'Fernandito el guapo', fiestas y miles de euros en copas en una noche

Le llaman 'Fernandito el guapo' y había hecho del tráfico de cocaína y heroína a pequeña escala su modo de vida y la de su gente en la sierra de Cádiz. Hasta la fecha, había amasado un patrimonio tasado en 22 millones de euros. Su espejo vital son los grandes narcos con coches y viviendas de lujo, una vida calcada de la de los capos televisivos, y radiografiada al minuto en redes sociales, con alardes diarios de lujo hortera, y una clara apología del narco en versión rural. La Guardia Civil de Cádiz, en la operación Fridenan, ha acabado con sus ínfulas al desarticular la organización de tráfico de drogas que encabezaba en la comarca de la sierra de Cádiz.

Nacido en Sevilla, ‘Fernandito el Guapo’, al que le gustaba hacerse fotos con poses de modelo, con su corte de pelo degradado y sus tatuajes con mensajes a Dios, llevaba tiempo asentado en Villamartín. Todavía no ha cumplido los 30 y, según fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial, se le considera presunto autor de 13 delitos. Acumula tres detenciones, otras tres imputaciones y 45 infracciones.

Amante de Versace, ‘Fernandito el guapo’ no es más que un narco de pueblo venido a más. Precisamente en su pueblo, en Villamartin, se había construido una mansión en el campo en la que organizaba fiestas multitudinarias para hacer ostentación de poder y dinero.

Tanto alarde en redes de un joven sin profesión conocida, puso sobre la pista a la Guardia Civil de Arcos de la Frontera allá por el mes de mayo. No ha sido hasta el pasado 3 de agosto, cuando en el marco de la operación Fridenan, ‘Fernandito el guapo’ era detenido como líder de la organización junto a cuatro personas más.

Este narco de pueblo con ínfulas de Pablo Escobar retransmitía cada paso que daba por redes sociales. En sus perfiles colgaba sus hazañas haciendo trompos con su BMW de color dorado, o haciendo piruetas con su moto acuática demostrando su desprecio a toda norma establecida.

Uno de sus BMW lo había pintado de color dorado y su barbacoa simulaba la figura de un árbol. “Va a ser un poco difícil que el coche lo puedan utilizar los guardias”, ironizan fuentes de la investigación. El objetivo de 'el Guapo' era emular a 'el Patrón', el capo de droga de Puerto Serrano para el que trabajó y al que detuvo la Guardia Civil en otra operación.

“Quien no asume grandes riesgos jamás obtendrá grandes recompensas” escribía en algunas de sus publicaciones en las que compartía fotos y videos con sus numerosos seguidores.

Miles de euros en copas en una noche

Este exhibicionismo constante, para ‘el Guapo’, como para otros narcos con aspiraciones e ínfulas, es “una forma de afianzarse y mostrar su poder”. Como los gastos más corrientes. “Tenemos información de que una noche en uno de los pubs de la zona, en los que las copas cuestan cuatro euros como mucho, podía pagar una cuenta de 1.000”, señalan, para añadir que “la aspiración” de todos estos traficantes de la zona es “convertirse en el nuevo patrón de Puerto Serrano”.