Casa Borrás en Algeciras

José María Fortes Castillo
El pasado viernes 15 de septiembre, fue inaugurado en Algeciras un restaurante propiedad de un ceutí, hijo de Juan Borrás un submarinista catalán que fue a Ceuta para cumplir con el servicio militar y tras su licencia, se estableció en la plaza ceutí para siempre. Dedicándose a la pesca del coral rojo para más tarde, desplazándose a su ciudad natal (Barcelona), adquirió los conocimientos necesarios para su manipulación, de modo que montó en nuestra ciudad un taller al mismo tiempo que puso su propia joyería.

No falté a la inauguración del local y tuve la satisfacción de encontrarme y saludar a varios ceutíes, pasando junto a ellos un buen rato de animada charla, como es natural, teniendo como protagonista nuestra querida tierra y como es natural también, salió a relucir la Casa Regional de Ceuta en Algeciras, donde me comunican que ya le ha concedido la Asamblea los veinte mil euros de subvención. Todos decían lo mismo: es raro que no estén aquí, porque la primera invitación es gratis y “al gañoteo” están siempre dispuestos. Al mismo tiempo también se comentaba, que como es posible que la Asamblea siga subvencionando a una Casa que está en manos de un clan familiar, que este año le han retenido por unos meses dicha subvención por irregularidad en las justificaciones de las facturas y ello ha dado motivo a la no presentación a las elecciones municipales del Partido Político “LA VOZ DE ALGECIRAS”, partido del que es presidente el patriarca del clan Juan Pedro Ávila, su nuera la secretaria y en general, la misma junta de gobierno de la Casa mal llamada de Ceuta.
De esto ya comentaremos en su momento, prosigamos con la importancia de tener un lugar donde reunirnos los ceutíes y disfrutar al mismo tiempo de una cocina selecta.
Para comer, elegí un revuelto de setas con jamón ibérico y mi esposa y nieta, eligieron “Presa ibérica” todo selecto y a precios populares. El restaurante, se ubica en el centro de la ciudad, en la calle Cristal Colón, justo al lado del Juzgado y Fiscalía de menores y repito, además del rato agradable que pasé hablando de nuestra tierra, también pudimos degustar unos platos exquisitos. Los fines de semana, ya no tendré dudas de donde ir a tomar unas copas y comer después.