La Policía Local recuerda a Arriaga en el trigésimo primero aniversario de su muerte
SOCIEDAD
El sencillo acto lo ha presenciado el superintendente de la Policía Local, Sebastián Vega, el director general de Gobernación, Alfonso Conejo, miembros de la asociación San Urbano, inspectores de la época en la que falleció y compañeros actuales que se quisieron sumar
Este 25 de julio se celebraba, en la Jefatura de la Policía Local, el homenaje en memoria de Juan Carlos Arriaga Gómez, único policía local fallecido en Ceuta en acto de servicio. A las 12:00 horas se celebró el trigésimo primero aniversario de la muerte de Arriaga. El sencillo acto lo ha presenciado el superintendente de la Policía Local, Sebastián Vega, el director general de Gobernación, Alfonso Conejo, miembros de la asociación San Urbano, inspectores de la época en la que falleció y compañeros actuales que se quisieron sumar.
Durante el homenaje se celebró un breve discurso sobre los acontecimientos que precipitaron la muerte de Arriaga y se depositaron dos ramos de flores junto a su placa conmemorativa. En el acto también estuvo su compañero José María Martín y José Antonio López. Este último recordaba a El Pueblo de Ceuta que era “muy buena gente, entramos en la misma promoción, éramos amigo y teníamos una fantástica relación”.
Juan Carlos Arriaga, de 26 años, llevaba seis trabajando en la Policía Local, cuando falleció el 25 de julio de 1993. Los sucesos que acabaron con su vida comenzaron a las 20.00 de aquel día, cuando la central recibió una llamada en la que se definía a dos individuos que presuntamente habían perpetrado un robo en la barriada Juan Carlos I. Rápidamente se desplazaron dos coches zeta y encontraron a un hombre corriendo con un arma blanca por la azotea de uno de los bloques. En ese momento comenzó su persecución. Cuando se produjo el mortal accidente, Arriaga iba tras él, pero desafortunadamente una claraboya cedió bajo sus pies y cayó desde una altura de veinticinco metros.
Su compañero José María Martín no tardó en cogerle una mano para intentar evitar la caída, pero ambos se precipitaron al vacío desde unos 25 metros de altura aproximadamente. Como consecuencia, falleció el agente Juan Carlos Arriaga, pero José María Martín logró salvarse. Arriaga dejó mujer, que estaba embarazada, y un hijo de veintiún meses.
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