Francisco de Miranda
El paso por el Ejército Español del que sería precursor de la Independencia de Venezuela

Francisco de Miranda y Rodríguez de Espinoza nació en Caracas, Venezuela, el 28 de marzo de 1750. Fueron sus padres Sebastián de Miranda y Revelo, originario del Puerto de la Cruz, Tenerife, Islas Canarias, y la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez de Espinoza, casados en Sagrario, Caracas, el 24 de abril de 1749. Al parecer, Sebastián de Miranda emigró a Venezuela tras la erupción del Teide el 31 de diciembre de 1704. En Venezuela fue capitán del batallón de Milicias de Blancos de Caracas.
Francisco de Miranda, a los 20 años de edad, embarcó el 25 de enero de 1771 en el puerto de La Guaira, Venezuela, rumbo a Cádiz en la fragata sueca “Príncipe Federico”, la cual regresaba a España tras haber transportado a América un contingente de soldados procedente de Lombardía. El 1 de marzo desembarcó en Cádiz, alojándose en la casa de don José de Añino, amigo de su familia. El venir a España, tierra de su padre, era para incorporarse al ejército real.
El 20 de abril llegó a la capital, comprometiéndose a adquirir una de las cuatro patentes de capitán del Ejército Real que el aventurero alemán Juan Gaspar de Thurriegel esperaba recibir de parte de Carlos III como pago de sus servicios en otra gran iniciativa impulsada por el monarca: el reclutamiento de 6.000 campesinos alemanes y flamencos de religión católica para poblar la Sierra Morena, en Andalucía.
Esto sería reflejado en: LA REAL CÉDULA DE S.M. (CARLOS III) 4 DE ABRIL DE 1767
A consulta del Consejo aprobando el pliego, que para la introducción de seis mil colonos Flamencos y Alemanes. Presentó el Theniente Coronel D. Juan Gaspar de Thurriegel por mano del Ilustrísimo Señor Don Miguel de Muzquiz, Gobernado del Consejo de Hacienda, Superintendente General de ella; Secretario de Estado. Baxo de diferentes declaraciones reducidas, a Contrata que por menor se expresan. (Literal).
Con el título “Explicación de las Condiciones del Pliego” se finaliza el redactado de la contrata el 20 de febrero de 1767.
El plazo de entrega de los colonos sería de ocho meses a un año. No especificamos los detalles de la Real Cédula por su largo contenido: 17 páginas en español y latín.
Por estar relacionado Francisco de Miranda con la compra de una patente de capitán, solo adjuntamos el nº 11 de las condiciones del pliego. Sobre las patentes de oficiales solicitadas por Thurriegel.
Nº 11. Las demás condiciones quedan aceptadas, incluso una patente de coronel, las cuatro patentes de capitanes y cuatro de tenientes, cumplido que sean el entrego de los seis mil colonos, bien entendido que han de ser católicos los que dicho Thurriegel proponga para oficiales personas útiles para el servicio militar, y podrán ser españoles, flamencos, franceses o alemanes.
Tras el acuerdo, las nuevas poblaciones que se crearon, o se remodelaron, no todos los pueblos o aldeas se levantaron de la nada, aunque había algunos lugares, pero poco habitados, como cortijos o ventas, fueron:
LA CAROLINA, con sus aldeas Fernandina, Isabela, Navas de Tolosa, Vista Alegre y Ocho Casas.
CARBONEROS, con: Acebuchar, Los Cuellos, La Escolástica, y La Mesa.
GUARROMÁN, con: El Altico, Martín Malo, Los Ríos y El Rumblar.
SANTA ELENA, con: Las Correderas, Las Alisedas, Portazgo, Miranda del Rey y Venta Nueva.
ARQUILLOS, con: El Porrosillo, y Arquillos el Viejo.
MONTIZÓN, con: Aldeahermosa y Venta de los Santos.
