Mohamed Alí ‘El Rubio’: La voz que nunca abandona al Ceuta: medio siglo de pasión sin billete de vuelta

Mohamed Ali Layachi, conocido en la grada como ‘El Rubio’, sostiene su pasión por el AD Ceuta FC con la fuerza de quien ha hecho del fútbol una forma de vida. A sus 65 años, sigue acudiendo al estadio y acompañando al equipo en cada desplazamiento con el entusiasmo intacto desde que, siendo un niño, cruzó por primera vez las puertas del Alfonso Murube.

“Yo sigo al Ceuta desde los 12 años”, recuerda con una sonrisa que delata memoria y orgullo. Aquel joven que corría desde el campo de tierra donde jugaba con sus amigos hasta la grada para no perderse un solo minuto del equipo sigue viviendo hoy en él. Nada ha cambiado, salvo el paso del tiempo y la intensidad con la que late su corazón cada domingo.

Layachi creció en un barrio donde el fútbol era la banda sonora de las tardes. “Yo jugaba con mis amigos y ya me quedó ese gusanillo en la sangre”, explica. Después de cada partido, salía corriendo para reunirse con los suyos y ver al Ceuta de entonces, aquel que formaban nombres que hoy recuerda casi como familia.

“Antes había jugadores muy buenos, gente de aquí: Serrán, Cerezo, Valenzuela, Pepe Almagro…”, enumera con la precisión de quien repasa un álbum de vida. Sin embargo, reconoce que el Ceuta actual ha dado un salto cualitativo: “Ahora tenemos mejores jugadores, un equipo más hecho”.

La pasión de Layachi no entiende de épocas ni categorías. Ha visto ascensos, descensos y temporadas complicadas, pero asegura que el actual proyecto es distinto. “Estoy viviendo al Ceuta mejor que nunca”, afirma. De hecho, estuvo en Madrid para celebrar el ascenso: “Lo pasamos muy bien. Tenemos la mejor afición del mundo, el mejor entrenador y el mejor presidente”.

Su relación con el Ceuta es también geográfica. Ha recorrido kilómetros y kilómetros con la camiseta al hombro, la bufanda en la mano y la voz lista para animar. “Este año he viajado a todos los sitios. Valladolid, Santander, Cádiz… donde va el Ceuta, yo voy”, dice con una naturalidad que sorprende por el compromiso que implica.

Incluso relata viajes “complicadillos” pero insiste en que nada lo frena. “Yo voy a animar. Voy con una cara de ilusión tremenda”, explica mientras señala que para el partido de Granada ya tiene los billetes. El desplazamiento, como siempre, está marcado en rojo.

Habla del inicio liguero sin dramatismos. Reconoce que los primeros partidos fueron difíciles —contra equipos como Valladolid, Racing o Sporting—, pero sostiene que el equipo ha aprendido a competir. “Ahora los veo bien. Con lo que tenemos, vamos a intentar hacerlo mejor”, afirma.

Layachi sigue la tabla clasificatoria con el fervor de un aficionado que sueña sin complejos. Celebró dormir en puestos de ‘play off’ la pasada semana, aunque fuese por unas horas, y reivindica que el Ceuta puede mirar de tú a tú a cualquiera. “Yo lo dije desde el primer día: nos vamos a reforzar y vamos a competir sin vacilar”.

El veterano seguidor también tiene claro que el campo debe llenarse más. “Ahora somos unos 4.500 o 5.000, pero deberían ser 7.000 u 8.000. La ciudad tiene que apoyar más”, reclama. Aun así, defiende que la afición ceutí se entrega en los momentos decisivos: “Cuando perdemos, nos levantamos. Animamos siempre”.

A diferencia de muchos, Layachi no pertenece a ninguna peña, aunque estuvo cerca de unirse a Frente Ketama. Ahora se coloca en tribuna, siempre con su abono anual, pagado con esfuerzo pero con el convencimiento de que “es lo que corresponde cuando uno quiere al Ceuta”.

No falla en los desplazamientos. “Desde que está Luhay de presidente, no me pierdo ni un partido, ni en casa ni fuera”, asegura. Algunos aficionados incluso preguntan si él va antes de decidirse ellos mismos. “Si va el Rubio, vamos todos”, le dijeron recientemente.

Su mensaje a los jugadores antes del partido de Granada es directo y contundente: “Tienen que dar la cara. Por lo menos un empate, aunque hay que ganar. Allí nos van a tener apoyando desde el primer minuto”. Y, mirando más allá, también piensa ya en el duelo frente a Las Palmas.

Cuando se le pide un pronóstico, no duda: “0-2 en Granada”. Tampoco se atreve a esconder su ambición para la temporada: “Vamos a quedar los sextos y meter la cabeza en el play off”, afirma con ese optimismo que alimenta la grada ceutí.

En cada palabra, en cada gesto y en cada recuerdo, Mohamed Ali Layachi representa la esencia del jugador nº12. Ese aficionado que no se rinde, que cree incluso cuando las cuentas no salen y que entiende mejor que nadie que la historia de un club se escribe con goles… pero también con fidelidad.

“Yo voy con el Ceuta siempre. A todo. Hasta el final”. Una frase que, en su boca, no es un lema. Es una promesa. Una de esas que duran toda la vida.