran protegidas por el pájaro Nejbet, el cual está obligado a destrozar el rostro de los profanadores”.

Otro caso, al instante de la muerte de Lord Canarvon, en el mismo momento que Carter se disponía a abril el sarcófago de Tut-Anj-Amón, por un espacio de quince minutos se apagaron todas las luces de El Cairo, si aparente motivo alguno, y a miles de kilómetros de distancia en Inglaterra, en la mansión de Lord Canarvon, su perro favorito dio un aullido y murió.

En una tabla encontrada en la tumba de Tut-anj-Ámon, estaba escrita la maldición siguiente: “La muerte vendrá rápidamente a aquellos que perturben el sueño del faraón“.

Napoleón Bonaparte, (Pirámide de Keops en Guiza)

Cuando Napoleón se encontraba en Egipto, visitó la pirámide de Keops, el 12 de abril de 1793, solicitando permiso a los sacerdotes para permanecer a solas la noche en la cámara mortuoria del faraón. (Keops, del antiguo Egipto Khufu, IV dinastía egipcia, 2494-2345 a.C.) A la mañana siguiente, cuando salió de ella, se encontraba extremadamente pálido y perturbado, rehusando contestar sobre su experiencia e insistió en que no se le mencionaran jamás.

Años más tarde, durante su exilio en Santa Elena, le preguntaron que es lo que la había pasado en aquella ocasión y su contestación fue ¿para qué?, jamás nadie me creería.

Ramsés II (Tumba, KV 7)

Ramsés II (Ra-me-sus = engendrado por el dios Ra) (Faraón 1289 a. C a 1224 a.C – dinastía XIX-1305 a 1186 a.C)

En 1902, en el Museo de El Cairo, cuando diversos vigilantes se encontraban en la sala en que estaba expuesta la momia de Ramsés II, asistieron aterrorizados a la “resurrección” de la momia, ya que del cuerpo acartonado y reseco por los siglos, se enderezó un brazo en el interior de la urna de cristal, con tan fuerza que la tapa se rompió, por el ruido provocado y por qué se pensó que era una “resurrección”, todos los vigilantes huyeron gritando, incluso algunos se arrojaron por las ventanas.

Nota: La palabra Faraón no es un título de gobernante, dicha palabra viene del egipcio per aa (literalmente casa grande, palacio o residencia real), pero que pasó a usarse para el propio rey.

El descubrimiento de las momias de importantes Faraones egipcios en Dayr-Al-Bahari

En 1881, el Director del Servicio de Antigüedades de Egipto y arqueólogo Gastón Maspero, indagó sobre una pista de objetos antiguos vendidos en Gurna, cercano al Valle de los Reyes. Lugar donde vivían los hermanos Abd-el Rasull. Uno de los hermanos, el mayor, a cambio de una importante cantidad de dinero, dijo que les acompañaría a la cueva donde se habían sacado los objetos.

Maspero envió a su ayudante, también arqueólogo, Émile Brugsht, quien acompañado de el-Rasull fue a la cueva situada al sur del templo de Dayr-al Bahari. Lo que menos esperaba encontrar Brugsht eran momias de faraones. Una vez que este descifró los nombres, se quedó sin habla, ya que se trataba de las momias de Thutmét III, Amenhoteh I, Setí I padre de Ramsés II y la del propio Ramsés II.

Cuando fueron sacadas las momias del lugar donde habían sido escondidas por los sacerdotes para evitar fueran saqueadas, las trasladaron a la orilla del Nilo, colocándolas en una barca, partiendo hacia El Cairo.

Al llegar a El Cairo fueron recibidas por un funcionario, no preocupándose de la importancia de los personajes que llevaba la barca. Este funcionario se planteó el problema de cuál era la tasa para tal mercancía. Al no contar las momias en el registro, las catalogó para cobrar su tasa como pescado seco.