ALDEAQUEMADA, con Buenos Aires y Santa Cruz (Von Thurriegel y los colonos. Las nuevas poblaciones de Sierra Morena).

Tras obtener Francisco de Miranda, en noviembre de 1772, un certificado oficial de pureza de sangre (las personas con ascendientes judíos o musulmanes a partir de 1570 estaban vedadas de servicio; esta ley fue abolida en 1865). En enero de 1773, Miranda pagó a Thurriegel por la patente de capitán la cantidad de 85.000 reales.
Esta adquisición le daba el derecho de pasar al ejército de Su Majestad como oficial sin necesidad de experiencia previa. Entrando a servir en el Regimiento de la Princesa, comandado entonces por una persona que será determinante en su vida, el coronel Juan Manuel de Cagigal y Monserrat.
Desde su ingreso en el Ejército Real en 1773 hasta 1780 estuvo de guarnición en las plazas de Madrid. Melilla, Granada y América.
A mediados de 1774, los gobiernos de Argelia y Marruecos iniciaron negociaciones para realizar un esfuerzo conjunto para la conquista de las ciudades de Oran, Ceuta, Melilla y los peñones de Vélez de la Gomera y Alhucemas. Esperándose en Melilla un inminente ataque de las fuerzas al mando del sultán Sidi Mohamed ben Abdallah (Mohamed III).
Ante esta amenaza, Carlos III declaró la guerra al Sultanato el 23 de octubre de 1774.
El asedio a Melilla comenzó el 9 de diciembre. Al contar la guarnición con muy pocas fuerzas, Carlos III ordenó que se enviaran rápidamente refuerzos desde la península. Estos refuerzos fueron dos escuadras con un total de 2 navíos (San Genaro y San José), ambos de 74 cañones, cuatro fragatas (Santa Lucía, Santa Gertrudis, Santa Dorotea de 34 cañones y Santa Catalina de 30) y 9 jabeques de entre 30 y 13 cañones. Los navíos y fragatas al mando de Francisco José Hidalgo de Cisneros y los jabeques al de Antonio Barceló. Las fuerzas de tierras enviadas las formaban un batallón de la Princesa (al que pertenecía Francisco de Miranda), un batallón del Nápoles, otro del Bruselas y el segundo batallón de Voluntarios de Cataluña; la artillería fue reforzada con el segundo batallón de Cádiz.
Tras un bombardeo de 3 meses y 10 días, a lo largo de los cuales cayeron en Melilla cerca de ocho mil bombas, viendo los asaltantes que la ciudad no se rendía, hubo una reunión entre el comandante general de Melilla, Juan Sherlock, y el diplomático Mohamed el Gezel. El 19 de marzo de 1775, Mohamed III envió carta a Carlos III solicitando la paz, y que se reanudara el comercio, levantándose el sitio. Materializándose el 30 de mayo de 1780 con el convenio de comercio y amistad firmado en Aranjuez entre España y Marruecos, por parte española por el conde de Floridablanca y por la marroquí por el embajador Mohamed ben Otomán. Son diez artículos; no se adjuntan.
Tras finalizar la guerra desde Melilla, Francisco de Miranda envió dos cartas.
NOTA: La primera va dirigida a don Bernardo O´Connor Phaly, I conde de Ofalia, título creado por Carlos III, teniente general de los Reales Ejércitos; en la misma se cita a don Juan Sherlock, comandante general de Melilla.
A D. Bernardo O’Connor Phaly
Melilla, 18 de abril de 1775
Excelentísimo Señor.
Muy señor mío:
A nadie mejor que a V.E. consta lo ocurrido en aquel Consejo de Guerra que el 18 de diciembre se celebró sobre estas costas, viniendo con el primer socorro de tropas para Melilla, como así mismo las instantes solicitudes que hice V.E. para que me permitiese venir en calidad de voluntario (no tocándome aún sino remotamente por mi turno) a servir a la defensa de esta plaza. Por cuya razón, se sirva manifestar a nuestro ministerio de la guerra aquellas circunstancias, para que, agregadas al mérito que cada uno por su parte hemos procurado contraer en la presente ocasión (como lo tiene informado mi comandante general D. Juan Sherlock), logre tal vez alcanzar alguna mínima parte de las infinitas mercedes del Soberano para esta guarnición, por recomendación de V.E.
