
Antiguos alumnos de Juan XXIII y Sagrado Corazón convierten el Colegio San Daniel en un refugio de recuerdos
EDUCACIÓN
Este reencuentro no solo fue una cita con el pasado, sino también un gesto de hermandad entre los dos colegios que dieron origen al actual Colegio San Daniel. Una fusión que, más que administrativa, supuso el nacimiento de un nuevo hogar educativo, fiel heredero de la memoria compartida
Ceuta/ El Colegio San Daniel se convirtió este sábado en el epicentro de la nostalgia y la emoción con la reunión de antiguos alumnos y profesores de los históricos colegios Juan XXIII y Sagrado Corazón, que celebraron un reencuentro cargado de recuerdos, abrazos y agradecimientos.
El evento, concebido como un homenaje a la memoria de ambas instituciones educativas, reunió a decenas de personas que compartieron su infancia y juventud en las aulas, patios y pasillos que marcaron la vida de varias generaciones de ceutíes.
La jornada arrancó con un cálido recibimiento a cargo de la organización, que quiso subrayar el valor de mantener vivos los lazos creados en la etapa escolar. Profesores y alumnos de diferentes promociones se encontraron frente a frente después de años, en un ambiente que transformó la cita en una auténtica fiesta de la memoria.
Uno de los momentos más emotivos llegó con la presencia de maestros y maestras que dejaron huella en sus alumnos, no solo como docentes, sino como referentes vitales. Sus nombres, anécdotas y enseñanzas fueron recordados con cariño, en una ceremonia que detuvo el tiempo para rendir homenaje a quienes supieron educar con vocación y ternura.
El encuentro contó además con un photocall conmemorativo y una galería de imágenes que recopilaba escenas de excursiones, festivales, clases y recreos. Cada fotografía era una ventana abierta al pasado, capaz de arrancar sonrisas, emociones y alguna lágrima entre los asistentes.
Tras la ceremonia, llegó el turno del almuerzo, un menú variado que unió tradición y sabor: paella, pinchitos, brewas, pastelas y una mesa dulce que completó una experiencia culinaria pensada para compartir y brindar por los buenos tiempos. Todo ello acompañado de música, sorteos y pequeños detalles que contó hasta con un Trivial que hicieron aún más especial la jornada.
Más allá del banquete, el espíritu del encuentro fue recuperar la sensación de volver a ser alumnos por un día. La música y la risa devolvieron a muchos a la época en la que corrían por los pasillos, soñaban en las aulas y forjaban amistades que hoy, décadas después, siguen intactas.
Este reencuentro no solo fue una cita con el pasado, sino también un gesto de hermandad entre los dos colegios que dieron origen al actual Colegio San Daniel. Una fusión que, más que administrativa, supuso el nacimiento de un nuevo hogar educativo, fiel heredero de la memoria compartida.
La organización recordó que la convocatoria, que requería inscripción previa, buscaba llegar al mayor número de antiguos alumnos y profesores, con la intención de cerrar círculos, abrir nuevos capítulos de amistad y demostrar que, pese al paso del tiempo, las raíces nunca se olvidan.
El 4 de octubre de 2025 quedará grabado en la memoria de los asistentes como un regreso simbólico al lugar donde todo empezó. Porque, aunque los nombres cambien, hay lugares que permanecen para siempre en el corazón, y el Colegio San Daniel fue este sábado ese refugio donde la memoria volvió a hacerse presente.
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