La venta de pasteles desciende en verano y las heladerías “escasean” en Ceuta
SOCIEDAD
El número de dulces que se preparan durante la época estival es mucho menor que el de otras épocas del año, como la Navidad. Muchos caballas prefieren algo “más fresquito”, pero afean que “hay pocas heladerías en la ciudad autónoma”

¿Pasteles o helados? Pregunta que resulta muy difícil de responder. Con la llegada del verano, son varios los ceutíes que han aparcado los dulces para comenzar a degustar postres más fríos. La época estival se caracteriza por las altas temperaturas, dando por consecuencia un abundante calor, húmedo y pegajoso en la mayoría de los casos.
El helado se ha acabado convirtiendo en el protagonista durante la temporada veraniega, pero, a pesar de ser tan popular entre los ciudadanos, muchas personas siguen siendo fieles a la repostería, y aunque consuman este producto para refrescarse, continúan tomando sus pasteles favoritos, porque la realidad es que cualquier momento es bueno para llevarse un buen trozo de pastel a la boca.

Si hablamos de dulces, no podemos olvidarnos de ‘La Campanita’, la pastelería de confianza para muchos ceutíes. Situada en plena Calle Real, ‘La Campanita’ se ha convertido en uno de los puntos más emblemáticos en cuanto a pasteles y dulces se refiere. Ha sobrevivido bastante bien al paso del tiempo, haciéndose un nombre en la industria pastelera, logrando posicionarse como una de las imprescindibles en la vida de los ceutíes.
El obrador de la pastelería trabaja duramente para endulzar los paladares de los vecinos de la ciudad, convenciendo incluso a los que tienen las papilas gustativas más exigentes. Uno de los trabajadores del obrador, José Manuel Quero, forma parte del equipo que hace posible que el día de a día de los ceutíes sea un poco más dulce durante la época estival, luchando cada día por ofrecer los mejores pasteles de Ceuta, a pesar de que la venta de pasteles “haya bajado en verano”.

La época estival provoca un descenso tanto en el número de pasteles que se hacen en el obrador de tan prestigiosa pastelería como en la compra de los mismos. “En los meses de junio, julio y agosto baja el ritmo, ya en septiembre, con el comienzo de los colegios, vuelve la actividad a su cauce”, subraya, apostillando que “con el calor, la gente prefiere tomar algo más fresquito”.
De media al día en verano, se venden “unos 200 pasteles”, una cantidad mucho menor que la de otras épocas del año, como por ejemplo Navidad o Semana Santa, donde la venta de pasteles se dispara y al día se venden unas 900 unidades”, desgrana el trabajador.
Un obrador que no cesa
Desde las cinco de la mañana y hasta las cinco de la tarde, de lunes a domingo, el obrador de ‘La Campanita’ está al pie del cañón. No para, “todo por y para su clientela”. Los pasteles que más se venden durante la época estival son “las milhojas y los tocinos de cielo”. Asimismo, Quero lamenta que el número de encargos también ha descendido, “en épocas fuertes nos encargan unas veinte o treinta tartas al día, hoy, por ejemplo, solo tengo tres”.

“Llevo 26 años trabajando aquí y siempre ocurre lo mismo, el verano es la época más criminal para las pastelerías”. No obstante, José Manuel Quero también afea la situación actual de las mismas, “antes no había tantas pastelerías ni tantos supermercados que ofrezcan tartas a un precio más barato”. “Una familia con varios hijos, que no disponga de muchos recursos económicos, probablemente comprará una tarta en un supermercado a un precio más rebajado que la que puede encontrar aquí”, enuncia. En la misma línea, Quero destaca que la bollería empaquetada que viene de la Península o del país vecino también afecta, en mayor o menor medida, a la economía de la pastelería.

A pesar de ello, ‘La Campanita’ continúa poniendo toda la carne en el asador para atender a aquellos y aquellas caballas que quieran degustar los suculentos manjares que se preparan en el obrador de la misma.
Ceuta, donde “escasean” las heladerías
¿A quién no le gusta un buen helado fresquito en esta época donde las temperaturas son bastante altas? Pero, ¿qué ocurre? El problema radica, según han trasladado varios ciudadanos a este diario, en que “hay muy pocas heladerías en Ceuta”.
A pesar de ser uno de los imprescindibles que no deja de acompañarnos durante el verano, parece ser, que en la ciudad autónoma “escasean las heladerías”. “No veo normal que en el centro no haya heladerías. Tenemos que ir a ‘La Golosa’ para poder comernos uno”, comenta una familia a este medio de comunicación, la cual no comprende por qué no se apuesta por instalar más establecimientos de este tipo.

Otro ceutí se queja de que “como hay muy pocas, al final la gente suele recurrir siempre a la misma, la emblemática ‘Golosa’, y eso provoca largas colas de espera hasta que llegue tu turno. Siempre que voy hay cola”, manifiesta.
Una “realidad” cada vez más acusada y que no tiene del todo “contentos” a los ciudadanos ceutíes, quienes al final optan por comprar un helado en cualquier otro establecimiento o kiosko que se encuentre ubicado más cerca de la playa.
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