La ‘Ceuta del futuro’, a examen en la ‘Adolfo Suárez’
ECONOMÍA
La Confederación de Empresarios organiza un evento con la presidenta de la malagueña Fundación CIEDES
La Confederación de Empresarios de Ceuta ha organizado, para la próxima semana, un encuentro abierto en el que pretenden debatir sobre “la Ceuta del futuro”. Para ello, se va a contar con la presencia en la Ciudad de María del Carmen García-Peña. Es, según informa la propia CECE, “Suárez, la directora de la Fundación Ciedes --institución que lidera la transformación estratégica de Málaga--compartirá la experiencia malagueña. Su intervención tendrá, además, un enfoque especialmente relevante para Ceuta, ya que abordará las oportunidades que se abren a nivel local, en línea con el firme impulso del Gobierno de la Ciudad por avanzar en su desarrollo y explorar todas las vías que permitan fortalecer su futuro”. La cita tendrá lugar el próximo jueves, a partir de las 17.00 horas, en la Biblioteca Pública del Estado ‘Adolfo Suárez’
La presidenta de la CECE señala que “vamos a tratar un tema clave para el porvenir de Ceuta, uno de esos asuntos que invitan a la reflexión y que pueden sorprender a muchos. Lo haremos mirando a Málaga como ejemplo, una ciudad que supo transformarse con visión y constancia. Ese proceso, y las claves que lo hicieron posible, se descubrirán a través de un encuentro con la responsable del organismo protagonista de esa transformación. Hay ciudades que sorprenden porque su transformación positiva parece haber surgido de la nada: lugares que han enfrentado crisis profundas y que hoy figuran entre los mejores ejemplos de revitalización urbana, económica y social. Pero si se observa con un poco más de detalle, descubrimos que detrás de cada uno de esos cambios positivos no hay milagros, sino una reflexión colectiva que dio lugar a un rumbo claro, sostenido y, sobre todo, compartido”, dice Arancha Campos.
Para la empresaria ceutí, y pese a la cercanía con Málaga, “Bilbao es quizás el ejemplo más citado. Durante años, la ciudad vivió atrapada entre la crisis industrial y el deterioro de su paisaje urbano. Sin embargo, cuando decidió repensarse a fondo y plantear un futuro distinto, inició un proceso que combinó regeneración urbanística, innovación cultural y un modelo económico diversificado. Su imagen exterior cambió, pero lo más importante es que cambió su autoestima: Bilbao se convirtió en una ciudad que sabía hacia dónde quería avanzar, y esa convicción marcó toda su estrategia de desarrollo”.
También pone como ejemplo Barcleona. “Desde los años noventa, con el impulso de los Juegos Olímpicos, la ciudad apostó por una planificación integral que conectaba urbanismo, movilidad, identidad cultural, innovación tecnológica y proyección internacional. Ese conjunto de decisiones coordinadas creó un modelo que hoy sigue siendo referencia mundial, no solo por su atractivo turístico, sino por su capacidad para reinventarse y adaptarse a nuevos desafíos sociales y económicos”.
Y Málaga, “por su parte, es un ejemplo reciente, cercano y especialmente inspirador. Hace tres décadas pocos habrían imaginado el nivel actual de dinamismo económico y cultural. Pero la ciudad apostó por dotarse de estructuras estables de planificación, fortalecer la participación ciudadana, impulsar alianzas público-privadas y mantener objetivos a largo plazo más allá de los cambios políticos. Ese trabajo constante permitió consolidar un ecosistema tecnológico reconocido internacionalmente, una oferta cultural de primer nivel y un urbanismo que ha puesto en valor su identidad mediterránea. La ciudad se transformó porque sus ciudadanos, entidades, colegios profesionales y organismos decidieron sobre su futuro”. Pese a ello “no son los únicos ejemplos, pero a todas estas ciudades las une un elemento común: entendieron que el futuro no podía quedar a merced de las amenazas que surgieran, de los problemas y desafíos coyunturales o estructurales. Asumieron que la ciudad era un proyecto colectivo, un bien público que debía ser pensado con la profundidad necesaria para trascender y adaptarse a los cambios económicos y sociales. Y lo hicieron mediante herramientas de planificación que, lejos de ser documentos estáticos, se convirtieron en auténticos motores de transformación positiva”.
Precisamente “Ceuta se encuentra hoy ante una oportunidad valiosa para iniciar un camino propio hacia una planificación estratégica compartida. Nuestra ciudad, con sus particularidades geográficas, culturales y sociales, puede beneficiarse enormemente de una hoja de ruta que determine su desarrollo inmediato conservándolo a medio y largo plazo. Y, además, debe hacerlo enfrentando el condicionante singular de ser una Autonomía sin las ventajas de una Comunidad Autónoma, lo que históricamente ha limitado su capacidad para diseñar ciertos marcos propios y acelerar su desarrollo en áreas clave.
Muchas de las dificultades actuales responden a dinámicas globales y a restricciones estructurales, no a la voluntad local, por lo que un impulso por parte de todos se vuelve aún más necesario. Contar con una planificación conjunta permitirá acompañar de forma coherente la evolución demográfica y apoyar cualquier proyecto de desarrollo económico”, reflexiona la presidenta de la CECE. .