ENTREVISTA A JOSÉ JUAN ROMERO
Romero: “Si creemos que lo que hemos hecho es suficiente, no llegaremos a los 50 puntos”
ENTREVISTA A JOSÉ JUAN ROMERO
La AD Ceuta FC vive uno de los momentos más ilusionantes de su historia reciente tras su ascenso a la Liga Hypermotion y una primera parte de temporada que ha superado expectativas y pronósticos. Al frente del proyecto, José Juan Romero observa el camino recorrido con una mezcla de orgullo, ambición y responsabilidad.
El técnico sevillano reconoce que lo primero que le viene a la cabeza al echar la vista atrás no es el alivio, sino la satisfacción por haber cumplido el anhelo colectivo de toda una ciudad. “Lo que siento es orgullo por haber cumplido la ilusión de muchísima gente”, afirma con serenidad.
Romero subraya que ese sentimiento no se limita al último año, sino que es la consecuencia de un trabajo sostenido durante varias temporadas, en las que el club ha ido creciendo de manera constante y sólida.
Un equipo reconocible, una ciudad volcada y un objetivo claro, las claves del sorprendente rendimiento del Ceuta en Segunda
El ascenso a Segunda División fue el punto culminante de un curso pasado inolvidable, especialmente en una segunda vuelta que el entrenador define como determinante. Aun así, el entrenador evita hablar de certezas absolutas. “Es difícil sentir que algo es imparable”, admite, aunque reconoce que el equipo alcanzó un punto de confianza máxima. “Llegó un momento en el que el equipo se creía invencible y no veía la manera de perder”, explica, describiendo un vestuario convencido de su potencial.
Ese punto de inflexión llegó, según recuerda, tras la victoria ante el Real Madrid Castilla en Valdebebas. “Ahí sentí que ya éramos un equipo de Segunda División”, confiesa, señalando aquel triunfo como el instante en el que el salto de categoría dejó de ser una utopía.
El debut en la Liga Hypermotion siempre genera incógnitas, especialmente para un recién ascendido. No obstante, tras 18 jornadas, el Ceuta se ha instalado en la zona media-alta de la tabla, noveno, a solo dos puntos del ‘play off’ y con un margen de seis sobre el descenso.
El técnico destaca el crecimiento de Rubén Díez, a quien considera aún mejor futbolista en una categoría superior
Romero admite que en verano no imaginaba una situación tan favorable, pero destaca que el equipo mostró señales claras de crecimiento incluso tras las primeras dificultades. “Después de Santander noté que el equipo se iba a levantar y que iba a ser muy complicado ganarnos”, asegura.
El técnico destaca como clave el proceso de adaptación a la categoría, un paso que considera imprescindible para competir con garantías. Una vez logrado, sostiene, “ahora va a ser difícil que nos saquen de ella”, afirma con seguridad.
Pese a la exigencia de la Segunda División, Romero mantiene una idea clara: no ha cambiado su manera de trabajar. Para él, la gestión del grupo y del vestuario sigue siendo la misma que en categorías inferiores.
Reconoce que el entorno mediático y los escenarios pueden impresionar, pero insiste en que el fútbol, en esencia, no varía. “Seguimos siendo iguales”, afirma, convencido de que esa continuidad explica gran parte del éxito.
El objetivo del club sigue siendo la permanencia, cifrada en los simbólicos 50 puntos. Con más de la mitad ya en el zurrón antes de acabar la primera vuelta, el reto ahora es gestionar la ilusión sin perder la prudencia, apostando por un equilibrio constante.
Romero defiende una línea clara: no frenar la ambición, pero mantener los pies en el suelo. “Si creemos que lo hecho es suficiente, no llegaremos”, advierte con contundencia.
De cara al cierre de la primera vuelta, con partidos ante Real Sociedad B, Andorra y Málaga, el entrenador desea mantener las mismas sensaciones actuales y seguir sumando puntos que refuercen la confianza del grupo. “Quiero seguir teniendo la sensación de que somos un equipo que compite y juega bien al fútbol, y si cerramos la primera vuelta con 35 puntos, mejor”, afirma mientras esboza una sonrisa.