Así lo espero de la bondad y justificación de V.E., cuya vida guarde Dios muchos años.
B. L. M. de V.E. su más atento servidor. Francisco de Miranda. Capitán de la Princesa
Señor D. Bernardo O’Connor Phaly. (Literal).
La segunda carta la dirige al rey de España, Carlos III.
Melilla, 20 de junio de 1775
Señor
Don Francisco de Miranda, capitán del Regimiento Infantería de la Princesa, A.L.R.P. de V. M., con el mayor respeto dice que está deseoso de condecorarse con otra insignia militar, pues se halla en la clase y circunstancias prevenidas por V.M. y con el mérito contraído en la defensa de esta Plaza.
A V.M. suplica humildemente se digne concederle su Real Gracia para una de las órdenes militares, sin excepción de la de Santiago. Francisco de Miranda. (Literal).
En julio de 1775, Miranda participó en la campaña de Argel, de donde pudo escapar milagrosamente a pesar de estar herido en las dos piernas.
Más tarde fue destinado de guarnición a Cádiz, siendo trasladado al batallón de Aragón. El 28 de abril de 1780 se embarcó en Cádiz en la flota expedicionaria enviada para luchar contra los ingleses en el Caribe; flota al mando del almirante José Solano y Bote. Miranda iba con las tropas de Cagigal, como edecán de este. Estas tropas llegaron a La Habana el 4 de agosto.
En La Habana se iniciaron los preparativos para apoyar a Gálvez.
Desde 1779, tropas al mando de Bernardo de Gálvez, gobernador de Luisiana, lucharon contra los ingleses desde Nueva Orleans a Pensacola, en la Florida occidental.
Las tropas en las que iba Miranda zarparon de La Habana el 9 de abril de 1781, participando en la toma de Pensacola los días 8 y 9 de mayo, día en que los ingleses izaron bandera blanca a las tres de la tarde; ese día el general Campbell firmó la rendición y capitulación. Esta victoria permitió a España recuperar la Florida, que controlaría hasta 1821 y que entregaría por el Tratado de Adams-Onis.
Tratado de Adams-Onis o Tratado de fronteras, firmado en 1819, ratificado el 22 de febrero de 1821. Por este tratado, España renunciaba a Oregón, Florida y Luisiana. Pero obtenía el reconocimiento de su soberanía sobre Texas.
En cuanto a Texas solo tendría una duración de seis meses, ya que el 21 de agosto se firmó el Tratado de Córdoba, por lo que España reconocía la independencia de México.
Debido a la destacada participación en la planificación que realizó Miranda sobre un estudio del terreno en Pensacola, obtuvo el ascenso a teniente coronel con fecha del 20 de julio de 1781.
Cagigal envió a Francisco de Miranda a Jamaica, colonia británica, con el pretexto de hacer un canje de prisioneros, aunque verdaderamente lo que haría sería una labor de espía, recibiendo el despacho oficial para la misión, embarcando el 14 de agosto de 1781 y llegando a Kingston, capital de Jamaica, el 20 de septiembre.
El convenio para el canje de prisioneros fue firmado el 18 de noviembre de 1781, regulando un intercambio de prisioneros del mismo rango.
José María Cagigal y Monserrat había sido nombrado gobernador de Cuba el 12 de febrero de 1781; tomando posesión en noviembre.
Nada más regresar, Miranda a Cuba el 13 de diciembre de 1781 entregó todos los detalles a Cagigal, por lo que este comunicó al Ministro de Indias lo siguiente.
