German Martín Canosa: Una historia de lealtad, emoción y apoyo incondicional
JUGADOR Nº 12
“Cuando el equipo cae, ahí es cuando más hay que apoyar”, afirma Germán, recordando su papel vital en la animación del Murube
Desde que tenía apenas 10 años, Germán Martín Canosa lleva en la sangre el amor por el Ceuta. Aquel niño que acompañaba a su padre a todos los partidos de la Federación Norteafricana de Ceuta se ha convertido hoy en el verdadero “Jugador nº12”, el alma de la grada que no se rinde ante ningún resultado.
“Desde los 10 años ya me enganché al Ceuta”, confiesa Germán, con esa mezcla de nostalgia y orgullo que solo un aficionado de toda la vida puede transmitir. Sus viajes no conocen distancias: desde Tercera hasta Segunda División, ningún campo le ha sido ajeno, ni siquiera cuando el dinero escaseaba o las condiciones eran duras.
A sus 17 años, se mudó a la península, pero nunca dejó de acompañar al equipo. Ni la lluvia, ni los fríos, ni los horarios imposibles han podido con él. Su pasión se mantiene intacta, y hoy sigue siendo el referente de los que animan sin descanso en las gradas.
“Cuando el equipo cae, ahí es cuando más hay que apoyar”, afirma con firmeza. Esa filosofía lo define: el verdadero Jugador nº12 no abandona nunca, incluso cuando los resultados no acompañan. Y en Ceuta, la afición lo sabe.
Germán ha visto la evolución del club desde la distancia, y sus recuerdos son un testimonio vivo de la historia del Ceuta: desde partidos de Tercera con el Murube lleno hasta momentos de incertidumbre y descenso, siempre ha estado allí, alentando sin condiciones.
“Vi al Alfonso Murube con las hierbas hasta arriba… una pena cuando era joven”, recuerda. Pero incluso en los peores momentos, él y los suyos nunca fallaron. Esa lealtad ha moldeado la identidad de la grada y del equipo.
Para él, la consolidación del Ceuta en Segunda División debe ser un logro de todos. La emoción de los últimos años, desde los partidos decisivos por la permanencia hasta los ascensos recientes, ha reforzado un vínculo que va más allá del fútbol: es una cuestión de familia, de pasión y de amor por los colores.
Este año, en la Segunda División, Germán sigue al equipo con la misma intensidad. Ha viajado a Castellón, Cádiz y sigue planificando sus desplazamientos para acompañar al Ceuta en cada encuentro. Su compromiso no entiende de cansancio ni de obstáculos.
Para él, la clave de este equipo está en la unión del vestuario. “Todos, titulares y reservas, forman una gran familia. Esa actitud se refleja en el campo”, asegura, con la certeza de quien ha vivido cada victoria y cada derrota desde la grada.
No esconde los problemas del equipo: las ocasiones no siempre terminan en gol, y la presión de mantenerse en la categoría se nota. Pero su mensaje es de serenidad: “Los jugadores valen para lo que están haciendo, y hay que animarlos siempre, sin descanso”.
Germán destaca a Carlos Hernández como un pilar del equipo, un jugador que, según él, hace que el Ceuta sea competitivo en cada partido. Su admiración no es casual: Hernández representa la entrega, la constancia y la pasión que Germán ve en cada jugador de su equipo.
A pesar de las dificultades, Germán mantiene la esperanza y el optimismo. Su pronóstico para el Ceuta en esta temporada es claro: consolidar la categoría y disfrutar del camino. La emoción de la montaña rusa de la Segunda División no lo asusta; lo motiva.
El verdadero Jugador nº12 no solo se mide en aplausos o cánticos, sino en compromiso, en presencia y en apoyo incondicional. Germán Martín Canosa encarna todo eso y más: es la voz que anima, la mano que sostiene y el corazón que late junto a cada jugador en el Murube y fuera de él.
“Espero que tengamos 52-55 puntos al final de temporada”, dice con ilusión y realismo. Para él, cada partido es una oportunidad de mostrar amor por el Ceuta, y cada desplazamiento, un sacrificio que vale la pena.
Porque más allá de los goles, más allá de los resultados, el Ceuta tiene algo que ningún marcador puede medir: la pasión de su afición, representada en Germán, el verdadero Jugador nº12 que hace que cada partido sea una experiencia inolvidable.