Tu hijo también creció rodeado de símbolos masónicos

MASONERÍA

Justino Lara ofreció este jueves una conferencia en la Biblioteca del Morro enfocada en exponer las referencias al culto de los albañiles librepensadores en los dibujos animados, los cómics y Ceuta

Justino Lara durante la conferencia 'La masonería en el cómic'. / FOTO REDUAN
Justino Lara durante la conferencia 'La masonería en el cómic'. / FOTO REDUAN

La fachada trasera de lo que fue la Comandancia militar de Ingenieros, en la Maestranza; las farolas de la Gran Vía o la estatua de Sánchez Prado. En todos estos elementos arquitectónicos ceutíes pueden hallarse símbolos masónicos. Pero también en alguno de los capítulos de Bob Esponja, los Picapiedra o los Simpsons. O en los cortos de Mickey Mouse, la película ‘El libro de la selva’, u otras producciones de Disney. Y en los cómics de Tintín. Este jueves, Justino Lara se propuso exponer todas las referencias al culto de los albañiles librepensadores presentes en la vida cotidiana.

Justino Lara mientras mostraba los símbolos masónicos ocultos en la estatua de Sánchez-Prado. / FOTO G.S.
Justino Lara mientras mostraba los símbolos masónicos ocultos en la estatua de Sánchez-Prado. / FOTO G.S.

Por saciar la curiosidad de los miembros del club de lectura de la Biblioteca Pública ‘Miguel Ángel Blanco’, o ‘del Morro’, su coordinadora, Yolanda Carbonell propuso al masón ceutí Justino Lara organizar un encuentro dedicado a profundizar en la desconocida congregación. De paso, sirvió a los masones de la ciudad como un nuevo escenario para naturalizar a la institución, que, explicó Lara, “no es más que una asociación filantrópica formada por librepensadores que defienden la libertad, la igualdad y la fraternidad”.

Con la presencia de casi dos decenas de personas, entre las que se encontraba la Venerable Maestra de la logia ‘Hércules’ de Ceuta, Astrid Weitz. Decidió Lara enfocar su coloquio sobre masonería en la presencia de ésta en la cotidianeidad de una sociedad que continúa sin normalizar su existencia. Bajo el título ‘La masonería en el cómic’, además de exponer los ejemplos más conocidos de producciones audiovisuales y literarias que hablaron subliminal o explícitamente sobre la institución, aprovechó para hacer comprender a los presentes que “no es una secta”.

La coordinadora del club de lectura del Morro, Yolanda Carbonell, durante la presentación del conferenciante, Justino Lara. / FOTO REDUAN
La coordinadora del club de lectura del Morro, Yolanda Carbonell, durante la presentación del conferenciante, Justino Lara. / FOTO REDUAN

Como suelen afirmar siempre que describen la esencia de la entidad ante desconocedores de la materia, aclaró Lara que, al contrario de lo que sucede en las sectas, “en las logias es muy difícil entrar, pero muy fácil salir”. Desde que en 1717 fuera creada la primera logia, en Inglaterra, la masonería se erige como “una escuela que te ayuda a pensar por ti mismo”. Su origen es anterior, remontándose a los albañiles que construían las catedrales cristianas durante la Edad Media. Sus símbolos (la escuadra, el cartabón, el martillo o la regla) representan los instrumentos que usaban los albañiles, masones originarios, en su trabajo.

Con el correo electrónico de contacto Logiahercules@masoneriaceuta.es, esperan desde la logia alcanzar la normalización de la masonería que se disfruta en Estados Unidos. Explicó Lara que si afamadas producciones audiovisuales estadounidenses como Los Picapiedra, Bob Esponja o Los Simpsons contaron con capítulos en que sus personajes aspiraban a formar parte de una logia es gracias a la “naturalidad” con la que la sociedad americana convive con la entidad. La conferencia de Justino Lara se centró en una sucesión de diapositivas que mostraban los diferentes ejemplos de cómics y dibujos animados que alguna vez aludieron a la masonería.

También en Bob Esponja sus personajes quisieron pertenecer a logias masónicas. / FOTO G.S.
También en Bob Esponja sus personajes quisieron pertenecer a logias masónicas. / FOTO G.S.

Aunque Walt Disney “no era masón”, perteneció a la Orden Demolay, también una sociedad “discreta, filantrópica y filosófica”. Y aunque no perteneció a la masonería, capítulos de Mickey Mouse o el propio Libro de la selva aludían a la misma. El proceso al que someten al niño Mowgli para formar parte de la ‘familia selvática’ sugiere similitudes con los ritos de iniciación a las logias. También el ‘tío Gilito’, del pato Donald, fue presentado en alguna ocasión como un Venerable Maestro de alguna logia masónica.

El novio de Betty Boop quiso una vez ser masón, y también Calamardo, de Bob Esponja, quien perteneció durante un tiempo a la ‘logia de los cefalópodos’. O Homer Simpson, que decidió acceder a otra para obtener los privilegios de los que gozaban sus compañeros masones en el trabajo. También la familia Picapiedra perteneció primero a la logia ‘de los Dinosaurios’, y más tarde a la de los ‘búfalos mojados’.

La última creación relacionada, en este caso literaria, es ‘El águila y el compás’. Se trata de un cómic que está siendo elaborado en Baleares, financiado a través de un Crowfunding en el que el propio Justino Lara ha participado. Será publicado antes de las navidades de este 2024 y uenta la historia de la persecución de los masones durante el régimen franquista. El franquismo acabó con 30.000 de los 40.000 masones que se contabilizaban en España.

Justino Lara durante la conferencia 'La masonería en el cómic'. / FOTO REDUAN
Justino Lara durante la conferencia 'La masonería en el cómic'. / FOTO REDUAN

También a Ceuta llegó la persecución, donde fueron asesinados 26 hermanos masones. Entre ellos, a Antonio López Sánchez-Prado, el médico y alcalde ceutí republicano. Su escultura, presente al término de la Gran Vía, junto a la plaza Virgen de África, posee varios símbolos que representan su condición masónica. Entre ellos, algunos de los gemelos que cierran los puños de su camisa, los cuales llevan inscrito el símbolo principal masónico: la escuadra y el compás abiertos y cruzados entre ellos.

En la fachada del edificio de lo que fuera la Comandancia militar de Obras de Ingenieros, en la Maestranza, luce otro símbolo: el triángulo con el ojo. O las farolas de la Gran Vía (avenida Sánchez Prado), que consta de una granada, un orbe o el giro de un compás. Y muchos más descubiertos y por descubrir. Al igual que muchos más son los debates, ritos y diferentes aspectos que rodean a las logias masónicas. Justino Lara quiso reservarse gran parte de los detalles. Solo al alcance de los Hermanos que consigan entrar en una.

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