El escribano sahariano, extendido por casi todas las barriadas de Ceuta
MEDIOAMBIENTE
Esta especie de ave es el ejemplo palpable de lo que está ocurriendo actualmente debido al cambio climático. Hasta hace solo unas décadas, este pájaro se encontraba al sur de la cordillera del Atlas, pero ha ido colonizando progresivamente el norte de Marruecos y ya lo tenemos en muchos lugares de la ciudad autónoma

Los escenarios actuales de cambio climático están originando cambios en la distribución de la flora y la fauna en todo el mundo. En las aves, debido a su alta capacidad de movilidad, los cambios en su distribución se están produciendo a corto plazo.
Estos cambios son cada vez más evidentes en la península Ibérica y en el norte de Marruecos.
Las nuevas condiciones climáticas que están afectando a Europa, como la progresiva subida de las temperaturas o el aumento de episodios de climas extremos, como las olas de calor, están ocasionando el desplazamiento hacia el norte de muchas especies de distribución africana.
El norte de Marruecos y el sur de la península Ibérica se están transformando de manera progresiva en más áridos, creando nichos cada vez más desfavorables para las especies que los han ocupado tradicionalmente, pero a los que especies que se distribuyen en zonas más meridionales se adaptan mejor y son ocupadas por estas. Existen previsiones de que en el futuro las especies mediterráneas avanzarán hacia el norte.
Previsiblemente, comenzarían a llegar especies nuevas desde África hacia Europa. De hecho, algunas especies ya han experimentado un aumento en el número de observaciones, como por ejemplo el buitre moteado, una especie africana que ha aumentado exponencialmente el número de observaciones en los últimos años; o el busardo moro, el vencejo moro, el vencejo cafre o el bulbul naranjero, especies que van instalándose año tras año en nuevas localidades sobre todo en el sur de España y que también escogen sus lugares de cría más cercanos en el norte de África.
Hasta 43 especies africanas han sido registradas en la península ibérica, al menos como divagantes.
En Ceuta y su entorno, y según datos que nos ha proporcionado un miembro de la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta, el ejemplo más evidente lo encontramos en el escribano sahariano. Hasta hace sólo unas décadas se encontraba al sur de la cordillera del Atlas y progresivamente ha ido colonizando el norte de Marruecos. En la década de los 70 del siglo anterior se registraron las primeras citas en Tánger. En Ceuta, se citó por primera vez en 1975 y posteriormente en el año 2016. A partir de este último año y al ocupar un hábitat preferentemente urbano, se ha expandido por casi todas las barriadas de la ciudad. En 2023 se observó la primera pareja reproductora en la ciudad de Algeciras, al otro lado del estrecho.
El escribano sahariano ha ido colonizando, de manera progresiva, el norte de Marruecos y, actualmente, ya se encuentra en casi todas las barriadas de Ceuta
En sentido contrario, podemos citar al petirrojo europeo, una especie que hasta hace sólo unos años era un invernante abundante en nuestras latitudes, procedente del centro y norte de Europa. El contingente de invernantes ha sufrido un descenso notable. La regresión no se debe a que la especie haya tenido un declive en sus zonas de reproducción, sino todo lo contrario, que ha aumentado sus poblaciones. Sin embargo, no le resulta rentable la realización de las migraciones porque los hábitats donde invernaban están cambiando. Y lo mismo está ocurriendo con otras especies como el colirrojo tizón, la bisbita pratense o el jilguero.
Escribano sahariano
El escribano sahariano recuerda al escribano montesino por el contraste general del gris de la cabeza y el pecho con el pardo rojizo del resto del cuerpo. Sin embargo, difiere entre otras cosas por su menor tamaño, el diseño poco evidente de la cabeza, el píleo y la pechera finamente estriados, el dorso de color rojizo uniforme, las alas carentes de franjas, y la mandíbula inferior amarillenta.
Ecología
Vive sobre todo en zonas pobladas por el hombre, donde se asocia con frecuencia a los edificios y se muestra confiado, llegando incluso a penetrar en el interior de viviendas habitadas.
Distribución en el mundo
Se localiza en el norte de África, desde el Magreb hasta Chad y quizás Mauritania. Hasta hace bien poco se consideraba una simple raza geográfica de Emberiza striolata, una especie de distribución principalmente asiática. Antiguamente vivía sólo en zonas desérticas o semidesérticas, casi exclusivamente al sur de la cordillera del Atlas; pero desde mediados del siglo XX se ha venido extendiendo hacia el norte en Marruecos, Argelia y Túnez, hasta alcanzar en algunos puntos el Mediterráneo (últimamente parece haberse establecido ya en la ciudad de Tánger). El escribano sahariano es esencialmente sedentario, aunque en algunas poblaciones se detectan movimientos de corto alcance.
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