El capitán general y gobernador de Cuba Cagigal comunica al Ministro de Indias en Madrid el éxito de la misión de Miranda en Jamaica: canje de 22 oficiales y 850 hombres; detalle completo de las fuerzas inglesas en Jamaica; tres planos de la isla y costas; compra de dos bergantines y una goleta. Orgulloso de su edecán y ayudante, le permite que se dirija al rey –en acuerdo previo con el Comandante General del Ejército de Operaciones, Bernardo de Gálvez– para pedirle “se digne concederle el grado y sueldo de Coronel de Infantería”.
A primeros de marzo de 1782, el gobernador de Cuba recibió dos comunicaciones del ministro de Indias, José de Gálvez, fechadas el 2 y 16 de noviembre de 1781, en las que se le ordenó apresar a Miranda y trasladarlo de manera inmediata a España. En la segunda orden, el ministro Gálvez le comunicó que el Rey no aprobaba la designación del teniente coronel Francisco de Miranda para efectuar el canje de los prisioneros españoles detenidos en Jamaica, dado que:
“Ha sabido con sumo desagrado que al general Campbell y a otros oficiales suyos se les permitió ver las fortificaciones de esa Plaza, a influjo y en compañía de don Francisco de Miranda, Capitán del Regimiento de Aragón, que es un entusiasta apasionado de los ingleses. Con esta noticia, que los mismos enemigos han publicado en sus colonias, se ha servido S. M. mandar que inmediatamente separe V. E. a este oficial de su lado y que en primer aviso, o correo u otra embarcación que salga de ese puerto para cualquiera de estos Reinos de España, le envíe irremisiblemente a ellos, sin confiarle pliegos ni encargo alguno de su Real servicio.”.
Cagigal remitió al ministro José de Gálvez dos cartas reservadas y una representación, fechadas el 5 de marzo de 1782, en las que expuso lo sucedido durante la estancia de Campbell en La Habana y le remitió todos los documentos relativos al caso. A favor de Miranda, argumentó que desde diciembre pasado ya había regresado, con indudable éxito, de su misión en Jamaica.
A esta orden de detención se sumaría un juicio que la inquisición había comenzado contra él tres años antes por tener y leer libros prohibidos. No fue arrestado gracias a su jefe y amigo Cagigal.
El 18 de abril de 1782 zarpó de Cuba un ejército expedicionario al mando del gobernador Cagigal; el destino era ocupar las Bahamas. Francisco de Miranda iba como segundo; las tropas estaban integradas por 2.500 hombres, en su mayor parte de las milicias habaneras. El 4 de mayo de 1782 se rindieron la fortaleza y la plaza de Nassau, la guarnición quedó prisionera y los soldados ingleses fueron llevados a La Habana. Cagigal comisionó a Francisco de Miranda como parlamentario para tratar con el gobernador británico de Bahamas, vicealmirante John Maxwell. Los términos de la capitulación fueron firmados el 8 de mayo por Miranda y Maxwell. Los británicos, junto con la plaza y el archipiélago de Bahamas, rindieron 7 buques de guerra de diverso porte y 65 de transporte pequeños, 159 cañones, 6 obuses, 36 granadas de mano, 868 mosquetes, 31 pistolas y 86 espadas. Se hicieron 1.412 prisioneros, de los cuales 274 eran soldados pertenecientes a las tropas regulares, 338 milicianos, 800 marineros de los buques, sin contar 2.376 esclavos.
Las Bahamas estuvieron en poder de España hasta el Tratado de París de 1783, por el que se reconocían y cedían las Bahamas, Monserrat y Granadas a Gran Bretaña, en cambio, España recuperaba la Florida occidental y oriental, así como Menorca, las costas de Nicaragua, Honduras, Campeche y la soberanía española sobre isla Providencia.
El 28 de octubre de 1782, antes de la huida de Miranda a los Estados Unidos, la Inquisición española había dado también su veredicto: Francisco de Miranda deberá ser encarcelado y sus bienes confiscados. En el momento de ser arrestado, todos sus libros y papeles deberán ser examinados y los objetos prohibidos confiscados. A su regreso a La Habana se tuvo que esconder para no ir a prisión. Por lo que embarcó para los Estados Unidos el 1 de junio de 1783, en los Estados Unidos pasaría seis meses; allí conocería a George Washington.

