Adjudicada la obra de emergencia para solventar daños en el CEIP Ramón y Cajal

Finalmente la empresa encargada de realizar la obra de emergencia en el CEIP Ramón y Cajal será Áridos y Transportes del Estrecho S.A. por 2.250.000,00 euros, según salió publicado este martes en la Plataforma de Contratación del Estado. Esa fuente es la única viable las últimas semanas, ya que la consejería de Educación que lidera Pilar Orozco difundió algunos aspectos del informe patológico que se elaboró a raíz de un desprendimiento de un falso techo que obligó a reubicar a los alumnos en otros centros, pero se ha negado en reiteradas ocasiones a compartir el documento con este diario sin ninguna explicación. Los estudiantes aún no saben cuándo podrán volver al colegio. 

El plazo de ejecución no fija años concretos, ya que se limita al tiempo estrictamente necesario para atender la situación de emergencia, algo que está terminando con la paciencia de unas madres y unos padres que matricularon a sus hijos en una escuela y han tenido que ser reubicados en otras porque se caía literalmente a pedazos. 

Las competencias son de la Ciudad Autónoma, que se ha limitado a difundir de forma escueta que el informe técnico ha descartado daños estructurales en el colegio -construido en los años 50-, algo que supuestamente, según expresan, rebaja la envergadura de las obras. Lo que sí señala el documento, que se niegan a compartir con este diario, es que habrá que realizar “una serie de actuaciones” para solventar las deficiencias. De eso es de lo que se tendrá que ocupar el personal de Áridos y Transportes del Estrecho S.A.

Hasta la fecha son numerosos los alumnos que continúan desplazados y reubicados en otros centros de la ciudad desde el comienzo del curso, una circunstancia que ha alterado la organización familiar y escolar y que se ha prolongado ya durante el primer trimestre.

El cierre del CEIP Ramón y Cajal se produjo a mediados de septiembre, después de que se desprendiera una bovedilla de hormigón en el falso techo de un baño durante unas obras de mejora, lo que llevó a la Dirección Provincial de Educación, también desaparecida desde hace semanas y que no contesta a las llamadas ni preguntas de este diario, a ordenar la clausura temporal del centro por motivos de seguridad y a redistribuir a sus 230 alumnos en varios colegios de Ceuta.

Desde entonces, el alumnado ha sido acogido en los centros Maestro José Acosta, Ciudad de Ceuta y Juan Carlos I, tras un dispositivo extraordinario diseñado para minimizar la dispersión y facilitar la conciliación de las familias afectadas.

A falta de decisiones políticas y administrativas para confirmar los plazos, el calendario escolar genera tensión a los dirigentes que tienen que tomar una decisión. El segundo trimestre comienza el próximo 8 de enero, y los alumnos y sus familias, a día de hoy, solo saben que se han adjudicado las obras, pero la consejería de Educación no arroja luz sobre cuándo podrán volver a ser reubicados. La normalización de la actividad educativa en el CEIP Ramón y Cajal aún queda lejana, mientras la consejería de Pilar Orozco da muestras de poca transparencia a la vista de los acontecimientos y la falta de respuestas ante un suceso que descolocó a la Ciudad a principios del curso.