Barriada la Almadraba
Don Antonio Espinosa de los Monteros en la edición preparada por el admirado Alberto Baeza Herrazti, nos da a conocer el origen de la barriada de la Almadraba

José María Fortes Castillo

Un hombre don Antonio Comandari, de origen sirio-maronita, nacido al parecer en Jerusalén, intérprete del Ministerio de Estado, agregado en comisión al Gobierno Militar de Ceuta, que asistiría en tareas de interpretación a la Conferencia de Algeciras, tuvo la feliz iniciativa de promover la creación de una barriada para colonos y pescadores en la ensenada de la Tramaguera o Miramar, sobre el camino de Tetuán, umbral de entrada a ala ciudad. Ya años antes se había bautizado con su nombre un blocao en las proximidades de la posición A.
Era Comandari un hombre corpulento, culto y refinado, conocedor de idiomas, hedonista, buen vividor, inclinado a las costumbres orientales, hasta el punto que parece no le faltaba un discreto harén. Tras cerca de cuarenta años residiendo en Ceuta, fue nombrado consul en Túnez, y luego poasó a Egipto, falleciendo en el Cairo.
A medida que crecía su arrabal, Comandari lo embelleció con un jardín, le agregó un puente para salvar el arroyo de la Colmenas y una fuente, y el Ayuntamiento lo dotó de alumbrado y escuela. Simultáneamente fueron surgiendo pequeñas industrias, como manufacturas de esparto y crin vegetal, confección de canastas, serones, escobas, cordelerías y redes, y el establecimiento de una fragua que, alternando diversos propietarios, hemos conocido hasta fechas bien reciente.
En aquella barriada, industriosa y marinera, que se llamó “VILLA COMANDARI” en honor de su fundador, soleada, recostada en la suave ensenada, con sus barcas de pesca varadas en la playa, se abrieron varias cantinas, algunas con pujos de restaurantes, como “Villa Conchita” y el “Miramar”, que dio también nombre a su entorno, y el que respondía al misterioso nombre de “Perlas Negras” y que más tarde fue bautizado como “Venta Eritaña”, foco de animación y trepidantes juergas flamencas.
El espaldarazo a la Barriada se la dio don Ramón Romeu Porta, industrial catalán, quien teniendo calada frente a ella su “Almadraba del Príncipe”, estableció allí sus cobertizos para la fabricación de conservas de pescado y confección de envases, otorgando con el tiempo a todo el arrabal el nombre de “LA ALMADRABA”, con la que hoy se conoce, y haciendo olvidar el de su fundador Comandari.
Un artículo en el periódico “ESPAÑA Y AMÉRICA” editado en 1920, titulado: «LA MEJOR FÁBRICA DE CONSERVAS: LAS PESQUERÍAS ROMEU»

En la histórica “Medina Septa” se encuentra enclavada la importante factoría pesquera denominada “COLONIA RAMÓN ROMEU”.
El atún, el bonito y el thonnetto en aceite son las especialidades de D. Ramón Tomeu Portas, así como el boquerón en salmuera, o sea, la famosa anchoa de Ceuta que no tiene rival.
Al fallecimiento del señor Romeu, su señora viuda doña Carmen M. de Escauriaza siguió desarrollando sus negocios con la ayuda de sus hermanos don Luis y don José. BNE.
He investigado tanto a este personaje que ha sido una gran satisfacción para mi encontrar su retrato. Espero que os guste- Saludos.
Es una pena observar lo que fuimos en la industria pesquera, y en lo que hemos quedado.