El cuento de Alí Babá

Al parecer es copia de una gesta militar ocurrida en época del faraón Thutmét III (Hijo de Thoth), (Faraón 1490 a. C. al 1436 a. C. -dinastía XVIII-1552 a 1305 a.C.) (Tumba, kv 34)

Durante la toma de la ciudad de Jope (actual Haifa, Israel), el general Tuti, relata cómo fue la toma.

Mande traer doscientos cestos de tamaño grande indicando que metieran dentro de ellos doscientos soldados, después de equiparlos con sandalias y bastones (armas), los mande transportar por un total de quinientos soldados fuertes, y a estos les dije, nada más que entréis en la ciudad, libertad a nuestros compañeros apoderaos de la gente de la ciudad y ponedles cadenas.

Como se comprueba, muy similar al cuento de Alí Babá.

Nota: Cuando se especifica tumba Kv, se refiere a Kings Valley (necrópolis ubicada en el Valle de los Reyes, cercana a Luxor)

Época Ptolemaica. (304 A 30.A.C)

Un papiro de dicha época decía:

“Los dioses estaban enojados y abandonaban Egipto, los signos de la partida serían, que el Ibis, la flor de loto y la caña de papiro, desaparecerían del Nilo (Hapy), y que Egipto sería gobernado por extranjeros, esto sería hasta que los dioses perdonaran a Egipto. Entonces regresaría el Ibis, la flor de loto y el papiro y un egipcio volvería a gobernar el país.

Sobre 1950 de nuevo aparecieron en Egipto el Ibis, la flor de loto y el papiro, dos años más tarde, con la revolución de 1952, un egipcio gobernaría Egipto (Gamal Abdel Nasser, presidente entre 1954 y 1970).

Dicho papiro, una vez fue conocido por el embajador británico en El Cairo, Lord Cramer, le molestó de tal forma la profecía que mando quemar dicho papiro.

Los 50.000 Soldados del rey Cambises II, que desaparecieron en el desierto

En el 525 a.C. Tras la batalla de Pelusio, Cambises II conquisto Egipto, derrotando al faraón Psamético III, (último rey de la XXVI dinastía, 664-525 a.C), pasando Egipto a formar parte del imperio persa.

Reinado como rey de Egipto de Cambises II, (rey 525-521 a C). Hijo de Siro el Grande y su sucesor, (primer rey de la XXVII- dinastía, dinastía persa, 525-404 a.C).

FOTO CEDIDA
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Según Heródoto, el rey Cambises II envió un ejército de 50.000 hombres para someter y destruir el oráculo de Amón, en el oasis de Siwa, al oeste de Egipto. El ejército compuesto por soldados y mercenarios ya habían atravesado la mitad del desierto que separa el oasis del valle del Nilo (Hapy) llegando a un oasis que los historiadores opinan que era El-Kharga, Tras partir el ejército fue alcanzado y sepultado por una gran tormenta de arena.

En 2009, en una expedición arqueológica de la Universidad de Lecce, Italia, un miembro de la misma, Darío del Búfalo, dijo: “Hemos encontrado la primera evidencia arqueológica de una historia reportada por el historiador griego Heródoto”.

Armas de bronce, un brazalete de plata, un pendiente y cientos de huesos humanos encontrados en el vasto desierto desolado del desierto del Sahara han aumentado las esperanzas de encontrar finalmente al ejército perdido del rey persa Cambises II.

Que fueran de dicho ejército nunca fue confirmado.

Un siglo después de que Heródoto escribiera su relato, Alejandro Magno hizo su propia peregrinación al oráculo de Amón, en Siwa, y en 332 a.C. obtuvo la confirmación del oráculo de que era el hijo divino de Zeus, el dios griego equiparado con Amón. Siendo nombrado faraón.

Ya a su llegada había sido recibido por el sacerdote de Amón, quien lo saludo como hijo del dios. En el 331 a.C. Alejandro Magno partió de Egipto como fundador de ciudades e hijo del dios supremo.

