“El Padre Huidobro estaría orgulloso del papel que ha desempeñado la Legión”
DIA DE LA LEGIÓN
En la presentación del libro ‘Padre Huidobro. Héroe de almas legionarias’, su autor elogió la figura de este sacerdote ‘legionario’

“Y si es la muerte, será por amor”. Con estas palabras se despedía, sin saberlo, el padre Fernando Huidobro de su hermano Ignacio, un mes antes de su muerte, comentándole la situación de peligro en la que se encontraba en el frente, atendiendo física, moral y espiritualmente a los legionarios en la Cuesta de las Perdices (Madrid), en marzo de 1937.

Ochenta y siete años más tarde, el conocido como Padre legionario, el sacerdote castrense Huidobro se encuentra en fase de beatificación y ha sido Emilio Domínguez Díaz, profesor de Inglés en el Colegio Tajamar (Madrid) y unido como caballero legionario en la I Bandera “Comandante Franco” del Tercio Gran Capitán de Melilla, el autor de una biografía sobre este sacerdote que dio su vida y sirvió como capellán en el ejército durante la Guerra Civil española con un “profundo compromiso con sus creencias y con fe inquebrantable”.
“Serví en la Legión en los años 90 y conocía al Padre Huidobro y su historia”, por ello, Emilio Domínguez ha escrito en los últimos años algunos artículos y “fue el arzobispado castrense el que me pidió que los reuniese, dándoles un sentido narrativo, ya que estaba cogiendo impulso la reapertura de la causa de su beatificación”, explica Domínguez. El libro, tal y como comenta su autor, “se gestó en 6 o 7 meses y lo entregué a finales de enero”.

Un ejemplo en valores
Está publicado desde marzo y el libro está dedicado, indica el ex caballero legionario, “a cualquier persona que lo necesite”, ya que estas páginas no tratan de un tema eclesiástico concreto o militar, tampoco habla concretamente de la Legión. “Lo aconsejo, incluso, a la gente joven que anda un poco desnortada, descarriada, sin valores y sin posibilidad de tener un referente y unas virtudes que ejercer en la vida”, manifiesta Domínguez.
“Creo que es un ejemplo en vida para todos los que estamos ahora mismo, hayamos sido legionarios, estemos en activo o trabajemos otra profesión, legionarios o no, independientemente de la raza, origen, nacionalidad”, ya que el Padre Huidobro, según las escrituras sobre él “se ganó a los legionarios, yendo con ellos siempre en vanguardia y asistiéndoles en sus últimos momentos”, incluso cayendo gravemente herido en las operaciones sobre la Casa de Campo (Madrid).
Con una cojera incómoda, el sacerdote se reincorporó a su unidad en la Ciudad Universitaria de Madrid, al frente en la Guerra Civil. Atendió a muchos heridos de ambos bandos, hasta hacer peligrar su vida, animándoles, consolándoles o administrándoles sus últimos auxilios espirituales. Finalmente, murió el 11 de abril de 1937 por las heridas de un obús, mientras atendía a un legionario herido.

Ejemplo de los doce espíritus del Credo Legionario
Emilio Domínguez confiesa que “el Padre Huidobro estaría orgulloso del papel que ha desempeñado la Legión, sobre todo en los despliegues en el exterior, sus misiones, fiel a los doce espíritus del Credo del legionario, instaurado por el general Millán Astray”. Con estos valores, Domínguez hace referencia “a mantenerse fiel a unos valores y unas virtudes que él los cumplía a rajatabla”, indicando que, bajo su punto de vista, “este es el máximo exponente para ejemplificarlos”.
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