Pachi Ruiz de VOX Ceuta o cuando pierdes dinero por tu partido
Manuel Rodríguez
El caso de Pachi Ruíz es todo un misterio. El subinspector de policía con plaza fuera de Ceuta en situación de servicios especiales por ser diputado de la Asamblea, estaría perdiendo un dineral cada mes.
Un subinspector de policía cobra de media en la península unos 32.340 euros al año (unos 2.310 al mes). Ruíz en cambio, en el registro de intereses (público y subido en la web de la Ciudad Autónoma) que los diputados presentan cuando se conforma la Asamblea al comenzar la legislatura, anota como “rentas recibidas” los conceptos “dieta diputado Asamblea Ceuta” (1340 euros) y “trienios policía nacional” (300 euros).
Los números hablan por sí solos. Teniendo en cuenta que Ruíz dejó la Vicepresidencia de la Asamblea a principios del año 2021, podría haber estado perdiendo cerca de mil euros al mes desde entonces.
¿Es esto real? ¿O estamos soñando? Hagan la suma de cuánto dinero habría sacrificado Ruíz para defender sus ideas bajo las siglas de VOX. Por si fuera poco, Ruíz volvió a repetir en las listas del partido para las elecciones municipales de 2023, obteniendo nuevamente un escaño con el sacrificio personal que ello conlleva durante cuatro años.
Pese a la subida de la dieta de los diputados de esta legislatura (unos 1600 euros al mes) en comparación con la legislatura anterior (unos 1300), Ruíz seguiría perdiendo dinero por estar en situación de servicios especiales para ser diputado.
Tiene además una trascendencia especial el hecho de que Ruíz es un diputado amable que huye de la confrontación. Interviene en el pleno de la Asamblea con un tono sosegado, calmado y cordial, siendo quizás el máximo apoyo para un Juan Sergio Redondo que lo ha elegido para sentarse a su lado durante los plenos de la Asamblea.
Cojan la calculadora y saquen ustedes las conclusiones que quieran. Lo que parece estar muy claro es que Ruíz no está en política por dinero. Casos como el suyo reconfortan y nos acercan con mejor cara a unas instituciones tan dañadas por los casos de corrupción o por el saqueo del erario público para beneficio propio. Hay esperanza.
