Usuarias del ICD denuncian dos semanas sin Zumba, amenazas y trato “chulesco”

Un grupo de usuarias del Instituto Ceutí de Deportes (ICD) ha denunciado este miércoles la suspensión prolongada de sus clases de Zumba, programadas los lunes y miércoles de 20.00 a 21.00 horas en el Pabellón Guillermo Molina, debido a la baja de la monitora titular y a la falta de una sustitución estable. Las afectadas aseguran que llevan más de dos semanas sin actividad y sin recibir información oficial, salvo cuando insisten en preguntar.

Las alumnas relatan que, tras la baja de la instructora, el ICD llegó a enviar a un monitor que abandonó al día siguiente al considerar que no estaba preparado. Según las usuarias, después circuló la versión de que él se marchó por el “mal trato” del grupo, algo que niegan tajantemente. Posteriormente, una monitora suplente impartió algunas clases, pero finalmente comunicó que no continuaría por motivos que las alumnas vinculan a condiciones económicas o de organización.

A la incertidumbre sobre el servicio se suma, según denuncian, el trato recibido por parte de responsables y personal del centro. Varias alumnas aseguran que tanto la coordinadora como una monitora les advirtieron de que la suspensión de la actividad era “consecuencia de quejarse”. “Nos dijeron literalmente: ‘Esto pasa por quejarse’. Y que si reclamábamos, nos darían de baja del ICD”, relata una de las usuarias. Añaden que, en plena lista de espera, temen perder definitivamente la plaza.

Las afectadas explican que la falta de comunicación les obliga a acudir al pabellón sin saber si habrá clase. “Tengo hijos, trabajo y responsabilidades. Si me avisan por correo de que no hay actividad, no vengo, porque tengo cosas que hacer”, protesta otra usuaria, que asegura que sus datos están actualizados en el sistema. También denuncian irregularidades en la gestión de sus listas de asistencia, que han llegado a quedar “sobre una mesa, sin supervisión, a la vista de cualquiera”.

El grupo insiste en que no reclama solo la reposición de la actividad, sino un mínimo de alternativas. Afirman que la coordinadora del centro les comunicó que “no hay monitores en toda Ceuta” para cubrir la actividad, pero lamentan que tampoco se les haya ofrecido otro horario, disciplina o ubicación. “Hay muchas actividades en el ICD. Pedimos que nos ubiquen en otra clase mientras vuelve la monitora de baja”, afirman.

Ante la falta de soluciones y lo que califican como un trato “despectivo” y “chulesco”, las usuarias han decidido hacer pública su situación. “Llevamos tiempo esperando, hemos sido pacientes. Pero ya no sabemos dónde reclamar”, señalan a las puertas del pabellón. Aseguran que seguirán exigiendo que se restablezca el servicio o se les ofrezca una alternativa real, y piden al ICD que rectifique tanto la gestión como la actitud hacia las personas inscritas.