Ni local de ensayos ni espacio para material

La compañía de César Martín no dispone de un local de ensayo y necesitan espacios con unos recursos mínimos. Hasta ahora dependen de “favores”, durante el verano han estado practicando gracias a Paco García Segado y la Asociación de Vecinos de Manzanera. Estas últimas semanas en el gimnasio Ushiro. Para ‘El Mago’ están ensayando de lunes a jueves, cuando se acerca la obra “más, porque las cosas hay que perfeccionarlas”.

Martín: “En Ceuta no hay ningún centro cultural en el que puedas ensayar unas horas. En el ‘Revellín’ te dejan, pero cuando están abiertos y nosotros trabajamos y necesitamos otro horario”. Además, para hacer una obra precisan de un mínimo de material. Un taller para construir la escenografía, un sitio para guardarla… y “no tenemos esos espacios. Dependemos de alguien que nos ceda y ahora no lo tengo. Los muebles que uso para escena no caben en casa, si me deshago de ellos imagina regalarlos o malvenderlos y después para otra obra comprarlos… es un desperdicio”.

El director de teatro entiende que no es responsabilidad de la Ciudad darme un local. Pero en pro de fomentar la cultura local, “hay muchos locales que tienen asociaciones, pero, ¿Por qué es tan difícil para las culturales conseguir un local? No se hacen más cosas en Ceuta no porque no haya iniciativa, sino porque a veces no hay medios”. Reclama que “no es gastarse 500.000 euros, pero quizá ceder algunos espacios para que, por horas, se pueda utilizar para ensayar. Eso se hace en muchas ciudades”.

No valorar lo nuestro ¿cómo se erradica?

Creando afición desde pequeño, a través de la educación, opina César Martín. ¿Por qué no se llevan obras que se hacen en Ceuta a institutos? Se han hecho los premios juventud para promover que se dediquen a la cultura, pero “¿qué pasa cuando sean grandes?”. El director reflexiona sobre la importancia de crear afición y que crezca.

“Ojalá en Ceuta hubiese más grupos, pero hace falta apuesta, medios y afición. A mi se me acercan diciéndome que quieren hacer teatro. No tenemos una sede, tenemos una página web, pero se nota que a mucha gente le gusta”, relata. No obstante, “hay que intentar borrar esa tendencia que lo de fuera es mejor y eso se hace implicando a los jóvenes”.

De igual forma, es una evidencia que el teatro o el cine están marcados por cuestiones físicas. Martín explica que “hay textos para personas de todas las edades. Yo tengo un grupo variado y cuando hago un montaje busco hacer teatro yo, entonces tengo gente de 20 y de 50. Intento adaptar el texto a las personas y las personas al texto”.