Pilar Sánchez, legionaria de corazón

Como cada día en la sede de la IV Bandera del Tercio Duque de Alba II de la Legión, el acuartelamiento de García Aldave amanece con Pilar Sánchez iniciando su jornada laboral. Ella no es dama de la Legión, no lleva una camisa verde, ni ‘Chapiri’, tampoco se cuadra ante los diferentes mandos que recorren los pasillos del acuartelamiento, pero sí siente que es una parte fundamental de la vida de este lugar con tanta historia.

Una cuestión de familia

Sí fueron legionarios su abuelo, su padre y su tío y es por ellos que ella siente un especial vínculo con esta fuerza militar que ahora cumple 104 años. “Casi sabe más que muchos de nosotros”, bromea uno de los legionarios de García Aldave cuando la ven pasar vestida con su uniforme blanco y el pelo recogido en una coleta.

Pilar se encarga ella sola de la limpieza de todo el acuartelamiento de García Aldave, aunque reconoce que todos allí le respetan “muchísimo” y, por supuesto, a su trabajo. Tanto es así, que los integrantes de la Legión saben el esfuerzo y el empeño que Pilar pone en sus labores de limpieza, “y son ellos mismos los que dejan todo muy limpio, para facilitarme el trabajo”, reconoce la trabajadora. “Yo voy de un sitio a otro, de compañía en compañía y puedo entrar y salir a mi antojo”, explica Pilar, resaltando la confianza que depositan todos los rangos en ella, desde los más rasos a los más altos.

Ser una más en García Aldave

Civil en un entorno militar, Pilar manifiesta que se siente “una parte muy importante”, pues son los demás los que le “tratan con mucho cariño”, haciendo que sea “parte muy importante de la Legión”. Sabe y se preocupa por las familias de sus compañeros, “¿cómo está el niño?”, le pregunta a uno de los legionarios, señal que indica el nivel de confianza y fraternidad entre los trabajadores de la IV Bandera.

Son casi 20 años los que Pilar lleva trabajando dentro de estos ambientes militares. Ya lo hizo en el Museo de la Legión, en Recarga, Serrallo y otros acuartelamientos, “pero siempre volvía a la Legión, porque me recuerda mucho a mi padre”.

El 20 de septiembre

Habla con nostalgia de los días 20 de septiembre que, para ella, son, “sin duda, los más bonitos”. En el día en el que se conmemora y celebra la fundación de esta fuerza militar, ser partícipe y parte activa de su día a día, en su cuna y origen Pilar se siente “como una afortunada”. Para ella, este día “es la fiesta más grande”.

En sus palabras se aprecia la devoción que siente por el trabajo de sus compañeros, cómo la Legión forma parte de su vida en todos los sentidos. Asegura que el momento de los ensayos también es para ella un momento importante y de peso. “Los veo ensayar mientras trabajo, paro, y me quedo embobada mirándoles, como si fuera la primera vez que lo veo”, declara emocionada.

Sobre este día, que es tan especial para ella por su vínculo laboral y familiar, recuerda que ha subido con su familia y amigos muchos 20 de septiembre, en los que recuerda, inevitablemente a su padre, “los he vivido siempre con mucha ilusión, nostalgia y siempre me he emocionado viéndoles”.

Dedicación y hermandad, espíritu del legionario

Cuando se le pregunta a Pilar sobre cuál cree que es el espíritu de un legionario, su respuesta es clara y concisa: “Dedicación y hermandad”. Los legionarios, y la Legión en sí, para ella, conforman un núcleo irrompible, que se construye a base de “sacrificio, disponibilidad, esfuerzo, dedicación y cariño”, tal y como la tratan a ella los integrantes de la Legión, al fin y al cabo, sus compañeros. Ellos hacen del acuartelamiento una familia paralela en la que todos se cuidan y donde Pilar puede sentirse una más. Su trabajo y su vida confluyen en las delimitaciones del acuartelamiento de García Aldave, donde recuerda a sus familiares y, así, Pilar es feliz.

Sigue el canal de El Pueblo de Ceuta en WhatsApp. Pincha aquí, dale a SEGUIR y encontrarás toda la actualidad informativa de la jornada ceutí