De los Estados Unidos zarpó en diciembre de 1784 para Inglaterra, con la mente en la independencia de Hispanoamérica. El 31 de enero de 1785 Miranda llegó a Inglaterra, pasando a vivir en un hotel de Londres. Su pertenencia a la masonería le facilitó el contacto con las personalidades más relevantes de las altas esferas, a través de las logias europeas y americanas.
Entre los años 1785 y 1789 emprende un largo periplo por Europa.
En 1786, viajó a Rusia, donde entabló amistad con el príncipe Potemkin. En 1787 fue presentado a la zarina Catalina la Grande de Rusia (Catalina II), quien le otorgó el permiso para poder usar el uniforme del ejército zarista. Hay diversos escritos sobre una posible relación amorosa de Miranda con la zarina.
En este año partió para Finlandia; en Estocolmo fue recibido por el rey Gustavo III. Entre 1787 y 1789 viajó por Alemania, Holanda, Bélgica. De allí salió para Francia. El 16 de febrero de 1789 llegó a Marsella, desde donde regresó a Inglaterra el 18 de junio de ese mismo año.
A principios de 1792 de nuevo embarcó para Francia, llegando a la capital el 23 de marzo; en agosto el ministro de la guerra José Servánt le ofreció el grado de mariscal de campo del Ejército de la Revolución: por méritos en la batalla de Valmy (20 de septiembre de 1792) se le concedió el grado de general de los ejércitos de la república francesa.
En 1797 regresó a Londres, donde permaneció hasta 1805. El 2 de septiembre de 1805 zarpó para Nueva York, donde llegó el 9 de noviembre, entrevistándose con el presidente Thomas Jefferson.
La expedición de Miranda de 1806 en el bergantín Leander hacia Haití.
El 2 de febrero de 1806, Miranda, al mando del buque Leander, con aproximadamente doscientos cincuenta hombres armados, aparte de la tripulación, todos contratados en el puerto de Nueva York, levaron anclas hacia Venezuela. Deteniéndose en Haití, allí se les unen dos nuevas embarcaciones compradas por Miranda, las Bacchus y Bee.
A principios de marzo, Francisco de Miranda creó la bandera tricolor (amarillo, azul y rojo), que es la actual bandera de Venezuela, a la que se le incluyeron posteriormente ocho estrellas. El 12 de marzo izaron en el Leander la primera bandera de Venezuela. El 24 de marzo los expedicionarios hacen el juramento de lealtad “al pueblo libre de Sudamérica, independiente de España, y servirle leal y honradamente contra todos los enemigos y opositores”. La flotilla de Miranda llega a las costas venezolanas el 28 de marzo.
Cuando estaban preparándose para el desembarco, estando frente a Ocumare, sostienen un combate con naves españolas, siendo detenidos los barcos denominados Bacchus y Bee junto a la tripulación y pasajeros. De estos, 10 fueron condenados a muerte por un tribunal encabezado por el capitán general don Manuel Guevara Vasconcelos. Logrando Miranda escapar en el Leander, navegando por varias islas del Caribe solicitando ayuda. Llegando a Granada, y más tarde a Trinidad, entró Miranda en contacto con las autoridades inglesas, recibiendo ayuda y protección. Desde Trinidad, Miranda, al mando del Leander, de nuevo emprende viaje a Venezuela, llegando en los primeros días de agosto a la provincia de Coro.
Nota: El indicado arriba como capitán general de Venezuela, Manuel Guevara Vasconcelos, fue gobernador de Venezuela, entre el 6 de abril de 1799 y el 9 de octubre de 1807, año en que murió en el cargo. Había nacido en Ceuta el 20 de julio de 1739. Fue el creador de las primeras monedas de Venezuela.