El último compromiso del año, en Anoeta, supone una oportunidad para cerrar 2025 con una buena imagen lejos del Alfonso Murube. Romero no esconde su carácter competitivo, aunque relativiza el resultado.
Más allá de lo que ocurra en San Sebastián, el técnico valora el año como “una auténtica barbaridad” y se muestra decidido a disfrutar de unas Navidades merecidas tras meses de máxima exigencia.
El parón navideño, reconoce, corta la dinámica, pero también resulta necesario. Romero pone en valor la importancia de desconectar y compartir tiempo con la familia en una temporada sin apenas respiros.
El Ceuta está ayudando a derribar prejuicios históricos y a mostrar una Ceuta elegante, acogedora y orgullosa de su identidad
En el apartado deportivo, la ausencia de Marco Fernández por sanción no alterará el planteamiento del técnico. Confía plenamente en el resto de delanteros, mientras afirma con rotundidad que “a nosotros no nos puede condicionar ningún jugador”. Sin embargo, eso no le impide elogiar al delantero. “Marco es muy bueno, hay uno en la categoría y lo tiene el Ceuta”, subraya.
Sobre los rumores de mercado en torno a Marco, Romero es tajante. “Cero caso”, afirma, restando importancia a especulaciones y dejando claro que el Ceuta siempre saldrá a competir con once futbolistas preparados.
Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, el entrenador se muestra satisfecho con la plantilla actual, aunque no descarta retoques puntuales si sirven para mejorar el grupo.
Con el mercado de invierno a la vuelta de la esquina, el entrenador se muestra satisfecho con la plantilla actual, aunque no descarta retoques puntuales si sirven para mejorar el grupo
Uno de los aspectos que más valora Romero es haber utilizado a prácticamente toda la plantilla sin que el nivel competitivo se resienta. Para él, ese es uno de los grandes logros del curso.
El técnico destaca el crecimiento de jugadores como Rubén Díez, a quien considera aún mejor futbolista en una categoría superior, y la irrupción de Matos, capaz de adaptarse rápidamente a un rol nuevo.
Romero rechaza hablar de decepciones individuales y asume la responsabilidad cuando un jugador no alcanza su mejor versión. “Si alguien no rinde, la culpa es mía por no haber tocado la tecla adecuada”, asegura.
El Alfonso Murube se ha convertido en un fortín y en un motor emocional. El entrenador subraya que la afición caballa responde mejor aún en los momentos difíciles, cuando el equipo más lo necesita.
Un mensaje claro para la afición caballa: “Que sigan cuando vayamos bien y que nos agarren fuerte y tiren de nosotros cuando vayamos mal”
La conexión entre club y ciudad es total. Romero se siente un caballa más y defiende que el Ceuta es hoy el mayor patrimonio de la ciudad en términos de imagen y proyección exterior.
El técnico cree que el club está ayudando a derribar prejuicios históricos y a mostrar una Ceuta elegante, acogedora y orgullosa de su identidad.
A nivel personal, reconoce que antes disfrutaba el fútbol de otra manera. “Antes era más feliz cuando entrenaba casi por hobby”, confiesa mientras rie, pero se muestra agradecido por vivir un momento que jamás imaginó pese a la presión que pueda suponer.
La responsabilidad es enorme, admite, y el fútbol profesional absorbe cada minuto del día, pero el vínculo con la ciudad compensa cualquier sacrificio.
Si en el futuro se habla del Ceuta de José Juan Romero, el técnico desea que se diga que fue un equipo con identidad propia y fiel reflejo de su tierra.
Para cerrar, lanza un mensaje claro a la afición. “Que sigan cuando vayamos bien y que nos agarren fuerte y tiren de nosotros cuando vayamos mal”, pide.
Y un deseo por encima de todos. “Muchísima salud para todos, porque eso es lo más importante y lo que nos puede llevar a lograr el resto de cosas”, concluye.
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