Nayim: "Quiero que el Ceuta gane el domingo, pero al Zaragoza en Primera"

Víctor Fernández dispuso aquel día un 4-3-3 sobre el césped del Parque de los Príncipes. Andoni Cedrún, uno de los tres capitanes de la plantilla, era el encargado de custodiar la portería. En la defensa, el preparador maño situó a Belsue, Aguado, Cáceres y Solana, dejando el centro del campo a tres hombres: Gustavo Poyet, Nayim y Santi Aragón, para que Miguel Pardeza, Higuera y Juan Eduardo Esnaider tratasen de batir al rival. Un equipo duro: si hoy el Arsenal es un equipo al que no sería descartable ver como campeón de Europa a final de temporada, entonces defendía la Recopa de Europa, ganada un año antes ante el Parma italiano. Aquel equipo londinense era complicado: John Hartson, Alan Wright o Tony Adams eran algunas de las figuras de un equipo dirigido por el escocés Stewart Houston. Se adelantó el Zaragoza, con un gol en el minuto 68 de Juan Esnaider. Fichado como promesa del Real Madrid, encontró sus mejores momentos lejos del Bernabéu. Le cayó un balón al borde del área, y sin pensarlo, le pegó con la suficiente fuerza y colocación como para que David Seaman hiciera la estatua. Diez minutos más tarde, sin embargo, era Andoni Cedrún quien se tiraba tarde ante un gol de Hartson, tras una jugada algo trastabillada en el área maña. Y en el último suspiro, aquello por lo que todo el mundo pregunta a Nayim desde hace treinta años. Seaman, aquel portero con bigote y ocasionalmente melena, anda adelantado. Volea desde el centro del campo y el Zaragoza campeón. Al portero inglés -que un año más tarde, por cierto, pararía dos penaltis a España en la tanda de penaltis de los cuartos de final de la Euro'96- le dio tiempo a tocar el balón, pero sin efecto. Su cara de circunstancias, sentado en la portería mientras los españoles se abrazaban, forma parte del imaginario colectivo del zaragocismo.

"Es curioso, porque fui el primer español en la Premier. Gané una F.A. Cup ante el Nottingham Forrest en Wembley, jugué en el Barça de Cruyff, fui subcampeón del mundo juvenil con España, gané una Copa contra el Celta... Pero en efecto, la gente solo habla del gol. Es lógico: es un momento muy especial, un golazo, un título para un equipo como el Real Zaragoza...", recuerda Nayim. Un hombre que tendrá un momento especial el domingo. El Real Zaragoza es ahora un equipo menor que aquel, que lucha por no descender a la tercera categoría del fútbol español, que visitará al Ceuta donde Nayim hará el saque de honor.

"Nunca jugué en el Ceuta, pero es mi equipo. Recuerdo ir a verlo los domingos con mi padre, y recuerdo ver el partido del ascenso del año 80 contra el Girona. Yo aquí en Ceuta jugué en el Pedro Lamata y en el Ceutí, pero el Ceuta es el equipo de mi vida. Quiero que gane el Ceuta el domingo; no tengo nada que ocultar en ese sentido. Pero al Zaragoza lo quiero en primera, y si puede, esta misma temporada. Que gane todos los partidos, menos los dos del Ceuta", explica.

Volviendo a aquel gol que le convierte en símbolo del Zaragoza. "No, no quise despejar la pelota", dice entre risas. "Yo había jugado contra ellos durante cinco años en la Premier, y me di cuenta de que Seaman era un portero que jugaba muy adelantado". El portero británico volvió a sufrir algo parecido siete años después, cuando Ronaldinho le marcaba un gol de falta, desde la misma distancia. "Ese debió ser más doloroso para el portero, porque lo mío a fin de cuentas fue en una jugada en la que te puedes pillar más adelantado. Pero fue una falta". Por cierto: no ha vuelto a hablar con Seaman desde entonces. "Ha habido intentos de alguien de hacernos una entrevista, pero en ninguno de los casos ha sido posible. El no ha querido, pero esto lo digo desde el más absoluto respeto al compañero, y al enorme portero que fue David Seaman".

Sobre el Zaragoza "me gustaría recibirlo en otras circunstancias, más arriba". Pese al momento que atraviesa el club maño "va a ser un rival complicado para el Ceuta. Es un equipo en defensa muy solidario, muy del estilo de su entrenador, pero ofensivamente baja muchos enteros. Es un rival factible, pero no será sencillo para el Ceuta", insiste. De esta categoría, lo que tiene claro es que "cualquiera le puede ganar a cualquiera. Solo hay que ver lo que le pasó el Racing de Santander en casa, que no va a ser la única vez que ocurra".

De sus antiguos compañeros "solo vendrá el delegado del equipo, Alberto Belsue. Era un gran jugador, llegó a disputar un Mundial y se quedó en el Zaragoza", recuerda aquel niño que vio al Ceuta ascender en el 80 y hará el saque de honor como leyenda ante el Real Zaragoza.

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