El 3 de agosto desembarcaron las tropas de Miranda en las costas de Venezuela, tomando las poblaciones de La Vela y Coro, donde hizo la bandera de Venezuela, teniendo que huir la pequeña guarnición española, pero los habitantes de estas poblaciones recibieron a Miranda, con la mayor indiferencia. Pero la falta de apoyo y la amenaza de la llegada de 4.000 soldados españoles le hacen huir el 13 de agosto, dirigiéndose a Granada, de allí a Aruba y finalmente a Trinidad.
Tras el fracaso de la expedición, regresó a Inglaterra a comienzos de 1808.
El 14 de julio de 1810 llegaron a Londres Simón Bolívar, Luis López Méndez y Andrés Bello, entrevistándose con Francisco de Miranda. Al que convencieron para que regresara a Venezuela. En su regreso hizo escala en Curazao, de donde partió para Venezuela, llegando al puerto de La Guaira el 10 de diciembre de 1810.
El 12 de febrero de 1812 el capitán de fragata español Domingo de Monteverde inició la reconquista de Venezuela.
El 28 de abril de 1812, Francisco de Miranda fue nombrado Generalísimo y el 19 de mayo Dictador.
El 2 de mayo de 1812, Miranda nombró a Simón Bolívar, comandante político y militar de Puerto Cabello, Venezuela. Era el primer mando para Bolívar.
El 30 de junio de este mismo año estalló una rebelión armada en el castillo de San Felipe de Puerto Cabello, que estaba al mando del comandante Bolívar.
Tras la pérdida de Puerto Cabello, la fortaleza más importante de Venezuela, Francisco de Miranda se vio obligado a capitular. “Capitulación de San Mateo” 25 de julio de 1812. Son seis artículos, no se especifican.
Al día siguiente de firmarse la capitulación, Francisco de Miranda se encontraba en el puerto de La Guaira, con la idea de salir de Venezuela y reorganizar fuerzas para proseguir la lucha contra los españoles.
Un grupo de personas encabezadas por Simón Bolívar, Peña y Manuel María de las Casas detuvieron a Miranda. Esta detención y posterior entrega de Miranda a Monteverde se realizó sin consultar a los miembros del Poder Ejecutivo, que estaban presentes en La Guaira. Esto fue conocido como la traición de Bolívar.
Con esta acción, Simón Bolívar traicionaba a Miranda y a Venezuela a cambio de un pasaporte para poder huir del país rumbo a Curazao.
Desde el puerto de La Guaira, Francisco de Miranda fue llevado al Castillo de San Felipe de Puerto Cabello donde, a principios de 1813, escribió desde su celda un memorial a la Real Audiencia de Caracas, exigiendo el cumplimiento de la capitulación de San Mateo. El 4 de julio de 1813 fue trasladado a la fortaleza del Morro en Puerto Rico y de allí enviado a España y encerrado en el penal de las Cuatro Torres de San Fernando, Cádiz, donde falleció el 14 de julio de 1816, a los 66 años de edad.
Una hermana de Francisco de Miranda, de nombre Rosa, contrajo matrimonio en 1793 con el capitán “ceutí” José María Fernández (Ceuta, 19.09.1760); para ella eran sus segundas nupcias. De este matrimonio nacerían dos hijas, Rafaela y Manuela.
En 1811, José María Fernández se adhirió al movimiento surgido en abril, pasando al ejército independentista, siendo ascendido a teniente coronel y más tarde a coronel. En julio de 1814, se encontraba al mando de los Fortines de la Cabrera, Venezuela.
Tras la derrota independentista en la segunda batalla de La Puerta (15.06.1814). Bolívar, en su huida, previno a José María Fernández que defendiera su puesto, el estrecho y la laguna.
El 17 de julio de 1814, fuerzas realistas al mando de José Tomás Boves arrasaron los fortines, muriendo la mayoría de sus defensores, entre ellos el coronel José María Fernández.