París “transformará” a 43 alumnos ceutíes a nivel educativo y personal

Disfrutar de una experiencia en el extranjero no es sólo ocio o añadir una historia destacada en redes sociales. Salir de la zona de confort, aumentar la confianza y crecer, tanto personal como a nivel educativo y formativo; son sólo algunos de los beneficios de vivir este tipo de aventuras. Y los alumnos ceutíes también están dispuestos. Salir de Ceuta es muy particular, a veces tedioso, pero los estudiantes de tercero de la ESO del IES Siete Colinas toman este martes rumbo a la capital de Francia, París.

Fue hace tres años cuando el ahora jefe del departamento de Francés del instituto mencionado, Borja Sousa, llegó al ‘Siete Colinas’ con inquietudes y metas profesionales y personales en pro de calar con su enseñanza. La optativa no tenía mucha demanda por la amplitud de oferta que hay en el centro y se tomó como reto mejorar el departamento y el gusto por los idiomas. Se remonta a 2023 cuando, por primera vez, propuso un viaje de fin de curso a París al equipo directivo. Tras la aprobación, todo fue trabajar.

La primera vez que los ceutíes escolarizados en este instituto viajaron a la ciudad de la luz fue un “éxito”. El año pasado fueron 4 profesores y 40 alumnos a una experiencia que resultó fructífera. Por ello, se repite esta semana. El día 5 viajarán 43 jóvenes con el mismo número de docentes que en 2023. A una vivencia que “les encanta y motiva”. Sousa especifica que para poder disfrutar de esta aventura, los estudiantes tienen que tener todo el primer trimestre aprobado.

El profesor de Francés reconoce en una entrevista con El Pueblo que a nivel educativo tiene “muchos aspectos positivos cualquier viaje. Es una inmersión lingüística, les proporciona una oportunidad única para que se sumerjan en el idioma”, pues los alumnos experimentarán situaciones reales desde pedir una botella de agua en un establecimiento hasta montar en metro.

Esto, además de fluidez contribuirá a que aprendan de forma contextual: “La lengua la experimentan en un entorno donde entienden mejor lo cultural y social; esto favorece la comprensión del idioma. Asimismo, interactúan con las costumbres y la diversidad lingüística”. Cinco días en los que los pupilos visitarán monumentos, museos o restaurantes.

Pero no es todo, Sousa incide en que “a nivel personal desarrollan tolerancia, empatía y abren la mente, se llevan bien y se conocen más. Es corto, pero doy fe que es una experiencia transformadora. Los prepara para una sociedad cada vez más globalizada. Además, trabajamos de forma interdisciplinar con otras asignaturas. Tengo alumnos que han dado un cambio radical e incluso padres me han felicitado porque socializan mejor tras la experiencia”.

Del 5 al 9 de marzo inclusive, estos alumnos del ‘Siete Colinas’ recorrerán los Campos Elíseos, admirarán el Arco del Triunfo y se sorprenderán con la Torre Eiffel. Y disfrutarán de una visita guiada al Centro Pompidou, “un itinerario completo a todos los niveles, van a descubrir muchas cosas”. Con una desigualdad evidente característica de la ciudad autónoma, desde el centro educativo han puesto facilidades para costearse el viaje de fin de curso. “Todos tenían papeletas ilimitadas en las que se sorteaba un fin de semana en Chefchaouen proporcionado por el instituto. Muchos se han pagado más de la mitad del precio del viaje a París”, también tenían opción de abonarlo en partes, cuenta Sousa.

El docente constata que este tipo de viajes suele dejar una impresión “duradera en los alumnos, recuerdos significativos y las experiencias les influye en su desarrollo personal y académico. Además, se crea un vínculo muy especial entre profesor y alumno”. Sonriendo, el profesor rememora cuando el año pasado, al regresar a Ceuta tras el primer viaje a París, los alumnos corrían a abrazar a sus padres en el puerto, pero momentos después lo abrazaban a él llorando, “eso es lo gratificante. Todo esto tiene mucho trabajo, permisos que pedir y papeles que entregar, pero tengo unas ganas enormes de ir”.

Cuando impartir una asignatura va más allá de una simple nota

Vocacional. Esfuerzo. Innovación. Borja Sousa no apuesta por la enseñanza anticuada. Su lema es aprender disfrutando y en el ‘Siete Colinas’ lo está llevando a cabo. Aunque se sorprendió hace tres años: “Vivimos en una ciudad que hace frontera con un país francófono, cuando vine pensé que el nivel era más alto, pero no, era muy bajito”. Y esto, en lugar de desmotivarlo, hizo que el docente convirtiese la asignatura de Francés en algo “vistoso y divertido”.

Utilizando gamificación, Sousa hace juegos, exposiciones y visitas como, por ejemplo, a la Puerta Califal, donde los jóvenes practican el idioma. Y fomenta el trabajo en equipo, ríe cuando comenta que ahora los alumnos están haciendo una exposición oral con vídeo: “Tienen que hacerse pasar por un viandante y preguntar dónde está algún sitio y que el otro les de indicaciones en francés. Se lo están pasando muy bien”.

Siendo una optativa, considera que a veces no son conscientes de la importancia que tienen los idiomas en cualquier sector, disciplina o carrera. El mismo tiene un intercambio “en todos los sentidos con un instituto de Estrasburgo, llevo tres años trabajando en el Siete Colinas y lo hice cuando llegué”. Gracias a esto, los alumnos ceutíes se mandan cartas, emails e incluso hacen videollamadas con los alumnos franceses. Además, la idea del profesor es hacer un intercambio real con los estudiantes de Estrasburgo el año que viene.

Sumergidos en la cultura francesa, en el IES Siete Colinas también realizan algunas festividades propias del país. De hecho, cuentan con una auxiliar de conversación a la que entrevistó este medio, Lison Rozières, que nacida en Rodez, participa con ellos en celebraciones como La Chandeleur. Conocido como el día de la crepe, los estudiantes traen la masa hecha desde casa, pero con las creperas del instituto disfrutan de una jornada divertida y gastronómica, además de cultural, con ingredientes clave como Nutella, mermelada o la nata montada.

Sin olvidar el Día Internacional de la Francofonía que se celebra este 20 de marzo, cuando realizarán con el departamento de Francés carteles, stand y actividades que incluyen música francesa elegida por los alumnos. Una apuesta por la docencia transversal, de esas que penetran en la educación de los jóvenes. Los que incluso viajarán con sudaderas personalizadas con los viajes del año: 2º ESO Granada, 3º ESO París, 4º ESO Camino de Santiago y Bachillerato: Italia.

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