Cristian Coto y su 'zambombá" hacen las delicias del público
NAVIDAD 2025
El artista lebrijano ofrece un buen rato de villancicos flamencos en el Salón de Actos del Palacio Autonómico
“Nos han pegado unas cuantas olas, pero vosotros sabéis donde vivís”. Cristian Coto es joven, canta terriblemente bien y tiene más tablas que una carpintería. Se le nota a la hora de dirigirse al público, pero también a la hora de marcar el tempo en sus actuaciones. A la hora de subir, de mandar a parar a su pequeña, y buena, compañía. Cuatro palmeros -dos hombres y dos mujeres- y una guitarra. Con eso basta para ‘armar el pollo’.
Y eso que el lugar no era el esperado inicialmente. Iba a ser en la Plaza Nelson Mandela, pero cualquiera se pone a cantar villancicos al Niño Dios con una borrasca como Elisa dando vueltas sobre nuestras cabezas. Así que el Salón de Actos del Palacio Autonómico, una especie de cajón de sastre de los locales de nuestra ciudad, se convirtió durante un buen rato dominical en un sitio donde sentir la Navidad al ritmo flamenco.
Dicen aquello que de casta le va al galgo. O del ambiente. Cristian Coto es paisano de un hombre que supo situar a su pueblo en el mapa. Ahora en que se mezcla todo, hasta el punto de que no sabemos si Rosalía es soprano, flamenca o un género en si misma, hubo un pionero que cruzó tantas veces el Estrecho para fusionar flamenco y voces andalusíes o para actuar cada noche en la feria de Ceuta. Se llamaba Juan Peña. “Cuando canta Lebrijano, se moja hasta el agua”, dijo el más célebre de sus admiradores, Gabriel García Márquez. Peña creó escuela, plantó semillas flamencas. Y viendo a Cristian Coto, damos fe de que de la buena.