"No podemos seguir emitiendo facturas con papel y bolígrafo"

Los profesionales y las empresas que tributan el impuesto de sociedades se enfrentarán a partir del 1 de enero de 2027 a un nuevo sistema de facturación. El nuevo reglamento de facturación electrónica para las empresas y los profesionales (Verifactu) establece que los sistemas informáticos deben generar un registro que, sin posibilidad de modificarse ni borrarse, sea accesible para la Agencia Tributaria a través del envío directo de la información o mediante su almacenamiento en condiciones seguras.

“A estas alturas de la vida, no podemos seguir emitiendo facturas con papel y bolígrafo”. Esta es la advertencia que esta mañana compartía el experto en Tributación y eAdministración Bartolomé Borrego con un grupo de empresarios convocado por la Cámara de Comercio. El acto se ha organizado con el propósito de instruir a pymes y autónomos en los retos que planteará el nuevo sistema de facturación y en las medidas que tendrán que adoptar para afrontar esta transición sin traumas.

La cita no ha podido ser más oportuna. El Gobierno anunciaba ayer su decisión de prorrogar un año la entrada en funcionamiento del Verifactu. “Ahora vamos a disponer de más tiempo para la adaptación, para promover los cambios que tenemos que acometer con más tranquilidad, pero lo que no se puede hacer es dejar las cosas para un mes antes”, aconseja Borrego.

La aclimatación de los procedimientos de facturación electrónica al nuevo sistema constituirá un primer paso antes de emprender en el futuro adaptaciones de mayor calado. “Este camino hacia la digitalización está en la línea de lo que vendrá después, pues en dos o tres años habrá que afrontar cambios más importantes: si seguimos emitiendo facturas con talonario o con Word y Excel, cuando llegue el momento de dar el siguiente paso lo tendremos más duro”, explica el experto.

Los objetivos de Verifactu pasan por el más genérico de propiciar la digitalización de las empresas y el inmediato de luchar contra el fraude. “La globalización exige estos avances -continúa Borrego- Es un fenómeno a nivel mundial, no algo exclusivo de España, donde, incluso, podemos decir que ya vamos tarde”. El especialista revela que los procesos de digitalización de las organizaciones a medio plazo proporcionan un ahorro nada desdeñable para los empresarios y un incremento de la eficacia y la eficiencia en el trabajo.