El fogonero de la antigua locomotora viaja al futuro para poner en valor el patrimonio ceutí

La antigua Estación de Ferrocarril de Ceuta se ha convertido desde este viernes en el escenario de un viaje al pasado gracias a la puesta en marcha de un programa de visitas teatralizadas en torno a la locomotora Ceuta nº 1 y su tender, una de las piezas más emblemáticas del patrimonio industrial de la ciudad. La iniciativa ha sido presentada este viernes 19, a las 19.00 horas, en el Centro Cultural Estación de Ferrocarril, y está impulsada por la Consejería de Comercio, Turismo, Empleo y Deporte, a través de Servicios Turísticos de Ceuta, en colaboración con la Fundación Premio Convivencia.

El programa nace tras la reciente restauración integral de la locomotora, ejecutada a lo largo de 2025 y financiada por el Ministerio de Industria y Turismo en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con cargo a los Fondos Europeos Next Generation. La actuación ha permitido recuperar y poner en valor esta joya del patrimonio ferroviario ceutí con fines turísticos y culturales, abriéndola al disfrute tanto de la ciudadanía como de quienes visitan la ciudad.

Bajo el título ‘La locomotora Ceuta nº 1, un viaje de ida y vuelta a través del tiempo’, las visitas teatralizadas proponen una forma innovadora y didáctica de acercarse a la historia ferroviaria local. A través del teatro, la recreación histórica y la ambientación en los años treinta del siglo pasado, el público podrá conocer el papel estratégico, comercial y social que desempeñó la línea ferroviaria de Ceuta, así como la importancia de la locomotora como elemento de unión entre culturas, ciudades y países.

La presentación ha contado este viernes con la presencia del presidente de la CIudad, Juan Vivas, y varios representantes de diferentes consejerías del Gobierno local. Todos ellos han sonreído y disfrutado del espectáculo teatralizado.

Las sesiones abiertas al público se celebrarán los días 20, 21, 27 y 28 de diciembre, con pases de 12.00 a 13.00 horas por la mañana y de 18.00 a 19.00 y de 20.00 a 21.00 horas por la tarde. Cada sesión contará con un máximo de 20 plazas, con el objetivo de garantizar una experiencia cercana y participativa. Casi todas las plazas están agotadas, pero los interesados pueden tratar de apuntarse a través del 956 51 09 33 o el correo electrónico correo@premioconvivencia.com.

Gabriel Fernández, director del contrato de restauración de la locomotora y trabajador de la Estación del Ferrocarril, dependiente de la Consejería de Educación y Cultura, explicó a este diario los detalles técnicos de la intervención y el origen de la idea. La restauración, según señaló, se licitó inicialmente por unos 60.000 euros y fue adjudicada finalmente a una empresa ceutí por 51.000 euros. El plazo de ejecución era de seis meses, aunque los trabajos se completaron en cinco.

Fernández subrayó que esta actuación abrió la puerta a repensar la forma de mostrar este patrimonio industrial, el único de estas características que actualmente se encuentra puesto en valor en Ceuta y que, además, puede visitarse y recorrerse por dentro. “La idea era enseñarlo, pero de una manera divertida”, explicó, dando paso a la propuesta teatral.

La visita comienza con una presentación técnica que, de forma inesperada, se ve interrumpida por un personaje llegado del pasado: un fogonero de la locomotora. A partir de ese momento, se inicia un recorrido guiado por los antiguos andenes y la propia máquina, acompañado de iluminación especial y efectos de humo que evocan el funcionamiento de una locomotora de vapor. El público podrá subir a la locomotora y conocerla de la mano del personaje, que ejerce de hilo conductor del relato.

La experiencia no se limita a la explicación histórica. Una vez finalizado el recorrido por la locomotora, el fogonero se transforma en cartero, un personaje que, según Fernández, ofrece muchas posibilidades narrativas. A través de cartas y pequeñas historias, se evocan personajes reales y ficticios inspirados en la Ceuta de la época: una costurera que viajaba a diario desde Tetuán, una mujer que vivía en Huerta Rufino, un soldado, referencias al sultán y al ejército, todos ellos integrados en una trama que busca ser emotiva además de divulgativa.

El programa incluye también un microtaller en el que los asistentes podrán escribir postales, recuperando una costumbre tradicional. La visita concluye en el vestíbulo del centro cultural, donde un último actor despide al grupo con un poema, cerrando el recorrido de forma simbólica y festiva.