Mi Pequeña Manada, la guardería céntrica donde los niños entran con “alegría y entusiasmo”

Ceuta/ Los hermanos Sara y Jesús Villatoro idearon un día la apertura de un centro infantil que ofreciera “horarios flexibles” a los progenitores que residen en el centro de Ceuta. Maestros de profesión en el Colegio San Daniel, llevan nueve años a cargo de un colorido espacio donde más de 60 niños de entre cuatro meses y tres años aprenden a través del juego y se nutren en valores como el respeto, la autosuficiencia, la empatía o la inclusión. Por las tardes, la guardería ‘Mi Pequeña Manada’ se convierte en academia de inglés para formar a menores y adultos en un idioma por el que apostarán más que nunca durante este curso.

Desde este septiembre, los términos anglosajones llegarán también a las jornadas matutinas de la escuela de los Villatoro, que se han propuesto diferenciarse del resto ofreciendo un lugar de instalaciones modernas y dinámicas, con un "personal experto" formado por ocho docentes, donde hasta los bebés se familiarizan con el bilingüismo a través de un método de aprendizaje “natural” y de “inmersión total” en el lenguaje.

Todo lo que la plantilla de ‘Mi Pequeña Manada’ enseña a sus alumnos usa como vehículo el juego. Lo hacen para generar “ilusión y motivación” entre los pequeños, que atraviesan en septiembre un proceso de adaptación que remata en octubre, una vez acostumbrados a la rutina. Ya entrado el otoño, Sara Villatoro comienza a percibir el cambio en sus rostros. “Entran con otra cara. Siempre buscamos que ellos entren a nuestro centro con alegría y entusiasmo. Es muy importante para nosotros”, confiesa la docente en una entrevista concedida a El Pueblo de Ceuta.

La guardería privada, ubicada en el número 51 de la calle Real, permanece abierta desde las 7:30 hasta las 16:00h, con el objetivo de presentar un “horario muy flexible” a los padres y madres con jornadas laborales apretadas. Tras casi una década de experiencia -en la que han renovado el mobiliario y mejorado sus instalaciones más veces de las que Villatoro puede recordar-, sus responsables afrontan el curso que entra con las ganas de poner en marcha una de las novedades que, según defienden, dota a su escuela de un nuevo valor añadido.

‘Mi Pequeña Manada’ se ha hermanado con la academia de idiomas First Academy, que trasladará cada mañana a una profesora nativa a la guardería de los Villatoro para que imparta con sus ‘peques’ un método innovador llamado The New Kids Club -TNKC-, basado principalmente en el juego, la diversión y la creatividad, dando como resultado un “aprendizaje natural del inglés”. First Academy tiene su propio centro en el Paseo del Revellín -23, planta 1-, cuya programación compaginará con la que ofrezcan en la escuela infantil de la calle Real.

“El método favorece el aprendizaje natural del inglés para niños desde muy temprana edad. Viven una inmersión total en el aula, son clases muy amenas y divertidas. Tienen sus propios libros, flashcards, cuentos, juegos… En grupos muy reducidos”, explica Sara Villatoro. Lili Anna, la profesora, “no habla nada de español”, por lo que accede cada día a la clase saludando en inglés y se marcha despidiéndose en el mismo idioma.

“Es una hora entera de puro inglés. Los niños se van familiarizando con el idioma a través de juegos, de talleres, ejercicios, actividades… Y se van haciendo para que cuando tengan tres, cuatro o cinco añitos y sigan con el inglés vayan ya con una base”, continúa la responsable de la guardería. El inglés continúa por las tardes, en la academia de idiomas que abren una vez cierra el centro infantil. En ella cuentan con estudiantes desde los tres años hasta los adultos que aspiran a lograr títulos de B1, B2, C1 o C2.

Atención individualizada

Si Sara Villatoro debe escoger entre algunos de los “fuertes” de ‘Mi Pequeña Manada’, se queda con el trato “personalizado y cercano” que ofrecen a los niños y a sus progenitores y con “las instalaciones”. “Los grupos son reducidos para garantizar la atención individualizada. Hay un seguimiento diario del desarrollo de cada peque”, afirma. Con respecto a las dependencias, garantiza que son “adaptadas y seguras”. Cuentan con aulas “muy amplias, luminosas, llenas de recursos” que renuevan cada año. “Nuestro centro se pinta, se arregla, con frecuencia. La guarde ha pasado ya por tropecientos colores”, apunta.

El interior cuenta con varios “subespacios diferenciados”: zona de juego, de descanso, de usos múltiples para las clases de psicomotricidad o un patio exterior adaptado para el juego libre, “para que los niños de dos o tres años puedan salir y estar un ratito fuera”. Durante las clases, la plantilla de docentes trabaja para que los alumnos “tengan una estimulación tanto del lenguaje como de la creatividad y de la psicomotricidad”, a través del desarrollo de “actividades diarias”: música, cuentos, juegos sensoriales, psicomotricidad o ejercicios de pintura. “E implementamos rutinas que favorezcan el orden, la autonomía y esa seguridad emocional para, a la hora de que pasen al cole, lleven ese camino aprendido en la guarde”.

Las pantallas en ‘Mi pequeña manada’ solo se usan como “recurso” para reproducir música o practicar algún juego, pero nunca dejan a los niños visualizando contenidos audiovisuales de manera pasiva. Por el contrario, apuestan por las “actividades manipulativas”: “Necesitamos que, a través del aprendizaje, los niños experimenten y desarrollen, sobre todo, su creatividad”.

En paralelo a la adquisición de conocimientos, herramientas y habilidades, en la guardería de los hermanos Villatoro se esfuerzan por transmitir valores que consideran fundamentales para los más pequeños. “Parecerá una tontería, pero para nosotros el respeto es lo principal. Hay que enseñarlo a los críos desde edades muy tempranas. Ya no solo hacia uno mismo, sino hacia los demás y hacia el entorno”, explica Sara.

También le confieren importancia a que aprendan a ser autosuficientes, a “fomentar que los niños aprendan a hacer cosas por sí mismos, que ganen confianza y seguridad”. Además, “la empatía”: “Que aprendan a reconocer y respetar sus emociones y las de los demás. A esas edades a veces se pegan, se muerden… Pues eso lo trabajamos mucho con ellos. Intentamos fomentar el trabajo cooperativo y el compañerismo”. Además, la responsabilidad, la creatividad o la igualdad y la inclusión.

“Es muy importante la diversidad y la inclusión. En nuestro centro entra todo el mundo. Todo el que lo necesito. Somos únicos y aprendemos a valorar y a convivir con nuestras diferencias. Por lo tanto, las familias que ven a nuestro centro y ellos consideren que pueden estar allí y ellos quieran, nosotros nos adaptamos a ellos”, argumenta. Y, sobre todo, en ‘Mi pequeña manada’ se afanan por lograr lo que es para Sara Villatoro tan vital: comprobar cómo los rostros de los niños entran en su guardería con expresiones de felicidad.

Para obtener información sobre el centro infantil ‘Mi Pequeña Manada’, los interesados pueden contactar con ellos a través de los números de teléfono 956 90 44 53, 663 343 486 o 629 046 665. También por el correo electrónico mipequemanada@gmail.com. También pueden dirigirse al centro, donde serán atendidos por Helena Bernet, a cargo de la asistencia “individualizada” a las familias.

Tutoras de 'Mi Pequeña Manada'

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