El vino y su denominación de origen en la época de los faraones

Del libro de Howard Carter descubridor de la tumba de Tut-Anj-Amón en 1922 “La Tumba de Tutankhamón” copiamos lo siguiente:

En la tumba de Tutankhamón se encontraron tres docenas de jarras de vino, lógicamente vacías evaporadas hacía bastante tiempo.

Tenían sellos que indicaban las principales cosechas de donde procedían, estas eran de las Bodegas Reales de Amón, Atón y Tutankhamón en el delta del Nilo. Las viñas se cultivaron en dichas fincas al menos durante veintiún años.

La denominación del vino de la finca de Tutankhamón en las jarras encontradas databa del año noveno. “Año 9, vino de la Casa de Tutankhamón en el río de oeste, el viñatero en jefe Khaa”

Dejamos Egipto para viajar a 1.752 kilómetro a Mesopotamia:

El primer texto del diluvio y del arca de Noé

En unas excavaciones en Mesopotamia, durante el año 1872, el arqueólogo George Smith, a la vez ayudante del Museo Británico, encontró 384 trozos de placas de arcilla (ostracas), con escrito cuneiforme, entre estas estaba el relato de Ut-Napisti, (Noé) está era una descripción del diluvio. El Dios Ea, revela en sueños a su protegido Ut-Napisti la intención de los dioses de imponerle un castigo, entonces este, construye un barco (Arca), y más tarde señalando la descripción de un diluvio bien determinado, muy similar al que mucho más tarde contaba la Biblia.

El texto es el siguiente:

“Todo lo que tenía lo lleve conmigo; todo el fruto de mi vida lo cargué en el barco (Arca), familia y parientes, todos. Animales del campo, animales de la pradera y artesanos de todos los oficios, a todos los embarque y entre en el barco, y cerré la puerta, cuando amaneció el día era espléndido, en el horizonte lejano se amontonaba una gran nube negra, la claridad del día se convirtió de repente en noche. El hermano ya no ve al hermano, no se distingue la tierra del cielo, los dioses llenos de terror ante las aguas, huían y se refugiaban en los cielos de Anu, los dioses se apretujaban como perros junto a la pared y se quedaban quietos. Durante seis días y seis noches aumentaron las tempestades y las olas, el huracán bramaba sobre todo el País. Al amanecer la tempestad se calmó, las olas se aquietaron, aquellas olas habían causado terribles estragos, tanto como un ejército de guerreros, todas aquellas olas se tornaron mansas, el viento amaino y el agua dejó de subir. Yo miré las aguas, pues no escuchaba el rugido. La llanura alcanzaba la altura de una casa, yo busqué la tierra, mirando al horizonte del mar, y a lo lejos, vi surgir una isla. El barco (Arca), se acercó al monte Nisir, y en el monte Nisir se encalló, quedando allí anclado.

Al amanecer del séptimo día, solté una paloma y la envié lejos, y como no encontró sitio donde descansar, regresó. Envié una golondrina y la dejé volar, voló la golondrina y volvió también a mí, por no encontrar sitio donde descansar, solté luego un cuervo y lo dejé volar, y se marchó volando, el cuervo observo que el nivel del agua bajaba, por eso come, vuela y grazna y no regresa”.

NOTA: Puede que la historia del diluvio fuera algo más que una leyenda, pero solo habría sucedido en la tierra de los dos ríos, el Tigris y el Éufrates (actual Irak)

Si existió tal diluvio tuvo que ser parcial y en solo esa parte del mundo, según el Génesis, ocurrió en el 2370 a, C. En esa fecha Egipto estaba en su V dinastía 2494 - 2345 a. C. El último faraón de esta dinastía fue (Uni 2375-2345), al parecer no existe ningún papiro, piedra o monumento que nombre tal diluvio ni que hubiera ocurrido el (Akhet), inundación o subida del Nilo.

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